Carlos Alcaraz, fuera del US Open: una derrota inesperada y contundente en la segunda ronda para el número 3 del mundo
Todavía no concluyó la primera semana de acción en Flushing Meadows, y el US Open ya se cobró una sorpresa enorme: en la noche del jueves fue eliminado Carlos Alcaraz, campeón del abierto de los Estados Unidos en 2022 y actual número 3 del mundo. El jugador nacido en Murcia se despidió muy temprano, con una derrota sin atenuantes frente al neerlandés Botic van de Zandschulp, 74° del ranking mundial, por 6-1, 7-5 y 6-4, en dos horas y 19 minutos de juego.
En la sofocante noche en el estadio Arthur Ashe, Alcaraz empezó mal. Errático, como si estuviera desconectado. Del otro lado, Van de Zandschulp se animó. Y empezó a salirle todo bien. El resultado del primer set, en apenas media hora, sonó como un latigazo: 6-1. Mejoró notoriamente el español en el segundo parcial; consiguió emparejar el resultado después de perder el servicio en el comienzo. Pero, antes de llegar al tie-break, volvió a ceder su saque en un game errático. El neerlandés aprovechó cada oportunidad.
Sucedió algo similar en el tercer set. Tomó ventaja Van de Zandschulp (3-1); reaccionó el español para adelantarse 4-3. Sería su último intento, porque el de Países Bajos evitó otro quiebre, y se mostró muy efectivo cuando tuvo sus chances: 6 breaks sobre 9 ocasiones. Así se adelantó 5-4, luego de otra derecha fallida de Alcaraz. Con su saque, el neerlandés no falló y liquidó todo con un saque ganador en su primer match-point. En la cuenta final, el español terminó con 21 tiros ganadores y 27 errores no forzados, un número sorpresivamente elevado; su rival sumo 22 aciertos y 21 fallos, pero fue en los momentos clave donde desequilibró, con esos 6 quiebres. Van de Zandschulp no descolló con el saque (66% de primeros servicios), pero Alcaraz, en una noche poco propicia, tampoco generó mucho desde la devolución.
Luego del primer triunfo de su vida sobre un Top 3, y de cerrar el duelo con un saque ganador, con la frialdad de un el neerlandés contó “Realmente no encuentro palabras, ha sido un gran partido, es la primera vez que juego en la sesión nocturna aquí. Gané algo de confianza en mi último partido (frente a Denis Shapovalov). Jugué bien, defendí bien, gané algunos puntos increíbles, fui muy agresivo. Sabía que frente a un rival como él tenía que jugar tranquilo”. En la próxima etapa, se enfrentará con el británico Jack Draper (25°), que viene de eliminar al argentino Facundo Díaz Acosta por 6-4, 6-2 y 6-2.
Para Van de Zandschulp, de 28 años, es el mejor triunfo de su carrera. Sin títulos ATP en su carrera, fue finalista en el modesto ATP de Munich en dos ocasiones; en 2022, perdió el duelo decisivo por problemas físicos cuando le ganaba al danés Holger Rune. Había tenido su mejor momento en el tour hace dos años, en agosto de 2022, cuando alcanzó el puesto 22°, su ranking más alto. Este año, había perdido más partidos de los que ganó (11-18). Falto de confianza, hace un mes cayó en la primera ronda del Challenger de Zug, en Suiza, con Mika Brunold, 577° del mundo.
Acaso por eso, a fines de mayo pasado, el neerlandés comentó a la prensa de su país que pensaba seriamente en retirarse del tenis por falta de motivación. Van de Zandschulp sentía que había tocado un techo, que su tenis se había estancado, y salir del Top 100 (retrocedió al 115° en abril pasado) tampoco ayudaba. “Llevo tiempo luchando con la idea del retiro. Me pasaron muchas cosas fuera de la cancha que me empujaron al límite. Pensé en jugar menos semanas, pero hoy en día, si no jugás al menos 30 semanas al año, no hay manera de mantenerte ahí arriba”, había dicho por entonces.
El jugador nacido en Wageningen, en el centro de Países Bajos, había dado un gran impacto en la Gran Manzana en 2021, cuando alcanzó los cuartos de final tras ingresar desde la qualy; sólo encontró freno cuando perdió en la ronda de los ocho mejores con Daniil Medvedev, luego campeón del torneo. Llegó a los octavos de Wimbledon 2022, y desde entonces, no volvió a pasar de segundas rondas en las grandes citas. Hasta la noche del jueves, en la que consiguió una victoria rutilante.
El resumen de la derrota de Alcaraz
Previamente tenía seis victorias frente a rivales en el Top 10 (Casper Ruud, Taylor Fritz, Andrey Rublev y Cameron Norrie, entre otros), pero este es el de mayor relevancia. Había jugado dos veces contra Alcaraz, pero en ambas ocasiones el español le había ganado en sets corridos, en el Australian Open 2021 y en el torneo de Basilea 2022. Todo cambió en la segunda rueda de este US Open.
En algún momento del partido, Alcaraz le marcó a su entrenador Juan Carlos Ferrero que no estaba a pleno mentalmente. Es cierto que el murciano no llegaba con las mejores sensaciones: tras perder la final por el oro olímpico en París contra Novak Djokovic, llegó al torneo de Cincinnati y perdió en el debut contra Gael Monfils, en un partido en el que sucedió algo casi nunca visto: desconcertado y frustrado, destrozó una raqueta.
Esas sensaciones negativas parecieron acompañarlo en Flushing Meadows. Cedió un set en el estreno ante el australiano Li Tu, y en su segundo encuentro le dijo adiós al certamen que lo vio campeón hace dos años. Un golpe tremendo para Alcaraz, un impacto enorme para uno de los grandes candidatos de este US Open.
“No sé qué decir. Creo que él ha jugado muy bien, mostró un gran tenis. Pensé que iba a darme más puntos gratis, pero no ha hecho errores y eso me ha confundido un poco. No me sentí bien golpeando la bola y he hecho muchos errores. Cuando quise regresar, ya era demasiado tarde. Quizás he llegado aquí sin la energía que pensaba que iba a tener. No quiero poner eso como excusa, pero soy el tipo de jugador que necesita más días de descanso antes de un gran torneo. Tengo que aprender de esto. Hoy, estaba jugando contra él y contra mí, en mi mente. Hubo demasiadas emociones que no pude controlar. Era como una montaña rusa, a veces estaba arriba, en otras abajo. No puedo estar así si es que quiero ganar un torneo como este”, destacó Alcaraz con marcada autocrítica en la conferencia de prensa posterior a una derrota que lo envuelve en dudas, todavía con un ajetreado calendario por delante y, a partir de esta derrota, algo más alejado de la lucha por el número 1 del circuito.
Todavía no concluyó la primera semana de acción en Flushing Meadows, y el US Open ya se cobró una sorpresa enorme: en la noche del jueves fue eliminado Carlos Alcaraz, campeón del abierto de los Estados Unidos en 2022 y actual número 3 del mundo. El jugador nacido en Murcia se despidió muy temprano, con una derrota sin atenuantes frente al neerlandés Botic van de Zandschulp, 74° del ranking mundial, por 6-1, 7-5 y 6-4, en dos horas y 19 minutos de juego.
En la sofocante noche en el estadio Arthur Ashe, Alcaraz empezó mal. Errático, como si estuviera desconectado. Del otro lado, Van de Zandschulp se animó. Y empezó a salirle todo bien. El resultado del primer set, en apenas media hora, sonó como un latigazo: 6-1. Mejoró notoriamente el español en el segundo parcial; consiguió emparejar el resultado después de perder el servicio en el comienzo. Pero, antes de llegar al tie-break, volvió a ceder su saque en un game errático. El neerlandés aprovechó cada oportunidad.
Sucedió algo similar en el tercer set. Tomó ventaja Van de Zandschulp (3-1); reaccionó el español para adelantarse 4-3. Sería su último intento, porque el de Países Bajos evitó otro quiebre, y se mostró muy efectivo cuando tuvo sus chances: 6 breaks sobre 9 ocasiones. Así se adelantó 5-4, luego de otra derecha fallida de Alcaraz. Con su saque, el neerlandés no falló y liquidó todo con un saque ganador en su primer match-point. En la cuenta final, el español terminó con 21 tiros ganadores y 27 errores no forzados, un número sorpresivamente elevado; su rival sumo 22 aciertos y 21 fallos, pero fue en los momentos clave donde desequilibró, con esos 6 quiebres. Van de Zandschulp no descolló con el saque (66% de primeros servicios), pero Alcaraz, en una noche poco propicia, tampoco generó mucho desde la devolución.
Luego del primer triunfo de su vida sobre un Top 3, y de cerrar el duelo con un saque ganador, con la frialdad de un el neerlandés contó “Realmente no encuentro palabras, ha sido un gran partido, es la primera vez que juego en la sesión nocturna aquí. Gané algo de confianza en mi último partido (frente a Denis Shapovalov). Jugué bien, defendí bien, gané algunos puntos increíbles, fui muy agresivo. Sabía que frente a un rival como él tenía que jugar tranquilo”. En la próxima etapa, se enfrentará con el británico Jack Draper (25°), que viene de eliminar al argentino Facundo Díaz Acosta por 6-4, 6-2 y 6-2.
Para Van de Zandschulp, de 28 años, es el mejor triunfo de su carrera. Sin títulos ATP en su carrera, fue finalista en el modesto ATP de Munich en dos ocasiones; en 2022, perdió el duelo decisivo por problemas físicos cuando le ganaba al danés Holger Rune. Había tenido su mejor momento en el tour hace dos años, en agosto de 2022, cuando alcanzó el puesto 22°, su ranking más alto. Este año, había perdido más partidos de los que ganó (11-18). Falto de confianza, hace un mes cayó en la primera ronda del Challenger de Zug, en Suiza, con Mika Brunold, 577° del mundo.
Acaso por eso, a fines de mayo pasado, el neerlandés comentó a la prensa de su país que pensaba seriamente en retirarse del tenis por falta de motivación. Van de Zandschulp sentía que había tocado un techo, que su tenis se había estancado, y salir del Top 100 (retrocedió al 115° en abril pasado) tampoco ayudaba. “Llevo tiempo luchando con la idea del retiro. Me pasaron muchas cosas fuera de la cancha que me empujaron al límite. Pensé en jugar menos semanas, pero hoy en día, si no jugás al menos 30 semanas al año, no hay manera de mantenerte ahí arriba”, había dicho por entonces.
El jugador nacido en Wageningen, en el centro de Países Bajos, había dado un gran impacto en la Gran Manzana en 2021, cuando alcanzó los cuartos de final tras ingresar desde la qualy; sólo encontró freno cuando perdió en la ronda de los ocho mejores con Daniil Medvedev, luego campeón del torneo. Llegó a los octavos de Wimbledon 2022, y desde entonces, no volvió a pasar de segundas rondas en las grandes citas. Hasta la noche del jueves, en la que consiguió una victoria rutilante.
El resumen de la derrota de Alcaraz
Previamente tenía seis victorias frente a rivales en el Top 10 (Casper Ruud, Taylor Fritz, Andrey Rublev y Cameron Norrie, entre otros), pero este es el de mayor relevancia. Había jugado dos veces contra Alcaraz, pero en ambas ocasiones el español le había ganado en sets corridos, en el Australian Open 2021 y en el torneo de Basilea 2022. Todo cambió en la segunda rueda de este US Open.
En algún momento del partido, Alcaraz le marcó a su entrenador Juan Carlos Ferrero que no estaba a pleno mentalmente. Es cierto que el murciano no llegaba con las mejores sensaciones: tras perder la final por el oro olímpico en París contra Novak Djokovic, llegó al torneo de Cincinnati y perdió en el debut contra Gael Monfils, en un partido en el que sucedió algo casi nunca visto: desconcertado y frustrado, destrozó una raqueta.
Esas sensaciones negativas parecieron acompañarlo en Flushing Meadows. Cedió un set en el estreno ante el australiano Li Tu, y en su segundo encuentro le dijo adiós al certamen que lo vio campeón hace dos años. Un golpe tremendo para Alcaraz, un impacto enorme para uno de los grandes candidatos de este US Open.
“No sé qué decir. Creo que él ha jugado muy bien, mostró un gran tenis. Pensé que iba a darme más puntos gratis, pero no ha hecho errores y eso me ha confundido un poco. No me sentí bien golpeando la bola y he hecho muchos errores. Cuando quise regresar, ya era demasiado tarde. Quizás he llegado aquí sin la energía que pensaba que iba a tener. No quiero poner eso como excusa, pero soy el tipo de jugador que necesita más días de descanso antes de un gran torneo. Tengo que aprender de esto. Hoy, estaba jugando contra él y contra mí, en mi mente. Hubo demasiadas emociones que no pude controlar. Era como una montaña rusa, a veces estaba arriba, en otras abajo. No puedo estar así si es que quiero ganar un torneo como este”, destacó Alcaraz con marcada autocrítica en la conferencia de prensa posterior a una derrota que lo envuelve en dudas, todavía con un ajetreado calendario por delante y, a partir de esta derrota, algo más alejado de la lucha por el número 1 del circuito.
El español, campeón en Nueva York en 2022, se despidió con una caída en sets corridos frente al neerlandés Botic van de Zandschulp LA NACION