Se consagró Miss Siete Días por su belleza, les “arrebató” la corona a dos famosas y hoy pisa fuerte con la misma pasión
Cuando empezaba a apasionarse con el atletismo en su Chaco natal, Liliana Casanova también soñaba con el mundo de la moda y las pasarelas. Luego se trasladó a Santa Fe junto a su madre, quien siempre la acompañó para que se perfeccionara en el deporte, pero también, como le veía condiciones, en su adolescencia le sugirió que hiciera un curso de mannequin. Y allí empezó un camino de coronaciones…
Corría el verano de 1979 y los fotógrafos de la revista Siete Días Ilustrados recorrían, como cada temporada, las playas de Mar del Plata, Pinamar y Villa Gesell para preseleccionar participantes para el concurso, más allá de las que llegaban de todas partes del país. El certamen, en ese entonces un imán de nuevos talentos y caras de todo el país, contó con una presencia que daría de qué hablar, proveniente de Santa Fe…
Fue en marzo cuando se realizó la competencia y la elegida fue Liliana Casanova, modelo exitosa del momento que ya vivía en Buenos Aires debido a su intenso trabajo. Por ese entonces tenía 21 años y con 1,72 metros de estatura impactaba en cada desfile o producción de fotos de la que participaba. La curiosidad en aquel concurso fue que otra de las participantes en esa oportunidad fue nada menos que Silvia Süller, quien con 20 años venía de ser consagrada como “Miss Cinematografía”. No es todo, también fue parte del certamen Sonia Pepe, que luego se casaría con el exjugador de fútbol y director técnico Héctor Bambino Veira (y padeció una cadena de escándalos cuando él fue acusado y detenido por violación de Sebastián Candelmo). Así y todo, Liliana Casanova se impuso a ambas y les “arrebató” esa posibilidad de brillar. Estaba por empezar su gran momento.
Se abrieron las puertas para Su Majestad, Liliana Casanova
La corona de Miss Siete Días le dio la posibilidad de viajar en mayo de aquel año a Caracas, Venezuela, donde fue electa Miss Tanga Internacional. Allí se impuso a treinta postulantes de todo el mundo y recibió la banda de consagración de manos del actor Greg Morris, reconocido por su participación en la serie Misión Imposible, que fue furor en los años 60 y 70. La corona se la entregó su antecesora, la portuguesa Rossana Rocha Moreira.
Liliana fue muy aplaudida por el público durante el programa Sabado Sensacional de la cadena Venevisión, donde se desarrolló la presentación. Las princesas fueron las representantes de Venezuela, Estados Unidos, Colombia y Perú. El título de Miss Elegancia fue para Miss Jamaica y el de Miss Compañerismo para Miss México.
Luego de realizar gran cantidad de producciones de fotos para publicidades y participar de numerosos desfiles, Liliana regresó a la Argentina y de inmediato comenzó una exitosa carrera maratónica de viajes por Europa y toda América como parte de los premios recibidos por los títulos alcanzados. Durante la década del 80, trabajó intensamente como modelo y filmó varias publicidades para televisión. A mediados de ese año se casó con el empresario textil José Cohen. Cuando dejó definitivamente las pasarelas decidió que su camino no debía alejarse de aquella pasión, de aquél fuego que la llevó hasta la gloria, por lo que siguió vinculada -y lo sigue hasta hoy- al mundo de la moda a través del diseño y la confección de trajes de baño.
En el sitio ellitoral.com, bajo el título “Del sueño a la realidad: aquella moda santafesina”, Marta Snaidero – también mannequin y embajadora de la belleza con destacadas participaciones en desfiles, publicidades y programas de televisión- la recuerda en aquella época como una de las figuras destacadas que continúan siempre vigentes: “El grupo más conocido y al que captaban las boutiques del momento estaba integrado por Liliana Logarzo, Liliana Casanova, Zulma Montero, Vicky Antille, Ángeles Fassi, Liliana Manera, Ketty Shafer (la correntina), Fabiana Sdrigotti y quien escribe. Más tarde, Graciela Silvar, Viviana Oleksak, Sonia Torres y Silvia Barcos, entre otras”. También rememoró: “Con Vicky hacíamos buena pareja en altura y en desfilar bailando, según el cuadro elegido. Hoy continuamos con una sincera amistad a la distancia”.
Para cerrar, no quiso dejar de señalar el camino recorrido y el legado construido: “Muchas modelos incursionaron en la televisión con sus micros, otras dejaron el nido y tuvieron su propio programa de modas y siguen desfilando hoy junto al famoso modisto santafesino Roberto Piazza y otros grandes. O como en el caso de Liliana Casanova, abrieron su propia boutique y continúan en el mundo de la moda, siempre emprendedoras”.
En 1984, fue uno de Los personajes del Año seleccionados por la revista Gente, junto a Susú Pecoraro, Alejandro Romay, Elsa Serrano, Avelino Porto, Gino Bogani, Martín Jaite, Hugo Guerrero Martibheitz, Mario Sapag, María Amuchástegui, Enzo Francescoli, Arnaldo André y Luisa Kuliok, entre tantos otros… Y también invitada de lujo a los almuerzos de Mirtha Legrand, ´porque como te ven, te tratan, y si te ven bien, te contratan…
Cuando empezaba a apasionarse con el atletismo en su Chaco natal, Liliana Casanova también soñaba con el mundo de la moda y las pasarelas. Luego se trasladó a Santa Fe junto a su madre, quien siempre la acompañó para que se perfeccionara en el deporte, pero también, como le veía condiciones, en su adolescencia le sugirió que hiciera un curso de mannequin. Y allí empezó un camino de coronaciones…
Corría el verano de 1979 y los fotógrafos de la revista Siete Días Ilustrados recorrían, como cada temporada, las playas de Mar del Plata, Pinamar y Villa Gesell para preseleccionar participantes para el concurso, más allá de las que llegaban de todas partes del país. El certamen, en ese entonces un imán de nuevos talentos y caras de todo el país, contó con una presencia que daría de qué hablar, proveniente de Santa Fe…
Fue en marzo cuando se realizó la competencia y la elegida fue Liliana Casanova, modelo exitosa del momento que ya vivía en Buenos Aires debido a su intenso trabajo. Por ese entonces tenía 21 años y con 1,72 metros de estatura impactaba en cada desfile o producción de fotos de la que participaba. La curiosidad en aquel concurso fue que otra de las participantes en esa oportunidad fue nada menos que Silvia Süller, quien con 20 años venía de ser consagrada como “Miss Cinematografía”. No es todo, también fue parte del certamen Sonia Pepe, que luego se casaría con el exjugador de fútbol y director técnico Héctor Bambino Veira (y padeció una cadena de escándalos cuando él fue acusado y detenido por violación de Sebastián Candelmo). Así y todo, Liliana Casanova se impuso a ambas y les “arrebató” esa posibilidad de brillar. Estaba por empezar su gran momento.
Se abrieron las puertas para Su Majestad, Liliana Casanova
La corona de Miss Siete Días le dio la posibilidad de viajar en mayo de aquel año a Caracas, Venezuela, donde fue electa Miss Tanga Internacional. Allí se impuso a treinta postulantes de todo el mundo y recibió la banda de consagración de manos del actor Greg Morris, reconocido por su participación en la serie Misión Imposible, que fue furor en los años 60 y 70. La corona se la entregó su antecesora, la portuguesa Rossana Rocha Moreira.
Liliana fue muy aplaudida por el público durante el programa Sabado Sensacional de la cadena Venevisión, donde se desarrolló la presentación. Las princesas fueron las representantes de Venezuela, Estados Unidos, Colombia y Perú. El título de Miss Elegancia fue para Miss Jamaica y el de Miss Compañerismo para Miss México.
Luego de realizar gran cantidad de producciones de fotos para publicidades y participar de numerosos desfiles, Liliana regresó a la Argentina y de inmediato comenzó una exitosa carrera maratónica de viajes por Europa y toda América como parte de los premios recibidos por los títulos alcanzados. Durante la década del 80, trabajó intensamente como modelo y filmó varias publicidades para televisión. A mediados de ese año se casó con el empresario textil José Cohen. Cuando dejó definitivamente las pasarelas decidió que su camino no debía alejarse de aquella pasión, de aquél fuego que la llevó hasta la gloria, por lo que siguió vinculada -y lo sigue hasta hoy- al mundo de la moda a través del diseño y la confección de trajes de baño.
En el sitio ellitoral.com, bajo el título “Del sueño a la realidad: aquella moda santafesina”, Marta Snaidero – también mannequin y embajadora de la belleza con destacadas participaciones en desfiles, publicidades y programas de televisión- la recuerda en aquella época como una de las figuras destacadas que continúan siempre vigentes: “El grupo más conocido y al que captaban las boutiques del momento estaba integrado por Liliana Logarzo, Liliana Casanova, Zulma Montero, Vicky Antille, Ángeles Fassi, Liliana Manera, Ketty Shafer (la correntina), Fabiana Sdrigotti y quien escribe. Más tarde, Graciela Silvar, Viviana Oleksak, Sonia Torres y Silvia Barcos, entre otras”. También rememoró: “Con Vicky hacíamos buena pareja en altura y en desfilar bailando, según el cuadro elegido. Hoy continuamos con una sincera amistad a la distancia”.
Para cerrar, no quiso dejar de señalar el camino recorrido y el legado construido: “Muchas modelos incursionaron en la televisión con sus micros, otras dejaron el nido y tuvieron su propio programa de modas y siguen desfilando hoy junto al famoso modisto santafesino Roberto Piazza y otros grandes. O como en el caso de Liliana Casanova, abrieron su propia boutique y continúan en el mundo de la moda, siempre emprendedoras”.
En 1984, fue uno de Los personajes del Año seleccionados por la revista Gente, junto a Susú Pecoraro, Alejandro Romay, Elsa Serrano, Avelino Porto, Gino Bogani, Martín Jaite, Hugo Guerrero Martibheitz, Mario Sapag, María Amuchástegui, Enzo Francescoli, Arnaldo André y Luisa Kuliok, entre tantos otros… Y también invitada de lujo a los almuerzos de Mirtha Legrand, ´porque como te ven, te tratan, y si te ven bien, te contratan…
Nació en Chaco, se instaló en Santa Fue y cuando desembarcó en Buenos Aires arrasó; Liliana Casanova triunfó en certámenes locales y hasta fue distinguida en Venezuela LA NACION
