El misterio de la ciudad que, pese a estar bajo agua, mantiene su arquitectura intacta
En China, hay una ciudad submarina de más de 700 años que, a pesar de estar cubierta por el agua, su arquitectura se mantiene. El sitio es considerado como una cápsula de tiempo que ha estado durante siglos.
La localidad fue redescubierta en 2001 cuando el gobierno organizó una expedición a las aguas del lago Qiandao. Nunca se esperaron que en sus profundidades había una metrópolis que mantiene sus ornamentos y templos.
Quién ganó las elecciones presidenciales 2024 en México
Una ciudad llena de misterio
La ciudad es conocida por el nombre de Shi Cheng y se encuentra a 42 metros bajo el agua en la provincia de Zhejiang, a 400 kilómetros al sur de Shanghái. Según sitios de historia, gracias a su arquitectura, se determinó que este espacio data de las dinastías Ming y Qing, que gobernaron del 1368 a 1912.
Su historia es distinta a la de la mítica Atlántida, una narración legendaria que se origina del filósofo griego Platón. La leyenda de esta dice que era una isla próspera y poderosa, ubicada más allá de las Columnas de Hércules.
La fascinación por este lugar era por sus edificaciones impresionantes, llenas de tecnología sofisticada y un sistema social complejo. Zeus, el rey de los dioses, desató una serie de catástrofes sobre esta isla. Desde ese instante, quedó en las profundidades del mar.
A diferencia de la Atlántida, la ciudad de Shi Cheng resultó en las profundidades por los humanos y no por situaciones místicas. De acuerdo con ‘BBC’, este lugar, también conocido como “ciudad de León”, fue inundada intencionalmente en 1959.
Esta fue llevada al fondo por la construcción de un proyecto: la creación de la represa Xin’an, construida para alimentar una planta hidroeléctrica.
Los informes de los medios internacionales dicen que cerca de 300 mil personas fueron reubicadas para dar vida a la construcción de este lugar. Esto significó una pérdida grande para la cultura China, debido a que varias generaciones de familias habían vivido ahí durante siglos.
Su redescubrimiento
En 2001, el gobierno chino nunca se imaginó que en más de treinta años en el lago Qianda se guardaba un secreto: una ciudad completa de más de 700 años. Había pasado el tiempo y el olvido se apoderó de este lugar.
No fue hasta que un funcionario chino llamado Qiu Feng, decidió ir a ver lo que quedaba de ella bajo el agua y descubrió que Shi Cheng se mantenía intacta.
Las vigas, escaleras, murales, techos en piedra y madera estaban como si todavía se encontraran en la superficie. Incluso, cinco puertas con sus respectivas torres, que dan acceso a la ciudad, siguen intactas.
Además, sus calles reúnen 265 arcos con mampostería conservada de leones, dragones, aves fénix e inscripciones historias.
“Fuimos suertudos. Tan pronto como nos sumergimos en el lago, encontramos el muro exterior del pueblo e incluso recogimos un ladrillo para demostrarlo”, dijo el funcionario, quien buceo hasta las profundidades.
Impulsado para el turismo
Desde ese momento, se impulsaron diversas investigaciones de la ciudad y se convirtió en un destino de interés por el gobierno para crear un espacio lleno de actividades turísticas, para aquellos amantes de la arquitectura, el misterio y la historia.
Algunos sitios de viajeros explican que es un escenario “que parece irreal”, ideada por especialistas de ciencia ficción o el escenario de una película de cine.
Para visitar este lugar, hay un el operador de buceo llamado Big Blue, con sede en la ciudad de Shanghái. Este ofrece salidas dos veces al mes cada fin de semana durante el año.
En China, hay una ciudad submarina de más de 700 años que, a pesar de estar cubierta por el agua, su arquitectura se mantiene. El sitio es considerado como una cápsula de tiempo que ha estado durante siglos.
La localidad fue redescubierta en 2001 cuando el gobierno organizó una expedición a las aguas del lago Qiandao. Nunca se esperaron que en sus profundidades había una metrópolis que mantiene sus ornamentos y templos.
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Una ciudad llena de misterio
La ciudad es conocida por el nombre de Shi Cheng y se encuentra a 42 metros bajo el agua en la provincia de Zhejiang, a 400 kilómetros al sur de Shanghái. Según sitios de historia, gracias a su arquitectura, se determinó que este espacio data de las dinastías Ming y Qing, que gobernaron del 1368 a 1912.
Su historia es distinta a la de la mítica Atlántida, una narración legendaria que se origina del filósofo griego Platón. La leyenda de esta dice que era una isla próspera y poderosa, ubicada más allá de las Columnas de Hércules.
La fascinación por este lugar era por sus edificaciones impresionantes, llenas de tecnología sofisticada y un sistema social complejo. Zeus, el rey de los dioses, desató una serie de catástrofes sobre esta isla. Desde ese instante, quedó en las profundidades del mar.
A diferencia de la Atlántida, la ciudad de Shi Cheng resultó en las profundidades por los humanos y no por situaciones místicas. De acuerdo con ‘BBC’, este lugar, también conocido como “ciudad de León”, fue inundada intencionalmente en 1959.
Esta fue llevada al fondo por la construcción de un proyecto: la creación de la represa Xin’an, construida para alimentar una planta hidroeléctrica.
Los informes de los medios internacionales dicen que cerca de 300 mil personas fueron reubicadas para dar vida a la construcción de este lugar. Esto significó una pérdida grande para la cultura China, debido a que varias generaciones de familias habían vivido ahí durante siglos.
Su redescubrimiento
En 2001, el gobierno chino nunca se imaginó que en más de treinta años en el lago Qianda se guardaba un secreto: una ciudad completa de más de 700 años. Había pasado el tiempo y el olvido se apoderó de este lugar.
No fue hasta que un funcionario chino llamado Qiu Feng, decidió ir a ver lo que quedaba de ella bajo el agua y descubrió que Shi Cheng se mantenía intacta.
Las vigas, escaleras, murales, techos en piedra y madera estaban como si todavía se encontraran en la superficie. Incluso, cinco puertas con sus respectivas torres, que dan acceso a la ciudad, siguen intactas.
Además, sus calles reúnen 265 arcos con mampostería conservada de leones, dragones, aves fénix e inscripciones historias.
“Fuimos suertudos. Tan pronto como nos sumergimos en el lago, encontramos el muro exterior del pueblo e incluso recogimos un ladrillo para demostrarlo”, dijo el funcionario, quien buceo hasta las profundidades.
Impulsado para el turismo
Desde ese momento, se impulsaron diversas investigaciones de la ciudad y se convirtió en un destino de interés por el gobierno para crear un espacio lleno de actividades turísticas, para aquellos amantes de la arquitectura, el misterio y la historia.
Algunos sitios de viajeros explican que es un escenario “que parece irreal”, ideada por especialistas de ciencia ficción o el escenario de una película de cine.
Para visitar este lugar, hay un el operador de buceo llamado Big Blue, con sede en la ciudad de Shanghái. Este ofrece salidas dos veces al mes cada fin de semana durante el año.
La ciudad submarina tiene más de 700 años y fue redescubierta en 2001 cuando se organizó una expedición a un lago LA NACION