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La gramínea que todos quieren tiene floración rosada y es muy fácil de cuidar

Desde lejos parecen nubes rosas, son las Muhlenbergia capillaris, gramíneas que al florecer producen un espectáculo de tul color rojo púrpura o rosado. Difusa y sedosa, cubre totalmente la mata y persiste por 6 a 8 semanas desde el fin del verano. Tiene follaje muy fino, se hojas estrechas y puntiagudas, verde mediano brillante, que se torna dorado con las heladas.

Es una hierba perenne de denso follaje basal, requiere al menos un poco de agua para desarrollar toda su expresión durante el verano.

Condiciones

Originaria del suroeste de los EE.UU. y algunas partes de México, vive en matorrales, bosques mixtos de coníferas y comunidades de bosques de robles. De 0 a 2100 m.s.m., la Muhlenbergia capillaris requiere de humedad baja o mediana, a pleno sol o media sombra. Sobrevive con poca agua y tolera las inundaciones estacionales pero requiere terrenos drenantes, ya que no admite los encharcamientos constantes. Puede vivir en terrenos de textura arenosa, franca o arcillosa.

Mantenimiento

Se adapta a salinidad y suelos pobres, sequía, altas y bajas temperaturas. La Muhlenbergia capillaris sobrevive con poca agua, pero la necesita para desarrollar su expresión durante el verano. A fines de invierno, requiere una poda alta para eliminar hojas secas y los restos de la floración. Estas pueden efectuarse sin problema, a ras de la tierra, pero no son imprescindibles para mantener el porte de la planta. Las hojas secas pueden retirarse con rastrillo. Aunque su crecimiento es rápido, no es agresiva y su expansión es controlable.

Usos

Las exteriores arqueadas de la Muhlenbergia capillaris dan a la mata un aspecto de fuente, con un color que va del violeta al verde plateado. Con efecto silvestre, es ideal para bordes de piletas o fuentes, contornos y fondo. Es especial para “ablandar” paredes y espacios rectos. También se usa como zona de transición y borde de senderos. Ideal para grupos, áreas verdes verdes urbanas, control de erosión y revegetación. También jardines sensoriales, efecto desértico, color en otoño y efecto silueta.

El plus

Dado que puede vivir en jardines próximos al agua (riegos, piscinas, etc.), también es apta para márgenes y taludes, como preventivo de la erosión. La Muhlenbergia capilaris se utiliza en suelos excesivamente cargados de productos químicos de uso agrícola, gracias a la capacidad de sus raíces de actuar como filtros biológicos.

Desde lejos parecen nubes rosas, son las Muhlenbergia capillaris, gramíneas que al florecer producen un espectáculo de tul color rojo púrpura o rosado. Difusa y sedosa, cubre totalmente la mata y persiste por 6 a 8 semanas desde el fin del verano. Tiene follaje muy fino, se hojas estrechas y puntiagudas, verde mediano brillante, que se torna dorado con las heladas.

Es una hierba perenne de denso follaje basal, requiere al menos un poco de agua para desarrollar toda su expresión durante el verano.

Condiciones

Originaria del suroeste de los EE.UU. y algunas partes de México, vive en matorrales, bosques mixtos de coníferas y comunidades de bosques de robles. De 0 a 2100 m.s.m., la Muhlenbergia capillaris requiere de humedad baja o mediana, a pleno sol o media sombra. Sobrevive con poca agua y tolera las inundaciones estacionales pero requiere terrenos drenantes, ya que no admite los encharcamientos constantes. Puede vivir en terrenos de textura arenosa, franca o arcillosa.

Mantenimiento

Se adapta a salinidad y suelos pobres, sequía, altas y bajas temperaturas. La Muhlenbergia capillaris sobrevive con poca agua, pero la necesita para desarrollar su expresión durante el verano. A fines de invierno, requiere una poda alta para eliminar hojas secas y los restos de la floración. Estas pueden efectuarse sin problema, a ras de la tierra, pero no son imprescindibles para mantener el porte de la planta. Las hojas secas pueden retirarse con rastrillo. Aunque su crecimiento es rápido, no es agresiva y su expansión es controlable.

Usos

Las exteriores arqueadas de la Muhlenbergia capillaris dan a la mata un aspecto de fuente, con un color que va del violeta al verde plateado. Con efecto silvestre, es ideal para bordes de piletas o fuentes, contornos y fondo. Es especial para “ablandar” paredes y espacios rectos. También se usa como zona de transición y borde de senderos. Ideal para grupos, áreas verdes verdes urbanas, control de erosión y revegetación. También jardines sensoriales, efecto desértico, color en otoño y efecto silueta.

El plus

Dado que puede vivir en jardines próximos al agua (riegos, piscinas, etc.), también es apta para márgenes y taludes, como preventivo de la erosión. La Muhlenbergia capilaris se utiliza en suelos excesivamente cargados de productos químicos de uso agrícola, gracias a la capacidad de sus raíces de actuar como filtros biológicos.

 La muhlenbergia capilaris es una gramínea de follaje rosa.  LA NACION

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