Interés GeneralNacionalesUltimas Noticias

Andy Murray se pierde su último Wimbledon por una lesión en la espalda: ¿llegará a París 2024?

Mientras el cuerpo se lo permitió, Andy Murray fue un tenista de brillante lectura del juego, estupenda capacidad atlética para defenderse y contragolpear y con una devolución de alta jerarquía. El escocés se encumbró, durante años, como integrante del Big 4, con Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic. Fue el primer británico campeón de Wimbledon en 77 años (en 2013; repitió en 2016), despojándose de la pesada figura de Fred Perry (ganador en 1936). En 2018 y 2019 se sometió a cirugías de cadera y, pese a ello, siguió compitiendo, con un implante metálico. Esta temporada, a los 37 años, tenía la ilusión de competir por última vez en el Grand Slam londinense… pero no podrá.

“Tras una operación en un quiste espinal, Andy Murray no podrá competir en Wimbledon”, comunicó la cuenta del ATP Tour en X (antes, Twitter). El miércoles pasado, el exnúmero 1 del mundo disputaba los octavos de final del torneo de Queen’s ante el australiano Jordi Thompson, cuando sufrió una molestia y debió abandonar el partido durante el quinto game del primer set. A tan pocos días del comienzo de Wimbledon (el 1° de julio), la melancólica despedida de Murray de Queen’s hacía temer lo peor. Y semejante sospecha se confirmó… porque el británico debió someterse a una operación en la médula espinal que lo alejará, al menos y según el diario The Telegraph, durante seis semanas.

El período de inactividad, incluso, también arroja serias dudas sobre la participación de Murray en los Juegos Olímpicos de París 2024 (desde el 27 de julio, en los courts de Roland Garros). La molestia que lo obligó a abandonar el torneo en el Queen’s Club (y que en las últimas horas lo llevó a un quirófano) se le sumó a la rotura de ligamentos del tobillo que sufrió a finales de marzo durante el Masters 1000 de Miami, la cual lo alejó de las canchas por dos meses.

Murray recibió tratamiento médico en el court durante su partido con Thompson en Queen’s, pero no pudo continuar. Luego dijo que había perdido coordinación y potencia en su pierna cuando subió una escalera con destino a la cancha central del torneo. “Los quistes pueden crear este tipo de problemas si se desarrollan en las articulaciones de la columna, al pellizcar los cordones nerviosos. Los quistes espinales están asociados con la degeneración de las articulaciones de la región lumbar, algo a lo que aludió Murray en su rueda de prensa tras la retirada del martes”, publicó The Telegraph.

Murray, actual 129° del ranking, alcanzó la cima en 2016. Obtuvo 46 títulos individuales, tres de ellos de Grand Slam: US Open 2012, Wimbledon 2013 y 2016. Además, es el único tenista en ganar dos medallas olímpicas de oro, en Londres 2012 y Río 2016. También fue clave para que Gran Bretaña conquistara la Copa Davis en 2015.

La realidad le propina un cachetazo a Murray, que anhelaba despedirse del profesionalismo en el próximo torneo de Wimbledon. Si el británico está decidido a despedirse dentro de la cancha, podría intentar prepararse para el US Open, que comienza a finales de agosto. Flushing Meadows también fue un torneo especial para Murray: lo ganó en la categoría junior en 2004 (en la primera ronda venció al tandilense Juan Martín del Potro) y fue el primer Grand Slam que obtuvo como “adulto”, en 2012, antes de conquistar Wimbledon por primera vez.

Mientras el cuerpo se lo permitió, Andy Murray fue un tenista de brillante lectura del juego, estupenda capacidad atlética para defenderse y contragolpear y con una devolución de alta jerarquía. El escocés se encumbró, durante años, como integrante del Big 4, con Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic. Fue el primer británico campeón de Wimbledon en 77 años (en 2013; repitió en 2016), despojándose de la pesada figura de Fred Perry (ganador en 1936). En 2018 y 2019 se sometió a cirugías de cadera y, pese a ello, siguió compitiendo, con un implante metálico. Esta temporada, a los 37 años, tenía la ilusión de competir por última vez en el Grand Slam londinense… pero no podrá.

“Tras una operación en un quiste espinal, Andy Murray no podrá competir en Wimbledon”, comunicó la cuenta del ATP Tour en X (antes, Twitter). El miércoles pasado, el exnúmero 1 del mundo disputaba los octavos de final del torneo de Queen’s ante el australiano Jordi Thompson, cuando sufrió una molestia y debió abandonar el partido durante el quinto game del primer set. A tan pocos días del comienzo de Wimbledon (el 1° de julio), la melancólica despedida de Murray de Queen’s hacía temer lo peor. Y semejante sospecha se confirmó… porque el británico debió someterse a una operación en la médula espinal que lo alejará, al menos y según el diario The Telegraph, durante seis semanas.

El período de inactividad, incluso, también arroja serias dudas sobre la participación de Murray en los Juegos Olímpicos de París 2024 (desde el 27 de julio, en los courts de Roland Garros). La molestia que lo obligó a abandonar el torneo en el Queen’s Club (y que en las últimas horas lo llevó a un quirófano) se le sumó a la rotura de ligamentos del tobillo que sufrió a finales de marzo durante el Masters 1000 de Miami, la cual lo alejó de las canchas por dos meses.

Murray recibió tratamiento médico en el court durante su partido con Thompson en Queen’s, pero no pudo continuar. Luego dijo que había perdido coordinación y potencia en su pierna cuando subió una escalera con destino a la cancha central del torneo. “Los quistes pueden crear este tipo de problemas si se desarrollan en las articulaciones de la columna, al pellizcar los cordones nerviosos. Los quistes espinales están asociados con la degeneración de las articulaciones de la región lumbar, algo a lo que aludió Murray en su rueda de prensa tras la retirada del martes”, publicó The Telegraph.

Murray, actual 129° del ranking, alcanzó la cima en 2016. Obtuvo 46 títulos individuales, tres de ellos de Grand Slam: US Open 2012, Wimbledon 2013 y 2016. Además, es el único tenista en ganar dos medallas olímpicas de oro, en Londres 2012 y Río 2016. También fue clave para que Gran Bretaña conquistara la Copa Davis en 2015.

La realidad le propina un cachetazo a Murray, que anhelaba despedirse del profesionalismo en el próximo torneo de Wimbledon. Si el británico está decidido a despedirse dentro de la cancha, podría intentar prepararse para el US Open, que comienza a finales de agosto. Flushing Meadows también fue un torneo especial para Murray: lo ganó en la categoría junior en 2004 (en la primera ronda venció al tandilense Juan Martín del Potro) y fue el primer Grand Slam que obtuvo como “adulto”, en 2012, antes de conquistar Wimbledon por primera vez.

 El británico se sometió a una cirugía tras retirarse en Queen’s y no podrá despedirse en el Grand Slam que ganó dos veces  LA NACION

Read More

Related Articles

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button
Close
Close