Huracán le ganó a Central en Rosario, es cada vez más difícil hacerle un gol y sigue líder de la Liga Profesional
Ya no tiene a Ignacio Pussetto, su mejor futbolista en años e ídolo quemero –se marchó a Pumas UNAM, de México–. Pero Huracán se mantiene. Y no en cualquier lugar: está en vanguardia de la Liga Profesional de Fútbol, en medio de esta octava fecha. Falta muchísimo y sería muy prematuro entusiasmarse con ser campeón, pero al menos el fantasma del temor a un descenso ahora está del todo aventado. El Globo transcurrirá en calma lo que queda de 2024. Al menos respecto a eso.
Ganar en la cancha de Rosario Central se había vuelto difícil en los últimos tiempos para todos. Y Huracán lo logró este sábado, aunque es cierto que contra una formación alternativa del local, que está pensando más en la Copa Sudamericana que en el torneo doméstico. Un gol de Walter Mazzantti a los 30 minutos fue todo lo que se movió el marcador, y el 1-0 sostuvo el invicto del equipo quemero y también su condición de líder entre los 28 clubes de la Liga.
La mantendrá al cabo de la jornada 8, porque hay 4 puntos de distancia sobre los que están más cerca: Unión, Talleres e Independiente Rivadavia. Potencialmente, el cuadro tatengue es puede superarlo, pero no este fin de semana, porque tiene dos partidos menos. Uno cumplirá este domingo, visitando a Racing. El otro, el miércoles, cuando se ponga al día en Santa Fe frente al propio Rosario Central.
Lo cierto es que Unión (14 puntos) y Huracán (18) son los únicos invictos del campeonato. Una actualidad difícil de imaginar hace un tiempo en el caso del equipo de Parque Patricios, que en las últimas temporadas anduvo cambiando de entrenadores más asiduamente que lo que le habría gustado y sugerían los contratos. Y hasta hace poco lo hizo, cuando Frank Kudelka inició su segundo período en el club reemplazando a Facundo Sava. Como en el anterior viaje por el Globo, le va bien en estos primeros partidos.
Por lo pronto, lo convirtió en una fortaleza defensiva. Tampoco Rosario Central consiguió hacerle goles y entonces son apenas 3 los tantos recibidos en los 12 compromisos que transcurrieron desde el última traspié, un 1-0 como visitante de Barracas Central por la Copa de la Liga Profesional. Desde entonces pasaron cuatro meses y diez días, y el conjunto sigue sin irse derrotado de una cancha. Ya no está Pussetto, que sigue siendo uno de los máximos anotadores del torneo –está entre los segundos, con cinco tantos–, y a falta del talento en la ofensiva, Huracán sigue haciéndose muy difícil de vulnerar, con 0,25 goles ajenos por cada presentación en ese lapso. Tampoco es vendaval de ataque, con 15 tantos en esos 12 encuentros. Pero mientras atrás sufra tan poco, las cuentas le dan bien.
En Arroyito se repartió bastante la pelota, con 48% de posesión a pesar de haber pasado en ventaja un 70% del tiempo. Más paridad hubo incluso en la cantidad de intentos, con 10 remates por lado, pero el visitante acertó tres veces al arco, contra una sola de Rosario. Central tuvo nueve córneres, contra dos de su adversario, pero no le sirvieron ante ese puntero de la Liga que es cada vez más difícil de doblegar.
Compacto de Rosario Central 0 vs. Huracán 1
Y el Globo va. Sube, más firme que rápido. Ahora le toca un compromiso de ésos que son, como se dice ahora, prueba de carácter. Un examen serio: Racing. En la comodidad del Palacio Ducó, por cierto. Y quizás sin la cucarda de puntero, porque ese compromiso de la novena jornada tendrá lugar el sábado 3, después de que Unión protagonice sus cuentas pendientes y trate de quedar dos unidades arriba en la tabla.
Como sea, este 1-0 en el Gigante de Arroyito consolida a Huracán, lo convence más de que lo suyo es más mirar hacia arriba que hacia abajo en lo que queda de la campaña y lo hace saberse más sólido. Si más tarde da como para un entusiasmo mayor, con una aspiración más ambiciosa, se verá.
Ya no tiene a Ignacio Pussetto, su mejor futbolista en años e ídolo quemero –se marchó a Pumas UNAM, de México–. Pero Huracán se mantiene. Y no en cualquier lugar: está en vanguardia de la Liga Profesional de Fútbol, en medio de esta octava fecha. Falta muchísimo y sería muy prematuro entusiasmarse con ser campeón, pero al menos el fantasma del temor a un descenso ahora está del todo aventado. El Globo transcurrirá en calma lo que queda de 2024. Al menos respecto a eso.
Ganar en la cancha de Rosario Central se había vuelto difícil en los últimos tiempos para todos. Y Huracán lo logró este sábado, aunque es cierto que contra una formación alternativa del local, que está pensando más en la Copa Sudamericana que en el torneo doméstico. Un gol de Walter Mazzantti a los 30 minutos fue todo lo que se movió el marcador, y el 1-0 sostuvo el invicto del equipo quemero y también su condición de líder entre los 28 clubes de la Liga.
La mantendrá al cabo de la jornada 8, porque hay 4 puntos de distancia sobre los que están más cerca: Unión, Talleres e Independiente Rivadavia. Potencialmente, el cuadro tatengue es puede superarlo, pero no este fin de semana, porque tiene dos partidos menos. Uno cumplirá este domingo, visitando a Racing. El otro, el miércoles, cuando se ponga al día en Santa Fe frente al propio Rosario Central.
Lo cierto es que Unión (14 puntos) y Huracán (18) son los únicos invictos del campeonato. Una actualidad difícil de imaginar hace un tiempo en el caso del equipo de Parque Patricios, que en las últimas temporadas anduvo cambiando de entrenadores más asiduamente que lo que le habría gustado y sugerían los contratos. Y hasta hace poco lo hizo, cuando Frank Kudelka inició su segundo período en el club reemplazando a Facundo Sava. Como en el anterior viaje por el Globo, le va bien en estos primeros partidos.
Por lo pronto, lo convirtió en una fortaleza defensiva. Tampoco Rosario Central consiguió hacerle goles y entonces son apenas 3 los tantos recibidos en los 12 compromisos que transcurrieron desde el última traspié, un 1-0 como visitante de Barracas Central por la Copa de la Liga Profesional. Desde entonces pasaron cuatro meses y diez días, y el conjunto sigue sin irse derrotado de una cancha. Ya no está Pussetto, que sigue siendo uno de los máximos anotadores del torneo –está entre los segundos, con cinco tantos–, y a falta del talento en la ofensiva, Huracán sigue haciéndose muy difícil de vulnerar, con 0,25 goles ajenos por cada presentación en ese lapso. Tampoco es vendaval de ataque, con 15 tantos en esos 12 encuentros. Pero mientras atrás sufra tan poco, las cuentas le dan bien.
En Arroyito se repartió bastante la pelota, con 48% de posesión a pesar de haber pasado en ventaja un 70% del tiempo. Más paridad hubo incluso en la cantidad de intentos, con 10 remates por lado, pero el visitante acertó tres veces al arco, contra una sola de Rosario. Central tuvo nueve córneres, contra dos de su adversario, pero no le sirvieron ante ese puntero de la Liga que es cada vez más difícil de doblegar.
Compacto de Rosario Central 0 vs. Huracán 1
Y el Globo va. Sube, más firme que rápido. Ahora le toca un compromiso de ésos que son, como se dice ahora, prueba de carácter. Un examen serio: Racing. En la comodidad del Palacio Ducó, por cierto. Y quizás sin la cucarda de puntero, porque ese compromiso de la novena jornada tendrá lugar el sábado 3, después de que Unión protagonice sus cuentas pendientes y trate de quedar dos unidades arriba en la tabla.
Como sea, este 1-0 en el Gigante de Arroyito consolida a Huracán, lo convence más de que lo suyo es más mirar hacia arriba que hacia abajo en lo que queda de la campaña y lo hace saberse más sólido. Si más tarde da como para un entusiasmo mayor, con una aspiración más ambiciosa, se verá.
El equipo quemero pasará el fin de semana en la punta, una vez que se complete la 8ª fecha; estira su serie invicta y ya está lejos de todo peligro en esta campaña LA NACION