“A borbotones”: el Distrito de las Artes arde con muestras de todas las disciplinas
No podía apartar la vista de la lámpara de lava y sus burbujas de colores. “Era lo más cercano a lo audiovisual”, recuerda Alberto Passolini sobre su infancia en la década de 1970, cuando la programación de TV tenía un horario reducido y el cine era una salida que debía programarse con tiempo. Así que cuando el artista fue convocado a intervenir los espacios comunes del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, imaginó “qué pasaría si aquellas burbujas escaparan del confinamiento”.
El resultado puede comenzar a verse en el hall que recibe a los visitantes en la sede de la Avenida San Juan 350, pero no termina allí. La huella de figuras pintadas sobre las paredes en color celeste continúa por las escaleras internas hasta el segundo subsuelo, donde se aloja la flamante muestra colectiva Dibujar es crear mundos. Curada por Daniel Flores en colaboración con Victoria Noorthoorn, directora del Moderno, incluye dibujos de Passolini, Josefina Alen, Nicanor Aráoz, Viviana Blanco, Valeria Conte Mac Donell, Alfredo Dufour, Cervio Martini y Julia Padilla.
Esta última sorprende con un mural de nueve metros de largo realizado en 2015, cuando vivía en un departamento “súper angosto”. Con una caja de lápices acuarelables, se tiró sobre el piso durante casi dos meses a crear un colorido universo surrealista que incluye frutas, animales y electrodomésticos. “En mis obras se entrelazan de forma extraña –dice la artista porteña, nacida en 1991– cosas que no suelen ir juntas”.
Toda una metáfora de la múltiple variedad de propuestas que ofrece en estos días el Distrito de las Artes, con nuevas exposiciones que se suman a otras para conformar un circuito interdisciplinario: además de los dibujos de la muestra mencionada, que incluye registros de las performances de Conte Mac Donell y otra que hará en vivo, hay pintura, fotografía, instalaciones, arte textil e incluso obras realizadas con inteligencia artificial.
En la misma cuadra del Moderno, el Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires (Av. San Juan 328) presentará mañana al público obras de artistas argentinos que integran su colección: las pinturas abstractas de Natalia Cacchiarelli y Gilda Picabea, y una colorida intervención en el sexto piso a cargo de David Petroni, con la cual se inaugura el Programa Macba Kabinet. Muy en sintonía se exhiben en Calvaresi (Defensa 1136) las pinturas de Germaine Derbecq y de Ester Pilone, artista representada en la edición actual de la Bienal de Venecia con una obra prestada por el Moderno.
A tres cuadras de allí se exhibirán desde el sábado a las 16 creaciones opuestas a ese equilibrio de formas y colores: las realizadas por Marcia Schvartz desde los años ‘80. Soy otras ocupará los 1600m2 de la galería W (Defensa 1369) con descarnados retratos, instalaciones, cerámicas y “collages” textiles. “La figuración de Marcia desborda lo fenoménico -señala Roberto Amigo en el texto curatorial-: excava en ella un abismo, siempre vertiginoso, desde el furor, la empatía, el dolor o el sarcasmo”. Un desborde tan apasionado como el que puede encontrarse en Nora Fisch (Av. San Juan 701), donde se despliega parte de la colección de Alejandro Ikonicoff con curaduría de Alejandra Aguado.
También el sábado, a las 15, habrá inauguraciones en las galerías Constitución (Del Valle Iberlucea 1140) y Smol (Benito Pérez Galdós 319), y en Fundación Andreani (Av. Pedro de Mendoza 1981). En este caso, será múltiple: a las imperdibles instalaciones de Fabián Bercic se suman otras que involucran inteligencia artificial e incluso una máquina que fabrica dinero, protagonizadas por Leo Nuñez, Juan Pampin, Elías Sarquis y Damián Sena.
Se completará así un circuito con otras muestras imperdibles en la galería Barro (Caboto 531) y en las fundaciones Larivière (Caboto 564), Proa (Av. Don Pedro de Mendoza 1929) y Santander (Av. Paseo Colón 1380), donde impactan las piezas textiles realizadas por Mónica Millán y tejedoras paraguayas.
No podía apartar la vista de la lámpara de lava y sus burbujas de colores. “Era lo más cercano a lo audiovisual”, recuerda Alberto Passolini sobre su infancia en la década de 1970, cuando la programación de TV tenía un horario reducido y el cine era una salida que debía programarse con tiempo. Así que cuando el artista fue convocado a intervenir los espacios comunes del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, imaginó “qué pasaría si aquellas burbujas escaparan del confinamiento”.
El resultado puede comenzar a verse en el hall que recibe a los visitantes en la sede de la Avenida San Juan 350, pero no termina allí. La huella de figuras pintadas sobre las paredes en color celeste continúa por las escaleras internas hasta el segundo subsuelo, donde se aloja la flamante muestra colectiva Dibujar es crear mundos. Curada por Daniel Flores en colaboración con Victoria Noorthoorn, directora del Moderno, incluye dibujos de Passolini, Josefina Alen, Nicanor Aráoz, Viviana Blanco, Valeria Conte Mac Donell, Alfredo Dufour, Cervio Martini y Julia Padilla.
Esta última sorprende con un mural de nueve metros de largo realizado en 2015, cuando vivía en un departamento “súper angosto”. Con una caja de lápices acuarelables, se tiró sobre el piso durante casi dos meses a crear un colorido universo surrealista que incluye frutas, animales y electrodomésticos. “En mis obras se entrelazan de forma extraña –dice la artista porteña, nacida en 1991– cosas que no suelen ir juntas”.
Toda una metáfora de la múltiple variedad de propuestas que ofrece en estos días el Distrito de las Artes, con nuevas exposiciones que se suman a otras para conformar un circuito interdisciplinario: además de los dibujos de la muestra mencionada, que incluye registros de las performances de Conte Mac Donell y otra que hará en vivo, hay pintura, fotografía, instalaciones, arte textil e incluso obras realizadas con inteligencia artificial.
En la misma cuadra del Moderno, el Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires (Av. San Juan 328) presentará mañana al público obras de artistas argentinos que integran su colección: las pinturas abstractas de Natalia Cacchiarelli y Gilda Picabea, y una colorida intervención en el sexto piso a cargo de David Petroni, con la cual se inaugura el Programa Macba Kabinet. Muy en sintonía se exhiben en Calvaresi (Defensa 1136) las pinturas de Germaine Derbecq y de Ester Pilone, artista representada en la edición actual de la Bienal de Venecia con una obra prestada por el Moderno.
A tres cuadras de allí se exhibirán desde el sábado a las 16 creaciones opuestas a ese equilibrio de formas y colores: las realizadas por Marcia Schvartz desde los años ‘80. Soy otras ocupará los 1600m2 de la galería W (Defensa 1369) con descarnados retratos, instalaciones, cerámicas y “collages” textiles. “La figuración de Marcia desborda lo fenoménico -señala Roberto Amigo en el texto curatorial-: excava en ella un abismo, siempre vertiginoso, desde el furor, la empatía, el dolor o el sarcasmo”. Un desborde tan apasionado como el que puede encontrarse en Nora Fisch (Av. San Juan 701), donde se despliega parte de la colección de Alejandro Ikonicoff con curaduría de Alejandra Aguado.
También el sábado, a las 15, habrá inauguraciones en las galerías Constitución (Del Valle Iberlucea 1140) y Smol (Benito Pérez Galdós 319), y en Fundación Andreani (Av. Pedro de Mendoza 1981). En este caso, será múltiple: a las imperdibles instalaciones de Fabián Bercic se suman otras que involucran inteligencia artificial e incluso una máquina que fabrica dinero, protagonizadas por Leo Nuñez, Juan Pampin, Elías Sarquis y Damián Sena.
Se completará así un circuito con otras muestras imperdibles en la galería Barro (Caboto 531) y en las fundaciones Larivière (Caboto 564), Proa (Av. Don Pedro de Mendoza 1929) y Santander (Av. Paseo Colón 1380), donde impactan las piezas textiles realizadas por Mónica Millán y tejedoras paraguayas.
Varias inauguraciones enriquecerán este fin de semana un amplio recorrido que abarca dibujos, pinturas, fotografías, instalaciones, performances, tecnología y arte textil LA NACION