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Descubrió en la película Stuart Little una obra de arte de hace casi 100 años que se creía perdida

Una de las situaciones más insólitas se dio gracias a la famosa película infantil Stuart Little (1999) más de diez años después de que se estrenó. Un historiador, mientras disfrutaba del film en la Navidad del 2009, se percató de un pequeño, pero trascendental detalle en el mundo del arte: encontró una obra de arte que había sido vista por última vez en 1928.

El protagonista de esta historia se llama Gergely Barki, un investigador de la Galería Nacional Húngara en Budapest, que, en la Navidad del 2009, se encontró con La dama durmiente con jarrón negro, perteneciente al pintor húngaro Robert Bereny, mientras miraba Stuart Little junto a su hija. Lo curioso de esta situación es que la obra había sido vista por última vez en 1928, pero “mágicamente” apareció como elemento de utilería en la película infantil de 1999.

En el film, este cuadro perdido está colgado sobre la chimenea del departamento de la familia Little en Nueva York. “No podía creer lo que veían mis ojos cuando vi la obra maestra perdida de Bereny en la pared detrás de Hugh Laurie”, señaló Barki en aquella oportunidad a AFP. Asimismo, añadió: “Un investigador no puede apartar nunca la vista de su trabajo, ni siquiera cuando ve películas navideñas en casa”. El problema era que la película se había estrenado diez años atrás, y en ese momento, el historiador comenzó a enviar correos electrónicos a cada uno de los involucrados en la producción.

Un asistente de escenografía le comentó que compró este “accesorio” por 500 dólares en una tienda de antigüedades de Pasadena, California. “Lo había comprado por casi nada”, continuó Barki. En realidad, su propósito inicial no era para ser utilizado como elemento de escenografía, sino como cuadro para su hogar.

“Estaba colgado en la pared de su dormitorio en Washington. Al cabo de un año, tuve la oportunidad de visitarla, ver el cuadro y contarle todo sobre el pintor. Se sorprendió mucho”, manifestó Gergely.

La historia de La dama durmiente con jarrón negro

El pintor húngaro Robert Bereny formó parte de Los Ocho, un grupo de pintores vanguardistas de aquel país que introdujo el cubismo y el expresionismo a principios del siglo XX. Pero en 1920 tuvo que huir a Berlín, tras la caída de la República Democrática Húngara, donde fue líder del departamento de pintura en la Dirección de Arte.

En este contexto, Barki supuso que el comprador original de esta obra de arte era judío y abandonó Hungría antes o durante la Segunda Guerra Mundial. La obra de arte se habrá perdido durante esos años hasta que la asistente de cine accedió a él.

Una vez que el historiador le brindó esta información, ella lo vendió a un coleccionista de arte, quien decidió subastarlo el 13 de diciembre en 2014 con un precio inicial de 110.000 euros en la galería Virag Judit de Budapest. Si bien quien descubrió la pintura en la cinta infantil no se benefició de todo este insólito hallazgo, su trayectoria se vio beneficiada y la noticia recorrió los diferentes medios a lo largo del mundo.

Una de las situaciones más insólitas se dio gracias a la famosa película infantil Stuart Little (1999) más de diez años después de que se estrenó. Un historiador, mientras disfrutaba del film en la Navidad del 2009, se percató de un pequeño, pero trascendental detalle en el mundo del arte: encontró una obra de arte que había sido vista por última vez en 1928.

El protagonista de esta historia se llama Gergely Barki, un investigador de la Galería Nacional Húngara en Budapest, que, en la Navidad del 2009, se encontró con La dama durmiente con jarrón negro, perteneciente al pintor húngaro Robert Bereny, mientras miraba Stuart Little junto a su hija. Lo curioso de esta situación es que la obra había sido vista por última vez en 1928, pero “mágicamente” apareció como elemento de utilería en la película infantil de 1999.

En el film, este cuadro perdido está colgado sobre la chimenea del departamento de la familia Little en Nueva York. “No podía creer lo que veían mis ojos cuando vi la obra maestra perdida de Bereny en la pared detrás de Hugh Laurie”, señaló Barki en aquella oportunidad a AFP. Asimismo, añadió: “Un investigador no puede apartar nunca la vista de su trabajo, ni siquiera cuando ve películas navideñas en casa”. El problema era que la película se había estrenado diez años atrás, y en ese momento, el historiador comenzó a enviar correos electrónicos a cada uno de los involucrados en la producción.

Un asistente de escenografía le comentó que compró este “accesorio” por 500 dólares en una tienda de antigüedades de Pasadena, California. “Lo había comprado por casi nada”, continuó Barki. En realidad, su propósito inicial no era para ser utilizado como elemento de escenografía, sino como cuadro para su hogar.

“Estaba colgado en la pared de su dormitorio en Washington. Al cabo de un año, tuve la oportunidad de visitarla, ver el cuadro y contarle todo sobre el pintor. Se sorprendió mucho”, manifestó Gergely.

La historia de La dama durmiente con jarrón negro

El pintor húngaro Robert Bereny formó parte de Los Ocho, un grupo de pintores vanguardistas de aquel país que introdujo el cubismo y el expresionismo a principios del siglo XX. Pero en 1920 tuvo que huir a Berlín, tras la caída de la República Democrática Húngara, donde fue líder del departamento de pintura en la Dirección de Arte.

En este contexto, Barki supuso que el comprador original de esta obra de arte era judío y abandonó Hungría antes o durante la Segunda Guerra Mundial. La obra de arte se habrá perdido durante esos años hasta que la asistente de cine accedió a él.

Una vez que el historiador le brindó esta información, ella lo vendió a un coleccionista de arte, quien decidió subastarlo el 13 de diciembre en 2014 con un precio inicial de 110.000 euros en la galería Virag Judit de Budapest. Si bien quien descubrió la pintura en la cinta infantil no se benefició de todo este insólito hallazgo, su trayectoria se vio beneficiada y la noticia recorrió los diferentes medios a lo largo del mundo.

 Un historiador húngaro se percató de lo que nadie se dio cuenta durante diez años; cómo es la historia de una de las pinturas desaparecidas perteneciente a Los Ocho  LA NACION

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