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La patria soñada de Luis Felipe Noé

Son casi las cuatro de la tarde del día en que se cumplen 174 años de la muerte del General José de San Martín, gran prócer de este país signado por luchas internas entre bandos divididos al extremo, tensiones y caos. Luis Felipe Noé, artista y maestro argentino de 91 años, pionero del grupo Nueva Figuración en los años sesenta, y representante de la Argentina en numerosas ocasiones, incluida la Bienal de Venecia (2009), entra en la sala de exhibición del Museo Casa Rosada. Con bastón y sombrero en mano, se detiene por un momento a mirar Por la patria soñada, un díptico de base acrílica de su autoría creado en 1990 y donado al Estado Nacional en el mismo año para integrar la colección de Presidencia de la Nación. Se sienta junto a la obra que se exhibirá en este museo durante el mes de agosto y se dispone a presentarla en el marco de esta fecha patria.

En bronce y mármol, de pie o a caballo, San Martín inspiró homenajes en todo el mundo

La bandera argentina y el caballo en esta obra de Noé permiten al espectador hacer una asociación directa entre la imagen y el Libertador de las Américas. “En ese momento la bandera argentina no era como es ahora, era otra, un atisbo… Por eso este no es un cuadro histórico, sino que es una convocación”, explica el artista en conversación con Virginia González, directora del Museo Casa Rosada. “Lo hice porque me parecía que era adecuado para la casa de gobierno un cuadro de orden histórico pero que no es la historia en sí misma, sino simplemente una vaga idea de la lucha por la patria soñada. Cuando digo soñada, digo más que deseada, porque el deseo es algo concreto, y en cambio el sueño se traslada en el tiempo y convoca mucho más allá de los límites de una nación. Por algo San Martín se trasladó hacia Chile y Perú en la lucha. Porque vio que la patria soñada era ante todo América Latina”, sigue, antes de recorrer las imágenes que se proyectarán en el televisor de obras que muestran que la historia argentina y sus contrastes violentos fueron una referencia recurrente en su obra. Comenta brevemente trabajos como Imagen apónica de Dorrego (1964); Ser nacional (1965); Que se rinda tu abuela (1989); Paisaje para armar (1990); Restauración institucional (1994); Introducción histórica (1999), entre otras.

El concepto de caos ha estado presente en la obra de Luis Felipe Noé como un hilo conductor de sus pasos o como el tren que lo llevaría por su largo periplo artístico, como propone él mismo en su sitio web. Se convertiría hasta en capítulos de libros, como “El caos como estructura” en Antiestética (1965); o en títulos de otros, como El caos que constituimos (2017); y del último aún sin publicar, Asumir el caos en el arte y en la vida, que espera salga hacia fin de año, según adelantó. El caos se presenta también en esta obra con colores estridentes y enérgicos que permiten pensar en una gran danza de sueños.

¿Cuál es la patria soñada de Luis Felipe Noé?, pregunta alguien del público entre las sesenta personas presentes. “Un país que no dependa de ningún imperialismo; que viva de su propia energía aprovechando que tiene una tierra magnífica y además hombres muy aptos para el trabajo. Hay un chiste que dice: estaba Dios en la creación y pone los mejores campos, los mejores animales. Un angelito le dice a Dios: ¿No está exagerando? No, pero ahora faltan los argentinos”, remata con humor.

Arte en La Rosada

Por la patria soñada fue realizada especialmente para formar parte de Arte en la Rosada, una iniciativa impulsada en 1990 por el Poder Ejecutivo durante la primera presidencia de Carlos Menem, en base a la cual se seleccionó a un grupo de artistas argentinos, pintores y escultores, para que realizaran una obra y la donaran al Patrimonio de Presidencia en la Casa Rosada. Esta obra de Noé estuvo expuesta al público en el Museo de la Casa Rosada entre 2011 y 2016, cuando el mismo se llamaba Museo del Bicentenario.

En su momento y para la selección de las obras que integrarían el Arte en la Rosada se creó una comisión especial presidida por Gustavo Béliz que llevó el nombre de Comisión Arte Argentino Contemporáneo en la Casa de Gobierno. Estaba conformada por Patricio Lóizaga como vicepresidente y por Fermín Fevre, Jorge Glusberg, César Magrini, Nelly Perazzo, Rául Santana, Ernesto Schóó y Rafael Squirru como consejeros.

¡Eso no se come! Cómo las dietas de moda limitan nuestro placer

“Estas obras no se incorporan tan sólo a la Casa Rosada para embellecerla o engalanarla. Se incorporan, además, a la memoria de un tiempo distinto. Estarán en sus pasillos y paredes para recordarnos que la tarea pendiente -para nosotros y para los hijos de nuestros hijos- siempre será una, más allá del paso del tiempo y las cuentas pendientes de la historia —escribía Gustavo Béliz en el prólogo del catálogo de la muestra que tuvo lugar en el Museo Nacional de Bellas Artes en 1990 con la colección de Arte en la Rosada—. Se tratará de descubrir en la cultura esa obra de amor, capaz no tan sólo de engrandecerse como hombres, sino fundamentalmente de hacernos descubrir lo que somos. La gratitud, entonces, por la fiesta de colores y formas, y por la llave para comenzar a descifrar nuestro enigma”.

Los otros artistas convocados para esta iniciativa, además de Luis Felipe Noé, fueron: Luis Benedit, Ricardo Carpani, Norberto Cresta, Jorge Demirjian, Hernán Dompe, Nicolás García Uriburu, Edgardo Giménez, Carlos Gorriarena, Kenneth Kemble, Gyula Kosice, Marta Minujín, Pérez Célis, Rogelio Polesello, Alejandro Puente, Josefina Robirosa, Clorindo Testa, Leopoldo Torres Agüero, Leo Vinci y Luis Wells.

“La pintura de Noé sigue mostrando una visión donde todo es tránsito, donde no se sabe si se hace o se deshace un mundo (…). No es casual que Noé con frecuencia hable del caos como de un nuevo orden: lo que persigue es el momento del génesis, la sonora melodía de lo virginal, —escribió Raúl Santana sobre Por la patria soñada, en el texto que acompaña la imagen de la obra en el catálogo citado—. Vuelvo a encontrar el gesto heroico, los acontecimientos donde el hombre se mueve entre presencias gigantescas en un paraíso mítico y perdido y pienso en nuestro continente, adonde como un sueño, a veces la historia se ilumina, a veces nuestra geografía y otras el hombre”.

El Museo Casa Rosada

El Museo Casa Rosada, que impulsó la actividad de esta tarde con Luis Felipe Noé, es una institución dependiente de la Secretaría General de la Presidencia de la Nación; fue creado el 25 de mayo de 1957 por la Ley 5579 con el objetivo de preservar, investigar y comunicar la historia argentina a través de sus gobernantes, transcurridos 30 años de la finalización de su mandato.

En el año 2011 se incorporaron al relato museológico los restos arqueológicos de la ex Aduana Taylor, el Fuerte de Buenos Aires, y la obra Ejercicio Plástico, mural realizado por el Equipo Poligráfico encabezado por David Alfaro Siqueiros.

Ocasionalmente, como ocurre en este caso, se exponen en este espacio piezas que pertenecen a la colección de Arte en la Rosada.

Para agendar

La obra podrá visitarse durante el mes de agosto en el Museo Casa Rosada (Paseo Colón al 100), de miércoles a domingos de 11 a 18.

El próximo viernes 23 de agosto a las 19, el artista presentará su libro El ojo que escribe, en Ampersand (Ombú 3091). Entrada libre y gratuita.

Son casi las cuatro de la tarde del día en que se cumplen 174 años de la muerte del General José de San Martín, gran prócer de este país signado por luchas internas entre bandos divididos al extremo, tensiones y caos. Luis Felipe Noé, artista y maestro argentino de 91 años, pionero del grupo Nueva Figuración en los años sesenta, y representante de la Argentina en numerosas ocasiones, incluida la Bienal de Venecia (2009), entra en la sala de exhibición del Museo Casa Rosada. Con bastón y sombrero en mano, se detiene por un momento a mirar Por la patria soñada, un díptico de base acrílica de su autoría creado en 1990 y donado al Estado Nacional en el mismo año para integrar la colección de Presidencia de la Nación. Se sienta junto a la obra que se exhibirá en este museo durante el mes de agosto y se dispone a presentarla en el marco de esta fecha patria.

En bronce y mármol, de pie o a caballo, San Martín inspiró homenajes en todo el mundo

La bandera argentina y el caballo en esta obra de Noé permiten al espectador hacer una asociación directa entre la imagen y el Libertador de las Américas. “En ese momento la bandera argentina no era como es ahora, era otra, un atisbo… Por eso este no es un cuadro histórico, sino que es una convocación”, explica el artista en conversación con Virginia González, directora del Museo Casa Rosada. “Lo hice porque me parecía que era adecuado para la casa de gobierno un cuadro de orden histórico pero que no es la historia en sí misma, sino simplemente una vaga idea de la lucha por la patria soñada. Cuando digo soñada, digo más que deseada, porque el deseo es algo concreto, y en cambio el sueño se traslada en el tiempo y convoca mucho más allá de los límites de una nación. Por algo San Martín se trasladó hacia Chile y Perú en la lucha. Porque vio que la patria soñada era ante todo América Latina”, sigue, antes de recorrer las imágenes que se proyectarán en el televisor de obras que muestran que la historia argentina y sus contrastes violentos fueron una referencia recurrente en su obra. Comenta brevemente trabajos como Imagen apónica de Dorrego (1964); Ser nacional (1965); Que se rinda tu abuela (1989); Paisaje para armar (1990); Restauración institucional (1994); Introducción histórica (1999), entre otras.

El concepto de caos ha estado presente en la obra de Luis Felipe Noé como un hilo conductor de sus pasos o como el tren que lo llevaría por su largo periplo artístico, como propone él mismo en su sitio web. Se convertiría hasta en capítulos de libros, como “El caos como estructura” en Antiestética (1965); o en títulos de otros, como El caos que constituimos (2017); y del último aún sin publicar, Asumir el caos en el arte y en la vida, que espera salga hacia fin de año, según adelantó. El caos se presenta también en esta obra con colores estridentes y enérgicos que permiten pensar en una gran danza de sueños.

¿Cuál es la patria soñada de Luis Felipe Noé?, pregunta alguien del público entre las sesenta personas presentes. “Un país que no dependa de ningún imperialismo; que viva de su propia energía aprovechando que tiene una tierra magnífica y además hombres muy aptos para el trabajo. Hay un chiste que dice: estaba Dios en la creación y pone los mejores campos, los mejores animales. Un angelito le dice a Dios: ¿No está exagerando? No, pero ahora faltan los argentinos”, remata con humor.

Arte en La Rosada

Por la patria soñada fue realizada especialmente para formar parte de Arte en la Rosada, una iniciativa impulsada en 1990 por el Poder Ejecutivo durante la primera presidencia de Carlos Menem, en base a la cual se seleccionó a un grupo de artistas argentinos, pintores y escultores, para que realizaran una obra y la donaran al Patrimonio de Presidencia en la Casa Rosada. Esta obra de Noé estuvo expuesta al público en el Museo de la Casa Rosada entre 2011 y 2016, cuando el mismo se llamaba Museo del Bicentenario.

En su momento y para la selección de las obras que integrarían el Arte en la Rosada se creó una comisión especial presidida por Gustavo Béliz que llevó el nombre de Comisión Arte Argentino Contemporáneo en la Casa de Gobierno. Estaba conformada por Patricio Lóizaga como vicepresidente y por Fermín Fevre, Jorge Glusberg, César Magrini, Nelly Perazzo, Rául Santana, Ernesto Schóó y Rafael Squirru como consejeros.

¡Eso no se come! Cómo las dietas de moda limitan nuestro placer

“Estas obras no se incorporan tan sólo a la Casa Rosada para embellecerla o engalanarla. Se incorporan, además, a la memoria de un tiempo distinto. Estarán en sus pasillos y paredes para recordarnos que la tarea pendiente -para nosotros y para los hijos de nuestros hijos- siempre será una, más allá del paso del tiempo y las cuentas pendientes de la historia —escribía Gustavo Béliz en el prólogo del catálogo de la muestra que tuvo lugar en el Museo Nacional de Bellas Artes en 1990 con la colección de Arte en la Rosada—. Se tratará de descubrir en la cultura esa obra de amor, capaz no tan sólo de engrandecerse como hombres, sino fundamentalmente de hacernos descubrir lo que somos. La gratitud, entonces, por la fiesta de colores y formas, y por la llave para comenzar a descifrar nuestro enigma”.

Los otros artistas convocados para esta iniciativa, además de Luis Felipe Noé, fueron: Luis Benedit, Ricardo Carpani, Norberto Cresta, Jorge Demirjian, Hernán Dompe, Nicolás García Uriburu, Edgardo Giménez, Carlos Gorriarena, Kenneth Kemble, Gyula Kosice, Marta Minujín, Pérez Célis, Rogelio Polesello, Alejandro Puente, Josefina Robirosa, Clorindo Testa, Leopoldo Torres Agüero, Leo Vinci y Luis Wells.

“La pintura de Noé sigue mostrando una visión donde todo es tránsito, donde no se sabe si se hace o se deshace un mundo (…). No es casual que Noé con frecuencia hable del caos como de un nuevo orden: lo que persigue es el momento del génesis, la sonora melodía de lo virginal, —escribió Raúl Santana sobre Por la patria soñada, en el texto que acompaña la imagen de la obra en el catálogo citado—. Vuelvo a encontrar el gesto heroico, los acontecimientos donde el hombre se mueve entre presencias gigantescas en un paraíso mítico y perdido y pienso en nuestro continente, adonde como un sueño, a veces la historia se ilumina, a veces nuestra geografía y otras el hombre”.

El Museo Casa Rosada

El Museo Casa Rosada, que impulsó la actividad de esta tarde con Luis Felipe Noé, es una institución dependiente de la Secretaría General de la Presidencia de la Nación; fue creado el 25 de mayo de 1957 por la Ley 5579 con el objetivo de preservar, investigar y comunicar la historia argentina a través de sus gobernantes, transcurridos 30 años de la finalización de su mandato.

En el año 2011 se incorporaron al relato museológico los restos arqueológicos de la ex Aduana Taylor, el Fuerte de Buenos Aires, y la obra Ejercicio Plástico, mural realizado por el Equipo Poligráfico encabezado por David Alfaro Siqueiros.

Ocasionalmente, como ocurre en este caso, se exponen en este espacio piezas que pertenecen a la colección de Arte en la Rosada.

Para agendar

La obra podrá visitarse durante el mes de agosto en el Museo Casa Rosada (Paseo Colón al 100), de miércoles a domingos de 11 a 18.

El próximo viernes 23 de agosto a las 19, el artista presentará su libro El ojo que escribe, en Ampersand (Ombú 3091). Entrada libre y gratuita.

 El gran artista argentino, de 91 años, presentó hoy en el Museo Casa Rosada su obra de 1990, donada al Estado Nacional para integrar la colección de Presidencia de la Nación  LA NACION

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