Ariel Lijo defiende en el Senado su nominación a la Corte Suprema
En medio de un fuerte clima de incertidumbre por la decisión del bloque de senadores kirchneristas de no apoyar su candidatura hasta que el Gobierno no se siente a negociar, el juez federal Ariel Lijo expone esta mañana ante la Comisión de Acuerdos del Senado para defender el pliego que lo nomina como juez de la Corte Suprema de Justicia.
Lijo llega a la audiencia pública objetado de manera contundente por organizaciones profesionales y no gubernamentales que cuestionan su idoneidad moral y técnica para alcanzar una de las máximas judicaturas del país.
Estas críticas quedaron reflejadas en las 34 impugnaciones a la candidatura del controvertido juez federal que recibió la Comisión de Acuerdos. Fueron 12 más que las que recibió la nominación del catedrático Manuel García-Mansilla, también propuesto por el Poder Ejecutivo para el máximo tribunal de justicia.
La postulación de Lijo también había sido motivo de numerosas impugnaciones, más de 300, cuando el Ministerio de Justicia expuso su nominación antes de mandar el pliego a la Cámara alta.
Pero el escenario se enrareció en las horas previas a la audiencia pública con las declaraciones a LA NACION del jefe del bloque de senadores de Unión por la Patria, José Mayans (Formosa), quien anunció que su bancada no está dispuesta a apoyar el dictamen de comisión que le permitiría al pliego de Lijo llegar al recinto de la Cámara alta.
“Le sugerí al bloque que no firme el dictamen, que las firmas las ponga el Poder Ejecutivo”, afirmó Mayans, en diálogo con LA NACION. “A nosotros no nos habló nadie y, en principio, no tenemos ninguna obligación. El que tiene la obligación de juntar las firmas es el Ejecutivo. Para mí, el tema de la Corte requiere de un acuerdo político”, remató el jefe de la principal bancada de oposición del Senado.
A esto se sumó la interna oficialista entre Santiago Caputo y Karina Milei con la vicepresidenta Victoria Villarruel, que en una jugada calculada y a menos de 24 horas de celebrarse la audiencia pública, volvió a criticar la decisión del Gobierno de postular a Lijo para la Corte y cuestionó en duros términos al candidato.
“No creo que haya sido la mejor elección y simplemente ha sido una candidatura controversial. Todos hubiéramos querido tener un candidato que nos enorgullezca, que va a poder desenvolver la más alta judicatura con la suficiente rectitud, honestidad y sabiduría posible; y no es este el caso”, afirmó Villarruel durante un almuerzo en el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, entidad que impugnó la nominación de Lijo.
Surgió otra voz rebelde en La Libertad Avanza (LLA). El senador nacional Francisco Paoltroni dijo que se opondrá al juez Lijo y denunció un pacto entre Santiago Caputo, asesor de Javier Milei, y el kirchnerismo para que avance el pliego del juez federal.
Reglamento
El reglamento del Senado establece para los casos de las audiencias públicas de candidatos a la Corte Suprema que la Comisión de Acuerdos deberá emitir dictamen fundado “a la mayor brevedad posible”. Aunque parece imperativo, en realidad la letra fría del reglamento no pone plazos taxativos para que los senadores se expidan.
Para obtener dictamen de mayoría se necesitan la firma de nueve de los17 integrantes de la comisión. Hasta el momento, la postulación de Lijo no reuniría ese número para poder avanzar a su discusión en el recinto del Senado.
Esto es así ya que a la negativa a firmar de los siete miembros del kirchnerismo se sumarían los radicales Carolina osada (Santa Fe) y Pablo Blanco (Tierra del Fuego), que ya anunciaron que rechazan la nominación del juez federal por considerarlo indigno para ocupar tan alto sitial.
En el caso de que el panorama cambie y el pliego obtenga dictamen de mayoría, Lijo tendrá que enfrentar una última y más exigente prueba, ya que para ser designado como juez de la Corte Suprema necesitará reunir el voto de los dos tercios de los presentes en el recinto del Senado.
En medio de un fuerte clima de incertidumbre por la decisión del bloque de senadores kirchneristas de no apoyar su candidatura hasta que el Gobierno no se siente a negociar, el juez federal Ariel Lijo expone esta mañana ante la Comisión de Acuerdos del Senado para defender el pliego que lo nomina como juez de la Corte Suprema de Justicia.
Lijo llega a la audiencia pública objetado de manera contundente por organizaciones profesionales y no gubernamentales que cuestionan su idoneidad moral y técnica para alcanzar una de las máximas judicaturas del país.
Estas críticas quedaron reflejadas en las 34 impugnaciones a la candidatura del controvertido juez federal que recibió la Comisión de Acuerdos. Fueron 12 más que las que recibió la nominación del catedrático Manuel García-Mansilla, también propuesto por el Poder Ejecutivo para el máximo tribunal de justicia.
La postulación de Lijo también había sido motivo de numerosas impugnaciones, más de 300, cuando el Ministerio de Justicia expuso su nominación antes de mandar el pliego a la Cámara alta.
Pero el escenario se enrareció en las horas previas a la audiencia pública con las declaraciones a LA NACION del jefe del bloque de senadores de Unión por la Patria, José Mayans (Formosa), quien anunció que su bancada no está dispuesta a apoyar el dictamen de comisión que le permitiría al pliego de Lijo llegar al recinto de la Cámara alta.
“Le sugerí al bloque que no firme el dictamen, que las firmas las ponga el Poder Ejecutivo”, afirmó Mayans, en diálogo con LA NACION. “A nosotros no nos habló nadie y, en principio, no tenemos ninguna obligación. El que tiene la obligación de juntar las firmas es el Ejecutivo. Para mí, el tema de la Corte requiere de un acuerdo político”, remató el jefe de la principal bancada de oposición del Senado.
A esto se sumó la interna oficialista entre Santiago Caputo y Karina Milei con la vicepresidenta Victoria Villarruel, que en una jugada calculada y a menos de 24 horas de celebrarse la audiencia pública, volvió a criticar la decisión del Gobierno de postular a Lijo para la Corte y cuestionó en duros términos al candidato.
“No creo que haya sido la mejor elección y simplemente ha sido una candidatura controversial. Todos hubiéramos querido tener un candidato que nos enorgullezca, que va a poder desenvolver la más alta judicatura con la suficiente rectitud, honestidad y sabiduría posible; y no es este el caso”, afirmó Villarruel durante un almuerzo en el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, entidad que impugnó la nominación de Lijo.
Surgió otra voz rebelde en La Libertad Avanza (LLA). El senador nacional Francisco Paoltroni dijo que se opondrá al juez Lijo y denunció un pacto entre Santiago Caputo, asesor de Javier Milei, y el kirchnerismo para que avance el pliego del juez federal.
Reglamento
El reglamento del Senado establece para los casos de las audiencias públicas de candidatos a la Corte Suprema que la Comisión de Acuerdos deberá emitir dictamen fundado “a la mayor brevedad posible”. Aunque parece imperativo, en realidad la letra fría del reglamento no pone plazos taxativos para que los senadores se expidan.
Para obtener dictamen de mayoría se necesitan la firma de nueve de los17 integrantes de la comisión. Hasta el momento, la postulación de Lijo no reuniría ese número para poder avanzar a su discusión en el recinto del Senado.
Esto es así ya que a la negativa a firmar de los siete miembros del kirchnerismo se sumarían los radicales Carolina osada (Santa Fe) y Pablo Blanco (Tierra del Fuego), que ya anunciaron que rechazan la nominación del juez federal por considerarlo indigno para ocupar tan alto sitial.
En el caso de que el panorama cambie y el pliego obtenga dictamen de mayoría, Lijo tendrá que enfrentar una última y más exigente prueba, ya que para ser designado como juez de la Corte Suprema necesitará reunir el voto de los dos tercios de los presentes en el recinto del Senado.
El juez expone ante la Comisión de Acuerdos, en medio de la tensión por la advertencia del kirchnerismo de que no lo apoyará si el Gobierno no se sienta a negociar; para obtener dictamen, necesita de la firma de 17 legisladores LA NACION