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Malezas: cada vez más, la tecnología se enfoca en la sustentabilidad

El manejo de malezas está evolucionando rápidamente con la incorporación de nuevas tecnologías y enfoques sostenibles. Es por esto que, cada vez son más las tendencias que “se alinean con una agricultura eficiente y responsable”, destaca un informe de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe).

Ante un mes clave: el intrincado combo que puso en suspenso al mercado de insumos del agro y las chances sobre una reactivación

Según el trabajo, la implementación de sistemas de gestión como la agricultura de precisión siguen ganando terreno con el uso de tecnologías avanzadas como drones, sensores y sistemas de información geográfica (GIS). “Estas herramientas permiten monitorear los campos en tiempo real y aplicar tratamientos específicos solo donde se necesitan, optimizando el uso de herbicidas y reduciendo el impacto ambiental”, afirma.

El informe señala que “la implementación de esta tecnología reduce costos y disminuye el impacto ambiental, respondiendo a los principios de una agricultura más sostenible”. Al respecto, cita como ejemplo el “weed seeker”, una tecnología innovadora que se integra en la agricultura inteligente. “Este sistema utiliza sensores ópticos para detectar malezas de manera precisa y aplicar herbicidas únicamente en las áreas donde las encuentran, minimizando el uso de productos y mejorando la eficiencia del control de malezas”, puntualiza.

Otra tendencia del enfoque sostenible, de acuerdo con el informe de Casafe, es el Manejo Integrado de Plagas (MIP). “La integración del manejo de malezas dentro de programas de gestión de plagas es clave para reducir la interferencia de las malezas, ya que las mantiene por debajo de los niveles de daño económico en cuanto al rendimiento de los cultivos”. Otra ventaja del MIP es que “intenta compatibilizar las técnicas y métodos para disminuir la dependencia del control químico, y evaluar la posibilidad de implementar otras estrategias de manejo de plagas”, indica

En el enfoque de la sostenibilidad es clave el aporte la investigación y el desarrollo. “La investigación genética está produciendo cultivos más resistentes a malezas y con características que les permiten competir mejor contra estas. El desarrollo de variedades resistentes a enfermedades y adaptadas a diferentes condiciones climáticas también contribuyen al manejo efectivo de malezas, y refuerzan la importancia de la investigación científica en el sector”, puntualiza.

Prácticas

En otro documento, Casafe recuerda que si el control de las malezas no es adecuado puede haber pérdidas de rendimiento de hasta un 80%. “Es importante realizar prácticas integradas y sostenibles que sean efectivas para el control de estas plagas”, indica.

El primer paso en el control de malezas es la identificación precisa y el monitoreo continuo. “Conocer las especies presentes en el campo permite diseñar estrategias específicas y efectivas. Este paso considera el uso de todas las técnicas de control económicamente disponibles sin depender exclusivamente de alguna de ellas. Es igualmente aplicable a todos los tipos de sistemas agrícolas y se fomenta que los productores lo implementen tanto para los cultivos derivados de la biotecnología moderna como para los cultivos mejorados por métodos convencionales”, explica.

“Por su parte, la rotación de cultivos es otra técnica fundamental para reducir la presión de malezas. Alternar cultivos con diferentes ciclos de crecimiento permite, a su vez, alternar principios activos para el control de plagas y retrasar la aparición de resistencias. Esta estrategia tiene un gran impacto en la diversidad de especies de plagas, ofreciendo distintos niveles de competencia”, señala.

Además de destacar el papel de los herbicidas y su uso adecuado puntualiza que es importante rotar los modos de acción de estos productos “con el objetivo de prevenir la resistencia”.

Otras estrategias, como las “prácticas culturales y la tecnología de precisión también son aliadas para el control de malezas”, dice. “Las prácticas culturales, como la siembra directa y el manejo adecuado del riego, contribuyen a disminuir la proliferación de malezas, mejoran la salud del suelo y favorecen el crecimiento de los cultivos sobre las malezas. Mientras que, las tecnologías de precisión facilitan la detección y tratamiento puntual de malezas. A la vez que permiten aplicar herbicidas y otras medidas de control de manera más exacta, reduciendo el desperdicio y el impacto ambiental”, añade

En el informe, Casafe explica que “para lograr la implementación exitosa de estas estrategias, es clave la educación y el asesoramiento continuo a quienes producen. Por eso, es necesario promover un enfoque equilibrado que combine prácticas culturales, biológicas y químicas, apoyadas por tecnología avanzada”.

El manejo de malezas está evolucionando rápidamente con la incorporación de nuevas tecnologías y enfoques sostenibles. Es por esto que, cada vez son más las tendencias que “se alinean con una agricultura eficiente y responsable”, destaca un informe de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe).

Ante un mes clave: el intrincado combo que puso en suspenso al mercado de insumos del agro y las chances sobre una reactivación

Según el trabajo, la implementación de sistemas de gestión como la agricultura de precisión siguen ganando terreno con el uso de tecnologías avanzadas como drones, sensores y sistemas de información geográfica (GIS). “Estas herramientas permiten monitorear los campos en tiempo real y aplicar tratamientos específicos solo donde se necesitan, optimizando el uso de herbicidas y reduciendo el impacto ambiental”, afirma.

El informe señala que “la implementación de esta tecnología reduce costos y disminuye el impacto ambiental, respondiendo a los principios de una agricultura más sostenible”. Al respecto, cita como ejemplo el “weed seeker”, una tecnología innovadora que se integra en la agricultura inteligente. “Este sistema utiliza sensores ópticos para detectar malezas de manera precisa y aplicar herbicidas únicamente en las áreas donde las encuentran, minimizando el uso de productos y mejorando la eficiencia del control de malezas”, puntualiza.

Otra tendencia del enfoque sostenible, de acuerdo con el informe de Casafe, es el Manejo Integrado de Plagas (MIP). “La integración del manejo de malezas dentro de programas de gestión de plagas es clave para reducir la interferencia de las malezas, ya que las mantiene por debajo de los niveles de daño económico en cuanto al rendimiento de los cultivos”. Otra ventaja del MIP es que “intenta compatibilizar las técnicas y métodos para disminuir la dependencia del control químico, y evaluar la posibilidad de implementar otras estrategias de manejo de plagas”, indica

En el enfoque de la sostenibilidad es clave el aporte la investigación y el desarrollo. “La investigación genética está produciendo cultivos más resistentes a malezas y con características que les permiten competir mejor contra estas. El desarrollo de variedades resistentes a enfermedades y adaptadas a diferentes condiciones climáticas también contribuyen al manejo efectivo de malezas, y refuerzan la importancia de la investigación científica en el sector”, puntualiza.

Prácticas

En otro documento, Casafe recuerda que si el control de las malezas no es adecuado puede haber pérdidas de rendimiento de hasta un 80%. “Es importante realizar prácticas integradas y sostenibles que sean efectivas para el control de estas plagas”, indica.

El primer paso en el control de malezas es la identificación precisa y el monitoreo continuo. “Conocer las especies presentes en el campo permite diseñar estrategias específicas y efectivas. Este paso considera el uso de todas las técnicas de control económicamente disponibles sin depender exclusivamente de alguna de ellas. Es igualmente aplicable a todos los tipos de sistemas agrícolas y se fomenta que los productores lo implementen tanto para los cultivos derivados de la biotecnología moderna como para los cultivos mejorados por métodos convencionales”, explica.

“Por su parte, la rotación de cultivos es otra técnica fundamental para reducir la presión de malezas. Alternar cultivos con diferentes ciclos de crecimiento permite, a su vez, alternar principios activos para el control de plagas y retrasar la aparición de resistencias. Esta estrategia tiene un gran impacto en la diversidad de especies de plagas, ofreciendo distintos niveles de competencia”, señala.

Además de destacar el papel de los herbicidas y su uso adecuado puntualiza que es importante rotar los modos de acción de estos productos “con el objetivo de prevenir la resistencia”.

Otras estrategias, como las “prácticas culturales y la tecnología de precisión también son aliadas para el control de malezas”, dice. “Las prácticas culturales, como la siembra directa y el manejo adecuado del riego, contribuyen a disminuir la proliferación de malezas, mejoran la salud del suelo y favorecen el crecimiento de los cultivos sobre las malezas. Mientras que, las tecnologías de precisión facilitan la detección y tratamiento puntual de malezas. A la vez que permiten aplicar herbicidas y otras medidas de control de manera más exacta, reduciendo el desperdicio y el impacto ambiental”, añade

En el informe, Casafe explica que “para lograr la implementación exitosa de estas estrategias, es clave la educación y el asesoramiento continuo a quienes producen. Por eso, es necesario promover un enfoque equilibrado que combine prácticas culturales, biológicas y químicas, apoyadas por tecnología avanzada”.

 La agricultura de precisión, con el uso de sensores , drones y sistemas de georeferenciación, entre otras herramientas, mejora la eficiencia de los planteos agrícolas, destaca un informe de Casafe  LA NACION

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