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El código de vestimenta que rompió Gustavo Sáenz: “A mí nadie me dice cómo vengo”

El gobernador de la provincia de Salta, Gustavo Sáenz, llegó a Tucumán y se refirió a la ausencia de algunos gobernadores en el Pacto de Mayo: “Cada uno tiene el derecho a venir o no venir; es una decisión personal. En lo particular, creo que es importante el diálogo y el consenso. Eso es la democracia”, dijo.

Y agregó: “En los primeros seis meses, costó que se entendiera esta situación. Espero que este 9 de julio nos ponga a todos en modo republicano y democrático para trabajar juntos”.

“¿El poncho se lo va a sacar para la foto?”, le consultaron en un vivo con TN. “El código era de negro”, le acotaron. “A mí nadie me dice cómo vengo. Vengo con Güemes en el corazón siempre. Con el poncho salteño que significa la sangre que dejaron nuestros gauchos para que hoy día los argentinos puedan estar en libertad”, agregó Sáenz.

Si bien fue noticia que en la invitación que recibió cada mandatario provincial le indicaba que el código de vestimenta era llevar un traje oscruro”, Sáenz no fue el único que rompió el protocolo. El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, resaltó con pantalón y saco azules, aunque en un todo más “eléctrico” que el que eligieron los gobernadores de Juntos por el Cambio (JxC), Rogelio Frigerio, de Entre Ríos; Ignacio Torres, de Chubut, Leandro Zdero, de Chaco; y Marcelo Orrego. A su vez, en ese grupo se diferenció el santafesino Maximiliano Pullaro, que optó por el gris.

La única mujer que firmó el acta, Karina Milei, también quebrantó la regla que -trascendió- ella misma impuso. La hermana del presidente y secretaria General de la Presidencia llevó vistió un conjunto de pantalón y saco rojos. Arriba, en tanto, se puso un sobretodo negro, que de ninguna manera tapó el color.

El presidente Javier Milei llegó esta noche a Tucumán donde, junto a 18 gobernadores, dos expresidentes y su gabinete en pleno, firmará a primera hora del 9 de julio los diez puntos del Acta de Mayo.

Antes del acto, los gobernadores compartieron un encuentro previo, mientras esperaban la llegada de Milei.

El primero en arribar fue el peronista catamarqueño Raúl Jalil, llegado vía terrestre y acompañado de su asesor legal. En el restaurante del hotel Sheraton se cruzó con el gobernador radical mendocino Alfredo Cornejo, que enseguida armó una mesa con los también radicales Roberto Sánchez (tucumano él) y Alejandro Cacace (San Luis), mientras entraban y salían colaboradores del gobernador Osvaldo Jaldo, encargados de que todos estuvieran bien atendidos.

Fue este el inicio de una larga tarde, en la que los gobernadores “rosquearon” entre ellos, a la espera de Javier Milei, para rubricar el “Acta de Mayo”. Jalil, Cornejo y el gobernador de San Luis, Claudio Poggi, cruzaron unas pocas palabras. “Hay que apoyar, Milei ganó la elección y hay que ayudar”, era una frase repetida en esos y otros diálogos. Poco más tarde, llegaron el salteño Sáenz y el propio anfitrión, Jaldo, mientras otros mandatarios se reservaban para llegar sobre la hora, como el radical santafesino Maximiliano Pullaro y el chubutense Ignacio Torres, quien desembarcaría en el hotel a eso de las 21, nada más y nada menos que junto al expresidente Mauricio Macri.

El gobernador de la provincia de Salta, Gustavo Sáenz, llegó a Tucumán y se refirió a la ausencia de algunos gobernadores en el Pacto de Mayo: “Cada uno tiene el derecho a venir o no venir; es una decisión personal. En lo particular, creo que es importante el diálogo y el consenso. Eso es la democracia”, dijo.

Y agregó: “En los primeros seis meses, costó que se entendiera esta situación. Espero que este 9 de julio nos ponga a todos en modo republicano y democrático para trabajar juntos”.

“¿El poncho se lo va a sacar para la foto?”, le consultaron en un vivo con TN. “El código era de negro”, le acotaron. “A mí nadie me dice cómo vengo. Vengo con Güemes en el corazón siempre. Con el poncho salteño que significa la sangre que dejaron nuestros gauchos para que hoy día los argentinos puedan estar en libertad”, agregó Sáenz.

Si bien fue noticia que en la invitación que recibió cada mandatario provincial le indicaba que el código de vestimenta era llevar un traje oscruro”, Sáenz no fue el único que rompió el protocolo. El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, resaltó con pantalón y saco azules, aunque en un todo más “eléctrico” que el que eligieron los gobernadores de Juntos por el Cambio (JxC), Rogelio Frigerio, de Entre Ríos; Ignacio Torres, de Chubut, Leandro Zdero, de Chaco; y Marcelo Orrego. A su vez, en ese grupo se diferenció el santafesino Maximiliano Pullaro, que optó por el gris.

La única mujer que firmó el acta, Karina Milei, también quebrantó la regla que -trascendió- ella misma impuso. La hermana del presidente y secretaria General de la Presidencia llevó vistió un conjunto de pantalón y saco rojos. Arriba, en tanto, se puso un sobretodo negro, que de ninguna manera tapó el color.

El presidente Javier Milei llegó esta noche a Tucumán donde, junto a 18 gobernadores, dos expresidentes y su gabinete en pleno, firmará a primera hora del 9 de julio los diez puntos del Acta de Mayo.

Antes del acto, los gobernadores compartieron un encuentro previo, mientras esperaban la llegada de Milei.

El primero en arribar fue el peronista catamarqueño Raúl Jalil, llegado vía terrestre y acompañado de su asesor legal. En el restaurante del hotel Sheraton se cruzó con el gobernador radical mendocino Alfredo Cornejo, que enseguida armó una mesa con los también radicales Roberto Sánchez (tucumano él) y Alejandro Cacace (San Luis), mientras entraban y salían colaboradores del gobernador Osvaldo Jaldo, encargados de que todos estuvieran bien atendidos.

Fue este el inicio de una larga tarde, en la que los gobernadores “rosquearon” entre ellos, a la espera de Javier Milei, para rubricar el “Acta de Mayo”. Jalil, Cornejo y el gobernador de San Luis, Claudio Poggi, cruzaron unas pocas palabras. “Hay que apoyar, Milei ganó la elección y hay que ayudar”, era una frase repetida en esos y otros diálogos. Poco más tarde, llegaron el salteño Sáenz y el propio anfitrión, Jaldo, mientras otros mandatarios se reservaban para llegar sobre la hora, como el radical santafesino Maximiliano Pullaro y el chubutense Ignacio Torres, quien desembarcaría en el hotel a eso de las 21, nada más y nada menos que junto al expresidente Mauricio Macri.

 El gobernador de Salta destacó el consenso, en la previa al Pacto de Mayo, pero llamó la atención por su poncho rojo: “Vengo con Güemes en el corazón siempre”, respondió el funcionario  LA NACION

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