Los 60 de Keanu Reeves: sus comienzos como sex symbol, las pérdidas irreparables en su vida y el nuevo amor que le dio otra oportunidad
Keanu Reeves es uno de los artistas más celebrados de su generación: un hombre apuesto al que el traje de héroe de acción le calzó a la perfección, una estrella reservada que, con un halo de misterio, cautivó en el cine romántico pero también en el de ciencia ficción. Una celebridad a la que la fama nunca mareó. Pero hay algo más, y es el consenso generalizado de que Keanu Reeves es un buen tipo. Hoy cumple 60 años, tiene más de 70 películas en su haber, varios roles icónicos -en Matrix y en la saga de John Wick-, un nuevo desafío en el mundo de Sonic y una versatilidad que supo pulir con el tiempo, ¿por qué Keanu Reeves es el hombre más querido de Hollywood -para casi todo el mundo-?
Keanu Reeves nació en Beirut, la capital del Líbano, el 2 de septiembre de 1964. Hasta allí había llegado Patricia Taylor, una corista y diseñadora de vestuario británica con alguna experiencia en el mundo del entretenimiento, que además de trabajo encontró en tierras orientales el amor: Samuel Nowlin Reeves, un geólogo de origen hawaiano. Gracias a ese flechazo llegaron al mundo el actor y su hermana, Kim. Los Reeves se mudaron a Australia, pero la vida paralela de Samuel en el negocio del tráfico de drogas, sus adicciones y sus reacciones violentas marcaron el fin del matrimonio en 1964. Samuel, además, abandonó a sus hijos.
Patricia armó las valijas y voló a Nueva York. Luego se fue a Canadá: Toronto fue la ciudad que eligió para criar a los niños. Samuel murió en 2018, sin haber sanado la relación con Keanu. Al actor le quedó un dolor sin respuesta. En 2019, durante una entrevista con el medio inglés The Guardian, le preguntaron si era difícil no tener relación con su papá. “Sin duda”, reaccionó. “Definitivamente es traumatizante. Pero es difícil saber cómo me afectó porque no sé cómo habría sido la otra vida”, analizó. Además de Kim, Keanu tiene dos hermanas más: Karina y Emma.
La puerta al mundo del entretenimiento
Reeves desembarcó en la industria del entretenimiento de la mano del productor y director Paul Aaron, el segundo marido de su mamá. La pareja se casó a principios de la década del 70 y si bien el amor duró poco, el tiempo fue el suficiente para que Keanu aprovechara la oportunidad. “Estuvo por aquí unos años y luego seguí en contacto. Fue una de mis introducciones al mundo del espectáculo. Fui asistente personal en una de sus películas cuando tenía unos 15 años”, recordó en el podcast Conversations with Charlie. Antes, había tenido dos experiencias en el teatro.
A los 17 años, Reeves se fue a Los Ángeles en busca del éxito. Luego de algunas participaciones menores en la TV, algunas publicidades -un hoy famoso anuncio de gaseosa entre ellas- y un personaje en Youngblood, llegó su primera interpretación exitosa: fue un adolescente malhumorado en el drama de Tim Hunter A la orilla del río (1986). Dos años después deslumbró junto a Michelle Pfeiffer, Glenn Close y John Malkovich en Relaciones peligrosas, y en 1991 se consagró como sex symbol con su interpretación de Johnny Utah en Punto límite. Su actuación le valió el premio MTV al hombre más deseable.
Seductor y deseado pero también amante del arte y las historias, trabajó con directores como Gus Van Sant, en Mi mundo privado; con Francis Ford Coppola, en Drácula de Bram Stoker y con Bernardo Bertolucci en Pequeño Buda.
Del éxito a las grandes ligas
Si Máxima velocidad (1994) terminó de afianzar su título de estrella de Hollywood, Matrix (1999) lo colocó dentro del selecto grupo de celebridades que juegan en las grandes ligas. El film de ciencia ficción fue un éxito absoluto, recaudó 171 millones de dólares solo en los Estados Unidos y le dio un prestigio al actor que hasta ese momento no tenía. También le aseguró la saga con Matrix recargado y Matrix revoluciones, en 2003, y Matrix resurrección en 2021, un lugar dentro del cine de culto y una tajada importante de las ganancias.
La filmografía de Reeves fue sumando títulos, hasta que en 2014 revivió el furor de Matrix de la mano de John Wick. El éxito del thriller de acción -y los elogios de la crítica- fueron tan contundentes, que en 2017 llegó John Wick: Capítulo 2, en 2019 John Wick: Capítulo 3-Parabellum y en 2023 el Capítulo 4. Hoy, Reeves se sumó a otra historia fantástica de la mano de Shadow, el oscuro personaje se suma a Sonic 3, la saga del famoso erizo azul del videojuego de Sega.
River Phoenix, su primer encuentro con la muerte
De absoluto perfil bajo y muy celoso de su intimidad, Reeves logró mantener su vida privada lejos de la lupa de los medios. Sin embargo, y cuando él lo decidió, habló sin vueltas de sus grandes amistades, de sus amores y de los golpes que le dio la vida.
La primera gran pérdida en la vida de Reeves fue la de River Phoenix. Keanu conoció al actor de Cuenta conmigo en el set de Parenthood, donde Joaquin Phoenix tenía un rol protagónico. De inmediato se hicieron confidentes: fue su primer gran amigo de Hollywood. River y Keanu compartían mucho tiempo juntos. Melómanos, cada uno tenía su propia banda, asistían a shows y espectáculos y hasta se lanzaron a la aventura de llegar a Key West en moto para disfrutar de un concierto. En la gran pantalla coincidieron dos veces: en Te amaré hasta que te mate y en Mi mundo privado, donde interpretaron a dos taxi boys y se ganaron el respeto del público.
Dos años después del estreno de ese film, River murió como consecuencia de una sobredosis en el Viper Room, el bar de Johnny Depp. En ese momento Reeves estaba en pleno rodaje de Máxima velocidad. Fue Sandra Bullock quien contó cómo fue su reacción al recibir la triste noticia. “Vi cómo Keanu lloraba. Y cómo lloraba por su amigo. Es muy reservado, pero no podía ocultarlo. Y ver que un hombre así era capaz de llorar. Recuerdo que pensé: Dios, si esa es la punta del iceberg de su profundidad y su nivel de amor y cuidado por un amigo, eso te atrae”, confesó la actriz según publicó Esquire. Reeves también habló de River. Lo hizo en presente. “Odio hablar de él en pasado”, confió. “Fue genial haberlo conocido. Lo extraño”, añadió en una entrevista publicada en noviembre de 2021.
Un dolor que le cambió la vida
Una noche de 1998, Reeves conoció a la actriz Jennifer Syme en un concierto de Dogstar, su banda. El flechazo fue inmediato. Un año después, se enteraron que ella estaba embarazada y que era una niña: decidieron llamarla Ava. El sueño de una familia propia duró muy poco: la pequeña nació de forma prematura y murió a las pocas horas. La pareja se separó y Jennifer murió en abril de 2001, cuando volcó su camioneta. Tenía 28 años.
“La gente tiene una idea inexacta de que podés lidiar con el duelo y decir: ‘Se fue y estoy mejor’. Están equivocados”, le manifestó el actor a Parade. Hace cinco años, consultado por su propia muerte, el actor, de alguna forma, habló de su propia experiencia. “¿Qué crees que sucede cuando morimos, Keanu Reeves?”, le preguntó Stephen Colbert en su show. El actor suspiró. “Sé que quienes nos aman nos extrañarán”, soltó.
Un amor, una nueva esperanza
Si bien se conocieron en 2009 en una cena, no se sabe a ciencia cierta cuándo nació la relación entre Reeves y la escritora y artista Alexandra Grant. Si se puede asegurar que hicieron público su romance a finales de 2019 en la alfombra roja de la Gala LACMA Art+Film.
En una entrevista con la revista People, Reeves expresó hace un año que se sentía pleno. Cuando le preguntaron por su momento reciente más feliz, no dudó: “Fue hace un par de días, con mi amor. Estábamos en la cama, muy conectados, sonriendo, riéndonos tontamente, nos sentíamos muy bien los dos, fue muy agradable estar juntos”, describió.
“Alexandra fue una de las pocas personas en lograr que Keanu hable de sus emociones y de su pasado, estuvo tanto tiempo en un lugar oscuro, que la perspectiva luminosa de Alexandra y su apoyo fueron un factor clave para que Keanu cambie su vida”, declararon amigos del actor a a Life & Style, y agregaron que la artista “lo salvó” y lo hizo feliz.
El buen samaritano
Son muchas las historias que se hicieron conocidas y que pintan a Reeves como un buen samaritano, que lo llevaron a convertirse en una de las estrellas de Hollywood más queridas. En 1991, luego de que su hermana Kim fuera diagnosticada con leucemia, Keanu se convirtió en su principal cuidador. Cuando no quedaron rastros de la enfermedad, el actor creó una organización sin fines de lucro a través de la que ayuda tanto a hospitales infantiles y ofrece fondos para la investigación científica. “No me gusta ponerle mi nombre, simplemente dejo que la fundación haga lo que hace”, le dijo a la revista Ladies Home Journal en 2009.
En el set también suele comportarse como un hombre muy generoso. Muchos de los actores que trabajaron con él hablaron de sus buenos gestos. Por ejemplo, sus compañeros de John Wick contaron que Reeves celebró el fin del rodaje de la cuarta película con una cena junto a sus cinco dobles de riesgo. También les regaló un reloj Rolex con una inscripción personalizada: el nombre de cada uno y un agradecimiento por su dedicación. En otra oportunidad, se enteró de que un diseñador de escenarios vivía un mal momento financiero y estaba a punto de perder su casa. Para ayudarlo, le dio un bono de Navidad de 20.000 dólares.
Otro gesto difícil de encontrar en otra celebridad de su talla data de 1997. Ese año, el actor fue fotografiado sentado en una calle de West Hollywood con una persona sin hogar. Compartían una bebida y algo de conversación. Esta postal se convirtió en un símbolo de la personalidad de Reeves. Desde ese momento, las historias sobre su perfil de gran hombre no dejan de aparecer.
¿Alguien odia a Keanu Reeves?
En octubre de 2022, cuando se hicieron públicos los adelantos de Friends, Lovers and the Big Terrible Thing, la autobiografía de Matthew Perry, una pregunta comenzó a circular en los medios: ¿Por qué el protagonista de Friends odiaba a Keanu Reeves? Si bien nunca trabajaron juntos, Perry apuntaba con munición gruesa contra el actor nacido en el Líbano. “¿Por qué es que los pensadores originales como River Phoenix y Heath Ledger mueren, pero Keanu Reeves todavía camina entre nosotros?”, decía el libro entre sus páginas. Poco tiempo después, y luego de ser blanco de infinidad de críticas, Perry se mostró arrepentido y mandó a borrar el fragmento de sus futuras ediciones. “Si me encuentro con él, le pediré disculpas. Fue una estupidez”, explicó luego.
Los fanáticos de Constantine, el popular personaje de cómics de DC, tampoco vieron con buenos ojos a Reeves cuando se anunció que sería el protagonista de la adaptación de la historia para la gran pantalla. ¿El motivo? No era rubio, como en las revistas, y tampoco era inglés. La resistencia llegó a su fin con el estreno de la película: los mismos seguidores que la odiaban, quedaron encantados con su trabajo. Amable, generoso, talentoso, versátil, misterioso y encantador: Keanu Reeves llegó a los 60 años sin ensuciar ninguna de las virtudes que lo convirtieron en uno de las estrellas de Hollywood más querida de todos los tiempos.
Keanu Reeves es uno de los artistas más celebrados de su generación: un hombre apuesto al que el traje de héroe de acción le calzó a la perfección, una estrella reservada que, con un halo de misterio, cautivó en el cine romántico pero también en el de ciencia ficción. Una celebridad a la que la fama nunca mareó. Pero hay algo más, y es el consenso generalizado de que Keanu Reeves es un buen tipo. Hoy cumple 60 años, tiene más de 70 películas en su haber, varios roles icónicos -en Matrix y en la saga de John Wick-, un nuevo desafío en el mundo de Sonic y una versatilidad que supo pulir con el tiempo, ¿por qué Keanu Reeves es el hombre más querido de Hollywood -para casi todo el mundo-?
Keanu Reeves nació en Beirut, la capital del Líbano, el 2 de septiembre de 1964. Hasta allí había llegado Patricia Taylor, una corista y diseñadora de vestuario británica con alguna experiencia en el mundo del entretenimiento, que además de trabajo encontró en tierras orientales el amor: Samuel Nowlin Reeves, un geólogo de origen hawaiano. Gracias a ese flechazo llegaron al mundo el actor y su hermana, Kim. Los Reeves se mudaron a Australia, pero la vida paralela de Samuel en el negocio del tráfico de drogas, sus adicciones y sus reacciones violentas marcaron el fin del matrimonio en 1964. Samuel, además, abandonó a sus hijos.
Patricia armó las valijas y voló a Nueva York. Luego se fue a Canadá: Toronto fue la ciudad que eligió para criar a los niños. Samuel murió en 2018, sin haber sanado la relación con Keanu. Al actor le quedó un dolor sin respuesta. En 2019, durante una entrevista con el medio inglés The Guardian, le preguntaron si era difícil no tener relación con su papá. “Sin duda”, reaccionó. “Definitivamente es traumatizante. Pero es difícil saber cómo me afectó porque no sé cómo habría sido la otra vida”, analizó. Además de Kim, Keanu tiene dos hermanas más: Karina y Emma.
La puerta al mundo del entretenimiento
Reeves desembarcó en la industria del entretenimiento de la mano del productor y director Paul Aaron, el segundo marido de su mamá. La pareja se casó a principios de la década del 70 y si bien el amor duró poco, el tiempo fue el suficiente para que Keanu aprovechara la oportunidad. “Estuvo por aquí unos años y luego seguí en contacto. Fue una de mis introducciones al mundo del espectáculo. Fui asistente personal en una de sus películas cuando tenía unos 15 años”, recordó en el podcast Conversations with Charlie. Antes, había tenido dos experiencias en el teatro.
A los 17 años, Reeves se fue a Los Ángeles en busca del éxito. Luego de algunas participaciones menores en la TV, algunas publicidades -un hoy famoso anuncio de gaseosa entre ellas- y un personaje en Youngblood, llegó su primera interpretación exitosa: fue un adolescente malhumorado en el drama de Tim Hunter A la orilla del río (1986). Dos años después deslumbró junto a Michelle Pfeiffer, Glenn Close y John Malkovich en Relaciones peligrosas, y en 1991 se consagró como sex symbol con su interpretación de Johnny Utah en Punto límite. Su actuación le valió el premio MTV al hombre más deseable.
Seductor y deseado pero también amante del arte y las historias, trabajó con directores como Gus Van Sant, en Mi mundo privado; con Francis Ford Coppola, en Drácula de Bram Stoker y con Bernardo Bertolucci en Pequeño Buda.
Del éxito a las grandes ligas
Si Máxima velocidad (1994) terminó de afianzar su título de estrella de Hollywood, Matrix (1999) lo colocó dentro del selecto grupo de celebridades que juegan en las grandes ligas. El film de ciencia ficción fue un éxito absoluto, recaudó 171 millones de dólares solo en los Estados Unidos y le dio un prestigio al actor que hasta ese momento no tenía. También le aseguró la saga con Matrix recargado y Matrix revoluciones, en 2003, y Matrix resurrección en 2021, un lugar dentro del cine de culto y una tajada importante de las ganancias.
La filmografía de Reeves fue sumando títulos, hasta que en 2014 revivió el furor de Matrix de la mano de John Wick. El éxito del thriller de acción -y los elogios de la crítica- fueron tan contundentes, que en 2017 llegó John Wick: Capítulo 2, en 2019 John Wick: Capítulo 3-Parabellum y en 2023 el Capítulo 4. Hoy, Reeves se sumó a otra historia fantástica de la mano de Shadow, el oscuro personaje se suma a Sonic 3, la saga del famoso erizo azul del videojuego de Sega.
River Phoenix, su primer encuentro con la muerte
De absoluto perfil bajo y muy celoso de su intimidad, Reeves logró mantener su vida privada lejos de la lupa de los medios. Sin embargo, y cuando él lo decidió, habló sin vueltas de sus grandes amistades, de sus amores y de los golpes que le dio la vida.
La primera gran pérdida en la vida de Reeves fue la de River Phoenix. Keanu conoció al actor de Cuenta conmigo en el set de Parenthood, donde Joaquin Phoenix tenía un rol protagónico. De inmediato se hicieron confidentes: fue su primer gran amigo de Hollywood. River y Keanu compartían mucho tiempo juntos. Melómanos, cada uno tenía su propia banda, asistían a shows y espectáculos y hasta se lanzaron a la aventura de llegar a Key West en moto para disfrutar de un concierto. En la gran pantalla coincidieron dos veces: en Te amaré hasta que te mate y en Mi mundo privado, donde interpretaron a dos taxi boys y se ganaron el respeto del público.
Dos años después del estreno de ese film, River murió como consecuencia de una sobredosis en el Viper Room, el bar de Johnny Depp. En ese momento Reeves estaba en pleno rodaje de Máxima velocidad. Fue Sandra Bullock quien contó cómo fue su reacción al recibir la triste noticia. “Vi cómo Keanu lloraba. Y cómo lloraba por su amigo. Es muy reservado, pero no podía ocultarlo. Y ver que un hombre así era capaz de llorar. Recuerdo que pensé: Dios, si esa es la punta del iceberg de su profundidad y su nivel de amor y cuidado por un amigo, eso te atrae”, confesó la actriz según publicó Esquire. Reeves también habló de River. Lo hizo en presente. “Odio hablar de él en pasado”, confió. “Fue genial haberlo conocido. Lo extraño”, añadió en una entrevista publicada en noviembre de 2021.
Un dolor que le cambió la vida
Una noche de 1998, Reeves conoció a la actriz Jennifer Syme en un concierto de Dogstar, su banda. El flechazo fue inmediato. Un año después, se enteraron que ella estaba embarazada y que era una niña: decidieron llamarla Ava. El sueño de una familia propia duró muy poco: la pequeña nació de forma prematura y murió a las pocas horas. La pareja se separó y Jennifer murió en abril de 2001, cuando volcó su camioneta. Tenía 28 años.
“La gente tiene una idea inexacta de que podés lidiar con el duelo y decir: ‘Se fue y estoy mejor’. Están equivocados”, le manifestó el actor a Parade. Hace cinco años, consultado por su propia muerte, el actor, de alguna forma, habló de su propia experiencia. “¿Qué crees que sucede cuando morimos, Keanu Reeves?”, le preguntó Stephen Colbert en su show. El actor suspiró. “Sé que quienes nos aman nos extrañarán”, soltó.
Un amor, una nueva esperanza
Si bien se conocieron en 2009 en una cena, no se sabe a ciencia cierta cuándo nació la relación entre Reeves y la escritora y artista Alexandra Grant. Si se puede asegurar que hicieron público su romance a finales de 2019 en la alfombra roja de la Gala LACMA Art+Film.
En una entrevista con la revista People, Reeves expresó hace un año que se sentía pleno. Cuando le preguntaron por su momento reciente más feliz, no dudó: “Fue hace un par de días, con mi amor. Estábamos en la cama, muy conectados, sonriendo, riéndonos tontamente, nos sentíamos muy bien los dos, fue muy agradable estar juntos”, describió.
“Alexandra fue una de las pocas personas en lograr que Keanu hable de sus emociones y de su pasado, estuvo tanto tiempo en un lugar oscuro, que la perspectiva luminosa de Alexandra y su apoyo fueron un factor clave para que Keanu cambie su vida”, declararon amigos del actor a a Life & Style, y agregaron que la artista “lo salvó” y lo hizo feliz.
El buen samaritano
Son muchas las historias que se hicieron conocidas y que pintan a Reeves como un buen samaritano, que lo llevaron a convertirse en una de las estrellas de Hollywood más queridas. En 1991, luego de que su hermana Kim fuera diagnosticada con leucemia, Keanu se convirtió en su principal cuidador. Cuando no quedaron rastros de la enfermedad, el actor creó una organización sin fines de lucro a través de la que ayuda tanto a hospitales infantiles y ofrece fondos para la investigación científica. “No me gusta ponerle mi nombre, simplemente dejo que la fundación haga lo que hace”, le dijo a la revista Ladies Home Journal en 2009.
En el set también suele comportarse como un hombre muy generoso. Muchos de los actores que trabajaron con él hablaron de sus buenos gestos. Por ejemplo, sus compañeros de John Wick contaron que Reeves celebró el fin del rodaje de la cuarta película con una cena junto a sus cinco dobles de riesgo. También les regaló un reloj Rolex con una inscripción personalizada: el nombre de cada uno y un agradecimiento por su dedicación. En otra oportunidad, se enteró de que un diseñador de escenarios vivía un mal momento financiero y estaba a punto de perder su casa. Para ayudarlo, le dio un bono de Navidad de 20.000 dólares.
Otro gesto difícil de encontrar en otra celebridad de su talla data de 1997. Ese año, el actor fue fotografiado sentado en una calle de West Hollywood con una persona sin hogar. Compartían una bebida y algo de conversación. Esta postal se convirtió en un símbolo de la personalidad de Reeves. Desde ese momento, las historias sobre su perfil de gran hombre no dejan de aparecer.
¿Alguien odia a Keanu Reeves?
En octubre de 2022, cuando se hicieron públicos los adelantos de Friends, Lovers and the Big Terrible Thing, la autobiografía de Matthew Perry, una pregunta comenzó a circular en los medios: ¿Por qué el protagonista de Friends odiaba a Keanu Reeves? Si bien nunca trabajaron juntos, Perry apuntaba con munición gruesa contra el actor nacido en el Líbano. “¿Por qué es que los pensadores originales como River Phoenix y Heath Ledger mueren, pero Keanu Reeves todavía camina entre nosotros?”, decía el libro entre sus páginas. Poco tiempo después, y luego de ser blanco de infinidad de críticas, Perry se mostró arrepentido y mandó a borrar el fragmento de sus futuras ediciones. “Si me encuentro con él, le pediré disculpas. Fue una estupidez”, explicó luego.
Los fanáticos de Constantine, el popular personaje de cómics de DC, tampoco vieron con buenos ojos a Reeves cuando se anunció que sería el protagonista de la adaptación de la historia para la gran pantalla. ¿El motivo? No era rubio, como en las revistas, y tampoco era inglés. La resistencia llegó a su fin con el estreno de la película: los mismos seguidores que la odiaban, quedaron encantados con su trabajo. Amable, generoso, talentoso, versátil, misterioso y encantador: Keanu Reeves llegó a los 60 años sin ensuciar ninguna de las virtudes que lo convirtieron en uno de las estrellas de Hollywood más querida de todos los tiempos.
El actor de las sagas Matrix y John Wick, que cumple 60 años, creció sin una figura paterna y perdió a varios seres queridos; ese dolor templó su carácter y lo convirtió, además de en una gran estrella, en una de las figuras más queridas en Hollywood LA NACION