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Grace Kelly: La historia olímpica (y poco conocida) detrás de la inolvidable princesa de Mónaco

Hay una fuerte impronta olímpica (quizás no tan conocida) en la vida de Grace Kelly. Y no solamente porque haya estado en más de una tribuna –con su belleza magnética y su estilo de película– siguiendo de cerca alguna competición. Lo de ella y los Juegos Olímpicos era algo mucho más personal. Su padre, John Brendan Kelly –conocido como Jack Kelly y con quien la mujer del príncipe Raniero tuvo una relación tirante porque, entre otras cosas, consideraba que ser actriz era parecido a ser prostituta–, fue un consagrado deportista que se quedó con tres medallas olímpicas en remo. Jack nació el 4 de octubre de 1889 en Filadelfia: fue uno de los diez hijos de John Henry Kelly y Mary Ann Costello.

En 1908, comenzó a trabajar como albañil y su pasión por el remo nació en las aguas del río Schuylkill. Con su 1,89 metros de altura también era bueno en básquet y fútbol americano. En 1916, el padre de Grace –además tuvo a John B. Kelly Jr., Margaret Katherine y Elizabeth Anne– se coronó campeón nacional y ese mismo año se unió al ejército estadounidense para participar en la Primera Guerra Mundial. Dos años después recibió la baja ostentando el cargo de teniente. En su etapa militar, también dejó huella en diferentes campeonatos de boxeo. Con su propia empresa de construcción ya montada y funcionando a la perfección, Jack puso toda su energía para prepararse de cara a los Juegos Olímpicos de 1920 en Amberes (Bélgica). Y el esfuerzo tuvo sus frutos: no sólo ganó el oro en la prueba individual (derrotó al británico Jack Beresford por apenas un segundo de diferencia a bordo de una skiff –embarcación monoplaza estrecha–, sino también en la competencia doble junto a su primo Paul Costello. Dicen que Jack le mandó por correo su gorra de campeón al entonces rey de Inglaterra, Jorge V, con el mensaje: “Saludos de un albañil”. Cuatro años más tarde, la exitosa dupla repitió la hazaña en París y volvió a quedarse con el oro olímpico. Cuando se retiró del deporte profesional, el padre de Grace se dedicó a la política –fue candidato a alcalde de Filadelfia–, ocupó el cargo de presidente de la Federación Americana de Remo y miembro del Salón de la Fama Olímpica de Estados Unidos. El 20 de junio de 1960 murió en la misma ciudad que lo vio nacer, crecer y convertirse en remero de oro.

Además de su papá, el único hermano varón de la princesa Grace también fue amante de los deportes. Nacido el 24 de mayo de 1927, John Brendan Kelly Jr. siguió los pasos de su padre en las competiciones de remo, aunque su carrera siempre estuvo teñida por las odiosas comparaciones con el tres veces campeón dorado. Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió para la Marina de Estados Unidos y cuando estudió en la Universidad de Pensilvania integró el equipo universitario de remo. En 1947, John Brendan Jr. ganó el Diamond Challenge Sculls (uno de los tres principales eventos de single scull en el Reino Unido) en Henley-on-Thames (Oxfordshire) y volvió a hacerlo dos años más tarde. En 1980, su hermana, la princesa Grace de Mónaco, fue invitada a presentar los trofeos de esa regata. Los Juegos Olímpicos le serían más esquivos.

En las Olimpíadas de Verano de 1948 en Londres y en los de 1952 en Helsinki, no llegó a ocupar ningún lugar en el medallero. Fue recién en los Juegos Olímpicos de Verano de 1956 en Melbourne, que John Brendan Jr. ganó su medalla. Un bronce que el remero le obsequió a su hermana, quien se casó ese mismo año con el príncipe Raniero, como regalo de bodas. Su última incursión olímpica fue en 1960, en Roma, donde no obtuvo premios. El 2 de marzo de 1985 (su famosa hermana Grace murió el 14 de septiembre de 1982 en un accidente de auto en Mónaco), Kelly sufrió un infarto después de su habitual práctica matutina de remo en el río Schuylkill.

Hay una fuerte impronta olímpica (quizás no tan conocida) en la vida de Grace Kelly. Y no solamente porque haya estado en más de una tribuna –con su belleza magnética y su estilo de película– siguiendo de cerca alguna competición. Lo de ella y los Juegos Olímpicos era algo mucho más personal. Su padre, John Brendan Kelly –conocido como Jack Kelly y con quien la mujer del príncipe Raniero tuvo una relación tirante porque, entre otras cosas, consideraba que ser actriz era parecido a ser prostituta–, fue un consagrado deportista que se quedó con tres medallas olímpicas en remo. Jack nació el 4 de octubre de 1889 en Filadelfia: fue uno de los diez hijos de John Henry Kelly y Mary Ann Costello.

En 1908, comenzó a trabajar como albañil y su pasión por el remo nació en las aguas del río Schuylkill. Con su 1,89 metros de altura también era bueno en básquet y fútbol americano. En 1916, el padre de Grace –además tuvo a John B. Kelly Jr., Margaret Katherine y Elizabeth Anne– se coronó campeón nacional y ese mismo año se unió al ejército estadounidense para participar en la Primera Guerra Mundial. Dos años después recibió la baja ostentando el cargo de teniente. En su etapa militar, también dejó huella en diferentes campeonatos de boxeo. Con su propia empresa de construcción ya montada y funcionando a la perfección, Jack puso toda su energía para prepararse de cara a los Juegos Olímpicos de 1920 en Amberes (Bélgica). Y el esfuerzo tuvo sus frutos: no sólo ganó el oro en la prueba individual (derrotó al británico Jack Beresford por apenas un segundo de diferencia a bordo de una skiff –embarcación monoplaza estrecha–, sino también en la competencia doble junto a su primo Paul Costello. Dicen que Jack le mandó por correo su gorra de campeón al entonces rey de Inglaterra, Jorge V, con el mensaje: “Saludos de un albañil”. Cuatro años más tarde, la exitosa dupla repitió la hazaña en París y volvió a quedarse con el oro olímpico. Cuando se retiró del deporte profesional, el padre de Grace se dedicó a la política –fue candidato a alcalde de Filadelfia–, ocupó el cargo de presidente de la Federación Americana de Remo y miembro del Salón de la Fama Olímpica de Estados Unidos. El 20 de junio de 1960 murió en la misma ciudad que lo vio nacer, crecer y convertirse en remero de oro.

Además de su papá, el único hermano varón de la princesa Grace también fue amante de los deportes. Nacido el 24 de mayo de 1927, John Brendan Kelly Jr. siguió los pasos de su padre en las competiciones de remo, aunque su carrera siempre estuvo teñida por las odiosas comparaciones con el tres veces campeón dorado. Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió para la Marina de Estados Unidos y cuando estudió en la Universidad de Pensilvania integró el equipo universitario de remo. En 1947, John Brendan Jr. ganó el Diamond Challenge Sculls (uno de los tres principales eventos de single scull en el Reino Unido) en Henley-on-Thames (Oxfordshire) y volvió a hacerlo dos años más tarde. En 1980, su hermana, la princesa Grace de Mónaco, fue invitada a presentar los trofeos de esa regata. Los Juegos Olímpicos le serían más esquivos.

En las Olimpíadas de Verano de 1948 en Londres y en los de 1952 en Helsinki, no llegó a ocupar ningún lugar en el medallero. Fue recién en los Juegos Olímpicos de Verano de 1956 en Melbourne, que John Brendan Jr. ganó su medalla. Un bronce que el remero le obsequió a su hermana, quien se casó ese mismo año con el príncipe Raniero, como regalo de bodas. Su última incursión olímpica fue en 1960, en Roma, donde no obtuvo premios. El 2 de marzo de 1985 (su famosa hermana Grace murió el 14 de septiembre de 1982 en un accidente de auto en Mónaco), Kelly sufrió un infarto después de su habitual práctica matutina de remo en el río Schuylkill.

 Su padre y su único hermano varón fueron grandes deportistas que dejaron huella en la categoría remo  LA NACION

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