El anteproyecto para una llamativa pasarela sobre el tren Mitre, en Núñez: qué dicen los vecinos
El ministro de Infraestructura porteño, Pablo Bereciartúa, presentó el lunes un plan de obras en la Comisión de Presupuesto de la Legislatura. En el último lugar del listado incluido en el PDF que presentó ante los diputados y luego entregó a los periodistas, aparece un anteproyecto de la llamada “pasarela peatonal García del Río”: un puente que sobrevolaría las vías del tren Mitre, ramal Tigre, para conectar la calle Comodoro Rivadavia, hoy interrumpida a esa altura por el ferrocarril. Podrían circular por allí peatones y ciclistas, según expone el render.
El proyecto se ubicaría dentro de la comuna 13, en el barrio de Núñez, cerca de lo que la Ciudad denomina Corredor Norte, un área enmarcada por las avenidas Del Libertador, Santa Fe y Cabildo, que tiene alta densidad poblacional. La zona cuenta con una abundante oferta de transporte público automotor y subterráneo, según se describe en el documento oficial.
La presentación agrega que se prevé la construcción de rampas y escaleras para facilitar el acceso de peatones y ciclistas a la pasarela, “una estructura con carácter ornamental”. En el render, se observa un tendido extenso, con dos vueltas triangulares, una a cada lado de las vías. Su emplazamiento, señala, “considera la existencia de los espacios verdes existentes y la presencia de interferencias en el lugar (en particular, redes de servicio y el arroyo entubado Medrano). Dentro del alcance se incluye la puesta en valor de los sectores de acceso a la pasarela”.
El plan de obras llegó a la Legislatura de la mano de un pedido al parlamento porteño para que autorice un endeudamiento por 75 millones de dólares para su ejecución. Incluye el rediseño de la autopista Dellepiane, en el sur de la Capital, como proyecto principal. Esta iniciativa fue el foco de la intervención de Bereciartúa ante los diputados, que también mencionó la pasarela peatonal García del Río a la hora de las repreguntas de los legisladores. Consultados posteriormente, voceros del Ministerio de Infraestructura de la ciudad aclararon que, tal como se lee en el PDF, la estructura sobre las vías es solo un anteproyecto que aún está en estudio.
Durante una recorrida de LA NACION por la zona, los vecinos manifestaron desconocer la iniciativa. Las opiniones entre ellos están divididas: algunos creen que sería un proyecto que puede contribuir a la mejora del barrio; otros, que hay dejar de invertir pensando en las bicicletas que –argumentan– en su mayoría circulan solamente los fines de semana. La necesidad de que se contemple el paso de autos entre ambos tramos de Comodoro Rivadavia también fue planteada por quienes residen en ese rincón de Núñez.
“Voy a tardar un montón en pasar de un lado a otro caminando con el cochecito”, dijo Gimena, mientras estaba en la plaza Lucila Yaconis, a pocos metros de donde se ubicaría la obra. Vive hace más de diez años a pocas cuadras de allí. “¿Por qué tantos rulos?”, agregó, en relación al diseño, mientras miraba por encima de las vías. Tan solo a unos pasos, Paola Rojas indicó que para ella “sería ideal” ya que le evitaría hacer “cuadras de más con la bicicleta para ir hacia la avenida Cabildo”. En sintonía, Matías, que reside en uno de los edificios que, de concretarse, en el futuro podría mirar al puente peatonal, afirmó que para él es bueno todo lo que mejora la accesibilidad.
Silvia Deluchi vive hace 40 años frente a las vías del ramal Tigre del ferrocarril Mitre. “De acá hasta que lo hagan…”, dijo, con incredulidad. Y agregó: “Como dijo el Presidente: ‘No hay plata’”.
En efecto, pese a que el proyecto fue presentado en la Legislatura porteña entre una decena, fuentes del Ministerio de Infraestructura de la ciudad explicaron a LA NACION que la pasarela “no está priorizada ni tiene financiamiento”. Según indicaron, no se hicieron todavía el proyecto ejecutivo, estudios de impacto ni de tránsito, entre otros. También faltan, expresaron, “autorizaciones del gobierno nacional”, dado que el puente sobrevolaría las vías. “La ilustración es a modo de referencia porque se pensó como algo ornamental. Después puede ser que sea muy caro hacerla y no tenga sentido. Nosotros no vamos a anunciar nada de esto en el corto o mediano plazo”, sostuvieron.
Estela de Iacovo, que vive en un edificio sobre Comodoro Rivadavia, señaló que, antes que hacer un desarrollo de esa envergadura, “sería bueno y más económico” acondicionar el paso a nivel que actualmente cruza hacia la calle Paroissien. “Tiene las escaleras en mal estado y habría que mejorar la iluminación: las dos cosas contribuyen con la delincuencia que hay por acá”, sostuvo.
La presentación oficial destaca entre los beneficios del desarrollo el avance en la conexión de los barrios, mayor seguridad, aumento de la cantidad de espacios verdes y una mejor accesibilidad tanto para peatones como para ciclistas. Algunos vecinos, por su parte, mostraron una contrariedad respecto de este último de los puntos.
“Basta de ciclovías”, expresó Matías Castro. “Ya hay muchas y se usan solo los fines de semana. Es una obra grande y costosa para el limitado uso que va a tener. Si se hiciera algo para que circulen autos, estaría bien porque eso sí se necesita”, opinó. Cree que sería suficiente con mejorar la accesibilidad para personas discapacitadas y la iluminación del paso nivel actual. “Quizás ese proyecto es mejor en cuanto a seguridad, pero hay que analizar de manera global tanto los costos como el resto de las cuestiones”, añadió.
“No veo que en un puente así puedan convivir ciclistas y peatones”, afirmó Patricia Gutiérrez, que maneja un transporte escolar. Entiende que el mayor problema es que las bicicletas no respetan las normas de tránsito. “Son un peligro”, concluyó.
Tiempo atrás, durante la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, en la misma zona el diseño de la ciclovía de Avenida del Libertador, en el cruce con Comodoro Rivadavia, también despertó una polémica y la compararon con un Pac-Man.
Antecedentes
Los vecinos más antiguos del barrio señalan que otros gobiernos porteños en el pasado también pensaron en unir Comodoro Rivadavia. “Se ve que le encontraron la vuelta”, dijo Élida Ceconi, que hace 25 años vive en un complejo de casas que se llama Rincón de Núñez, situado frente al ferrocarril, del lado sur. “En un momento dijeron que no se podía abrir un túnel por el arroyo que pasa por abajo”, recordó, tal como señala el documento oficial. La gente de la zona, apuntó, “querrá conocer mucho más de la iniciativa para definir su postura. El proyecto debería combinar con la fisonomía del lugar y también estar alineado con el sentido con el que el barrio fue creado: la preservación del verde”.
El diseño llama la atención a más de un vecino. “Me recuerda al puente que está en Garzón [Uruguay]”, dijo Lucio D’Imperio, vecino y dueño de un local gastronómico que funciona a metros de las vías. “Es un avance para el barrio. Si se preserva la vegetación y no perjudica a los vecinos ni a los edificios, me parece que está bien”, sumó.
El edificio de departamentos situado en Comodoro Rivadavia y O’Higgins es uno de los que más cerca está del sitio donde podría desarrollarse la obra. “Esto mismo ya se habló hace muchos años. Ni eso ni el túnel bajo nivel se podían hacer”, dijo Daniel, encargado de la torre hace más de 25 años. Y consideró: “Cualquier proyecto que se haga acá debe incluir a los autos. Hoy los vecinos del edificio tienen que ir hasta Ramallo para tomar Avenida del Libertador en dirección a Vicente López y hasta Cuba si quieren ir para el centro”.
El ministro de Infraestructura porteño, Pablo Bereciartúa, presentó el lunes un plan de obras en la Comisión de Presupuesto de la Legislatura. En el último lugar del listado incluido en el PDF que presentó ante los diputados y luego entregó a los periodistas, aparece un anteproyecto de la llamada “pasarela peatonal García del Río”: un puente que sobrevolaría las vías del tren Mitre, ramal Tigre, para conectar la calle Comodoro Rivadavia, hoy interrumpida a esa altura por el ferrocarril. Podrían circular por allí peatones y ciclistas, según expone el render.
El proyecto se ubicaría dentro de la comuna 13, en el barrio de Núñez, cerca de lo que la Ciudad denomina Corredor Norte, un área enmarcada por las avenidas Del Libertador, Santa Fe y Cabildo, que tiene alta densidad poblacional. La zona cuenta con una abundante oferta de transporte público automotor y subterráneo, según se describe en el documento oficial.
La presentación agrega que se prevé la construcción de rampas y escaleras para facilitar el acceso de peatones y ciclistas a la pasarela, “una estructura con carácter ornamental”. En el render, se observa un tendido extenso, con dos vueltas triangulares, una a cada lado de las vías. Su emplazamiento, señala, “considera la existencia de los espacios verdes existentes y la presencia de interferencias en el lugar (en particular, redes de servicio y el arroyo entubado Medrano). Dentro del alcance se incluye la puesta en valor de los sectores de acceso a la pasarela”.
El plan de obras llegó a la Legislatura de la mano de un pedido al parlamento porteño para que autorice un endeudamiento por 75 millones de dólares para su ejecución. Incluye el rediseño de la autopista Dellepiane, en el sur de la Capital, como proyecto principal. Esta iniciativa fue el foco de la intervención de Bereciartúa ante los diputados, que también mencionó la pasarela peatonal García del Río a la hora de las repreguntas de los legisladores. Consultados posteriormente, voceros del Ministerio de Infraestructura de la ciudad aclararon que, tal como se lee en el PDF, la estructura sobre las vías es solo un anteproyecto que aún está en estudio.
Durante una recorrida de LA NACION por la zona, los vecinos manifestaron desconocer la iniciativa. Las opiniones entre ellos están divididas: algunos creen que sería un proyecto que puede contribuir a la mejora del barrio; otros, que hay dejar de invertir pensando en las bicicletas que –argumentan– en su mayoría circulan solamente los fines de semana. La necesidad de que se contemple el paso de autos entre ambos tramos de Comodoro Rivadavia también fue planteada por quienes residen en ese rincón de Núñez.
“Voy a tardar un montón en pasar de un lado a otro caminando con el cochecito”, dijo Gimena, mientras estaba en la plaza Lucila Yaconis, a pocos metros de donde se ubicaría la obra. Vive hace más de diez años a pocas cuadras de allí. “¿Por qué tantos rulos?”, agregó, en relación al diseño, mientras miraba por encima de las vías. Tan solo a unos pasos, Paola Rojas indicó que para ella “sería ideal” ya que le evitaría hacer “cuadras de más con la bicicleta para ir hacia la avenida Cabildo”. En sintonía, Matías, que reside en uno de los edificios que, de concretarse, en el futuro podría mirar al puente peatonal, afirmó que para él es bueno todo lo que mejora la accesibilidad.
Silvia Deluchi vive hace 40 años frente a las vías del ramal Tigre del ferrocarril Mitre. “De acá hasta que lo hagan…”, dijo, con incredulidad. Y agregó: “Como dijo el Presidente: ‘No hay plata’”.
En efecto, pese a que el proyecto fue presentado en la Legislatura porteña entre una decena, fuentes del Ministerio de Infraestructura de la ciudad explicaron a LA NACION que la pasarela “no está priorizada ni tiene financiamiento”. Según indicaron, no se hicieron todavía el proyecto ejecutivo, estudios de impacto ni de tránsito, entre otros. También faltan, expresaron, “autorizaciones del gobierno nacional”, dado que el puente sobrevolaría las vías. “La ilustración es a modo de referencia porque se pensó como algo ornamental. Después puede ser que sea muy caro hacerla y no tenga sentido. Nosotros no vamos a anunciar nada de esto en el corto o mediano plazo”, sostuvieron.
Estela de Iacovo, que vive en un edificio sobre Comodoro Rivadavia, señaló que, antes que hacer un desarrollo de esa envergadura, “sería bueno y más económico” acondicionar el paso a nivel que actualmente cruza hacia la calle Paroissien. “Tiene las escaleras en mal estado y habría que mejorar la iluminación: las dos cosas contribuyen con la delincuencia que hay por acá”, sostuvo.
La presentación oficial destaca entre los beneficios del desarrollo el avance en la conexión de los barrios, mayor seguridad, aumento de la cantidad de espacios verdes y una mejor accesibilidad tanto para peatones como para ciclistas. Algunos vecinos, por su parte, mostraron una contrariedad respecto de este último de los puntos.
“Basta de ciclovías”, expresó Matías Castro. “Ya hay muchas y se usan solo los fines de semana. Es una obra grande y costosa para el limitado uso que va a tener. Si se hiciera algo para que circulen autos, estaría bien porque eso sí se necesita”, opinó. Cree que sería suficiente con mejorar la accesibilidad para personas discapacitadas y la iluminación del paso nivel actual. “Quizás ese proyecto es mejor en cuanto a seguridad, pero hay que analizar de manera global tanto los costos como el resto de las cuestiones”, añadió.
“No veo que en un puente así puedan convivir ciclistas y peatones”, afirmó Patricia Gutiérrez, que maneja un transporte escolar. Entiende que el mayor problema es que las bicicletas no respetan las normas de tránsito. “Son un peligro”, concluyó.
Tiempo atrás, durante la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, en la misma zona el diseño de la ciclovía de Avenida del Libertador, en el cruce con Comodoro Rivadavia, también despertó una polémica y la compararon con un Pac-Man.
Antecedentes
Los vecinos más antiguos del barrio señalan que otros gobiernos porteños en el pasado también pensaron en unir Comodoro Rivadavia. “Se ve que le encontraron la vuelta”, dijo Élida Ceconi, que hace 25 años vive en un complejo de casas que se llama Rincón de Núñez, situado frente al ferrocarril, del lado sur. “En un momento dijeron que no se podía abrir un túnel por el arroyo que pasa por abajo”, recordó, tal como señala el documento oficial. La gente de la zona, apuntó, “querrá conocer mucho más de la iniciativa para definir su postura. El proyecto debería combinar con la fisonomía del lugar y también estar alineado con el sentido con el que el barrio fue creado: la preservación del verde”.
El diseño llama la atención a más de un vecino. “Me recuerda al puente que está en Garzón [Uruguay]”, dijo Lucio D’Imperio, vecino y dueño de un local gastronómico que funciona a metros de las vías. “Es un avance para el barrio. Si se preserva la vegetación y no perjudica a los vecinos ni a los edificios, me parece que está bien”, sumó.
El edificio de departamentos situado en Comodoro Rivadavia y O’Higgins es uno de los que más cerca está del sitio donde podría desarrollarse la obra. “Esto mismo ya se habló hace muchos años. Ni eso ni el túnel bajo nivel se podían hacer”, dijo Daniel, encargado de la torre hace más de 25 años. Y consideró: “Cualquier proyecto que se haga acá debe incluir a los autos. Hoy los vecinos del edificio tienen que ir hasta Ramallo para tomar Avenida del Libertador en dirección a Vicente López y hasta Cuba si quieren ir para el centro”.
Forma parte del grupo de iniciativas que el gobierno porteño presentó en la Legislatura en busca de financiamiento LA NACION