Con su sabor ligeramente amargo y su aroma intenso, las almendras se destacan en la cocina por su capacidad para mejorar y realzar una amplia variedad de sabores. Este fruto seco ganó gran popularidad, convirtiéndose en uno de los favoritos y más recomendados por su abundancia de propiedades nutricionales beneficiosas para la salud. Sin embargo, muchas personas no están al tanto de los cambios que pueden ocurrir en el cuerpo al consumirlas todos los días.

Según varios especialistas en nutrición, incorporar almendras en la dieta diaria es una excelente decisión. Un estudio publicado en la revista European Journal of Clinical Nutrition determinó que quienes comen un puñado de almendras a diario experimentan una mayor sensación de saciedad sin aumentar de peso. Además, debido a su bajo índice glucémico, este alimento es ideal para personas con diabetes.

Los principales beneficios de las almendras para la salud

Ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares

Especialistas encontraron que ingerir dos gramos de almendras por día puede prevenir enfermedades cardiovasculares. Esto se debe a su contenido en magnesio, fibras, potasio y vitamina E, que ayudan a estimular la absorción del colesterol HDL (bueno) y evitan que el colesterol LDL (nocivo) se adhiera a las arterias.

Fortalecen los huesos

Las almendras son uno de los pocos productos no lácteos que contienen cantidades considerables de calcio, según indicó la revista científica SciTechDaily. También contienen magnesio, fósforo y potasio, todos importantes para la salud ósea.

Ayudan a prevenir el envejecimiento

Al ser rica en antioxidantes, las almendras ayudan a revertir los efectos del estrés oxidativo, responsable del envejecimiento. Los expertos de ese estudio señalan que la mayoría de los antioxidantes se encuentran en la cáscara de las almendras, por lo que se recomienda consumirlas enteras.

Regula el azúcar en sangre

Estos frutos secos, con sus grasas saludables y fibras, son esenciales para prevenir la diabetes tipo 2, ya que ayudan a las células a mantener la sensibilidad a la insulina. Además, son ricos en proteínas, vitaminas y minerales, lo que contribuye a una dieta equilibrada y al bienestar general. Incorporarlas en la alimentación diaria puede mejorar la salud y proporcionar energía duradera.

Mantenimiento de la masa muscular

Según los expertos, 50 gramos de almendras proporcionan 12 gramos de proteínas, en comparación con los 7 gramos que aporta la misma cantidad de huevo. Por esta razón, su inclusión en la dieta es fundamental para el crecimiento muscular, ayudando a reparar y mantener el tejido.

Cómo consumir las almendras

Con el objetivo de aprovechar al máximo todos estos beneficios, las almendras pueden consumirse de diversas maneras, siempre respetando la cantidad recomendada. Pueden comerse solas como un snack saludable, añadirse a ensaladas, batidos y postres, o bien, formar parte de una mezcla de frutos secos.

Otra opción es dejarlas en remojo entre 6 y 12 horas, lo que mejora su digestibilidad. También se pueden consumir en forma de manteca para untar en tostadas, o como leche.

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Con su sabor ligeramente amargo y su aroma intenso, las almendras se destacan en la cocina por su capacidad para mejorar y realzar una amplia variedad de sabores. Este fruto seco ganó gran popularidad, convirtiéndose en uno de los favoritos y más recomendados por su abundancia de propiedades nutricionales beneficiosas para la salud. Sin embargo, muchas personas no están al tanto de los cambios que pueden ocurrir en el cuerpo al consumirlas todos los días.

Según varios especialistas en nutrición, incorporar almendras en la dieta diaria es una excelente decisión. Un estudio publicado en la revista European Journal of Clinical Nutrition determinó que quienes comen un puñado de almendras a diario experimentan una mayor sensación de saciedad sin aumentar de peso. Además, debido a su bajo índice glucémico, este alimento es ideal para personas con diabetes.

Los principales beneficios de las almendras para la salud

Ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares

Especialistas encontraron que ingerir dos gramos de almendras por día puede prevenir enfermedades cardiovasculares. Esto se debe a su contenido en magnesio, fibras, potasio y vitamina E, que ayudan a estimular la absorción del colesterol HDL (bueno) y evitan que el colesterol LDL (nocivo) se adhiera a las arterias.

Fortalecen los huesos

Las almendras son uno de los pocos productos no lácteos que contienen cantidades considerables de calcio, según indicó la revista científica SciTechDaily. También contienen magnesio, fósforo y potasio, todos importantes para la salud ósea.

Ayudan a prevenir el envejecimiento

Al ser rica en antioxidantes, las almendras ayudan a revertir los efectos del estrés oxidativo, responsable del envejecimiento. Los expertos de ese estudio señalan que la mayoría de los antioxidantes se encuentran en la cáscara de las almendras, por lo que se recomienda consumirlas enteras.

Regula el azúcar en sangre

Estos frutos secos, con sus grasas saludables y fibras, son esenciales para prevenir la diabetes tipo 2, ya que ayudan a las células a mantener la sensibilidad a la insulina. Además, son ricos en proteínas, vitaminas y minerales, lo que contribuye a una dieta equilibrada y al bienestar general. Incorporarlas en la alimentación diaria puede mejorar la salud y proporcionar energía duradera.

Mantenimiento de la masa muscular

Según los expertos, 50 gramos de almendras proporcionan 12 gramos de proteínas, en comparación con los 7 gramos que aporta la misma cantidad de huevo. Por esta razón, su inclusión en la dieta es fundamental para el crecimiento muscular, ayudando a reparar y mantener el tejido.

Cómo consumir las almendras

Con el objetivo de aprovechar al máximo todos estos beneficios, las almendras pueden consumirse de diversas maneras, siempre respetando la cantidad recomendada. Pueden comerse solas como un snack saludable, añadirse a ensaladas, batidos y postres, o bien, formar parte de una mezcla de frutos secos.

Otra opción es dejarlas en remojo entre 6 y 12 horas, lo que mejora su digestibilidad. También se pueden consumir en forma de manteca para untar en tostadas, o como leche.

 Estos frutos secos son ricos en proteínas, fibra, grasas saludables, vitaminas y minerales; los beneficios de consumirlas a diario  LA NACION

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