La verdura que “crece sola” y es imprescindible para los huesos a partir de los 50
El berro (Lepidum sativum) es una verdura poco consumida en nuestro país, pero con una composición nutricional muy interesante para el organismo. Aporta una gran cantidad de vitamina A, folatos, vitamina C y, en menor proporción, tiamina y vitamina E.
Con sólo consumir 100 gramos de berro se cubre el 38% de las ingestas diarias recomendadas de vitamina C. Pero no solo eso, sino que también es rico en minerales muy importantes para el funcionamiento corporal, sobre todo a partir de los 50, como el hierro, potasio, fósforo y el calcio, una sustancia vital para conservar la buena salud de los huesos.
Por qué tomar té de menta podría ser la clave para terminar con el acné
El poder del berro como aliado para los huesos no termina ahí, esta maravillosa verdura de crecimiento silvestre, también es rica en vitamina K, otro de los nutrientes esenciales para la formación y fortalecimiento de los huesos que, junto con el calcio, protege el organismo de algunas enfermedades como la osteoporosis.
La vitamina K, además de su poderosa función como protectora de los huesos, tiene un efecto extra: es un nutriente esencial para mantener la correcta coagulación de la sangre y evitar hemorragias.
Al berro también se lo conoce como lepidio, mastuerzo o berro hortelano
¿Cómo se cultiva el berro?
El berro es muy fácil de cultivar, incluso para personas sin ninguna experiencia previa. Necesita pleno sol o media sombra, prefiere los suelos ricos y profundos y es exigente con los riegos, ya que en forma silvestre crece en zanjas y zonas anegadas.
Los berros son plantas acuáticas, que pertenecen a la misma familia de las crucíferas, una lista de verduras que incluye a vegetales como el brócoli, coliflor y la mostaza, entre otros. Los berros crecen en arroyos de agua dulce, ríos poco profundos y fuentes naturales de agua limpia con corrientes.
Qué verduras y frutas de la huerta aceleran el metabolismo y dan más energía
Cuando sufre estrés por falta de agua, sus hojas se endurecen y tiende a florecer. Para evitarlo, se puede colocar una cobertura natural alrededor de las plantas de berro, que ayudará a mantener la humedad del suelo.
A las 3 semanas de siembra se puede comenzar a cosechar la hoja baby, ideal para consumir en ensaladas o sandwiches como brote. A medida que la planta crece, se pueden ir cortando los tallos de las hojas necesarias para cada comida.
Fortalece la memoria, es un antidepresivo natural y baja el estrés
Ideas para incorporarlo a la dieta
Existen muchas formas de consumir berro. Se puede incorporar a dips, cremas, ensaladas e incluso a algún gazpacho en verano.
Para mantenerlo fresco más tiempo, se puede guardar el berro en la heladera, preferiblemente en el compartimento de las verduras, envuelto ligeramente en una papel de cocina húmedo.
Sus brotes, que también tienen el característico sabor picante, son ideales para combinar con quesos, huevos, incorporar en sandwiches y usar como toque final en distintas preparaciones.
El berro (Lepidum sativum) es una verdura poco consumida en nuestro país, pero con una composición nutricional muy interesante para el organismo. Aporta una gran cantidad de vitamina A, folatos, vitamina C y, en menor proporción, tiamina y vitamina E.
Con sólo consumir 100 gramos de berro se cubre el 38% de las ingestas diarias recomendadas de vitamina C. Pero no solo eso, sino que también es rico en minerales muy importantes para el funcionamiento corporal, sobre todo a partir de los 50, como el hierro, potasio, fósforo y el calcio, una sustancia vital para conservar la buena salud de los huesos.
Por qué tomar té de menta podría ser la clave para terminar con el acné
El poder del berro como aliado para los huesos no termina ahí, esta maravillosa verdura de crecimiento silvestre, también es rica en vitamina K, otro de los nutrientes esenciales para la formación y fortalecimiento de los huesos que, junto con el calcio, protege el organismo de algunas enfermedades como la osteoporosis.
La vitamina K, además de su poderosa función como protectora de los huesos, tiene un efecto extra: es un nutriente esencial para mantener la correcta coagulación de la sangre y evitar hemorragias.
Al berro también se lo conoce como lepidio, mastuerzo o berro hortelano
¿Cómo se cultiva el berro?
El berro es muy fácil de cultivar, incluso para personas sin ninguna experiencia previa. Necesita pleno sol o media sombra, prefiere los suelos ricos y profundos y es exigente con los riegos, ya que en forma silvestre crece en zanjas y zonas anegadas.
Los berros son plantas acuáticas, que pertenecen a la misma familia de las crucíferas, una lista de verduras que incluye a vegetales como el brócoli, coliflor y la mostaza, entre otros. Los berros crecen en arroyos de agua dulce, ríos poco profundos y fuentes naturales de agua limpia con corrientes.
Qué verduras y frutas de la huerta aceleran el metabolismo y dan más energía
Cuando sufre estrés por falta de agua, sus hojas se endurecen y tiende a florecer. Para evitarlo, se puede colocar una cobertura natural alrededor de las plantas de berro, que ayudará a mantener la humedad del suelo.
A las 3 semanas de siembra se puede comenzar a cosechar la hoja baby, ideal para consumir en ensaladas o sandwiches como brote. A medida que la planta crece, se pueden ir cortando los tallos de las hojas necesarias para cada comida.
Fortalece la memoria, es un antidepresivo natural y baja el estrés
Ideas para incorporarlo a la dieta
Existen muchas formas de consumir berro. Se puede incorporar a dips, cremas, ensaladas e incluso a algún gazpacho en verano.
Para mantenerlo fresco más tiempo, se puede guardar el berro en la heladera, preferiblemente en el compartimento de las verduras, envuelto ligeramente en una papel de cocina húmedo.
Sus brotes, que también tienen el característico sabor picante, son ideales para combinar con quesos, huevos, incorporar en sandwiches y usar como toque final en distintas preparaciones.
Contiene nutrientes esenciales para la formación y fortalecimiento de los huesos que protegen el organismo de algunas enfermedades como la osteoporosis. LA NACION