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“Deberíamos tener una producción lechera mucho más grande en la Argentina”, dijo el CEO de Nestlé

Como responsable de una de las compañías con mayor tradición en la elaboración de productos lácteos, Gian Carlo Aubry, CEO de Nestlé para la Argentina, Uruguay y Paraguay, cree que el país está en condiciones de incrementar la producción de leche. En una entrevista con LA NACION, se refirió también a los problemas del mercado, al cambio tecnológico y al papel de la sustentabilidad.

Tini Tini: su nacimiento fue furor en la Rural y hoy sigue siendo una de las grandes atracciones

-Hace tres años presentaron un plan de inversiones por unos US$120 millones, ¿cómo está eso?

-Está en fase de realización, los primeros años se cumplieron. Teníamos dos o tres proyectos muy grandes, uno de ellos era la volver a fabricar fórmulas de leche infantiles en la planta Firmat. Esa inversión se terminó y desde octubre estamos vendiendo los productos. También teníamos ampliaciones de líneas en nuestra fábrica de Santo Tomé que es para purina. Y hemos ampliado nuestra línea para las exportaciones. Nosotros exportamos a África para más de 30 países, leche en polvo en lata. Además tenemos otros proyectos en los cuales hemos robotizado y digitalizado líneas de producción. Por ahora el plan se está ejecutando como estaba previsto.

-Las condiciones que hay en la Argentina, ¿les permiten seguir invirtiendo?

-Estamos presentes hace más de 90 años la Argentina, tenemos siete plantas. Necesitamos invertir de manera continua para mantener el negocio en el país. Nestlé no es una compañía que entra y sale de países, cuando entra un país lo hace para el largo plazo o para siempre. No tenemos ninguna intención de salir de la Argentina y vamos a continuar invirtiendo a medida que lo necesita el negocio, pero también a medida que se mejoran las condiciones para hacer inversiones más importantes. Por ahora estamos en la espera de una confirmación de que las condiciones para invertir se pueden dar. El año pasado hemos sufrido por no poder pagar a nuestro abastecimiento del exterior. Ahora el ciclo volvió a una cierta normalidad y esperamos que se mantenga.

-El probable fin del cepo, ¿sería favorable para reiniciar el ciclo de inversiones?

-El ciclo de inversiones depende también de la situación de la demanda, que en este primer semestre cayó bastante. Estamos trabajando, como todas las industrias, para estimular el consumo. Es un todo. Hay índices y variables que muestran que a mediano y a largo plazo son favorables para hacer inversiones, pero también hay condiciones operacionales que son necesarias para que la demanda se forme. Este es un año difícil, de recuperación, y esperamos que el 2025 sea positivo.

-¿Cómo es la relación con los tamberos?

-Lo primero que en definitiva deberíamos todos preguntarnos es por qué la oferta de leche fresca no se mueve en los últimos 10 o 15 años, que desde entonces está estancada en 10.000 millones de litros. Si nos comparamos con Brasil, vemos que ellos tuvieron un crecimiento exponencial. Acá el crecimiento depende mucho del precio al cual le compramos la leche o al cual se puede vender la leche y hay un cierto mercado controlado. Deberíamos incentivar mucho más la producción para tener más leche a un precio más competitivo que nos permita no solamente hacer crecer el mercado interno sino también el de exportación.

-¿Controlado por qué, si el Gobierno no interviene en los precios?

-Digamos autocontrolado, si uno controla la producción controla los precios también. Deberíamos tener una producción lechera mucho más grande. La Argentina tiene una leche de alta altísima calidad, con un costo muy bueno. Y con esos dos factores debería ser capaz de producir mucho más. Hay cada vez menos pequeños tambos y cada día hay tambos más grandes y tecnológicos. Esto da una producción por vaca mucho más mucho más importante y que permite ser mucho más rentable. Si vamos en esta profesionalización, podemos perfectamente producir más leche a un precio más competitivo. La baja de las retenciones fue una excelente medida para justamente ser más competitivos y poder exportar más, pero creo que todavía hay cosas que hacer en el tambo y ser más competitivos. Nosotros trabajamos con unos 70/80 tambos, de los cuales con el 90% trabajamos en el largo plazo con los cuales hay una muy buena relación. Y hay un porcentaje que se mueve de acuerdo al precio que le pagamos o que les pagan otros. Les damos asistencia, hemos desarrollado la leche orgánica certificada, somos los primeros en Argentina en hacerlo, con una inversión de US$12 millones. Es un negocio que todavía no despegó como queremos. Es un trabajo de largo plazo. Pagamos un plus para producirla y tiene grandes beneficios para el consumidor que cada vez más busca sustentabilidad. Esto abarca a toda la cadena. A pesar de que la Argentina vive en un contexto socioeconómico y político difícil en estos últimos años hay consumidores que tienen conciencia de hacerlo. Miramos el largo plazo para ofrecer productos lo más adecuados posible al consumidor. Para nosotros el consumidor está el centro de todo.

-¿Por qué trabajan en lo que se llama agricultura regenerativa?

-La agricultura regenerativa en definitiva es cuidar el suelo para que no pierda sus beneficios en cuanto a lo que lo que puede dar. Es lo que estamos explicando a nuestros a nuestros proveedores y a nuestros agricultores demostrándoles con estudios y con charlas los beneficios de una agricultura regenerativa. Al mismo tiempo tenemos programas de formación que ayudan los agricultores a trabajar en ese sentido. El suelo es la fuente de nuestro negocio y del agricultor. Más del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero de nuestra cadena vienen de las materias primas. Asumimos grandes compromisos en términos de sustentabilidad y uno de ellos es llegar a cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para el 2050. Trabajamos con los agricultores en este tipo de prácticas. Aquí lo hacemos con buenas prácticas y capacitación con veterinarios y tamberos.

-Muchos productores dicen “está muy bien la sustentabilidad”, pero que se pague.

-El consumidor no quiere pagar la sustentabilidad. Entonces tenemos que encontrar manera de ser más eficiente para que se auto pague hasta ahora. En los últimos cuatro años, desde que estamos a full con esto, todas las inversiones que hicimos se repagaron raron justamente con los ahorros que genera todos los programas, que estamos que estamos haciendo y eso eso es positivo y es ahí donde tenemos que buscar justamente.

Como responsable de una de las compañías con mayor tradición en la elaboración de productos lácteos, Gian Carlo Aubry, CEO de Nestlé para la Argentina, Uruguay y Paraguay, cree que el país está en condiciones de incrementar la producción de leche. En una entrevista con LA NACION, se refirió también a los problemas del mercado, al cambio tecnológico y al papel de la sustentabilidad.

Tini Tini: su nacimiento fue furor en la Rural y hoy sigue siendo una de las grandes atracciones

-Hace tres años presentaron un plan de inversiones por unos US$120 millones, ¿cómo está eso?

-Está en fase de realización, los primeros años se cumplieron. Teníamos dos o tres proyectos muy grandes, uno de ellos era la volver a fabricar fórmulas de leche infantiles en la planta Firmat. Esa inversión se terminó y desde octubre estamos vendiendo los productos. También teníamos ampliaciones de líneas en nuestra fábrica de Santo Tomé que es para purina. Y hemos ampliado nuestra línea para las exportaciones. Nosotros exportamos a África para más de 30 países, leche en polvo en lata. Además tenemos otros proyectos en los cuales hemos robotizado y digitalizado líneas de producción. Por ahora el plan se está ejecutando como estaba previsto.

-Las condiciones que hay en la Argentina, ¿les permiten seguir invirtiendo?

-Estamos presentes hace más de 90 años la Argentina, tenemos siete plantas. Necesitamos invertir de manera continua para mantener el negocio en el país. Nestlé no es una compañía que entra y sale de países, cuando entra un país lo hace para el largo plazo o para siempre. No tenemos ninguna intención de salir de la Argentina y vamos a continuar invirtiendo a medida que lo necesita el negocio, pero también a medida que se mejoran las condiciones para hacer inversiones más importantes. Por ahora estamos en la espera de una confirmación de que las condiciones para invertir se pueden dar. El año pasado hemos sufrido por no poder pagar a nuestro abastecimiento del exterior. Ahora el ciclo volvió a una cierta normalidad y esperamos que se mantenga.

-El probable fin del cepo, ¿sería favorable para reiniciar el ciclo de inversiones?

-El ciclo de inversiones depende también de la situación de la demanda, que en este primer semestre cayó bastante. Estamos trabajando, como todas las industrias, para estimular el consumo. Es un todo. Hay índices y variables que muestran que a mediano y a largo plazo son favorables para hacer inversiones, pero también hay condiciones operacionales que son necesarias para que la demanda se forme. Este es un año difícil, de recuperación, y esperamos que el 2025 sea positivo.

-¿Cómo es la relación con los tamberos?

-Lo primero que en definitiva deberíamos todos preguntarnos es por qué la oferta de leche fresca no se mueve en los últimos 10 o 15 años, que desde entonces está estancada en 10.000 millones de litros. Si nos comparamos con Brasil, vemos que ellos tuvieron un crecimiento exponencial. Acá el crecimiento depende mucho del precio al cual le compramos la leche o al cual se puede vender la leche y hay un cierto mercado controlado. Deberíamos incentivar mucho más la producción para tener más leche a un precio más competitivo que nos permita no solamente hacer crecer el mercado interno sino también el de exportación.

-¿Controlado por qué, si el Gobierno no interviene en los precios?

-Digamos autocontrolado, si uno controla la producción controla los precios también. Deberíamos tener una producción lechera mucho más grande. La Argentina tiene una leche de alta altísima calidad, con un costo muy bueno. Y con esos dos factores debería ser capaz de producir mucho más. Hay cada vez menos pequeños tambos y cada día hay tambos más grandes y tecnológicos. Esto da una producción por vaca mucho más mucho más importante y que permite ser mucho más rentable. Si vamos en esta profesionalización, podemos perfectamente producir más leche a un precio más competitivo. La baja de las retenciones fue una excelente medida para justamente ser más competitivos y poder exportar más, pero creo que todavía hay cosas que hacer en el tambo y ser más competitivos. Nosotros trabajamos con unos 70/80 tambos, de los cuales con el 90% trabajamos en el largo plazo con los cuales hay una muy buena relación. Y hay un porcentaje que se mueve de acuerdo al precio que le pagamos o que les pagan otros. Les damos asistencia, hemos desarrollado la leche orgánica certificada, somos los primeros en Argentina en hacerlo, con una inversión de US$12 millones. Es un negocio que todavía no despegó como queremos. Es un trabajo de largo plazo. Pagamos un plus para producirla y tiene grandes beneficios para el consumidor que cada vez más busca sustentabilidad. Esto abarca a toda la cadena. A pesar de que la Argentina vive en un contexto socioeconómico y político difícil en estos últimos años hay consumidores que tienen conciencia de hacerlo. Miramos el largo plazo para ofrecer productos lo más adecuados posible al consumidor. Para nosotros el consumidor está el centro de todo.

-¿Por qué trabajan en lo que se llama agricultura regenerativa?

-La agricultura regenerativa en definitiva es cuidar el suelo para que no pierda sus beneficios en cuanto a lo que lo que puede dar. Es lo que estamos explicando a nuestros a nuestros proveedores y a nuestros agricultores demostrándoles con estudios y con charlas los beneficios de una agricultura regenerativa. Al mismo tiempo tenemos programas de formación que ayudan los agricultores a trabajar en ese sentido. El suelo es la fuente de nuestro negocio y del agricultor. Más del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero de nuestra cadena vienen de las materias primas. Asumimos grandes compromisos en términos de sustentabilidad y uno de ellos es llegar a cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para el 2050. Trabajamos con los agricultores en este tipo de prácticas. Aquí lo hacemos con buenas prácticas y capacitación con veterinarios y tamberos.

-Muchos productores dicen “está muy bien la sustentabilidad”, pero que se pague.

-El consumidor no quiere pagar la sustentabilidad. Entonces tenemos que encontrar manera de ser más eficiente para que se auto pague hasta ahora. En los últimos cuatro años, desde que estamos a full con esto, todas las inversiones que hicimos se repagaron raron justamente con los ahorros que genera todos los programas, que estamos que estamos haciendo y eso eso es positivo y es ahí donde tenemos que buscar justamente.

 En la Exposición Rural, Gian Carlo Aubry habló sobre la situación de la lechería, el cambio tecnológico, la sustentabilidad y la posibilidad de concretar más inversiones  LA NACION

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