Hallaron grabados de reyes del antiguo Egipto en las profundidades del río Nilo: uno era el abuelo de Tutankamón
En el fondo del planeta Tierra se encuentran tesoros de civilizaciones pasadas listos para ser descubiertos por los arqueólogos. El último gran hallazgo fue el de grabados rupestres con inscripciones jeroglíficas de varios faraones en el fondo del río Nilo, entre los que se encontraba un antepasado del rey Tutankamón.
Los nuevos descubrimientos que llevan adelante los arqueólogos en distintos puntos del planeta contribuyen para conocer, con evidencia científica, cómo eran las culturas antiguas, sus jerarquías, su historia y el modo de vivir.
En este sentido, un grupo de investigadores proporcionó nueva información sobre los legendarios gobiernos a lo largo de varias épocas, según dio a conocer el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.
La expedición submarina se llevó adelante en Asuán, Egipto, lugar inundado durante la construcción de la presa alta de aquel lugar. Se trata de una de las presas de contención más grandes del mundo, que es capaz de regular el caudal y las inundaciones del Nilo.
Es importante recalcar que antes de la construcción de la presa, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) logró rescatar monumentos y artefactos valiosos; no obstante, algunos elementos no pudieron ser reubicados a tiempo y quedaron en las profundidades, como los objetos que un grupo de arqueólogos halló recientemente.
Los arqueólogos encontraron grabados rupestres con inscripciones jeroglíficas de varios faraones, entre ellos el rey Amenhotep III, el abuelo del rey Tutankamón, que gobernó entre 1390 y 1353 a. C., según la revista especializada Smithsonian. Además, estaban los del rey Tutmosis IV, que gobernó entre 1400 a 1390 a. C., Psamético II, que gobernó entre 595 a 589 a. C. y Apries, quien gobernó entre 589 a 570 a. C.
Los investigadores se sumergieron durante diez horas al sur de las grandes pirámides de Giza y cerca de las históricas tumbas de los nobles en la orilla del Nilo. Esta zona fue fundamental en el momento de las invasiones del reino Nubia porque albergó los monumentos importantes, entre las que se encontraban 33 tumbas en la ladera de una colina, recientemente halladas según el Ministerio de Turismo de Egipto.
Esta ciudad, que se utilizaba como ciudad de guarnición, contaba con Abu Simbel, un templo de cuatro estatuas a gran escala del faraón Ramsés II, además del complejo templo de Philae, donde se escribió la última inscripción jeroglífica egipcia conocida en el año 394 d. C.
Según William Carruthers, historiador de la Universidad de Essex, en Inglaterra, todavía hay más artefactos que sobrevivieron a la inundación de lo que se creía en primera instancia. Además, la comunidad científica resaltó que el hallazgo de estos grabados es importante, por lo que requieren más investigación.
Cabe destacar que las investigaciones en Asuán se detuvieron en la década de 1960, cuando se inició el proyecto de la presa para evitar las inundaciones del Nilo en aquella región.
Ahora, se están buscando reliquias antiguas en la base del Nilo, dado que el sitio permanece en buenas condiciones y todavía queda mucho de los antepasados enterrado entre las profundidades listo para ser descubierto.
En el fondo del planeta Tierra se encuentran tesoros de civilizaciones pasadas listos para ser descubiertos por los arqueólogos. El último gran hallazgo fue el de grabados rupestres con inscripciones jeroglíficas de varios faraones en el fondo del río Nilo, entre los que se encontraba un antepasado del rey Tutankamón.
Los nuevos descubrimientos que llevan adelante los arqueólogos en distintos puntos del planeta contribuyen para conocer, con evidencia científica, cómo eran las culturas antiguas, sus jerarquías, su historia y el modo de vivir.
En este sentido, un grupo de investigadores proporcionó nueva información sobre los legendarios gobiernos a lo largo de varias épocas, según dio a conocer el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.
La expedición submarina se llevó adelante en Asuán, Egipto, lugar inundado durante la construcción de la presa alta de aquel lugar. Se trata de una de las presas de contención más grandes del mundo, que es capaz de regular el caudal y las inundaciones del Nilo.
Es importante recalcar que antes de la construcción de la presa, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) logró rescatar monumentos y artefactos valiosos; no obstante, algunos elementos no pudieron ser reubicados a tiempo y quedaron en las profundidades, como los objetos que un grupo de arqueólogos halló recientemente.
Los arqueólogos encontraron grabados rupestres con inscripciones jeroglíficas de varios faraones, entre ellos el rey Amenhotep III, el abuelo del rey Tutankamón, que gobernó entre 1390 y 1353 a. C., según la revista especializada Smithsonian. Además, estaban los del rey Tutmosis IV, que gobernó entre 1400 a 1390 a. C., Psamético II, que gobernó entre 595 a 589 a. C. y Apries, quien gobernó entre 589 a 570 a. C.
Los investigadores se sumergieron durante diez horas al sur de las grandes pirámides de Giza y cerca de las históricas tumbas de los nobles en la orilla del Nilo. Esta zona fue fundamental en el momento de las invasiones del reino Nubia porque albergó los monumentos importantes, entre las que se encontraban 33 tumbas en la ladera de una colina, recientemente halladas según el Ministerio de Turismo de Egipto.
Esta ciudad, que se utilizaba como ciudad de guarnición, contaba con Abu Simbel, un templo de cuatro estatuas a gran escala del faraón Ramsés II, además del complejo templo de Philae, donde se escribió la última inscripción jeroglífica egipcia conocida en el año 394 d. C.
Según William Carruthers, historiador de la Universidad de Essex, en Inglaterra, todavía hay más artefactos que sobrevivieron a la inundación de lo que se creía en primera instancia. Además, la comunidad científica resaltó que el hallazgo de estos grabados es importante, por lo que requieren más investigación.
Cabe destacar que las investigaciones en Asuán se detuvieron en la década de 1960, cuando se inició el proyecto de la presa para evitar las inundaciones del Nilo en aquella región.
Ahora, se están buscando reliquias antiguas en la base del Nilo, dado que el sitio permanece en buenas condiciones y todavía queda mucho de los antepasados enterrado entre las profundidades listo para ser descubierto.
Un grupo de científicos llevó adelante la investigación en Asuán, donde se encontraron varios grabados rupestres con inscripciones jeroglíficas; de quiénes son LA NACION