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Se divorció después de 25 años y se metió en el mundo de las apps de citas: “Hay tanta oferta que todos piensan que va a haber algo mejor”

Carola conoció, a quien fue su segundo novio, en la facultad de derecho de la UBA. Estuvieron juntos durante 25 años y tuvieron dos hijos. Durante sus primeros años sin hijos el motor de la relación eran sus trabajos y la ambición. Luego, con la llegada de la maternidad ella decidió dejar su profesión para formar una familia. “Viendo en retrospectiva solo éramos buenos socios de negocios, no éramos compatibles emocionalmente”, asegura Carola. Y el verdadero motivo del divorcio fue la violencia.

¿Cómo volver a confiar en el amor? ¿Realmente existe el “alma gemela”?

“En mi matrimonio estaba prohibido tener amigos varones”

Con 40 años Carola se encontró con la posibilidad de empezar de nuevo. Sola y con el agobio de no contar con la cuota alimentaria porque su ex está en pareja con lo que ella describe “una viuda negra” con hijos, un nieto y muchísimas deudas que se aprovecha del éxito de su nueva pareja.

Pero Carola no baja los brazos, ella cree en el amor bueno, en el amor sano. “Empecé un camino vertiginoso de citas, en este tiempo pude contactar con hombres maravillosos, en mi matrimonio estaba prohibido tener amigos varones, así que fue todo un reto. Podemos tener muchas cosas materiales, pero si no tenemos a alguien para construir un vínculo estable, firme, seguro, de quien recibir un abrazo, mantener una charla íntima, con quien reírnos o tener una noche apasionada nada tiene sentido”, piensa Carola.

Así llegó la primera relación con un hombre muy afectuoso, estructurado y exitoso pero que resultó ser controlador. Luego apareció otro hombre que pasaba de los momentos de exaltación y disfrute a los días de depresión y distancia. El tercero parecía ser el definitivo: afectuoso, generoso, moderado en su trabajo, que la contenía, pero tenía algo que no compatibilizaba con Carola: no creía en la exclusividad en la pareja, “algo que para mí era inherente a una relación para él no lo era. Terminamos”, dice.

Carola analiza y encuentra un punto en común en todos ellos: “todos eran más chicos que yo, muy pasionales, muy afectuosos, muy atractivos, profesionales, trabajos estables pero mucha inestabilidad emocional y con pocas ganas de construir vínculos estables”. Ella cree que esto se debe a que como hay tanta “oferta y variedad” todos piensan que va a haber algo mejor y por eso no construyen ni se comprometen.

“La vida es más fácil con una persona que te quiere y vos querés”

Pero un día, por medio de una aplicación de citas, apareció Mariano. Viven lejos pero ambos trabajan en CABA con lo que sus citas son los almuerzos.

Mariano también tiene dos hijos y se divorció después de mucho tiempo. Coinciden en ir despacio y conociéndose de a poco. “Los dos estamos en momentos desordenados de nuestras vidas, él con búsqueda de su nuevo hogar, mucho trabajo, hijos chicos, y yo con un divorcio sin fin y de mucha violencia por parte de mi ex”, explica Carola y agrega cuál es su mayor deseo: “Ojalá desde la calma y más racionalmente que en las otras relaciones podamos concluir con un vínculo fuerte, seguro, de paz, pasión y principalmente de disfrute para formar una nueva familia, ese es mi mayor deseo”.

Carola y Mariano sienten que se conocen de toda la vida, comparten valores, formas de ver la vida, admite que los dos son estructurados, pero están dispuestos a vivir más el presente y dejar el pasado atrás sin tantas expectativas del futuro. Se propusieron disfrutar el día a día, “tenemos muy buena comunicación verbal y no verbal, nos perdemos en la mirada del otro, es increíble que potenciemos lo mejor del otro y juntos seamos personas tan luminosas, alegres y felices”, cuenta Carola.

Está contenta con su nueva relación, se siente en calma y esperanzada. Admite que volver a confiar le lleva tiempo, “en un principio es instintivo, de todas formas compartir valores y cómo cada cual afronta las situaciones es lo determinante, la vida es más fácil con una persona que te quiere y vos querés”, asegura.

No sabe si formará una nueva familia con Mariano, es muy pronto aún para saberlo, pero quiere que su historia sirva de esperanza para las personas que pasan por situaciones de violencia, que sepan que la familia de origen, los amigos y la terapia son los apoyos con los que uno cuenta para superar las situaciones. Carola cree que construir una relación hoy día puede resultar agotador, pero espera que su experiencia pueda dar la motivación suficiente para seguir en la búsqueda del “alma gemela”.

Si querés contarle tu historia a la Señorita Heart, escribile a corazones@lanacion.com.ar

Carola conoció, a quien fue su segundo novio, en la facultad de derecho de la UBA. Estuvieron juntos durante 25 años y tuvieron dos hijos. Durante sus primeros años sin hijos el motor de la relación eran sus trabajos y la ambición. Luego, con la llegada de la maternidad ella decidió dejar su profesión para formar una familia. “Viendo en retrospectiva solo éramos buenos socios de negocios, no éramos compatibles emocionalmente”, asegura Carola. Y el verdadero motivo del divorcio fue la violencia.

¿Cómo volver a confiar en el amor? ¿Realmente existe el “alma gemela”?

“En mi matrimonio estaba prohibido tener amigos varones”

Con 40 años Carola se encontró con la posibilidad de empezar de nuevo. Sola y con el agobio de no contar con la cuota alimentaria porque su ex está en pareja con lo que ella describe “una viuda negra” con hijos, un nieto y muchísimas deudas que se aprovecha del éxito de su nueva pareja.

Pero Carola no baja los brazos, ella cree en el amor bueno, en el amor sano. “Empecé un camino vertiginoso de citas, en este tiempo pude contactar con hombres maravillosos, en mi matrimonio estaba prohibido tener amigos varones, así que fue todo un reto. Podemos tener muchas cosas materiales, pero si no tenemos a alguien para construir un vínculo estable, firme, seguro, de quien recibir un abrazo, mantener una charla íntima, con quien reírnos o tener una noche apasionada nada tiene sentido”, piensa Carola.

Así llegó la primera relación con un hombre muy afectuoso, estructurado y exitoso pero que resultó ser controlador. Luego apareció otro hombre que pasaba de los momentos de exaltación y disfrute a los días de depresión y distancia. El tercero parecía ser el definitivo: afectuoso, generoso, moderado en su trabajo, que la contenía, pero tenía algo que no compatibilizaba con Carola: no creía en la exclusividad en la pareja, “algo que para mí era inherente a una relación para él no lo era. Terminamos”, dice.

Carola analiza y encuentra un punto en común en todos ellos: “todos eran más chicos que yo, muy pasionales, muy afectuosos, muy atractivos, profesionales, trabajos estables pero mucha inestabilidad emocional y con pocas ganas de construir vínculos estables”. Ella cree que esto se debe a que como hay tanta “oferta y variedad” todos piensan que va a haber algo mejor y por eso no construyen ni se comprometen.

“La vida es más fácil con una persona que te quiere y vos querés”

Pero un día, por medio de una aplicación de citas, apareció Mariano. Viven lejos pero ambos trabajan en CABA con lo que sus citas son los almuerzos.

Mariano también tiene dos hijos y se divorció después de mucho tiempo. Coinciden en ir despacio y conociéndose de a poco. “Los dos estamos en momentos desordenados de nuestras vidas, él con búsqueda de su nuevo hogar, mucho trabajo, hijos chicos, y yo con un divorcio sin fin y de mucha violencia por parte de mi ex”, explica Carola y agrega cuál es su mayor deseo: “Ojalá desde la calma y más racionalmente que en las otras relaciones podamos concluir con un vínculo fuerte, seguro, de paz, pasión y principalmente de disfrute para formar una nueva familia, ese es mi mayor deseo”.

Carola y Mariano sienten que se conocen de toda la vida, comparten valores, formas de ver la vida, admite que los dos son estructurados, pero están dispuestos a vivir más el presente y dejar el pasado atrás sin tantas expectativas del futuro. Se propusieron disfrutar el día a día, “tenemos muy buena comunicación verbal y no verbal, nos perdemos en la mirada del otro, es increíble que potenciemos lo mejor del otro y juntos seamos personas tan luminosas, alegres y felices”, cuenta Carola.

Está contenta con su nueva relación, se siente en calma y esperanzada. Admite que volver a confiar le lleva tiempo, “en un principio es instintivo, de todas formas compartir valores y cómo cada cual afronta las situaciones es lo determinante, la vida es más fácil con una persona que te quiere y vos querés”, asegura.

No sabe si formará una nueva familia con Mariano, es muy pronto aún para saberlo, pero quiere que su historia sirva de esperanza para las personas que pasan por situaciones de violencia, que sepan que la familia de origen, los amigos y la terapia son los apoyos con los que uno cuenta para superar las situaciones. Carola cree que construir una relación hoy día puede resultar agotador, pero espera que su experiencia pueda dar la motivación suficiente para seguir en la búsqueda del “alma gemela”.

Si querés contarle tu historia a la Señorita Heart, escribile a corazones@lanacion.com.ar

 Para Carola la búsqueda de una nueva relación puede resultar agotadora, aunque…  LA NACION

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