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Segundo Sombra: la pulpería de principios del siglo pasado que sirve un aperitivo secreto

La pulpería Segundo Sombra está sobre la Av. San Martín, que es la calle principal y la más linda de Los Reartes, Córdoba. Clásica construcción de ladrillo a la vista y cartelería derruida por el paso del tiempo, data de 1929 y resulta atractiva tanto desde el exterior, como una vez adentro. “Dos cervezas”, por favor, pide desde la mesa un gaucho, y sigue la charla con otro paisano. Estamos en el valle de Calamuchita, 84 kilómetros al sur de la capital de la provincia.

Del otro lado del mostrador está Rubén Freytes, el dueño de la pulpería, que es poco afín a la prensa y apenas contesta mis consultas, mientras va de mesa en mesa, repartiendo vasos y bebidas. Es sábado al mediodía y el lugar tiene todas las mesas ocupadas por parroquianos, principalmente, pero también por turistas que quieren vivir el fenómeno desde adentro… Quieren ver hombres de campo que se hacen chanzas, beben y, en algunos casos, juegan a las cartas, vestidos de bombacha y boina, camisa y alpargatas.

“Nació como almacén de ramos generales y hasta los años 80 vendía azúcar y yerba suelta. La manejaban los hermanos Abel (padre de Rubén) y Aníbal Freytes, que era enfermero y acá colocaba inyecciones”, precisa Sergio Martina, que está a cargo del área de Cultura de la Oficina de Turismo de la localidad. Mientras habla, los antiguos estantes del negocio exponen algunos artículos de indumentaria, limpieza y alimentos, pero no demasiados.

“Hace ya varios años que funciona como bar. La gente viene y pide ginebra con gaseosa, alguna grapa y La Mulita, que es la bebida de la pulpería”, asegura Sergio y pregunto qué trae. “No dicen. Podría ser algo de vino con dulce, pero hay que probarla… A todos les digo que, si no probaron La Mulita ni visitaron la iglesia, no vinieron a Los Reartes”, sentencia Sergio sobre este pueblo, el más criollo del valle.

“A fines del siglo XVII esto era una gran estancia. Se llamaba San Lorenzo del Sauce, era del capitán Francisco de Tejeda y Guzmán, y tenía 40.000 hectáreas, que iban de lo que hoy es Santa Rosa a Potrero de Garay. En 1714, llegó la familia Iriarte y se estableció aquí para hacer agricultura y criar ganado. Traían esclavos negros y en 1730 levantaron dos casas, que se conservan con sus paredes de adobe de 70 centímetros, en lo que hoy es la calle San Martín”, enuncia Sergio y me marca un hostal que tiene un cartel que dice Antigua Casa Criolla y, pegadito, Lo de Acevedo, ideal para almorzar.

“Esto se siguió poblando con criollos y en 1867 se delimitó la manzana cuadrada. Es decir, se decidió que una parte de la estancia no se vendería y sería el centro del pueblo. Se toma ese momento como fecha de fundación de Los Reartes, y se celebra el 25 de junio. El nombre deviene de una deformación de Iriarte. Además, los mismos vecinos construyeron la Capilla Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción”, agrega Sergio.

Datos útiles

Pulpería Segundo Sombra. De 1929, es pintoresca porque reúne gente de campo. Sirven cerveza, gaseosas y aperitivos, además de picada de salame y queso. Abre todos los días, de 10 a 14 y de 17 a 22 hs. Av. San Martín s/n

Lo de Acevedo. Sobre la calle más linda del pueblo y en una edificación de 1725, es propiedad de un tal Acevedo, que se lo alquila a Adrián Moreno –cocinero y dueño del restaurante–. Saca comida criolla y se luce con el estofado de cordero, la humita y el locro. De jueves a domingo, mediodía y noche. Av. San Martín s/n. T: +54 9 (3546) 45-1545. IG: @lodeacevedo

Oficina de Turismo Los Reartes. De fácil acceso, recibe a los visitantes para brindar información sobre el destino. RP S271 y el Bv. Los Reartes. T: +54 9 (3546) 45-28195. IG: @turismolosreartes

La pulpería Segundo Sombra está sobre la Av. San Martín, que es la calle principal y la más linda de Los Reartes, Córdoba. Clásica construcción de ladrillo a la vista y cartelería derruida por el paso del tiempo, data de 1929 y resulta atractiva tanto desde el exterior, como una vez adentro. “Dos cervezas”, por favor, pide desde la mesa un gaucho, y sigue la charla con otro paisano. Estamos en el valle de Calamuchita, 84 kilómetros al sur de la capital de la provincia.

Del otro lado del mostrador está Rubén Freytes, el dueño de la pulpería, que es poco afín a la prensa y apenas contesta mis consultas, mientras va de mesa en mesa, repartiendo vasos y bebidas. Es sábado al mediodía y el lugar tiene todas las mesas ocupadas por parroquianos, principalmente, pero también por turistas que quieren vivir el fenómeno desde adentro… Quieren ver hombres de campo que se hacen chanzas, beben y, en algunos casos, juegan a las cartas, vestidos de bombacha y boina, camisa y alpargatas.

“Nació como almacén de ramos generales y hasta los años 80 vendía azúcar y yerba suelta. La manejaban los hermanos Abel (padre de Rubén) y Aníbal Freytes, que era enfermero y acá colocaba inyecciones”, precisa Sergio Martina, que está a cargo del área de Cultura de la Oficina de Turismo de la localidad. Mientras habla, los antiguos estantes del negocio exponen algunos artículos de indumentaria, limpieza y alimentos, pero no demasiados.

“Hace ya varios años que funciona como bar. La gente viene y pide ginebra con gaseosa, alguna grapa y La Mulita, que es la bebida de la pulpería”, asegura Sergio y pregunto qué trae. “No dicen. Podría ser algo de vino con dulce, pero hay que probarla… A todos les digo que, si no probaron La Mulita ni visitaron la iglesia, no vinieron a Los Reartes”, sentencia Sergio sobre este pueblo, el más criollo del valle.

“A fines del siglo XVII esto era una gran estancia. Se llamaba San Lorenzo del Sauce, era del capitán Francisco de Tejeda y Guzmán, y tenía 40.000 hectáreas, que iban de lo que hoy es Santa Rosa a Potrero de Garay. En 1714, llegó la familia Iriarte y se estableció aquí para hacer agricultura y criar ganado. Traían esclavos negros y en 1730 levantaron dos casas, que se conservan con sus paredes de adobe de 70 centímetros, en lo que hoy es la calle San Martín”, enuncia Sergio y me marca un hostal que tiene un cartel que dice Antigua Casa Criolla y, pegadito, Lo de Acevedo, ideal para almorzar.

“Esto se siguió poblando con criollos y en 1867 se delimitó la manzana cuadrada. Es decir, se decidió que una parte de la estancia no se vendería y sería el centro del pueblo. Se toma ese momento como fecha de fundación de Los Reartes, y se celebra el 25 de junio. El nombre deviene de una deformación de Iriarte. Además, los mismos vecinos construyeron la Capilla Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción”, agrega Sergio.

Datos útiles

Pulpería Segundo Sombra. De 1929, es pintoresca porque reúne gente de campo. Sirven cerveza, gaseosas y aperitivos, además de picada de salame y queso. Abre todos los días, de 10 a 14 y de 17 a 22 hs. Av. San Martín s/n

Lo de Acevedo. Sobre la calle más linda del pueblo y en una edificación de 1725, es propiedad de un tal Acevedo, que se lo alquila a Adrián Moreno –cocinero y dueño del restaurante–. Saca comida criolla y se luce con el estofado de cordero, la humita y el locro. De jueves a domingo, mediodía y noche. Av. San Martín s/n. T: +54 9 (3546) 45-1545. IG: @lodeacevedo

Oficina de Turismo Los Reartes. De fácil acceso, recibe a los visitantes para brindar información sobre el destino. RP S271 y el Bv. Los Reartes. T: +54 9 (3546) 45-28195. IG: @turismolosreartes

 En Los Reartes, Córdoba, reúne parroquianos del pueblo y los alrededores, que llegan a caballo o en moto.  LA NACION

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