Survivor: un contexto hostil y una primera noche sin descanso, así comenzó el nuevo reality de Telefe
A una semana de la final de Gran Hermano, Telefe estrenó en la pantalla su nueva gran apuesta. Se trata de otro reality show, en el que la convivencia es una parte clave de la propuesta, aunque aquí el contexto es uno muy distinto. En Survivor, un grupo compuesto por 25 hombres y mujeres deberán sortear toda clase de peligros y superar distintas pruebas, con el objetivo de quedarse con el premio mayor. Y con Marley al frente del ciclo, el primer episodio de este programa mostró sus muchos y atractivos ingredientes.
En la isla de Capurganá en Colombia, Marley les anunció a los jugadores que ellos deberán sobrevivir “al clima, al hambre y a las adversidades de un terreno hostil”. Las imágenes muestran la flora y la fauna de un lugar que llevará al límites a ese grupo de participantes. “Este es un lugar paradisíaco, en esta selva habitan serpientes venenosas, caimanes y muchos insectos. Aquí estarán aislados de la civilización, luchando día a día para mantenerse en un lugar totalmente distinto al que están acostumbrados. Los participantes están a punto de comenzar el día más largo de sus vidas”, anunció el conductor antes de llevarse a todos los participantes al terreno de juego.
El viaje en barco hacia el destino no fue fácil, entre muchos mareos y vómitos, y sobre la cubierta de ese transporte debieron enfrentarse a la primera prueba. El reto los llevó a tener que conseguir sus primeras provisiones y dirigirse en balsas hasta la costa, una tarea para que la debieron organizarse en tiempo récord. A pesar de las dificultades, el grupo pudo llegar a la orilla, en medio de un mar muy movido que les supuso un gran obstáculo.
A continuación se le pidió al grupo que recorriera un camino que se abría en medio de la selva, y cuyo destino los llevaría hasta la playa. Allí los recibió nuevamente el conductor, quien les dijo: “Estamos en este lugar tan hermoso, hemos llegado al primer juego de Survivor, y acá los 25 se van a enfrentar entre ustedes, todos contra todos. Es un juego de mucho equilibrio y fuerza mental, les deseo mucha suerte”. La consigna era la de mantenerse parados sobre unas bases individuales, ancladas en el mar. Las olas y el viento atentaban contra el equilibrio, y una jugadora llamada Giselle, de 42 años, fue la primera en caerse y por ende, quedar eliminada de la consigna. Luego cayeron otros participantes de nombre Martina y Tomás. Durante los siguientes minutos, el resto de los concursante fueron cayendo, y cuando había pasado 61 minutos parada estoica, Samanta fue la única que quedó en pie, consagrándose ganadora de la prueba inaugural. Ella se hizo acreedora de un collar de inmunidad, que le garantizaba su permanencia cuando su grupo debiera votar en el consejo.
Luego llegó el momento de armar los grupos, y de ese modo quedaron conformados los equipos Sur y Norte. Y la primera decisión que debió tomar Samanta, fue designar a qué equipo debía ir Giselle, la jugadora que fue la primera en caer de su base, durante el juego anterior. Su decisión fue conservar a ella en su equipo, a pesar de las posibles complicaciones que podía significar eso (sin ir más lejos, una boca más con la que compartir provisiones).
Una vez concluida esa etapa, los dos grupos se dividieron y debieron organizarse para pasar la noche a la intemperie. Ahí comenzó una dinámica de trabajo en grupo, surgieron algunas fricciones aisladas, aunque siempre primó el espíritu de equipo. De ese modo, todos comenzaron a construir estructuras muy precarias para refugiarse, lucharon por iniciar fuego y abrir algunos cocos para tomar unas pocas gotas de líquido.
Después de pasar la noche, con mucho frío y muy poco descanso, los dos equipos se reencontraron con Marley a primera hora de la mañana, y él les informó de una nueva prueba en la que el fuego se reveló como el gran protagonista. Sumergidos en un contexto muy hostil y en convivencia con toda clase de peligros, así fue el comienzo de Survivor.
A una semana de la final de Gran Hermano, Telefe estrenó en la pantalla su nueva gran apuesta. Se trata de otro reality show, en el que la convivencia es una parte clave de la propuesta, aunque aquí el contexto es uno muy distinto. En Survivor, un grupo compuesto por 25 hombres y mujeres deberán sortear toda clase de peligros y superar distintas pruebas, con el objetivo de quedarse con el premio mayor. Y con Marley al frente del ciclo, el primer episodio de este programa mostró sus muchos y atractivos ingredientes.
En la isla de Capurganá en Colombia, Marley les anunció a los jugadores que ellos deberán sobrevivir “al clima, al hambre y a las adversidades de un terreno hostil”. Las imágenes muestran la flora y la fauna de un lugar que llevará al límites a ese grupo de participantes. “Este es un lugar paradisíaco, en esta selva habitan serpientes venenosas, caimanes y muchos insectos. Aquí estarán aislados de la civilización, luchando día a día para mantenerse en un lugar totalmente distinto al que están acostumbrados. Los participantes están a punto de comenzar el día más largo de sus vidas”, anunció el conductor antes de llevarse a todos los participantes al terreno de juego.
El viaje en barco hacia el destino no fue fácil, entre muchos mareos y vómitos, y sobre la cubierta de ese transporte debieron enfrentarse a la primera prueba. El reto los llevó a tener que conseguir sus primeras provisiones y dirigirse en balsas hasta la costa, una tarea para que la debieron organizarse en tiempo récord. A pesar de las dificultades, el grupo pudo llegar a la orilla, en medio de un mar muy movido que les supuso un gran obstáculo.
A continuación se le pidió al grupo que recorriera un camino que se abría en medio de la selva, y cuyo destino los llevaría hasta la playa. Allí los recibió nuevamente el conductor, quien les dijo: “Estamos en este lugar tan hermoso, hemos llegado al primer juego de Survivor, y acá los 25 se van a enfrentar entre ustedes, todos contra todos. Es un juego de mucho equilibrio y fuerza mental, les deseo mucha suerte”. La consigna era la de mantenerse parados sobre unas bases individuales, ancladas en el mar. Las olas y el viento atentaban contra el equilibrio, y una jugadora llamada Giselle, de 42 años, fue la primera en caerse y por ende, quedar eliminada de la consigna. Luego cayeron otros participantes de nombre Martina y Tomás. Durante los siguientes minutos, el resto de los concursante fueron cayendo, y cuando había pasado 61 minutos parada estoica, Samanta fue la única que quedó en pie, consagrándose ganadora de la prueba inaugural. Ella se hizo acreedora de un collar de inmunidad, que le garantizaba su permanencia cuando su grupo debiera votar en el consejo.
Luego llegó el momento de armar los grupos, y de ese modo quedaron conformados los equipos Sur y Norte. Y la primera decisión que debió tomar Samanta, fue designar a qué equipo debía ir Giselle, la jugadora que fue la primera en caer de su base, durante el juego anterior. Su decisión fue conservar a ella en su equipo, a pesar de las posibles complicaciones que podía significar eso (sin ir más lejos, una boca más con la que compartir provisiones).
Una vez concluida esa etapa, los dos grupos se dividieron y debieron organizarse para pasar la noche a la intemperie. Ahí comenzó una dinámica de trabajo en grupo, surgieron algunas fricciones aisladas, aunque siempre primó el espíritu de equipo. De ese modo, todos comenzaron a construir estructuras muy precarias para refugiarse, lucharon por iniciar fuego y abrir algunos cocos para tomar unas pocas gotas de líquido.
Después de pasar la noche, con mucho frío y muy poco descanso, los dos equipos se reencontraron con Marley a primera hora de la mañana, y él les informó de una nueva prueba en la que el fuego se reveló como el gran protagonista. Sumergidos en un contexto muy hostil y en convivencia con toda clase de peligros, así fue el comienzo de Survivor.
Con la conducción de Marley, Expedición Robinson está de regreso en la pantalla chica y promete una competencia muy dura para sus participantes LA NACION