Beto Casella reveló qué decía el último mensaje que le envió a Tamara Pettinato: “Hacé lo que quieras; yo no te voy a ir a buscar a tu casa”
El jueves 8 de agosto, Tamara Pettinato estaba en el camarín esperando que la llamaran desde el estudio. Faltaban solo siete minutos para que Bendita comenzara cuando el productor ejecutivo del programa de El Nueve le mostró, desde su celular, los videos que habían comenzado a viralizarse y la tenían como protagonista junto al entonces presidente Alberto Fernández. Sin entender muy bien lo que estaba pasando y en medio de una crisis, la hija de Roberto Pettinato decidió atrincherarse y no sentarse en la silla que habitualmente ocupa en el programa conducido por Beto Casella.
Su regreso a Bendita se dio recién el viernes pasado. A esa altura, la panelista ya había hecho su descargo en las redes y, la noche anterior, había dado un solemne discurso mirando a cámaras en Final feliz, el ciclo sobre sexo que conduce junto a Nazareno Casero y Lu Iacono en Blender. Como era de esperarse, casi todo el programa de aquel viernes giró en torno a aquellos videos, con informes sobre lo ocurrido y un nutrido y lúcido reportaje a Pettinato realizado por Casella. Todo parecía indicar que la panelista había vuelto para quedarse, pero con el correr de los días quedó en claro que esa posibilidad es cada vez más lejana.
La continuidad de Pettinato en el histórico programa se convirtió en el tema más transitado por los programas de espectáculos y trepó también a las principales posiciones de los portales de noticias. Y luego de haber contado en Intrusos que lo que ocurriera con ella en el ciclo ya no dependía de él, el conductor brindó este martes una entrevista por la noche en la que dio más precisiones sobre la situación de Tamara y los motivos por los que él decidió “soltarle la mano”.
En principio, el periodista relató en Duro de domar, de C5N, cómo se enteró de la existencia de los videos y cuál fue su reacción: “Yo arranco el programa 20.30 en vivo. A las 20.20 vino mi productor ejecutivo y me dice: ‘Mirá lo que salió’. Y le dije: “Che, pará… Debe ser inteligencia artificial. Debe ser una fake news. ¿Dónde está Tamara? Dame dos minutos para pensar. No la sienten, porque por ahí está shockeada’. Ella se acababa de enterar, también, y por ahí se nos ponía a llorar en el panel. Entonces, les dije que la dejaran, que hiciera lo que quisiera, que se quedara en el camarín o que se fuera a su casa. Nosotros teníamos que abordar el tema. Lo teníamos que mostrar. No lo podíamos esconder porque ya estaba en todos los portales y en todos los noticieros”.
Sin embargo, explicó que desde días antes de que salieran a la luz los videos, el clima ya estaba algo enrarecido: “Ese día abordamos como pudimos el tema, pero ya veníamos de los despelotes de Alberto, de la violencia de género, del tema de los seguros y, sobre todo, los quilombos con Fabiola [Yañez] y me acuerdo que, sabiendo que Tamara algún tipo de vínculo había tenido, le veía la cara y sabía que la incomodaba. Por eso, ni se me ocurrió preguntarle qué opinaba, porque sabía que la ponía en un mal lugar”.
“Ese día no habló. Durante dos días no la vimos, porque ella se recluyó. Todo el mundo me preguntaba si había hablado con ella, y no; recién unos días después intercambiamos mensajes. Y finalmente, vino el viernes… Mis compañeros y yo creemos que tuvo un trato bastante cálido, dentro de la complejidad de la situación, porque son tonos difíciles de manejar”, relató luego. Y aclaró: “Porque teníamos a una chica que estaba siendo condenada por medio mundo, porque no estaba haciendo nada ilegal, pero era feo de ver. Además, estaba el antecedente de la pandemia”.
“Le dijimos amablemente que en sus descargos previos había parecido como ‘mandona’. No le dijimos soberbia, pero se lo dimos a entender. Es lo que a todos nos pareció y nos parece. Por ahí es su estilo. Creo que hoy Ernesto Tenembaum decía que es ingobernable Tamara. Bueno, está bien, pero dentro de todo me parece que fue una charla en la que más o menos la hicimos sentir cómoda”, continuó.
“Tamara dice que la maltratamos ese día. Yo creo que lo hicimos muy dignamente y ella no se fue para nada angustiada, pero todos los días renunciaba y dejaba de renunciar, porque nosotros los días en que ella no estaba le dedicábamos un tramo del programa al tema, y capaz que eso ella lo sentía como una agresión. ¿Podés no hablar sobre Tamara, aunque sea de tu equipo, cuando todo el mundo está hablando sobre eso?”, se preguntó.
“A todo esto, en las redes me llegaban mensajes. Dos de cada diez me decían que la teníamos que bancar y ocho me pedían que la echara. Por eso, ese viernes yo dije mirando a cámara: ‘Quiero decirle a la gente que me está pidiendo que despida a Tamara, que no lo voy a hacer; que yo no dejo sin trabajo a nadie. Y que si por eso nos van a dejar de ver, los saludo ahora’. Más claro imposible en cuanto al respaldo”, expresó el conductor.
“El sábado salió el otro video, y también tuvo su repercusión, y se sumaron las versiones de que podrían aparecer otras cosas. Por eso, el lunes le pregunté a mi productor ejecutivo cuál era el criterio con Tamara, con respecto a los días que iba a venir. Y le dije que a mí me parecía que había que darle unos días, por ella y por el programa. Porque, por lo menos durante esta semana, si viene íbamos a estar ponchándola todo el tiempo, e iba a ser incómodo para todos”, reflexionó. Y explicó: “Nosotros hacemos un programa de humor. Y el productor me reenvía los mensajes que ella le había enviado, en los que decía que estábamos locos, porque encima de que la maltratábamos le pedíamos que se tome unos días. ‘Me doy por despedida. No voy más’, le decía”.
“Cuando le contesta así al productor, le mando un audio yo diciéndole: “Tamara, a veces cuando te dicen que te quieren presevar es porque te quieren limpiar. No es este el caso. Me parece que es bueno para el programa y para vos tomarnos unos días. Ahora, si vos te sentís despedida, si estás a disgusto, si venir es un padecimiento, hacé lo que quieras. Yo no te voy a ir a buscar a tu casa’”.
“Así estamos ahora… Esto me agobió. ¡Me agotó tanto! Porque yo soy de atender. Si viene un móvil, no soy de seguir de largo, algo les doy. Y ya debo haber dado 28 móviles o más desde que empezó este quilombo. Tamara no habla y está bien, hay que respetarla, pero entonces termina hablando este otario”, se quejó. E indicó: “Yo jamás hice un juicio de valor sobre lo que estaba haciendo ella en los videos. Te puede no gustar, te puede parecer empalagoso, pero por la actitud del tipo, de Alberto, siendo Presidente. Pero jamás se le ocurrió preguntarle cómo se le ocurrió meterse ahí”.
“Ahora no estoy teniendo contacto con ella. Y anoche, podrido de todo esto, dije que hable en canal, porque yo no tengo con quién hablar en la emisora, tengo que hacer todo solo; poner la cara yo en todos los medios, tratando de entender a Tamara y a la gente que está enojadísima. Que el canal emita un comunicado o que nos diga: ‘Señores, a partir de la semana que viene pasa esto, esto y esto’. Yo soy un empleado más. Que lo decida el canal, que es lo que debería haber hecho desde el primer día”.
Beto Casella confirmó, en vivo, la renuncia de Tamara Pettinato a Bendita
Casella había revelado la renuncia de Pettinato este lunes, durante su visita al programa Ángel Responde de Bondi. Allí, en diálogo con Ángel De Brito, leyó al aire un mensaje que le había enviado la panelista: “No vuelvo después del maltrato que me dieron el viernes cuando no estuve. Se dan el lujo de decirme que esta semana no vaya porque en las redes dicen”. Ya cansado de la situación, el conductor estalló y contó su versión de la historia: “Yo como me comí la de Godzilla del minuto a minuto el día que apareció el video, me parece que debo ser honesto con la gente, con ustedes, y contar todo tal cual”, comenzó expresando. Y disparó: “No es sólo por lo que dicen en las redes; es una cuestión de clima. Y, de verdad, creeme que la idea era preservarla a ella. Yo ya había manifestado, ‘Tal tape el viernes’. Yo no la puedo despedir, y ahora entiendo que se está yendo sola”.
El jueves 8 de agosto, Tamara Pettinato estaba en el camarín esperando que la llamaran desde el estudio. Faltaban solo siete minutos para que Bendita comenzara cuando el productor ejecutivo del programa de El Nueve le mostró, desde su celular, los videos que habían comenzado a viralizarse y la tenían como protagonista junto al entonces presidente Alberto Fernández. Sin entender muy bien lo que estaba pasando y en medio de una crisis, la hija de Roberto Pettinato decidió atrincherarse y no sentarse en la silla que habitualmente ocupa en el programa conducido por Beto Casella.
Su regreso a Bendita se dio recién el viernes pasado. A esa altura, la panelista ya había hecho su descargo en las redes y, la noche anterior, había dado un solemne discurso mirando a cámaras en Final feliz, el ciclo sobre sexo que conduce junto a Nazareno Casero y Lu Iacono en Blender. Como era de esperarse, casi todo el programa de aquel viernes giró en torno a aquellos videos, con informes sobre lo ocurrido y un nutrido y lúcido reportaje a Pettinato realizado por Casella. Todo parecía indicar que la panelista había vuelto para quedarse, pero con el correr de los días quedó en claro que esa posibilidad es cada vez más lejana.
La continuidad de Pettinato en el histórico programa se convirtió en el tema más transitado por los programas de espectáculos y trepó también a las principales posiciones de los portales de noticias. Y luego de haber contado en Intrusos que lo que ocurriera con ella en el ciclo ya no dependía de él, el conductor brindó este martes una entrevista por la noche en la que dio más precisiones sobre la situación de Tamara y los motivos por los que él decidió “soltarle la mano”.
En principio, el periodista relató en Duro de domar, de C5N, cómo se enteró de la existencia de los videos y cuál fue su reacción: “Yo arranco el programa 20.30 en vivo. A las 20.20 vino mi productor ejecutivo y me dice: ‘Mirá lo que salió’. Y le dije: “Che, pará… Debe ser inteligencia artificial. Debe ser una fake news. ¿Dónde está Tamara? Dame dos minutos para pensar. No la sienten, porque por ahí está shockeada’. Ella se acababa de enterar, también, y por ahí se nos ponía a llorar en el panel. Entonces, les dije que la dejaran, que hiciera lo que quisiera, que se quedara en el camarín o que se fuera a su casa. Nosotros teníamos que abordar el tema. Lo teníamos que mostrar. No lo podíamos esconder porque ya estaba en todos los portales y en todos los noticieros”.
Sin embargo, explicó que desde días antes de que salieran a la luz los videos, el clima ya estaba algo enrarecido: “Ese día abordamos como pudimos el tema, pero ya veníamos de los despelotes de Alberto, de la violencia de género, del tema de los seguros y, sobre todo, los quilombos con Fabiola [Yañez] y me acuerdo que, sabiendo que Tamara algún tipo de vínculo había tenido, le veía la cara y sabía que la incomodaba. Por eso, ni se me ocurrió preguntarle qué opinaba, porque sabía que la ponía en un mal lugar”.
“Ese día no habló. Durante dos días no la vimos, porque ella se recluyó. Todo el mundo me preguntaba si había hablado con ella, y no; recién unos días después intercambiamos mensajes. Y finalmente, vino el viernes… Mis compañeros y yo creemos que tuvo un trato bastante cálido, dentro de la complejidad de la situación, porque son tonos difíciles de manejar”, relató luego. Y aclaró: “Porque teníamos a una chica que estaba siendo condenada por medio mundo, porque no estaba haciendo nada ilegal, pero era feo de ver. Además, estaba el antecedente de la pandemia”.
“Le dijimos amablemente que en sus descargos previos había parecido como ‘mandona’. No le dijimos soberbia, pero se lo dimos a entender. Es lo que a todos nos pareció y nos parece. Por ahí es su estilo. Creo que hoy Ernesto Tenembaum decía que es ingobernable Tamara. Bueno, está bien, pero dentro de todo me parece que fue una charla en la que más o menos la hicimos sentir cómoda”, continuó.
“Tamara dice que la maltratamos ese día. Yo creo que lo hicimos muy dignamente y ella no se fue para nada angustiada, pero todos los días renunciaba y dejaba de renunciar, porque nosotros los días en que ella no estaba le dedicábamos un tramo del programa al tema, y capaz que eso ella lo sentía como una agresión. ¿Podés no hablar sobre Tamara, aunque sea de tu equipo, cuando todo el mundo está hablando sobre eso?”, se preguntó.
“A todo esto, en las redes me llegaban mensajes. Dos de cada diez me decían que la teníamos que bancar y ocho me pedían que la echara. Por eso, ese viernes yo dije mirando a cámara: ‘Quiero decirle a la gente que me está pidiendo que despida a Tamara, que no lo voy a hacer; que yo no dejo sin trabajo a nadie. Y que si por eso nos van a dejar de ver, los saludo ahora’. Más claro imposible en cuanto al respaldo”, expresó el conductor.
“El sábado salió el otro video, y también tuvo su repercusión, y se sumaron las versiones de que podrían aparecer otras cosas. Por eso, el lunes le pregunté a mi productor ejecutivo cuál era el criterio con Tamara, con respecto a los días que iba a venir. Y le dije que a mí me parecía que había que darle unos días, por ella y por el programa. Porque, por lo menos durante esta semana, si viene íbamos a estar ponchándola todo el tiempo, e iba a ser incómodo para todos”, reflexionó. Y explicó: “Nosotros hacemos un programa de humor. Y el productor me reenvía los mensajes que ella le había enviado, en los que decía que estábamos locos, porque encima de que la maltratábamos le pedíamos que se tome unos días. ‘Me doy por despedida. No voy más’, le decía”.
“Cuando le contesta así al productor, le mando un audio yo diciéndole: “Tamara, a veces cuando te dicen que te quieren presevar es porque te quieren limpiar. No es este el caso. Me parece que es bueno para el programa y para vos tomarnos unos días. Ahora, si vos te sentís despedida, si estás a disgusto, si venir es un padecimiento, hacé lo que quieras. Yo no te voy a ir a buscar a tu casa’”.
“Así estamos ahora… Esto me agobió. ¡Me agotó tanto! Porque yo soy de atender. Si viene un móvil, no soy de seguir de largo, algo les doy. Y ya debo haber dado 28 móviles o más desde que empezó este quilombo. Tamara no habla y está bien, hay que respetarla, pero entonces termina hablando este otario”, se quejó. E indicó: “Yo jamás hice un juicio de valor sobre lo que estaba haciendo ella en los videos. Te puede no gustar, te puede parecer empalagoso, pero por la actitud del tipo, de Alberto, siendo Presidente. Pero jamás se le ocurrió preguntarle cómo se le ocurrió meterse ahí”.
“Ahora no estoy teniendo contacto con ella. Y anoche, podrido de todo esto, dije que hable en canal, porque yo no tengo con quién hablar en la emisora, tengo que hacer todo solo; poner la cara yo en todos los medios, tratando de entender a Tamara y a la gente que está enojadísima. Que el canal emita un comunicado o que nos diga: ‘Señores, a partir de la semana que viene pasa esto, esto y esto’. Yo soy un empleado más. Que lo decida el canal, que es lo que debería haber hecho desde el primer día”.
Beto Casella confirmó, en vivo, la renuncia de Tamara Pettinato a Bendita
Casella había revelado la renuncia de Pettinato este lunes, durante su visita al programa Ángel Responde de Bondi. Allí, en diálogo con Ángel De Brito, leyó al aire un mensaje que le había enviado la panelista: “No vuelvo después del maltrato que me dieron el viernes cuando no estuve. Se dan el lujo de decirme que esta semana no vaya porque en las redes dicen”. Ya cansado de la situación, el conductor estalló y contó su versión de la historia: “Yo como me comí la de Godzilla del minuto a minuto el día que apareció el video, me parece que debo ser honesto con la gente, con ustedes, y contar todo tal cual”, comenzó expresando. Y disparó: “No es sólo por lo que dicen en las redes; es una cuestión de clima. Y, de verdad, creeme que la idea era preservarla a ella. Yo ya había manifestado, ‘Tal tape el viernes’. Yo no la puedo despedir, y ahora entiendo que se está yendo sola”.
El conductor hizo un repaso de lo ocurrido con la panelista de Bendita desde que se filtraron los videos que la muestran junto al expresidente Alberto Fernández en la Casa de Gobierno y explicó por qué ya no quiere hacerse cargo de decidir sobre su continuidad en el ciclo de El Nueve LA NACION