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El Congreso no aplica el mecanismo de insistencia a un veto presidencial desde hace más de 20 años

Durante los últimos cuarenta años, desde la recuperación democrática con la presidencia de Raúl Alfonsín en 1983 hasta el final de la gestión de Alberto Fernández en 2023, el Poder Ejecutivo vetó, de manera total y parcial, más de 400 leyes sancionadas por el Congreso. La capacidad de los legisladores para desafiar esos vetos fue más limitada: en ese mismo período insistieron en solo 41 leyes.

Esta dificultad del Congreso para resistir esta suerte de “censura” impartida por el Poder Ejecutivo radica en la mayoría agravada que exige la Constitución Nacional en su artículo 83: dos tercios de los miembros presentes en ambas cámaras.

Este artículo establece que, cuando el Presidente veta de manera total o parcial una ley, ésta vuelve al Congreso, concretamente a la cámara de origen; ésta lo discute nuevamente y puede insistir en su sanción. Si ambas cámaras cuentan con dos tercios de los votos para imponer su criterio inicial, la ley se promulga, aunque el presidente no esté de acuerdo. Si no lo consiguen, se mantiene el veto del presidente y el proyecto no puede volver a tratarse en las sesiones de ese año.

De acuerdo a los datos publicados por la Dirección de Información Parlamentaria de la Cámara de Diputados, en los últimos 40 años el Poder Ejecutivo aplicó 205 vetos totales y otros 213 vetos parciales a distintas leyes sancionadas por el Congreso. Los legisladores solo lograron insistir en 41 normas –el 18,8%-, procedimiento que aplicaron entre los años 1983 hasta marzo de 2003. Desde este último año hasta ahora no hubo nuevas insistencias por parte del Congreso a normas con veto total o parcial.

Si bien la Constitución establece un plazo de 10 días hábiles para que el Poder Ejecutivo resuelva si veta o no una ley, el Congreso no tiene plazos para definir una eventual insistencia. Según el historial publicado por la Dirección de Información Parlamentaria, la primera ley que fue vetada por el gobierno de Alfonsín, la cual establecía la reincorporación de agentes bancarios (ley 23.523), fue observada totalmente en julio de 1987 y recién un año después el Congreso insistió en su sanción original. Lo mismo sucedió con la ley de intangibilidad del Fondo Nacional del Tabaco (ley 25.465): se vetó en mayo de 2001 y en junio de 2002 fue insistida.

Vetos polémicos

Todos los presidentes desde 1983 a la fecha aplicaron vetos a aquellas leyes que, a su juicio, contravenían contra sus políticas de gobierno. Uno de los más controvertidos fue el que impartió la presidenta Cristina Kirchner a una ley que el Congreso votó en 2010 que establecía una jubilación mínima equivalente al 82% del salario mínimo, vital y móvil de los trabajadores activos. Fue impulsada por la oposición que, en las elecciones legislativas de 2009, había ganado terreno en ambas cámaras. En los fundamentos del veto, la entonces presidenta adujo que semejante medida, sin fuentes de financiamiento, implicaría la quiebra del Estado.

El expresidente Mauricio Macri tampoco dudó en aplicar un veto cuando el Congreso, en 2016, sancionó la ley de emergencia ocupacional, la cual prohibía los despidos por 180 días e implementaba la doble indemnización. El proyecto fue impulsado por el kirchnerismo y los bloques peronistas que, si bien unieron filas para aprobarlo, no pudieron insistir cuando fue vetado.

En 10 años de mandato, Carlos Menem (PJ) fue el presidente más prolífico en cuestión de vetos: sumó un total de 195, tanto totales como parciales. Su antecesor, Raúl Alfonsín, firmó 49. En tanto, su correligionario Fernando De la Rúa aplicó el veto en 46 leyes, mientras que su sucesor, el presidente interino Eduardo Duhalde, lo hizo en 35 oportunidades.

Durante la era kirchnerista, desde 2003 hasta 2015, los presidentes Néstor y Cristina Kirchner vetaron de manera total y parcial 60 leyes del Congreso. Durante su mandato, el santacruceño lo hizo en 39 oportunidades; su esposa, más moderada, impuso el veto en 21 leyes durante sus ocho años de gestión.

Pese a que ejerció su presidencia en minoría en ambas cámaras, Mauricio Macri prácticamente no apeló al veto durante su mandato (2015-2019): solo ocho veces. Su sucesor, Alberto Fernández (Frente de Todos), por su parte, lo hizo en 12 oportunidades.

Durante los últimos cuarenta años, desde la recuperación democrática con la presidencia de Raúl Alfonsín en 1983 hasta el final de la gestión de Alberto Fernández en 2023, el Poder Ejecutivo vetó, de manera total y parcial, más de 400 leyes sancionadas por el Congreso. La capacidad de los legisladores para desafiar esos vetos fue más limitada: en ese mismo período insistieron en solo 41 leyes.

Esta dificultad del Congreso para resistir esta suerte de “censura” impartida por el Poder Ejecutivo radica en la mayoría agravada que exige la Constitución Nacional en su artículo 83: dos tercios de los miembros presentes en ambas cámaras.

Este artículo establece que, cuando el Presidente veta de manera total o parcial una ley, ésta vuelve al Congreso, concretamente a la cámara de origen; ésta lo discute nuevamente y puede insistir en su sanción. Si ambas cámaras cuentan con dos tercios de los votos para imponer su criterio inicial, la ley se promulga, aunque el presidente no esté de acuerdo. Si no lo consiguen, se mantiene el veto del presidente y el proyecto no puede volver a tratarse en las sesiones de ese año.

De acuerdo a los datos publicados por la Dirección de Información Parlamentaria de la Cámara de Diputados, en los últimos 40 años el Poder Ejecutivo aplicó 205 vetos totales y otros 213 vetos parciales a distintas leyes sancionadas por el Congreso. Los legisladores solo lograron insistir en 41 normas –el 18,8%-, procedimiento que aplicaron entre los años 1983 hasta marzo de 2003. Desde este último año hasta ahora no hubo nuevas insistencias por parte del Congreso a normas con veto total o parcial.

Si bien la Constitución establece un plazo de 10 días hábiles para que el Poder Ejecutivo resuelva si veta o no una ley, el Congreso no tiene plazos para definir una eventual insistencia. Según el historial publicado por la Dirección de Información Parlamentaria, la primera ley que fue vetada por el gobierno de Alfonsín, la cual establecía la reincorporación de agentes bancarios (ley 23.523), fue observada totalmente en julio de 1987 y recién un año después el Congreso insistió en su sanción original. Lo mismo sucedió con la ley de intangibilidad del Fondo Nacional del Tabaco (ley 25.465): se vetó en mayo de 2001 y en junio de 2002 fue insistida.

Vetos polémicos

Todos los presidentes desde 1983 a la fecha aplicaron vetos a aquellas leyes que, a su juicio, contravenían contra sus políticas de gobierno. Uno de los más controvertidos fue el que impartió la presidenta Cristina Kirchner a una ley que el Congreso votó en 2010 que establecía una jubilación mínima equivalente al 82% del salario mínimo, vital y móvil de los trabajadores activos. Fue impulsada por la oposición que, en las elecciones legislativas de 2009, había ganado terreno en ambas cámaras. En los fundamentos del veto, la entonces presidenta adujo que semejante medida, sin fuentes de financiamiento, implicaría la quiebra del Estado.

El expresidente Mauricio Macri tampoco dudó en aplicar un veto cuando el Congreso, en 2016, sancionó la ley de emergencia ocupacional, la cual prohibía los despidos por 180 días e implementaba la doble indemnización. El proyecto fue impulsado por el kirchnerismo y los bloques peronistas que, si bien unieron filas para aprobarlo, no pudieron insistir cuando fue vetado.

En 10 años de mandato, Carlos Menem (PJ) fue el presidente más prolífico en cuestión de vetos: sumó un total de 195, tanto totales como parciales. Su antecesor, Raúl Alfonsín, firmó 49. En tanto, su correligionario Fernando De la Rúa aplicó el veto en 46 leyes, mientras que su sucesor, el presidente interino Eduardo Duhalde, lo hizo en 35 oportunidades.

Durante la era kirchnerista, desde 2003 hasta 2015, los presidentes Néstor y Cristina Kirchner vetaron de manera total y parcial 60 leyes del Congreso. Durante su mandato, el santacruceño lo hizo en 39 oportunidades; su esposa, más moderada, impuso el veto en 21 leyes durante sus ocho años de gestión.

Pese a que ejerció su presidencia en minoría en ambas cámaras, Mauricio Macri prácticamente no apeló al veto durante su mandato (2015-2019): solo ocho veces. Su sucesor, Alberto Fernández (Frente de Todos), por su parte, lo hizo en 12 oportunidades.

 De acuerdo a los registros oficiales hubo más de 400 leyes vetadas en 40 años; cuántas veces el parlamento desafió los vetos presidenciales y cuáles fueron los más polémicos  LA NACION

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