Un escenario global desafiante para la Argentina
El escenario internacional se está complicando para la Argentina. Lo cierto es que la economía norteamericana está mostrando un déficit fiscal creciente y las perspectivas que presentan los candidatos no son alentadoras. China, además, está muy lejos de ser esa economía de alto crecimiento, que demandaba altas cantidades de commodities. Hoy es una economía que crece poco y con riesgos financieros relevantes en materia inmobiliaria. Aún así, para el mediano plazo nuestro país tiene algunas oportunidades atractivas que se podrían aprovechar en los próximos años si nos desempeñáramos correctamente.
A corto plazo el escenario internacional no parece ser el más atractivo para Argentina. En general, nuestro país suele funcionar mejor con bajas tasas de interés y altos precios de las commodities. Sin embargo, no parece ser ésta la realidad de los próximos meses o incluso de buena parte de 2025. Si bien se espera que la Reserva Federal comience a bajar la tasa de política monetaria, lo cierto es que nos encontramos con una economía norteamericana con fuerte déficit de fiscal, que podría estar superando el 6% del PBI tanto en 2024 como en 2025. Déficit que no se veía desde la pandemia. Ni Donald Trump ni Kamala Harris son considerados candidatos austeros, por eso, las perspectivas no son atractivas en materia de cuentas públicas. En los próximos años podríamos ver una abundante oferta del título del Tesoro norteamericano necesario para financiar al Estado y, como consecuencia, precios de dichos bonos que tenderán a bajar y tasas de interés de largo plazo que subirán.
El Banco Central volvió a vender y cerró la tercera semana seguida cediendo reservas
Por eso, si bien se espera que la FED comience un proceso de baja de tasas de corto plazo, lo cierto es que éste podría ser largo y con poca profundidad. En general, en EE.UU. si la política fiscal tiende a ser expansiva la política monetaria suele ser neutral o contractiva siempre y cuando no haya una crisis económica. Dado que esta no es la situación actual, es probable que la Reserva Federal vaya bajando las tasas lentamente y poco. De no mediar crisis económica o financiera lo más probable es que el piso de las tasas quede por encima del 2% anual.
El futuro probablemente sea con tasas altas tanto de corto como de largo plazo. Aunque es probable que la de corto sea inferior a la que tenemos hoy no se puede descartar que la tasa de largo sea superior. Eso dependerá de cuál sea la política fiscal del próximo gobierno de EE.UU.
Por otra parte, el crecimiento esperado para los próximos años de China está entre 3% y 4% anual, lo que es bajo para lo que eran sus estándares. Además, recordemos que China es el principal consumidor de commodities a nivel global. Un bajo crecimiento de China implica que posiblemente tengamos un bajo crecimiento en la demanda de commodities, como la soja, el trigo, el maíz, el cobre o el petróleo. Si a esto le sumamos tasas más altas, podemos encontrarnos con un contexto más negativo para los precios de este tipo de bienes.
En lo que respecta a la región, nos encontramos con un Brasil que presenta un altísimo déficit fiscal y que tarde o temprano deberá realizar un programa de ajuste, lo cual puede llevar aún debilitamiento del crecimiento en nuestra región.
Este panorama global puede presentar algún desafío. Sin embargo, también es cierto que, a mediano plazo, la Argentina tiene algunas oportunidades, como el desarrollo del sector energético, hoy muy relevante incluso desde el punto geopolítico. Lo mismo sucede con el sector tradicional agropecuario argentino o el sector minero y de alta tecnología. Lo cierto es que el comercio global se está reordenando y esto abre oportunidades para países como el nuestro.
El autor es director de OJF
El escenario internacional se está complicando para la Argentina. Lo cierto es que la economía norteamericana está mostrando un déficit fiscal creciente y las perspectivas que presentan los candidatos no son alentadoras. China, además, está muy lejos de ser esa economía de alto crecimiento, que demandaba altas cantidades de commodities. Hoy es una economía que crece poco y con riesgos financieros relevantes en materia inmobiliaria. Aún así, para el mediano plazo nuestro país tiene algunas oportunidades atractivas que se podrían aprovechar en los próximos años si nos desempeñáramos correctamente.
A corto plazo el escenario internacional no parece ser el más atractivo para Argentina. En general, nuestro país suele funcionar mejor con bajas tasas de interés y altos precios de las commodities. Sin embargo, no parece ser ésta la realidad de los próximos meses o incluso de buena parte de 2025. Si bien se espera que la Reserva Federal comience a bajar la tasa de política monetaria, lo cierto es que nos encontramos con una economía norteamericana con fuerte déficit de fiscal, que podría estar superando el 6% del PBI tanto en 2024 como en 2025. Déficit que no se veía desde la pandemia. Ni Donald Trump ni Kamala Harris son considerados candidatos austeros, por eso, las perspectivas no son atractivas en materia de cuentas públicas. En los próximos años podríamos ver una abundante oferta del título del Tesoro norteamericano necesario para financiar al Estado y, como consecuencia, precios de dichos bonos que tenderán a bajar y tasas de interés de largo plazo que subirán.
El Banco Central volvió a vender y cerró la tercera semana seguida cediendo reservas
Por eso, si bien se espera que la FED comience un proceso de baja de tasas de corto plazo, lo cierto es que éste podría ser largo y con poca profundidad. En general, en EE.UU. si la política fiscal tiende a ser expansiva la política monetaria suele ser neutral o contractiva siempre y cuando no haya una crisis económica. Dado que esta no es la situación actual, es probable que la Reserva Federal vaya bajando las tasas lentamente y poco. De no mediar crisis económica o financiera lo más probable es que el piso de las tasas quede por encima del 2% anual.
El futuro probablemente sea con tasas altas tanto de corto como de largo plazo. Aunque es probable que la de corto sea inferior a la que tenemos hoy no se puede descartar que la tasa de largo sea superior. Eso dependerá de cuál sea la política fiscal del próximo gobierno de EE.UU.
Por otra parte, el crecimiento esperado para los próximos años de China está entre 3% y 4% anual, lo que es bajo para lo que eran sus estándares. Además, recordemos que China es el principal consumidor de commodities a nivel global. Un bajo crecimiento de China implica que posiblemente tengamos un bajo crecimiento en la demanda de commodities, como la soja, el trigo, el maíz, el cobre o el petróleo. Si a esto le sumamos tasas más altas, podemos encontrarnos con un contexto más negativo para los precios de este tipo de bienes.
En lo que respecta a la región, nos encontramos con un Brasil que presenta un altísimo déficit fiscal y que tarde o temprano deberá realizar un programa de ajuste, lo cual puede llevar aún debilitamiento del crecimiento en nuestra región.
Este panorama global puede presentar algún desafío. Sin embargo, también es cierto que, a mediano plazo, la Argentina tiene algunas oportunidades, como el desarrollo del sector energético, hoy muy relevante incluso desde el punto geopolítico. Lo mismo sucede con el sector tradicional agropecuario argentino o el sector minero y de alta tecnología. Lo cierto es que el comercio global se está reordenando y esto abre oportunidades para países como el nuestro.
El autor es director de OJF
A corto plazo el contexto internacional no parece ser el más atractivo para el país, pero hay algunas oportunidades que pueden aprovecharse si se hacen las cosas bien LA NACION