Jubilaciones: el Gobierno reactivó negociaciones en el Senado para modificar el proyecto de movilidad
El Gobierno busca atenuar el impacto fiscal del proyecto de ley que actualiza las jubilaciones y establece una nueva fórmula de movilidad y reactivó las negociaciones de la iniciativa que aprobó Diputados a principio de junio y que este miércoles, a partir de las 14, volverá a discutirse en un plenario de las Comisiones de Trabajo y Previsión y de Presupuesto y Hacienda del Senado.
Con el objetivo de dilatar la discusión hasta agosto cumplido, el Poder Ejecutivo envió esta tarde a sus negociaciones favoritos con el Congreso, el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y la Secretaria de Planeamiento Estratégico Normativo, Maria Ibarzábal Murphy, con las propuestas de modificaciones que pretende introducirle la Casa Rosada.
“La idea es sacar la parte más pesada fiscalmente”, comentó a LA NACION uno de los asistentes al encuentro con los representantes del Gobierno que se celebró en el Salón Gris de la Presidencia del Senado. Según confiaron fuentes parlamentarias, la intención del oficialismo es mantener sólo dos de los trece artículos del proyecto, que serían la actualización de los haberes por el Indice de Precios al Consumidor (IPC) y la recomposición del 8,1% de la inflación de enero no reconocida en el incremento otorgado en abril último.
Además de los funcionarios, participaron de la reunión la vicepresidenta Victoria Villarruel, los presidentes de las comisiones involucradas en la discusión, la cordobesa de Pro Carmen Alvarez Rivero (Trabajo), y el libertario jujeño Ezequiel Atauche (Presupuesto y Hacienda), y los jefes de bloque de la UCR, Eduardo Vischi (Corrientes), y de Unidad Federal, el peronista disidente Carlos Espínola (Corrientes).
La propuesta del Poder Ejecutivo todavía no cuenta con el visto bueno de las bancadas aliadas, en las que reina un estado de ansiedad por resolver el tema cuanto antes, teniendo en cuenta que la Cámara baja aprobó el proyecto hace ya casi dos meses y, receso invernal de dos semanas de por medio, todavía el oficialismo no da muestras de querer apurar un dictamen.
“Nade nos explicó a qué vamos y si hay proyecto alternativo. Si me exponen a tener que votar en contra de los jubilados, no lo voy a hacer”, le dijo a este diario un senador de la oposición dialoguista que desconocía con qué intención el oficialismo convocó a la reunión de este miércoles.
Por lo pronto, al plenario de comisiones están invitados funcionarios del Poder Ejecutivo, que expondrán la postura de la Casa Rosada sobre la iniciativa aprobada por Diputados. Se trata del director ejecutivo de la Anses, Mariano de los Heros; el secretario de Hacienda, Carlos Guberman; y el abogado Alejandro Chiti, exsecretario de Seguridad Social en el gobierno de Mauricio Macri.
Hasta el momento, en el oficialismo no contemplan la posibilidad de que tras la exposición de los invitados el plenario emita dictamen. La intención es, al menos por ahora, estirar la discusión hasta la próxima semana para entonces sí y con la propuesta ya difundida entre todas las bancadas dialoguistas, tratar de firmar despacho para llevarlo al recinto del Senado en una sesión que se convocaría para el 15 de agosto próximo.
Por tratarse de un tema político delicado, como es el de los haberes jubilatorios, el proyecto aprobado por Diputados divide agua en los bloques que suelen sentarse a negociar con el oficialismo.
De hecho, tanto en Pro como en la UCR hay legisladores que prefieren convertir en ley la iniciativa para evitar mayores demoras. No obstante, muchos de ellos se muestran dispuestos a analizar la propuesta del Poder Ejecutivo antes de impulsar el texto tal como salió de Diputados. “Sí es por mí votaría el proyecto como vino, pero voy a aceptar lo que decida mi bloque”, dijo a LA NACION un senador radical.
Lo cierto es que si el proyecto sufre modificaciones debería volver en segunda revisión a la Cámara de Diputados, lo que implicaría, como mínimo, de una a dos semanas más de debate parlamentario.
Para algunos legisladores dialoguistas, ya es suficiente el tiempo que le otorgaron al oficialismo y quieren una definición cuánto antes. Una salida, que también se barajó en las últimas semanas, es que el proyecto sea ley en el Senado pero con la promesa de que el Poder Ejecutivo haría un veto parcial, y no total como anticipó Javier Milei, lo que haría que la oposición dialoguista no se plegue a dar los dos tercios que se necesitarían en cada cámara legislativa para insistir con la norma.
El Gobierno busca atenuar el impacto fiscal del proyecto de ley que actualiza las jubilaciones y establece una nueva fórmula de movilidad y reactivó las negociaciones de la iniciativa que aprobó Diputados a principio de junio y que este miércoles, a partir de las 14, volverá a discutirse en un plenario de las Comisiones de Trabajo y Previsión y de Presupuesto y Hacienda del Senado.
Con el objetivo de dilatar la discusión hasta agosto cumplido, el Poder Ejecutivo envió esta tarde a sus negociaciones favoritos con el Congreso, el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y la Secretaria de Planeamiento Estratégico Normativo, Maria Ibarzábal Murphy, con las propuestas de modificaciones que pretende introducirle la Casa Rosada.
“La idea es sacar la parte más pesada fiscalmente”, comentó a LA NACION uno de los asistentes al encuentro con los representantes del Gobierno que se celebró en el Salón Gris de la Presidencia del Senado. Según confiaron fuentes parlamentarias, la intención del oficialismo es mantener sólo dos de los trece artículos del proyecto, que serían la actualización de los haberes por el Indice de Precios al Consumidor (IPC) y la recomposición del 8,1% de la inflación de enero no reconocida en el incremento otorgado en abril último.
Además de los funcionarios, participaron de la reunión la vicepresidenta Victoria Villarruel, los presidentes de las comisiones involucradas en la discusión, la cordobesa de Pro Carmen Alvarez Rivero (Trabajo), y el libertario jujeño Ezequiel Atauche (Presupuesto y Hacienda), y los jefes de bloque de la UCR, Eduardo Vischi (Corrientes), y de Unidad Federal, el peronista disidente Carlos Espínola (Corrientes).
La propuesta del Poder Ejecutivo todavía no cuenta con el visto bueno de las bancadas aliadas, en las que reina un estado de ansiedad por resolver el tema cuanto antes, teniendo en cuenta que la Cámara baja aprobó el proyecto hace ya casi dos meses y, receso invernal de dos semanas de por medio, todavía el oficialismo no da muestras de querer apurar un dictamen.
“Nade nos explicó a qué vamos y si hay proyecto alternativo. Si me exponen a tener que votar en contra de los jubilados, no lo voy a hacer”, le dijo a este diario un senador de la oposición dialoguista que desconocía con qué intención el oficialismo convocó a la reunión de este miércoles.
Por lo pronto, al plenario de comisiones están invitados funcionarios del Poder Ejecutivo, que expondrán la postura de la Casa Rosada sobre la iniciativa aprobada por Diputados. Se trata del director ejecutivo de la Anses, Mariano de los Heros; el secretario de Hacienda, Carlos Guberman; y el abogado Alejandro Chiti, exsecretario de Seguridad Social en el gobierno de Mauricio Macri.
Hasta el momento, en el oficialismo no contemplan la posibilidad de que tras la exposición de los invitados el plenario emita dictamen. La intención es, al menos por ahora, estirar la discusión hasta la próxima semana para entonces sí y con la propuesta ya difundida entre todas las bancadas dialoguistas, tratar de firmar despacho para llevarlo al recinto del Senado en una sesión que se convocaría para el 15 de agosto próximo.
Por tratarse de un tema político delicado, como es el de los haberes jubilatorios, el proyecto aprobado por Diputados divide agua en los bloques que suelen sentarse a negociar con el oficialismo.
De hecho, tanto en Pro como en la UCR hay legisladores que prefieren convertir en ley la iniciativa para evitar mayores demoras. No obstante, muchos de ellos se muestran dispuestos a analizar la propuesta del Poder Ejecutivo antes de impulsar el texto tal como salió de Diputados. “Sí es por mí votaría el proyecto como vino, pero voy a aceptar lo que decida mi bloque”, dijo a LA NACION un senador radical.
Lo cierto es que si el proyecto sufre modificaciones debería volver en segunda revisión a la Cámara de Diputados, lo que implicaría, como mínimo, de una a dos semanas más de debate parlamentario.
Para algunos legisladores dialoguistas, ya es suficiente el tiempo que le otorgaron al oficialismo y quieren una definición cuánto antes. Una salida, que también se barajó en las últimas semanas, es que el proyecto sea ley en el Senado pero con la promesa de que el Poder Ejecutivo haría un veto parcial, y no total como anticipó Javier Milei, lo que haría que la oposición dialoguista no se plegue a dar los dos tercios que se necesitarían en cada cámara legislativa para insistir con la norma.
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