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Quién es quién: los nombres que involucró Fabiola Yañez en su declaración

Federico Saavedra, Ayelén Mazzina, Juan Pablo Biondi y Cecilia Hermoso, son los primeros cuatro exfuncionarios hasta ahora apuntados con nombre y apellido por Fabiola Yañez en el marco de su presentación realizada este lunes ante la justicia desde Madrid, donde reside. Todos ellos aparecen en el escrito de 20 páginas que entregó este lunes en el consulado argentino y que hoy amplió con su presentación vía Zoom. Además, aludió a la clínica Ineco que administra el diputado Facundo Manes, aunque en ningún momento lo mencionó. Allí la ex primera dama asegura haberse tratado por problemas psiquiátricos, en tratamientos pagados por el propio expresidente Alberto Fernández.

Yañez no le apuntó directamente a Biondi por haber tenido conocimiento de las agresiones. Exencargado de la comunicación presidencial, Biondi se retiró del gabinete en septiembre de 2021, en medio de la crisis política entre Fernández y Cristina Kirchner. El mandatario prescindió de él, uno de sus más leales hasta entonces, para sobrevivir a la primera gran crisis política de su gobierno. Era septiembre de ese año, poco después de las devastadores elecciones de medio término para el entonces Frente de Todos. De larga trayectoria en la comunicación política peronista, Biondi acompañó a Fernández desde el llano y antes formó parte de otros equipos de dirigentes peronistas.

“Cuando alguien me agredía mediáticamente, no me dejaban hacer nada por mí tampoco. Por eso, en el punto siguiente relataré lo que para mí fue UNA COMPLETA VIOLENCIA INSTITUCIONAL [SIC]. Incluso Juan Pablo Biondi me decía que me tenía que quedar callada porque, de lo contrario, sería darle entidad a los comentarios”, declaró Yañez. El punto al que alude fue defendido profesionalmente por distintas fuentes como “lógico” por parte de quienes se dedican a la comunicación. “Es una estrategia de comunicación. A Juampi lo está mencionando por hacer su laburo”, dijeron fuentes con conocimiento del área.

El otro mencionado fue Federico Saavedra, médico recibido de la Universidad Nacional de La Plata y oriundo de esa misma ciudad. Con larga trayectoria en el Sanatorio Otamendi, Saavedra sabe manejarse en las aguas de la política y la confidencialidad. Primero atendió a Cristina Kirchner, cuando promediaba la década pasada, y después, a Fernández que al llegar a Balcarce 50 lo puso como titular de la Unidad Médica presidencial. Fue de hecho el responsable de firmar el parte médico que anunció, en septiembre de 2021, el embarazo de Yañez. Casi tres años después quedó salpicado por el caso y se anticipa como un testigo central por el tenor de las declaraciones de Yañez, que aludió a lo sucedido tras un golpe que declaró haber recibido de Fernández. La polémica surge por si debió haber tomado alguna medida adicional.

“Ese día yo tenía que viajar a Misiones por un compromiso oficial como Primera Dama, así que viajé igual. Al principio solo se veía colorado, pero me quedé 3 o 4 días y el ojo comenzó a cambiar a un color más fuerte. Volví y me quedé en Olivos. Estando allí, junto con Alberto, llamamos al Dr. Saavedra, Jefe de la Unidad Médica Presidencial. Me dio globulitos de árnica y me dijo que se iría con el tiempo. Estuve así paseándome por días dentro de la casa en Olivos, obligada a no salir para que no se viera el golpe”, relató Yañez en su declaración del lunes, cuando amplió su acusación.

Casi tan complicado como Saavedra, aparece el nombre de la segunda ministra que tuvo la cartera de Mujeres, Género y Diversidad, Ayelén Mazzina. Llegó al gobierno en octubre de 2022, tras la salida de Elizabeth Gómez Alcorta. Puntana y recomendada por Alberto Rodríguez Saá, Mazzina, que no descolló en su gestión, desmintió a Yañez. Fue al asegurar: “Nunca estuve al tanto de la violencia denunciada”.

Agrego que sigue siendo fundamental construir y sostener políticas públicas que prevengan la violencia por motivos de género y asistan a las victimas que debemos proteger.

— Ayelén Mazzina (@AyelenMazzina) August 13, 2024

Yañez fue contundente. Dijo sobre ella: “En una oportunidad, le pedí que me acompañara a dar una entrevista a Brasil. En ese país y en el mundo éramos referentes por tener Ministerio de la Mujer, así que me pareció apropiado ir con ella y más aún intentar hablarle de lo que vivía. Recuerdo que después de la conferencia fuimos a cenar, y antes nos sentamos afuera. Había un banco, le dije: ‘Tengo que decirte algo’, y le mostré la foto y los videos de Alberto con otra mujer teniendo relaciones en la Casa Rosada. Ella se quedó callada y dijo: ‘No lo puedo creer, Fabi, contá conmigo y vení al Ministerio de la Mujer’. No hizo nada. Después de eso, la encontré un día en una cena a la que fui con Alberto. Se acerca y por lo bajo me dice ‘¿Estás mejor?’. Sentí que me estaba tomando el pelo. Me pregunté cómo creía factible que la Primera Dama se presentara ante el edificio que era la bandera y mayor conquista política de mi pareja, el Presidente, para decir lo que estaba viviendo”.

La otra apuntada, pero esta vez por las infidelidades de Fernández fue Cecilia del Milagro Hermoso González. Con 35 años, Hermoso González conoce al exmandatario desde hace más de una década. Era secretaria del extinto Grupo Callao, que fue semillero del primer gabinete de Fernández y terminó disuelto en su interna con la exmandataria. De allí pasó a ocuparse de las redes del gobierno del Frente de Todos. Fernández la ubicó como directora general de Comunicación Digital, a través del decreto presidencial 147/2020 del 13 de febrero de 2020, para lo que tuvo que hacer una excepción porque ella no requería los datos necesarios para la designación. Con bajísimo perfil, estuvo allí hasta diciembre pasado.

“En diciembre de 2016 regresé y volví a vivir con él. Me prometió casarse, tener un hijo, todo nuevamente como al principio, pero volvió el hostigamiento y la persecución constante. Mientras yo no daba motivos para esto, en paralelo me llegaban mensajes de muchas mujeres que decían estar teniendo historias íntimas con él, lo cual él negaba. Incluso la persona que le manejaba la cuenta de Dylan y que hoy maneja en gran medida toda la comunicación de Fernández era una de estas personas”, relató Yañez con respecto a Hermoso González.

Guerra de sesiones: el oficialismo se niega a tratar el financiamiento universitario y vuelve a correr el riesgo de no reunir el quorum

Aunque no aparece mencionado directamente, el nombre del neurólogo y diputado radical Facundo Manes, sobrevuela la presentación de Yañez al mencionarse a Ineco, una de las fundaciones bajo su órbita. “Me sentía deprimida, culpable, angustiada, al punto de no tener fuerzas para nada. Busqué ayuda psicológica en INECO, adonde fui por los contactos del denunciado”, mencionó Yañez. A lo que agregó: “Me dieron un diagnóstico que pertenece a mi intimidad, por el cual me indicaron tratamiento psiquiátrico y me empezaron a medicar con diversas drogas. Recuerdo algunas como la sertralina; tomaba antidepresivos, ansiolíticos, clonazepam, entre otros. También participaba de grupos de terapia con otras mujeres con otras patologías y problemas”.

Consultados por LA NACION cerca de Manes desmintieron categóricamente cualquier intervención suya en el caso. “En Ineco se atienden mas de 500 pacientes por día”, argumentaron.

Federico Saavedra, Ayelén Mazzina, Juan Pablo Biondi y Cecilia Hermoso, son los primeros cuatro exfuncionarios hasta ahora apuntados con nombre y apellido por Fabiola Yañez en el marco de su presentación realizada este lunes ante la justicia desde Madrid, donde reside. Todos ellos aparecen en el escrito de 20 páginas que entregó este lunes en el consulado argentino y que hoy amplió con su presentación vía Zoom. Además, aludió a la clínica Ineco que administra el diputado Facundo Manes, aunque en ningún momento lo mencionó. Allí la ex primera dama asegura haberse tratado por problemas psiquiátricos, en tratamientos pagados por el propio expresidente Alberto Fernández.

Yañez no le apuntó directamente a Biondi por haber tenido conocimiento de las agresiones. Exencargado de la comunicación presidencial, Biondi se retiró del gabinete en septiembre de 2021, en medio de la crisis política entre Fernández y Cristina Kirchner. El mandatario prescindió de él, uno de sus más leales hasta entonces, para sobrevivir a la primera gran crisis política de su gobierno. Era septiembre de ese año, poco después de las devastadores elecciones de medio término para el entonces Frente de Todos. De larga trayectoria en la comunicación política peronista, Biondi acompañó a Fernández desde el llano y antes formó parte de otros equipos de dirigentes peronistas.

“Cuando alguien me agredía mediáticamente, no me dejaban hacer nada por mí tampoco. Por eso, en el punto siguiente relataré lo que para mí fue UNA COMPLETA VIOLENCIA INSTITUCIONAL [SIC]. Incluso Juan Pablo Biondi me decía que me tenía que quedar callada porque, de lo contrario, sería darle entidad a los comentarios”, declaró Yañez. El punto al que alude fue defendido profesionalmente por distintas fuentes como “lógico” por parte de quienes se dedican a la comunicación. “Es una estrategia de comunicación. A Juampi lo está mencionando por hacer su laburo”, dijeron fuentes con conocimiento del área.

El otro mencionado fue Federico Saavedra, médico recibido de la Universidad Nacional de La Plata y oriundo de esa misma ciudad. Con larga trayectoria en el Sanatorio Otamendi, Saavedra sabe manejarse en las aguas de la política y la confidencialidad. Primero atendió a Cristina Kirchner, cuando promediaba la década pasada, y después, a Fernández que al llegar a Balcarce 50 lo puso como titular de la Unidad Médica presidencial. Fue de hecho el responsable de firmar el parte médico que anunció, en septiembre de 2021, el embarazo de Yañez. Casi tres años después quedó salpicado por el caso y se anticipa como un testigo central por el tenor de las declaraciones de Yañez, que aludió a lo sucedido tras un golpe que declaró haber recibido de Fernández. La polémica surge por si debió haber tomado alguna medida adicional.

“Ese día yo tenía que viajar a Misiones por un compromiso oficial como Primera Dama, así que viajé igual. Al principio solo se veía colorado, pero me quedé 3 o 4 días y el ojo comenzó a cambiar a un color más fuerte. Volví y me quedé en Olivos. Estando allí, junto con Alberto, llamamos al Dr. Saavedra, Jefe de la Unidad Médica Presidencial. Me dio globulitos de árnica y me dijo que se iría con el tiempo. Estuve así paseándome por días dentro de la casa en Olivos, obligada a no salir para que no se viera el golpe”, relató Yañez en su declaración del lunes, cuando amplió su acusación.

Casi tan complicado como Saavedra, aparece el nombre de la segunda ministra que tuvo la cartera de Mujeres, Género y Diversidad, Ayelén Mazzina. Llegó al gobierno en octubre de 2022, tras la salida de Elizabeth Gómez Alcorta. Puntana y recomendada por Alberto Rodríguez Saá, Mazzina, que no descolló en su gestión, desmintió a Yañez. Fue al asegurar: “Nunca estuve al tanto de la violencia denunciada”.

Agrego que sigue siendo fundamental construir y sostener políticas públicas que prevengan la violencia por motivos de género y asistan a las victimas que debemos proteger.

— Ayelén Mazzina (@AyelenMazzina) August 13, 2024

Yañez fue contundente. Dijo sobre ella: “En una oportunidad, le pedí que me acompañara a dar una entrevista a Brasil. En ese país y en el mundo éramos referentes por tener Ministerio de la Mujer, así que me pareció apropiado ir con ella y más aún intentar hablarle de lo que vivía. Recuerdo que después de la conferencia fuimos a cenar, y antes nos sentamos afuera. Había un banco, le dije: ‘Tengo que decirte algo’, y le mostré la foto y los videos de Alberto con otra mujer teniendo relaciones en la Casa Rosada. Ella se quedó callada y dijo: ‘No lo puedo creer, Fabi, contá conmigo y vení al Ministerio de la Mujer’. No hizo nada. Después de eso, la encontré un día en una cena a la que fui con Alberto. Se acerca y por lo bajo me dice ‘¿Estás mejor?’. Sentí que me estaba tomando el pelo. Me pregunté cómo creía factible que la Primera Dama se presentara ante el edificio que era la bandera y mayor conquista política de mi pareja, el Presidente, para decir lo que estaba viviendo”.

La otra apuntada, pero esta vez por las infidelidades de Fernández fue Cecilia del Milagro Hermoso González. Con 35 años, Hermoso González conoce al exmandatario desde hace más de una década. Era secretaria del extinto Grupo Callao, que fue semillero del primer gabinete de Fernández y terminó disuelto en su interna con la exmandataria. De allí pasó a ocuparse de las redes del gobierno del Frente de Todos. Fernández la ubicó como directora general de Comunicación Digital, a través del decreto presidencial 147/2020 del 13 de febrero de 2020, para lo que tuvo que hacer una excepción porque ella no requería los datos necesarios para la designación. Con bajísimo perfil, estuvo allí hasta diciembre pasado.

“En diciembre de 2016 regresé y volví a vivir con él. Me prometió casarse, tener un hijo, todo nuevamente como al principio, pero volvió el hostigamiento y la persecución constante. Mientras yo no daba motivos para esto, en paralelo me llegaban mensajes de muchas mujeres que decían estar teniendo historias íntimas con él, lo cual él negaba. Incluso la persona que le manejaba la cuenta de Dylan y que hoy maneja en gran medida toda la comunicación de Fernández era una de estas personas”, relató Yañez con respecto a Hermoso González.

Guerra de sesiones: el oficialismo se niega a tratar el financiamiento universitario y vuelve a correr el riesgo de no reunir el quorum

Aunque no aparece mencionado directamente, el nombre del neurólogo y diputado radical Facundo Manes, sobrevuela la presentación de Yañez al mencionarse a Ineco, una de las fundaciones bajo su órbita. “Me sentía deprimida, culpable, angustiada, al punto de no tener fuerzas para nada. Busqué ayuda psicológica en INECO, adonde fui por los contactos del denunciado”, mencionó Yañez. A lo que agregó: “Me dieron un diagnóstico que pertenece a mi intimidad, por el cual me indicaron tratamiento psiquiátrico y me empezaron a medicar con diversas drogas. Recuerdo algunas como la sertralina; tomaba antidepresivos, ansiolíticos, clonazepam, entre otros. También participaba de grupos de terapia con otras mujeres con otras patologías y problemas”.

Consultados por LA NACION cerca de Manes desmintieron categóricamente cualquier intervención suya en el caso. “En Ineco se atienden mas de 500 pacientes por día”, argumentaron.

 De la presentación escrita de ayer, y la declaración de hoy de Yañez ante la Justicia, se desprenden casos individuales que estuvieron al tanto de la violencia pero no tomaron medidas; hay otros cuyo rol fue más secundario  LA NACION

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