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La selección quedó en deuda en París: pese a tener mayores campeones del mundo y piezas Sub 23 de categoría, fue eliminada de los Juegos Olímpicos

BURDEOS (Enviado especial).- Desde el mismísimo momento en el que sonaron los himnos en el estadio Matmut Atlantique de esta ciudad portuaria del sudoeste francés, quedó comprobado que para el seleccionado (y el público) local no se trataba de un partido más. La tensión entre franceses y argentinos, alimentada desde la final de Qatar 2022 con hechos desafortunados vinculados al racismo que, incluso, generaron conflictos diplomáticos y cruces dialécticos, provocó que el desafío por los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de París 2024 se transformara en el partido del morbo, de la pimienta y la pierna fuerte, de las protestas y los gritos desencajados en las tribunas. En ese contexto de irascibilidad, la selección dirigida por Thierry Henry logró un desahogo inmenso derrotando 1-0 a la Argentina para avanzar a las semifinales (frente a Egipto, que venció 5-4 a Paraguay por penales, tras el 1-1 del tiempo regular).

La Marsellesa, el himno francés, sonó una y otra vez durante el partido. La primera, en los parlantes del estadio; en un puñado de oportunidades, naciendo desde las tribunas. Los franceses asumieron el compromiso frente a los dirigidos por Javier Mascherano como una cuestión nacional. Los jugadores de Les Bleus así lo entendieron también. Con el hábil Michael Olise (22 años, vendido de Cristal Palace a Bayern Múnich en más de 50 millones de euros) como eje creativo entre los mediocampistas y los delanteros, Francia fue avasallante durante los primeros 30 minutos del partido ante un rival que, desde el inicio, presentó a Julián Álvarez como único atacante, acompañado por Giuliano Simeone y Kevin Zenón como extremos, más Thiago Almada como enganche.

Los anfitriones, incentivados por el rugido constante del público (y por dos locutores que anunciaban los cambios y las amonestaciones como si se tratara de un show musical), lucieron en un estado atlético muy superior al de los argentinos: con aceleración y piques explosivos le llegaron muy fácil al arco de Gerónimo Rulli. Es más: después del gol de cabeza de Jean-Philippe Mateta (superó en el salto a Nicolás Otamendi, que ya había sido anticipado en el gol contra Irak, en la etapa de grupos), cuando sólo iban cinco minutos, Francia pudo haber anotado dos o tres goles más. Pero la falta de definición fue animando, poco a poco, a la Argentina.

Crecieron Equi Fernández y, en menor escala, Zenón, en el medio campo y, a partir de los 30 minutos, los albicelestes provocaron peligro. Incluso, luego de una gran jugada del boquense que se iría al mercado de Arabia Saudita, Cristian Medina lanzó un centro e, inexplicablemente, el hijo del Cholo Simeone erró el empate, de cabeza, cuando el arquero Guillaume Restes estaba vencido. Los argentinos, que pudieron haberse ido al descanso perdiendo 3-0, lo hicieron con entusiasmo.

La necesidad por el resultado desfavorable y ese último estímulo que saboreó en el primer tiempo, le permitió al seleccionado nacional animarse a más. Francia, inconscientemente, se retrasó en el campo de juego. De todos modos, las intenciones argentinas chocaron con la carencia de ideas claras (como en todo el torneo). Almada no funcionó; tampoco Zenón. Julián Álvarez, que arribó a París 2024 acarreando 71 partidos en la temporada, pareció fatigado y sin pimienta durante el certamen entero; de hecho, se marcha de los Juegos Olímpicos sin anotar.

El partido fue tomando cada vez más temperatura. Mascherano reemplazó a los 30 minutos al lateral izquierdo Julio Soler, que había ingresado en el entretiempo (el DT dijo que salió con una lesión), e ingresó el atacante Luciano Gondou, que más de una vez se había vestido de salvador. Pero esta vez no fue suficiente amontonar delanteros (también ingresó Lucas Beltrán).

#ARG 0-1 #FRA | 04´ PT | Hay gol de Francia. Jean-Philippe Mateta convierte el tanto para los locales.

Alentá a la albicieleste en los #JuegosOlímpicos de #Paris2024 en https://t.co/fnEKkuadQ9 pic.twitter.com/Lg5hZGHe39

— TVP (@TV_Publica) August 2, 2024

Los locales, perspicaces, jugando con los nervios ajenos y agazapados de contragolpe, golpearon a los 38 minutos, con un gol de Olise (la figura, por amplio margen), pero el árbitro uzbeko Ilgiz Tantashev, tras consultar las imágenes del VAR, lo anuló por un pisotón de Maghnes Akliouche a Equi Fernández. La Argentina se sintió con una vida más. El juez adicionó diez minutos y Gondou, en el último suspiro, desvió un tiro por encima del travesaño. Con esa pelota se desvaneció la ilusión nacional.

Francia celebró la victoria en forma furiosa. No bien el árbitro pitó el final, Enzo Millot le fue a gritar la clasificación al banco de suplentes argentino, algo que provocó una reacción en cadena. Se produjeron varios tumultos entre jugadores e integrantes de los cuerpos técnicos; hubo empujones, insultos y amenazas que se prolongaron en el camino hacia los vestuarios.

A los pocos minutos, los jugadores de Francia regresaron al campo de juego para celebrar la victoria con el público. La música, a todo volumen, reventó los tímpanos. Francia festejó algo más que un partido que le otorgó la clasificación para las semifinales.

La Argentina fue todo lo opuesto. El equipo quedó en deuda en París. Pese a tener mayores campeones del mundo y piezas Sub 23 de categoría, fue liviano durante todo el torneo olímpico. Se destacó en cuenta gotas. Mascherano, doble medallista dorado como futbolista, tenía la oportunidad de fortalecerse como técnico tras un camino sinuoso como DT del seleccionado juvenil. Sin embargo, no lo logró.

#ARG 0-1 #FRA | 35´ PT | 🤐¡Lo gritamos todos! Giuliano Simeone tuvo el empate pero se fue por encima del travesaño.

Alentá a la albicieleste en los #JuegosOlímpicos de #Paris2024 en https://t.co/fnEKkuadQ9 pic.twitter.com/1uvUNrw8gh

— TVP (@TV_Publica) August 2, 2024

El aura ganadora que ostenta la selección mayor no logró continuidad en París 2024 con la Sub 23. Y la delegación nacional se quedó sin la posibilidad de obtener una medalla con un deporte que hacía soñar.

BURDEOS (Enviado especial).- Desde el mismísimo momento en el que sonaron los himnos en el estadio Matmut Atlantique de esta ciudad portuaria del sudoeste francés, quedó comprobado que para el seleccionado (y el público) local no se trataba de un partido más. La tensión entre franceses y argentinos, alimentada desde la final de Qatar 2022 con hechos desafortunados vinculados al racismo que, incluso, generaron conflictos diplomáticos y cruces dialécticos, provocó que el desafío por los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de París 2024 se transformara en el partido del morbo, de la pimienta y la pierna fuerte, de las protestas y los gritos desencajados en las tribunas. En ese contexto de irascibilidad, la selección dirigida por Thierry Henry logró un desahogo inmenso derrotando 1-0 a la Argentina para avanzar a las semifinales (frente a Egipto, que venció 5-4 a Paraguay por penales, tras el 1-1 del tiempo regular).

La Marsellesa, el himno francés, sonó una y otra vez durante el partido. La primera, en los parlantes del estadio; en un puñado de oportunidades, naciendo desde las tribunas. Los franceses asumieron el compromiso frente a los dirigidos por Javier Mascherano como una cuestión nacional. Los jugadores de Les Bleus así lo entendieron también. Con el hábil Michael Olise (22 años, vendido de Cristal Palace a Bayern Múnich en más de 50 millones de euros) como eje creativo entre los mediocampistas y los delanteros, Francia fue avasallante durante los primeros 30 minutos del partido ante un rival que, desde el inicio, presentó a Julián Álvarez como único atacante, acompañado por Giuliano Simeone y Kevin Zenón como extremos, más Thiago Almada como enganche.

Los anfitriones, incentivados por el rugido constante del público (y por dos locutores que anunciaban los cambios y las amonestaciones como si se tratara de un show musical), lucieron en un estado atlético muy superior al de los argentinos: con aceleración y piques explosivos le llegaron muy fácil al arco de Gerónimo Rulli. Es más: después del gol de cabeza de Jean-Philippe Mateta (superó en el salto a Nicolás Otamendi, que ya había sido anticipado en el gol contra Irak, en la etapa de grupos), cuando sólo iban cinco minutos, Francia pudo haber anotado dos o tres goles más. Pero la falta de definición fue animando, poco a poco, a la Argentina.

Crecieron Equi Fernández y, en menor escala, Zenón, en el medio campo y, a partir de los 30 minutos, los albicelestes provocaron peligro. Incluso, luego de una gran jugada del boquense que se iría al mercado de Arabia Saudita, Cristian Medina lanzó un centro e, inexplicablemente, el hijo del Cholo Simeone erró el empate, de cabeza, cuando el arquero Guillaume Restes estaba vencido. Los argentinos, que pudieron haberse ido al descanso perdiendo 3-0, lo hicieron con entusiasmo.

La necesidad por el resultado desfavorable y ese último estímulo que saboreó en el primer tiempo, le permitió al seleccionado nacional animarse a más. Francia, inconscientemente, se retrasó en el campo de juego. De todos modos, las intenciones argentinas chocaron con la carencia de ideas claras (como en todo el torneo). Almada no funcionó; tampoco Zenón. Julián Álvarez, que arribó a París 2024 acarreando 71 partidos en la temporada, pareció fatigado y sin pimienta durante el certamen entero; de hecho, se marcha de los Juegos Olímpicos sin anotar.

El partido fue tomando cada vez más temperatura. Mascherano reemplazó a los 30 minutos al lateral izquierdo Julio Soler, que había ingresado en el entretiempo (el DT dijo que salió con una lesión), e ingresó el atacante Luciano Gondou, que más de una vez se había vestido de salvador. Pero esta vez no fue suficiente amontonar delanteros (también ingresó Lucas Beltrán).

#ARG 0-1 #FRA | 04´ PT | Hay gol de Francia. Jean-Philippe Mateta convierte el tanto para los locales.

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Los locales, perspicaces, jugando con los nervios ajenos y agazapados de contragolpe, golpearon a los 38 minutos, con un gol de Olise (la figura, por amplio margen), pero el árbitro uzbeko Ilgiz Tantashev, tras consultar las imágenes del VAR, lo anuló por un pisotón de Maghnes Akliouche a Equi Fernández. La Argentina se sintió con una vida más. El juez adicionó diez minutos y Gondou, en el último suspiro, desvió un tiro por encima del travesaño. Con esa pelota se desvaneció la ilusión nacional.

Francia celebró la victoria en forma furiosa. No bien el árbitro pitó el final, Enzo Millot le fue a gritar la clasificación al banco de suplentes argentino, algo que provocó una reacción en cadena. Se produjeron varios tumultos entre jugadores e integrantes de los cuerpos técnicos; hubo empujones, insultos y amenazas que se prolongaron en el camino hacia los vestuarios.

A los pocos minutos, los jugadores de Francia regresaron al campo de juego para celebrar la victoria con el público. La música, a todo volumen, reventó los tímpanos. Francia festejó algo más que un partido que le otorgó la clasificación para las semifinales.

La Argentina fue todo lo opuesto. El equipo quedó en deuda en París. Pese a tener mayores campeones del mundo y piezas Sub 23 de categoría, fue liviano durante todo el torneo olímpico. Se destacó en cuenta gotas. Mascherano, doble medallista dorado como futbolista, tenía la oportunidad de fortalecerse como técnico tras un camino sinuoso como DT del seleccionado juvenil. Sin embargo, no lo logró.

#ARG 0-1 #FRA | 35´ PT | 🤐¡Lo gritamos todos! Giuliano Simeone tuvo el empate pero se fue por encima del travesaño.

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El aura ganadora que ostenta la selección mayor no logró continuidad en París 2024 con la Sub 23. Y la delegación nacional se quedó sin la posibilidad de obtener una medalla con un deporte que hacía soñar.

 Cayó en los cuartos de final, tras perder ante Francia, el local, por 1-0; el local festejó algo más que un partido que le otorgó la clasificación para las semifinales  LA NACION

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