Victoria Villarruel sigue incomunicada con Javier Milei y con la Casa Rosada. Ninguno de los funcionarios -ni siquiera Guillermo Francos que integra, como ella, el ala de las “palomas” del gabinete- la llamó para recomponer la situación, luego de que la desautorizaran por su tuit contra Francia con narrativa anticolonialista que, según aseguran en Balcarce 50, provocó un ruido diplomático indeseado.

En la Casa Rosada aseguran que el asunto no pasará a mayores. Y, en las conversaciones de pasillo, ya califican a la relación entre la vicepresidenta y la mesa chica del Gobierno como de tipo “institucional”, una formulación fría que deja entrever que la vice está excluida del proyecto político libertario. “Está controlado, no va a haber una ruptura, lo institucional está por encima de todo”, dijo hoy un colaborador estrecho de los hermanos Milei.

La duda que queda en el aire es si el Presidente y su vice podrán recomponer su vínculo personal, que siempre se mantuvo vivo pese a los sucesivos cortocircuitos. El mal vínculo entre Villarruel y la mesa chica presidencial, integrada por Karina Milei y Santiago Caputo, es de vieja data, una larga historia de encontronazos que, de tanto en tanto, suma nuevos episodios. La novedad del “affaire Francia” fue que el propio jefe de Estado fue quien criticó públicamente a su compañera de fórmula cuando dijo que su mensaje en X fue “poco feliz”. Por eso tomó otro cariz.

Según pudo saber LA NACION, en las últimas horas Milei pidió dar por terminado el conflicto con Villarruel. “Se sale para adelante, tema cerrado”, dijo un colaborador oficial en Balcarce 50. A modo de gesto mínimo, el portavoz presidencial, Manuel Adorni, le dio “like” en una publicación de Villarruel en Instagram. Durante su la conferencia de prensa de este martes, el vocero dijo: “El tema generó un ruido mediático que no debió generarse”.

Lo que no quieren en la Casa Rosada es que la tensión interna escale al punto de comprometer la estabilidad del Gobierno. Quieren impedir que se instale que la salida de la vice sea una opción.

Cerca de Villarruel dicen lo mismo: “A ella la votaron para ser parte de este Gobierno durante cuatro años”. En principio, el Presidente y su vice se reencontrarán públicamente este domingo en La Rural. Por cuestiones de agenda (Milei viaja a París el jueves) parece difícil que puedan verse antes.

Problemas de fondo

Más allá de los intentos por apagar el conflicto, lo cierto es que el “triángulo de hierro” que concentra el poder en la Casa Rosada, integrado –además del Presidente- por Karina Milei y Santiago Caputo tiene diferencias de fondo con la vice. No se trata solo de viejas rencillas, sino también de asuntos sensibles de la agenda que viene.

Un asunto que siguen muy de cerca en la Casa Rosada es la conformación de la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos de Seguridad e Inteligencia del Congreso, crucial para encarar la nueva etapa de la SIDE, a la que el Gobierno nutrió con fondos por más de 100.000 millones de pesos en las últimas horas.

Tal como publicó LA NACION, Caputo, que es quien controla políticamente todos los movimientos de los nuevos servicios, quiere darle la presidencia de la comisión al senador entrerriano Edgardo Kueider, del PJ.

Villarruel espera que esa silla sea para el senador Martín Goerling (Misiones) del Pro. Cerca de la vicepresidenta dicen que ese casillero se entregó a Pro como una derivación del acuerdo político que ella cerró en diciembre con 39 senadores para correr al kirchnerismo de la presidencia provisional del Senado. Y que hay que “cumplir con la palabra” para sostener la gobernabilidad en la Cámara alta. “A Victoria le dieron la llave para que hiciera acuerdos y la Casa Rosada estaba al tanto”, señalaron cerca de la vice.

En la Casa Rosada descreen del peso de ese “acuerdo político original” que cita Villarruel para justificar sus compromisos con otros bloques. Caputo y Karina Milei ven detrás de Goerling un acercamiento a las huestes de Mauricio Macri. Cuando, en la campaña, la compañera de fórmula de Milei se reunió a solas con Macri sin previo aviso, los laderos del Presidente comenzaron a mirar con suspicacia la relación entre la vice y parte de Pro.

El otro asunto que asoma como problemático es de tipo partidario. Villarruel renunció en los últimos días a la presidencia del Partido Demócrata (PD) de la provincia de Buenos Aires. Según adujo ella, lo hizo por falta de tiempo y dedicación. El PD le agradeció con un comunicado en el que consideró que la decisión de la vice de correrse fue “en aras del bien del partido”. En Balcarce 50 deslizan que en rigor ella se anticipó, porque de todas maneras la iban a apartar de ese lugar. “Es inteligente Victoria”, soltaron cerca de Milei.

La vice sigue siendo afiliada al PD. Pero no queda en claro con qué estructura partidaria intentará hacerse valer en el armado del 2025, que ya comenzó a gestarse en el oficialismo. Karina Milei, que es la que comanda las decisiones en el terreno proselitista, está muy cerca de conseguir el partido nacional La Libertad Avanza. Está esperando el reconocimiento en la provincia y en Capital Federal para presentar los papeles ante la justicia electoral y obtener el sello a nivel país.

En la Casa Rosada descuentan que, una vez que consiga el reconocimiento para el partido, la hermana del Presidente utilizará esa herramienta como “ordenadora” del oficialismo. Y que no todas las figuras del elenco oficial serán afiliadas.

Villarruel suele decir que ella, al igual que a Milei, llegó a su cargo por voto popular. A sabiendas de que ostenta una buena imagen en los sondeos, ella viene construyendo su agenda propia, y recorre las provincias del país con autonomía de la Casa Rosada. Esta semana estuvo en Catamarca por la Fiesta del Pocho, una actividad que no hace juego con la impronta de Milei, que suele denostar el gasto público que demanda ese tipo de festejos tradicionales.

Pese al desaire de Presidente, Villarruel dejó el tuit de Francia fijado al tope de su perfil en X. Hoy, en un intercambio en redes sociales con un usuario desconocido coló, a modo de chascarrillo, “segundo Francia”. “Ella no se arrepiente de lo que escribió”, dijeron cerca de la titular del Senado.

Pese a que al principio lo negaban, en las últimas horas en la Casa Rosada aseguraron que sí existió una queja informal de la embajada de Francia y que por eso Karina se apersonó en el Palacio Ortiz Basualdo para desactivar el malestar. “Lo que a Javier no le gustó fue que Victoria, con su peso institucional, generara este problema justo cuando él estaba por viajar a París”, dijeron cerca del jefe de Estado.

Hasta acá, Villarruel siempre logró que su vínculo con Milei quedara preservado de la interna que mantiene con su hermana y con el “riñón” del Presidente, Santiago Caputo. Se verá si, cuando vuelvan a encontrarse, el Presidente y su vice vuelven a exhibir buena sintonía.

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Victoria Villarruel sigue incomunicada con Javier Milei y con la Casa Rosada. Ninguno de los funcionarios -ni siquiera Guillermo Francos que integra, como ella, el ala de las “palomas” del gabinete- la llamó para recomponer la situación, luego de que la desautorizaran por su tuit contra Francia con narrativa anticolonialista que, según aseguran en Balcarce 50, provocó un ruido diplomático indeseado.

En la Casa Rosada aseguran que el asunto no pasará a mayores. Y, en las conversaciones de pasillo, ya califican a la relación entre la vicepresidenta y la mesa chica del Gobierno como de tipo “institucional”, una formulación fría que deja entrever que la vice está excluida del proyecto político libertario. “Está controlado, no va a haber una ruptura, lo institucional está por encima de todo”, dijo hoy un colaborador estrecho de los hermanos Milei.

La duda que queda en el aire es si el Presidente y su vice podrán recomponer su vínculo personal, que siempre se mantuvo vivo pese a los sucesivos cortocircuitos. El mal vínculo entre Villarruel y la mesa chica presidencial, integrada por Karina Milei y Santiago Caputo, es de vieja data, una larga historia de encontronazos que, de tanto en tanto, suma nuevos episodios. La novedad del “affaire Francia” fue que el propio jefe de Estado fue quien criticó públicamente a su compañera de fórmula cuando dijo que su mensaje en X fue “poco feliz”. Por eso tomó otro cariz.

Según pudo saber LA NACION, en las últimas horas Milei pidió dar por terminado el conflicto con Villarruel. “Se sale para adelante, tema cerrado”, dijo un colaborador oficial en Balcarce 50. A modo de gesto mínimo, el portavoz presidencial, Manuel Adorni, le dio “like” en una publicación de Villarruel en Instagram. Durante su la conferencia de prensa de este martes, el vocero dijo: “El tema generó un ruido mediático que no debió generarse”.

Lo que no quieren en la Casa Rosada es que la tensión interna escale al punto de comprometer la estabilidad del Gobierno. Quieren impedir que se instale que la salida de la vice sea una opción.

Cerca de Villarruel dicen lo mismo: “A ella la votaron para ser parte de este Gobierno durante cuatro años”. En principio, el Presidente y su vice se reencontrarán públicamente este domingo en La Rural. Por cuestiones de agenda (Milei viaja a París el jueves) parece difícil que puedan verse antes.

Problemas de fondo

Más allá de los intentos por apagar el conflicto, lo cierto es que el “triángulo de hierro” que concentra el poder en la Casa Rosada, integrado –además del Presidente- por Karina Milei y Santiago Caputo tiene diferencias de fondo con la vice. No se trata solo de viejas rencillas, sino también de asuntos sensibles de la agenda que viene.

Un asunto que siguen muy de cerca en la Casa Rosada es la conformación de la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos de Seguridad e Inteligencia del Congreso, crucial para encarar la nueva etapa de la SIDE, a la que el Gobierno nutrió con fondos por más de 100.000 millones de pesos en las últimas horas.

Tal como publicó LA NACION, Caputo, que es quien controla políticamente todos los movimientos de los nuevos servicios, quiere darle la presidencia de la comisión al senador entrerriano Edgardo Kueider, del PJ.

Villarruel espera que esa silla sea para el senador Martín Goerling (Misiones) del Pro. Cerca de la vicepresidenta dicen que ese casillero se entregó a Pro como una derivación del acuerdo político que ella cerró en diciembre con 39 senadores para correr al kirchnerismo de la presidencia provisional del Senado. Y que hay que “cumplir con la palabra” para sostener la gobernabilidad en la Cámara alta. “A Victoria le dieron la llave para que hiciera acuerdos y la Casa Rosada estaba al tanto”, señalaron cerca de la vice.

En la Casa Rosada descreen del peso de ese “acuerdo político original” que cita Villarruel para justificar sus compromisos con otros bloques. Caputo y Karina Milei ven detrás de Goerling un acercamiento a las huestes de Mauricio Macri. Cuando, en la campaña, la compañera de fórmula de Milei se reunió a solas con Macri sin previo aviso, los laderos del Presidente comenzaron a mirar con suspicacia la relación entre la vice y parte de Pro.

El otro asunto que asoma como problemático es de tipo partidario. Villarruel renunció en los últimos días a la presidencia del Partido Demócrata (PD) de la provincia de Buenos Aires. Según adujo ella, lo hizo por falta de tiempo y dedicación. El PD le agradeció con un comunicado en el que consideró que la decisión de la vice de correrse fue “en aras del bien del partido”. En Balcarce 50 deslizan que en rigor ella se anticipó, porque de todas maneras la iban a apartar de ese lugar. “Es inteligente Victoria”, soltaron cerca de Milei.

La vice sigue siendo afiliada al PD. Pero no queda en claro con qué estructura partidaria intentará hacerse valer en el armado del 2025, que ya comenzó a gestarse en el oficialismo. Karina Milei, que es la que comanda las decisiones en el terreno proselitista, está muy cerca de conseguir el partido nacional La Libertad Avanza. Está esperando el reconocimiento en la provincia y en Capital Federal para presentar los papeles ante la justicia electoral y obtener el sello a nivel país.

En la Casa Rosada descuentan que, una vez que consiga el reconocimiento para el partido, la hermana del Presidente utilizará esa herramienta como “ordenadora” del oficialismo. Y que no todas las figuras del elenco oficial serán afiliadas.

Villarruel suele decir que ella, al igual que a Milei, llegó a su cargo por voto popular. A sabiendas de que ostenta una buena imagen en los sondeos, ella viene construyendo su agenda propia, y recorre las provincias del país con autonomía de la Casa Rosada. Esta semana estuvo en Catamarca por la Fiesta del Pocho, una actividad que no hace juego con la impronta de Milei, que suele denostar el gasto público que demanda ese tipo de festejos tradicionales.

Pese al desaire de Presidente, Villarruel dejó el tuit de Francia fijado al tope de su perfil en X. Hoy, en un intercambio en redes sociales con un usuario desconocido coló, a modo de chascarrillo, “segundo Francia”. “Ella no se arrepiente de lo que escribió”, dijeron cerca de la titular del Senado.

Pese a que al principio lo negaban, en las últimas horas en la Casa Rosada aseguraron que sí existió una queja informal de la embajada de Francia y que por eso Karina se apersonó en el Palacio Ortiz Basualdo para desactivar el malestar. “Lo que a Javier no le gustó fue que Victoria, con su peso institucional, generara este problema justo cuando él estaba por viajar a París”, dijeron cerca del jefe de Estado.

Hasta acá, Villarruel siempre logró que su vínculo con Milei quedara preservado de la interna que mantiene con su hermana y con el “riñón” del Presidente, Santiago Caputo. Se verá si, cuando vuelvan a encontrarse, el Presidente y su vice vuelven a exhibir buena sintonía.

 La presidencia de la comisión de Inteligencia y la cuestión partidaria de cara a 2025 asoman como problemáticas; en la Casa Rosada quieren evitar que haya un mayor ruido político entre ambos  LA NACION

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