Mateo Carreras, el pistón tucumano y otra corrida para el recuerdo
Fue a buscar el rebote. Olfateó que esa pelota le podía llegar. Con la concentración que lo caracteriza, Mateo Carreras agarró el rebote luego del duelo aéreo entre Sevu Reece y Santiago Carreras, aceleró y nadie lo detuvo. Zafó del tackle de Anton Lienert-Brown, no alcanzó a tomarlo TJ Perenara y, con un cambio de paso, le rompió la cadera a Damian McKenzie, que no pudo ni tocarlo. La acción del tucumano refleja sus condiciones de jugador de elite, hecho para estos partidos. Una de las figuras en la victoria de los Pumas frente a los All Blacks por 38-30, en Wellington.
“Lo quería el try, más que nada contra los All Blacks. Lo venía buscando hace mucho. Perdí tres veces contra ellos y recién se me pudo dar”, expresó el wing en diálogo con ESPN. La conquista del tucumano tuvo un valor trascendental; los Pumas estaban plantados en el Sky Stadium, competían de igual a igual, pero eran presos de su indisciplina y en 36 minutos acumulaban 10 penales y perdían 20-8. Con ese try los Pumas se metieron en el partido y se llenaron de confianza para afrontar la segunda mitad. Encarar el entretiempo con 12 puntos de diferencia, podría haber sido otra la historia.
¡Dejó a McKenzie parado! Gran acción de Mateo Carreras para el try de Los Pumas
Mateo Carreras es un jugador con una cabeza indestructible. Centrado, fuerte de personalidad y carácter. El año pasado, en diálogo con La Nación, cuando terminó el Mundial de Francia, se refirió a su ausencia durante gran parte del 2022, cuando no fue tenido en cuenta en el arranque del ciclo de Michael Cheika. “Gracias a eso me hizo crecer en todos los aspectos de mi carrera. Te chocas contra la pared y son esos golpes que te hacen empezar de cero. Te hacen replantearte todo y construir. En mi caso me tocó hacer autocrítica, empecé a ver que es lo que tengo que hacer mejor y lo que hago bien, reforzarlo. ¿Qué le diría a ese Mateo? Que lo viva igual que lo ha vivido. Que le duela, porque si le ha dolido mucho y hubo días muy tristes. Que haga esa autocrítica que le ha servido mucho y que disfrute del proceso”.
Junto a Marcos Kremer, Mateo Carreras fue el mejor jugador de los Pumas en la Copa del Mundo de Francia. Fue decisivo con tres tries en la victoria frente a Japón, para clasificarse a los cuartos de final. Acumula 11 tries en apenas 21 partidos y con 24 años se perfila para ser uno de los trymen históricos del seleccionado argentino. Desde sus acciones y su cabeza ganadora es uno de los líderes del futuro. “Como objetivo vinimos a ganar dos veces. Hablamos mucho de ir construyendo escalón a escalón. Hoy lo hicimos, dimos el primer paso. No nos conformamos con lo de hoy, queremos ir a Auckland a ganar, sabemos lo que son ellos allá”, expresó luego de la victoria. “Tuvimos 50 horas de viaje, una escala en Australia. Fue muy duro, pero no agarramos esas excusas y dijimos que veníamos a ganar. En lo personal me había quedado una espina de lo que fue el año pasado y perder esa semifinal. Lo tomé como una revancha y quiero venir y ganar dos veces”, agregó.
Además de sus corridas electrizantes, una de las grandes virtudes de Mateo Carreras subyace en el trabajo defensivo. Por su actitud y su fuerza de piernas es implacable en defensa. En el primer tiempo frenó un avance peligroso de Sevu Reece y muchas veces se planta en el canal del apertura para detener las primeras fases del ataque rival. Pero en Wellington, el estadio donde se inmortalizó Lucas González Amorosino por try frente a Escocia en el Mundial de 2011, quedará en la memoria otra definición del pistón tucumano.
Fue a buscar el rebote. Olfateó que esa pelota le podía llegar. Con la concentración que lo caracteriza, Mateo Carreras agarró el rebote luego del duelo aéreo entre Sevu Reece y Santiago Carreras, aceleró y nadie lo detuvo. Zafó del tackle de Anton Lienert-Brown, no alcanzó a tomarlo TJ Perenara y, con un cambio de paso, le rompió la cadera a Damian McKenzie, que no pudo ni tocarlo. La acción del tucumano refleja sus condiciones de jugador de elite, hecho para estos partidos. Una de las figuras en la victoria de los Pumas frente a los All Blacks por 38-30, en Wellington.
“Lo quería el try, más que nada contra los All Blacks. Lo venía buscando hace mucho. Perdí tres veces contra ellos y recién se me pudo dar”, expresó el wing en diálogo con ESPN. La conquista del tucumano tuvo un valor trascendental; los Pumas estaban plantados en el Sky Stadium, competían de igual a igual, pero eran presos de su indisciplina y en 36 minutos acumulaban 10 penales y perdían 20-8. Con ese try los Pumas se metieron en el partido y se llenaron de confianza para afrontar la segunda mitad. Encarar el entretiempo con 12 puntos de diferencia, podría haber sido otra la historia.
¡Dejó a McKenzie parado! Gran acción de Mateo Carreras para el try de Los Pumas
Mateo Carreras es un jugador con una cabeza indestructible. Centrado, fuerte de personalidad y carácter. El año pasado, en diálogo con La Nación, cuando terminó el Mundial de Francia, se refirió a su ausencia durante gran parte del 2022, cuando no fue tenido en cuenta en el arranque del ciclo de Michael Cheika. “Gracias a eso me hizo crecer en todos los aspectos de mi carrera. Te chocas contra la pared y son esos golpes que te hacen empezar de cero. Te hacen replantearte todo y construir. En mi caso me tocó hacer autocrítica, empecé a ver que es lo que tengo que hacer mejor y lo que hago bien, reforzarlo. ¿Qué le diría a ese Mateo? Que lo viva igual que lo ha vivido. Que le duela, porque si le ha dolido mucho y hubo días muy tristes. Que haga esa autocrítica que le ha servido mucho y que disfrute del proceso”.
Junto a Marcos Kremer, Mateo Carreras fue el mejor jugador de los Pumas en la Copa del Mundo de Francia. Fue decisivo con tres tries en la victoria frente a Japón, para clasificarse a los cuartos de final. Acumula 11 tries en apenas 21 partidos y con 24 años se perfila para ser uno de los trymen históricos del seleccionado argentino. Desde sus acciones y su cabeza ganadora es uno de los líderes del futuro. “Como objetivo vinimos a ganar dos veces. Hablamos mucho de ir construyendo escalón a escalón. Hoy lo hicimos, dimos el primer paso. No nos conformamos con lo de hoy, queremos ir a Auckland a ganar, sabemos lo que son ellos allá”, expresó luego de la victoria. “Tuvimos 50 horas de viaje, una escala en Australia. Fue muy duro, pero no agarramos esas excusas y dijimos que veníamos a ganar. En lo personal me había quedado una espina de lo que fue el año pasado y perder esa semifinal. Lo tomé como una revancha y quiero venir y ganar dos veces”, agregó.
Además de sus corridas electrizantes, una de las grandes virtudes de Mateo Carreras subyace en el trabajo defensivo. Por su actitud y su fuerza de piernas es implacable en defensa. En el primer tiempo frenó un avance peligroso de Sevu Reece y muchas veces se planta en el canal del apertura para detener las primeras fases del ataque rival. Pero en Wellington, el estadio donde se inmortalizó Lucas González Amorosino por try frente a Escocia en el Mundial de 2011, quedará en la memoria otra definición del pistón tucumano.
El wing apoyó un try espectacular en la victoria de los Pumas ante los All Blacks LA NACION