Nicolás Valentini acordó sumarse a Fiorentina y espera la aprobación de Boca
Con poco más de cinco meses para la finalización del contrato, el futuro de Nicolás Valentini estaría en el fútbol italiano. El zaguero llegó a un acuerdo con Fiorentina y el viernes se realizará la revisión médica, aunque espera la aprobación de Boca, que resultó inflexible desde el momento en que el juninense, de 23 años, optó por rechazar las ofertas que el club ensayó para prolongar el vínculo. Con las relaciones rotas, la irrupción de la entidad de Firenze, que elevaría una oferta de 3.500.000 dólares, puede allanar el camino para que el futbolista y los xeneizes queden satisfechos: el jugador, porque descubrirá un nuevo destino y reanimará su carrera; el club, porque tendría la posibilidad de recibir una cifra cuando parecía que la salida lo dejaría vacío.
La falta de actividad, ya que no forma parte de las convocatorias desde el partido con Newell’s, por la Copa de la Liga -en abril-, resultó un perjuicio para Valentini: las ilusiones de una posible citación para integrar el plantel de la Argentina en la Copa América de los Estados Unidos se derrumbaron, al igual que la chance de integrar la delegación que partió rumbo a Francia para participar de los Juegos Olímpicos de París 2024. La ausencia de un acuerdo determinó que Boca no utilice al defensor para los partidos de la Liga Profesional y este escenario no se revertirá.
La renovación entró en un terreno pantanoso en abril y la citación del juvenil Lautaro Di Lollo para jugar con Godoy Cruz, partido que definió la clasificación de Boca para los cuartos de final de la Copa de la Liga, fue la señal de que las negociaciones estaban estancadas. Sin solución, la intención de los representantes de Valentini –Ezequiel Manera y Maximiliano Para- fue acercar alguna oferta para que a mitad de año el Vikingo sea vendido.
La urgencia de plantear con rapidez una transferencia, apenas se limitaron las conversaciones, y no esperar a mitad de año, era el rodaje que el zaguero podía tomar para conservar la esperanza de jugar los Juegos Olímpicos, donde aparecía como titular indiscutido para el entrenador Javier Mascherano; la chance de asistir a la Copa América era remota, aunque el seleccionador Lionel Scaloni lo sumó a una de las ultimas listas.
El deseo de concretar la operación en aquel tiempo se esfumó y ahora queda resolver quién pierde menos: de no aceptarse el número que presente Fiorentina, Valentini no tendrá otra salida que esperar hasta diciembre y marcharse con el pase en su poder. Boca, de ese modo, perdería toda oportunidad de ensayar un ingreso: la avanzada situación le quita margen de operación a los xeneizes, conocedores que pocos clubes elevarán una propuesta superadora cuando en menos de medio año tienen la chance de sumar al jugador sin desembolsar dinero.
Boca propuso en su momento que el nuevo contrato del futbolista se equipare con el de Cristian Medina –el Sub 23 mejor pago de los que surgieron de las divisiones inferiores-, aunque los agentes de Valentini rechazaron la oferta. La respuesta negativa no ayudó y en un club en el que las contraofertas pocas veces aparecen, el silencio apuntó a un desenlace sin consenso. La situación del defensor tomó el mismo rumbo que las que en el pasado reciente ofrecieron Valentín Barco y Marcelo Weigandt: por el Colo, el Consejo de Fútbol rechazó todas las propuestas –consideradas insuficientes- y el futbolista activó la cláusula de rescisión, de 10 millones de dólares, para marcharse al Brighton, de la Premier League. El final de la novela con Weigandt se destrabó con la firma de un contrato por tres temporadas y la salida del lateral a préstamo a Inter Miami.
Fiorentina, que finalizó octavo en la última Serie A, perdió la final de la Conference League con Olimpiacos y no jugará copas internacionales en la próxima temporada, cuenta entre sus filas a Nicolás González y a Lucas Martínez Quarta, dos nombres que Scaloni tiene en el grupo en los Estados Unidos.
Con poco más de cinco meses para la finalización del contrato, el futuro de Nicolás Valentini estaría en el fútbol italiano. El zaguero llegó a un acuerdo con Fiorentina y el viernes se realizará la revisión médica, aunque espera la aprobación de Boca, que resultó inflexible desde el momento en que el juninense, de 23 años, optó por rechazar las ofertas que el club ensayó para prolongar el vínculo. Con las relaciones rotas, la irrupción de la entidad de Firenze, que elevaría una oferta de 3.500.000 dólares, puede allanar el camino para que el futbolista y los xeneizes queden satisfechos: el jugador, porque descubrirá un nuevo destino y reanimará su carrera; el club, porque tendría la posibilidad de recibir una cifra cuando parecía que la salida lo dejaría vacío.
La falta de actividad, ya que no forma parte de las convocatorias desde el partido con Newell’s, por la Copa de la Liga -en abril-, resultó un perjuicio para Valentini: las ilusiones de una posible citación para integrar el plantel de la Argentina en la Copa América de los Estados Unidos se derrumbaron, al igual que la chance de integrar la delegación que partió rumbo a Francia para participar de los Juegos Olímpicos de París 2024. La ausencia de un acuerdo determinó que Boca no utilice al defensor para los partidos de la Liga Profesional y este escenario no se revertirá.
La renovación entró en un terreno pantanoso en abril y la citación del juvenil Lautaro Di Lollo para jugar con Godoy Cruz, partido que definió la clasificación de Boca para los cuartos de final de la Copa de la Liga, fue la señal de que las negociaciones estaban estancadas. Sin solución, la intención de los representantes de Valentini –Ezequiel Manera y Maximiliano Para- fue acercar alguna oferta para que a mitad de año el Vikingo sea vendido.
La urgencia de plantear con rapidez una transferencia, apenas se limitaron las conversaciones, y no esperar a mitad de año, era el rodaje que el zaguero podía tomar para conservar la esperanza de jugar los Juegos Olímpicos, donde aparecía como titular indiscutido para el entrenador Javier Mascherano; la chance de asistir a la Copa América era remota, aunque el seleccionador Lionel Scaloni lo sumó a una de las ultimas listas.
El deseo de concretar la operación en aquel tiempo se esfumó y ahora queda resolver quién pierde menos: de no aceptarse el número que presente Fiorentina, Valentini no tendrá otra salida que esperar hasta diciembre y marcharse con el pase en su poder. Boca, de ese modo, perdería toda oportunidad de ensayar un ingreso: la avanzada situación le quita margen de operación a los xeneizes, conocedores que pocos clubes elevarán una propuesta superadora cuando en menos de medio año tienen la chance de sumar al jugador sin desembolsar dinero.
Boca propuso en su momento que el nuevo contrato del futbolista se equipare con el de Cristian Medina –el Sub 23 mejor pago de los que surgieron de las divisiones inferiores-, aunque los agentes de Valentini rechazaron la oferta. La respuesta negativa no ayudó y en un club en el que las contraofertas pocas veces aparecen, el silencio apuntó a un desenlace sin consenso. La situación del defensor tomó el mismo rumbo que las que en el pasado reciente ofrecieron Valentín Barco y Marcelo Weigandt: por el Colo, el Consejo de Fútbol rechazó todas las propuestas –consideradas insuficientes- y el futbolista activó la cláusula de rescisión, de 10 millones de dólares, para marcharse al Brighton, de la Premier League. El final de la novela con Weigandt se destrabó con la firma de un contrato por tres temporadas y la salida del lateral a préstamo a Inter Miami.
Fiorentina, que finalizó octavo en la última Serie A, perdió la final de la Conference League con Olimpiacos y no jugará copas internacionales en la próxima temporada, cuenta entre sus filas a Nicolás González y a Lucas Martínez Quarta, dos nombres que Scaloni tiene en el grupo en los Estados Unidos.
El zaguero, que no renovó el contrato y a fin de año quedará libre, se realizará este viernes la revisión médica; el club italiano ofrecerá 3.500.000 dólares LA NACION