Las ferias son la sal del mercado y los galeristas lo saben
No se entiende la expansión del mercado de arte contemporáneo sin el creciente protagonismo de las ferias. Lo que era un reducto para conocedores, con tres citas por año, es hoy una maratón imparable de inauguraciones diarias en algún lugar del planeta. La explicación es simple y responde a las reglas de juego: concentración de la oferta igual a concentración de la demanda. Y los galeristas lo saben. Reservan sus mejores obras, esa figurita difícil que seguro tentará al coleccionista, para la fugaz y muy esperada cita anual. Sea en Buenos Aires, Seúl, Miami o Basilea.
El fenómeno tiene su correlato local tras la apertura de ferias en el interior, con público fidelizado, encuentros teóricos, visitas a colecciones privadas y a talleres de artistas que responden a la identidad local. A Rosario, Córdoba y Corrientes se suma ahora Salta. FAS Feria Arte de Salta, ha sido la última en presentarse en sociedad de la mano de la coleccionista Virginia Blaquier y la secretaria de Patrimonio Claudia Lamas. Notable repercusión. Solo artistas del NOA .
La Bienal de Venecia explora en los bordes
Dato para tener en cuenta: la expansión ferial tiene mucho que ver con desarrollos inmobiliarios, que renuevan el paisaje y amplían la oferta de propiedades de alta gama. La feria de Salta, por ejemplo, está asociada al proyecto de San Lorenzo Chico, un centro comercial y residencial liderado por Jonás Beccar Varela que promete darle a la zona el impulso del arte contemporáneo. Casa nueva igual arte nuevo. “Este concepto funciona más que nunca. El arte está de moda y es aspiracional, siempre”, admiten los galeristas, aliados en la idea de fortalecer la calidad de las ferias, porque son el eje de las ventas anuales y una vidriera que, en muchos casos, garantiza ventas futuras.
Desarrollos inmobiliarios como el de Azcuy, en Caballito, potenciaron su impacto en la escena del arte al asociarse al Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, para conceder un jugoso premio anual que garantiza (y paga) la realización de una obra que luego se verá en los espacios comunes de los edificios. Diego Bianchi, Fabián Bercic, Adriana Bustos, Hernán Soriano y Nacha Canvas, hasta ahora los ganadores de las diferentes ediciones, pudieron hacer obras que de otra manera nunca hubieran concretado. De esta forma, la cadena de edificios “Donna”, de Azcuy, elevó su calificación y precio.
El caso más notable de esta gentrification por el arte es el proyecto Puertos, de Eduardo Costantini, con museo propio y será inaugurado en septiembre. Nació como una extensión de depósito de Malba y hoy ya tiene sala propia en expansión, donde se exhibe la obra de Gabriel Chaile que el coleccionista y desarrollador compró en la 59° Bienal de Venecia. El creador de Nordelta y de Malba juega una carta innovadora al acercar el arte a otras audiencias, como es el caso de Escobar, con un proyecto dirigido por el arquitecto Juan Herrero (España). Malba Puertos tendrá 5500 metros cuadrados, espacios públicos, carácter multidisciplinario, paisajismo y el foco puesto en el arte contemporáneo argentino.
La inauguración está prevista para el 21 de septiembre cuando Malba celebre 23 años de su fundación. Doble celebración, porque días pasados la sala de la colección permanente fue bautizada con el nombre de Ricardo Esteves, coleccionista de refinado gusto y muy buen ojo, a quien Eduardo Costantini considera “su mentor” en la formación de la que es tal vez la mejor colección de arte latinoamericano del mundo.
Mientras tanto, comenzó la cuenta regresiva para una nueva edición de arteBA. La feria de Buenos Aires será del 30 de agosto al 1° de septiembre en Costa Salguero. Tendrá una medida acorde a los tiempos que corren, cargados de interrogantes.
La apuesta firme es por muy buenas obras, en el arco que va del arte moderno al contemporáneo. El arte argentino exhibe una calidad excepcional, como se vio en la Bienal de Venecia, dirigida por Adriano Pedrosa, hecho que se confirma a diario en la oferta de jóvenes y potentes galerías. Hay una nueva generación de coleccionistas apasionados en todo el país, pero la clave del éxito radica en la capacidad de los galeristas para formular la mejor ecuación calidad precio.
No se entiende la expansión del mercado de arte contemporáneo sin el creciente protagonismo de las ferias. Lo que era un reducto para conocedores, con tres citas por año, es hoy una maratón imparable de inauguraciones diarias en algún lugar del planeta. La explicación es simple y responde a las reglas de juego: concentración de la oferta igual a concentración de la demanda. Y los galeristas lo saben. Reservan sus mejores obras, esa figurita difícil que seguro tentará al coleccionista, para la fugaz y muy esperada cita anual. Sea en Buenos Aires, Seúl, Miami o Basilea.
El fenómeno tiene su correlato local tras la apertura de ferias en el interior, con público fidelizado, encuentros teóricos, visitas a colecciones privadas y a talleres de artistas que responden a la identidad local. A Rosario, Córdoba y Corrientes se suma ahora Salta. FAS Feria Arte de Salta, ha sido la última en presentarse en sociedad de la mano de la coleccionista Virginia Blaquier y la secretaria de Patrimonio Claudia Lamas. Notable repercusión. Solo artistas del NOA .
La Bienal de Venecia explora en los bordes
Dato para tener en cuenta: la expansión ferial tiene mucho que ver con desarrollos inmobiliarios, que renuevan el paisaje y amplían la oferta de propiedades de alta gama. La feria de Salta, por ejemplo, está asociada al proyecto de San Lorenzo Chico, un centro comercial y residencial liderado por Jonás Beccar Varela que promete darle a la zona el impulso del arte contemporáneo. Casa nueva igual arte nuevo. “Este concepto funciona más que nunca. El arte está de moda y es aspiracional, siempre”, admiten los galeristas, aliados en la idea de fortalecer la calidad de las ferias, porque son el eje de las ventas anuales y una vidriera que, en muchos casos, garantiza ventas futuras.
Desarrollos inmobiliarios como el de Azcuy, en Caballito, potenciaron su impacto en la escena del arte al asociarse al Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, para conceder un jugoso premio anual que garantiza (y paga) la realización de una obra que luego se verá en los espacios comunes de los edificios. Diego Bianchi, Fabián Bercic, Adriana Bustos, Hernán Soriano y Nacha Canvas, hasta ahora los ganadores de las diferentes ediciones, pudieron hacer obras que de otra manera nunca hubieran concretado. De esta forma, la cadena de edificios “Donna”, de Azcuy, elevó su calificación y precio.
El caso más notable de esta gentrification por el arte es el proyecto Puertos, de Eduardo Costantini, con museo propio y será inaugurado en septiembre. Nació como una extensión de depósito de Malba y hoy ya tiene sala propia en expansión, donde se exhibe la obra de Gabriel Chaile que el coleccionista y desarrollador compró en la 59° Bienal de Venecia. El creador de Nordelta y de Malba juega una carta innovadora al acercar el arte a otras audiencias, como es el caso de Escobar, con un proyecto dirigido por el arquitecto Juan Herrero (España). Malba Puertos tendrá 5500 metros cuadrados, espacios públicos, carácter multidisciplinario, paisajismo y el foco puesto en el arte contemporáneo argentino.
La inauguración está prevista para el 21 de septiembre cuando Malba celebre 23 años de su fundación. Doble celebración, porque días pasados la sala de la colección permanente fue bautizada con el nombre de Ricardo Esteves, coleccionista de refinado gusto y muy buen ojo, a quien Eduardo Costantini considera “su mentor” en la formación de la que es tal vez la mejor colección de arte latinoamericano del mundo.
Mientras tanto, comenzó la cuenta regresiva para una nueva edición de arteBA. La feria de Buenos Aires será del 30 de agosto al 1° de septiembre en Costa Salguero. Tendrá una medida acorde a los tiempos que corren, cargados de interrogantes.
La apuesta firme es por muy buenas obras, en el arco que va del arte moderno al contemporáneo. El arte argentino exhibe una calidad excepcional, como se vio en la Bienal de Venecia, dirigida por Adriano Pedrosa, hecho que se confirma a diario en la oferta de jóvenes y potentes galerías. Hay una nueva generación de coleccionistas apasionados en todo el país, pero la clave del éxito radica en la capacidad de los galeristas para formular la mejor ecuación calidad precio.
La clave del éxito en el mercado del arte radica cada vez más en la capacidad de los galeristas para formular la mejor ecuación calidad precio LA NACION
