El país logró un superávit comercial récord en los primeros siete meses del año

En línea con lo que viene exhibiendo en todo el año, la balanza comercial argentina volvió a arrojar cifras positivas en julio, con un superávit de US$1575 millones. Con este resultado acumula en siete meses de 2024un saldo positivo de US$12.260 millones, que es el mayor de la historia en ese período y que lo encamina a romper también el récord histórico en el total anual.
La buena noticia está atenuada por el hecho de que, si bien las exportaciones mantienen su robustez y crecen a buen ritmo, las importaciones siguen por el piso, producto de la recesión que atraviesa la economía local y del cepo cambiario, que sigue estableciendo límites o postergaciones a los pagos de compras en el exterior. Esta realidad no se da solo en julio, sino en todo lo que va del año.
El Gobierno elimina la retención a cuenta de IVA y Ganancias en los comercios y promete más medidas
Aún así, el Marcelo Elizondo, especialista en negocios internacionales, señaló que la balanza comercial acelera su marcha hacia la consolidación de un resultado récord a fin de año. “Nos encaminamos a un superávit comercial de más de US$18.000 millones cuando termine este año, que será el mayor de la historia en dólares corrientes”, subrayó.
En los siete meses de 2024 asoma una novedad para destacar: las exportaciones de petróleo crudo subieron 65%. Según Elizondo, se trata de un aumento mayor que el de cualquier rubro significativo de las ventas externas argentinas –en números absolutos se ubica en el cuarto lugar del ranking del total exportado, detrás de las oleaginosas, los pellets de soja y del material de transporte–. “Esto impulsa también el incremento de la exportación de combustibles y energía a 28,5%”, agregó el especialista.
Al fijar la vista estrictamente en lo ocurrido en julio, se puede ver que las cantidades exportadas aumentaron más de 25% en el mes, con una caída de precios de 5% en igual período, pero, las importaciones siguen muy retraídas, como se indicó, producto de la recesión y el cepo. Basta mirar lo que sucedió en el mes con los bienes de capital, para concluir que la producción está muy afectada: este rubro cayó 13,3%.
Una foto de la balanza comercial de julio arroja que las exportaciones crecieron 19,2%, más que el promedio anual, que venía arrojando un 14%, mientras que las importaciones cayeron 16,5%, una contracción fuerte aunque por debajo del promedio del año, que es de 20%. Expresado en dólares, las ventas externas de julio reportaron US$7221 millones y las compras al exterior sumaron US$5646 millones.
El comercio exterior le está dando por el momento buenas noticias al Gobierno, con un superávit comercial que, de concretarse las estimaciones de los especialistas, aportará muchos dólares a las necesitadas arcas estatales, pero, apenas se dirige la mirada sobre lo que podría suceder en 2025, se advierte que será muy difícil replicar los actuales resultados positivos.
En línea con lo que viene exhibiendo en todo el año, la balanza comercial argentina volvió a arrojar cifras positivas en julio, con un superávit de US$1575 millones. Con este resultado acumula en siete meses de 2024un saldo positivo de US$12.260 millones, que es el mayor de la historia en ese período y que lo encamina a romper también el récord histórico en el total anual.
La buena noticia está atenuada por el hecho de que, si bien las exportaciones mantienen su robustez y crecen a buen ritmo, las importaciones siguen por el piso, producto de la recesión que atraviesa la economía local y del cepo cambiario, que sigue estableciendo límites o postergaciones a los pagos de compras en el exterior. Esta realidad no se da solo en julio, sino en todo lo que va del año.
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Aún así, el Marcelo Elizondo, especialista en negocios internacionales, señaló que la balanza comercial acelera su marcha hacia la consolidación de un resultado récord a fin de año. “Nos encaminamos a un superávit comercial de más de US$18.000 millones cuando termine este año, que será el mayor de la historia en dólares corrientes”, subrayó.
En los siete meses de 2024 asoma una novedad para destacar: las exportaciones de petróleo crudo subieron 65%. Según Elizondo, se trata de un aumento mayor que el de cualquier rubro significativo de las ventas externas argentinas –en números absolutos se ubica en el cuarto lugar del ranking del total exportado, detrás de las oleaginosas, los pellets de soja y del material de transporte–. “Esto impulsa también el incremento de la exportación de combustibles y energía a 28,5%”, agregó el especialista.
Al fijar la vista estrictamente en lo ocurrido en julio, se puede ver que las cantidades exportadas aumentaron más de 25% en el mes, con una caída de precios de 5% en igual período, pero, las importaciones siguen muy retraídas, como se indicó, producto de la recesión y el cepo. Basta mirar lo que sucedió en el mes con los bienes de capital, para concluir que la producción está muy afectada: este rubro cayó 13,3%.
Una foto de la balanza comercial de julio arroja que las exportaciones crecieron 19,2%, más que el promedio anual, que venía arrojando un 14%, mientras que las importaciones cayeron 16,5%, una contracción fuerte aunque por debajo del promedio del año, que es de 20%. Expresado en dólares, las ventas externas de julio reportaron US$7221 millones y las compras al exterior sumaron US$5646 millones.
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Con el saldo positivo de US$1575 millones en julio, acumuló un saldo positivo de US$12.260 millones, con lo que se encamina a un resultado récord a fin de año; preocupa la caída de las importaciones LA NACION