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Participó de Los 8 escalones y conmovió a todos al mostrar lo que llevó al programa: “Lo quiero ver”

Cada participante de Los 8 escalones de los 3 millones (eltrece) tiene su propia historia. A lo largo de las emisiones pasaron desde una vidente hasta una cazadora de ovnis, abogados, docentes, contadores, carniceros, pizzeros y jóvenes estudiantes. Algunos pudieron irse del estudio con un generoso cheque de seis o siete cifras e incluso un departamento a estrenar.

Pero, hubo otras personas que, si bien no ganaron o no lograron llegar a la final y disputarse el premio mayor, supieron generar una marca no solo en el jurado y los participantes, sino también en la audiencia. Muchos concursantes abrieron su corazón y se sinceraron respecto a sus historias, sus anhelos y sus sueños. Este fue justamente el caso de Diego, quien se presentó el martes en el programa con un peculiar objeto en la mano. Cuando contó lo que contenía el pequeño, emocionó a todo el estudio y recibió un fuerte aplauso.

Tras presentar al jurado integrado por Carmen Barbieri, Osvaldo Príncipi, Eva Bargiela, Santiago do Rego y el invitado del día, Diego Topa, Guido Kaczka les preguntó a los participantes quién quería arrancar a jugar. El que levantó el brazo para ofrecerse como voluntario fue Diego. Sin embargo, los ojos del conductor se posaron en el objeto que este llevaba en la mano y no dudó en preguntarle de qué se trataba.

“Yo soy malvinizador; hago con los soldados excombatientes de Malvinas, reuniones en los colegios, charlas. De los noventa que estoy con esta movida”, explicó el participante y en la misma línea continuó: “Se desmalvinizó mucho en la Argentina, mucho tiempo se ninguneó a los chicos de la guerra, como les dijeron, pero fueron soldados hechos y derechos. Y yo cuento esta historia”.

“Esto me lo trajo Eric”, dijo y mostró a cámara un pequeño tubo transparente con tapa plateada que tenía algo en su interior. “Es la arena de donde desembarcaron los soldados el 2 de abril (1982), así que me la trajo de Malvinas. Mi amigo pudo ir allá y me lo trajo”.

“¡Qué bárbaro!”, exclamó Guido Kaczka. El conductor, que estaba completamente compenetrado con la historia, lo interrumpió para hacerle un pedido: “¿Me prestás la arena que la quiero ver?”. El concursante no solo le dio el tubo, sino que le permitió que lo abriera y tocara la arena. Pero, Guido rechazó la oferta. “No, que soy torpe. Es bien blanca”, expresó en referencia a la arena y tras unos instantes se lo devolvió.

“Si gano los millones me voy a Malvinas, al Cementerio de Darwin, a dar mis respetos a los héroes que quedaron allá”, finalizó el participante y todos en el estudio, tanto sus contrincantes como los integrantes del jurado, lo aplaudieron.

Finalmente, llegó la hora de jugar. En el primer escalón, a Diego le tocó la categoría “Actores argentinos” y debía decir si las películas fueron protagonizadas por Ricardo Darín, Guillermo Francella, Héctor Alterio o Diego Peretti. Tuvo 17 aciertos en 60 segundos, pero no logró quedarse con la llave para jugar en la final por el departamento. De esta manera quedó a mitad de camino y no pudo asegurarse un lugar en la final por los millones.

Cada participante de Los 8 escalones de los 3 millones (eltrece) tiene su propia historia. A lo largo de las emisiones pasaron desde una vidente hasta una cazadora de ovnis, abogados, docentes, contadores, carniceros, pizzeros y jóvenes estudiantes. Algunos pudieron irse del estudio con un generoso cheque de seis o siete cifras e incluso un departamento a estrenar.

Pero, hubo otras personas que, si bien no ganaron o no lograron llegar a la final y disputarse el premio mayor, supieron generar una marca no solo en el jurado y los participantes, sino también en la audiencia. Muchos concursantes abrieron su corazón y se sinceraron respecto a sus historias, sus anhelos y sus sueños. Este fue justamente el caso de Diego, quien se presentó el martes en el programa con un peculiar objeto en la mano. Cuando contó lo que contenía el pequeño, emocionó a todo el estudio y recibió un fuerte aplauso.

Tras presentar al jurado integrado por Carmen Barbieri, Osvaldo Príncipi, Eva Bargiela, Santiago do Rego y el invitado del día, Diego Topa, Guido Kaczka les preguntó a los participantes quién quería arrancar a jugar. El que levantó el brazo para ofrecerse como voluntario fue Diego. Sin embargo, los ojos del conductor se posaron en el objeto que este llevaba en la mano y no dudó en preguntarle de qué se trataba.

“Yo soy malvinizador; hago con los soldados excombatientes de Malvinas, reuniones en los colegios, charlas. De los noventa que estoy con esta movida”, explicó el participante y en la misma línea continuó: “Se desmalvinizó mucho en la Argentina, mucho tiempo se ninguneó a los chicos de la guerra, como les dijeron, pero fueron soldados hechos y derechos. Y yo cuento esta historia”.

“Esto me lo trajo Eric”, dijo y mostró a cámara un pequeño tubo transparente con tapa plateada que tenía algo en su interior. “Es la arena de donde desembarcaron los soldados el 2 de abril (1982), así que me la trajo de Malvinas. Mi amigo pudo ir allá y me lo trajo”.

“¡Qué bárbaro!”, exclamó Guido Kaczka. El conductor, que estaba completamente compenetrado con la historia, lo interrumpió para hacerle un pedido: “¿Me prestás la arena que la quiero ver?”. El concursante no solo le dio el tubo, sino que le permitió que lo abriera y tocara la arena. Pero, Guido rechazó la oferta. “No, que soy torpe. Es bien blanca”, expresó en referencia a la arena y tras unos instantes se lo devolvió.

“Si gano los millones me voy a Malvinas, al Cementerio de Darwin, a dar mis respetos a los héroes que quedaron allá”, finalizó el participante y todos en el estudio, tanto sus contrincantes como los integrantes del jurado, lo aplaudieron.

Finalmente, llegó la hora de jugar. En el primer escalón, a Diego le tocó la categoría “Actores argentinos” y debía decir si las películas fueron protagonizadas por Ricardo Darín, Guillermo Francella, Héctor Alterio o Diego Peretti. Tuvo 17 aciertos en 60 segundos, pero no logró quedarse con la llave para jugar en la final por el departamento. De esta manera quedó a mitad de camino y no pudo asegurarse un lugar en la final por los millones.

 El hombre llamado Diego estuvo el martes en el ciclo de preguntas y respuestas y tuvo en las manos un “amuleto de la suerte” que interesó mucho a Guido Kaczka, quien incluso se lo pidió prestado  LA NACION

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