Qué es “K-beauty”, el tratamiento de belleza que arrasa en Corea del Sur
Corea del Sur es uno de los países que más está obsesionado por la belleza. Tanto es así, que destina dinero y tiempo en adoptar todos los tratamientos y equipamientos posibles para alcanzar la perfección física; y K-beauty se convirtió en el último tiempo en la innovación que promete causar revolución en el mundo estético, no solo en el país asiático, sino en todo el mundo.
Los tratamientos de este tipo son costosos y dolorosos; sin embargo, la innovación tecnológica que tiene Seúl lo terminó convirtiendo en el lugar al que todos quieren llegar para hacer ese retoque que anhelaron toda su vida, desterrando así a Estados Unidos.
Pero, ¿de qué trata el denominado “mega-tratamiento”? La tendencia fue popularizada por distintas famosas y turistas, pero sobre todo por la influencer Yerim Lee, quien nació en Corea del Sur, pero vive en Nueva York. Ella decidió compartir su experiencia a través de su perfil de TikTok con sus miles de seguidores, y causó furor.
En un video mostró su apariencia rejuvenecida después de emplear un total de 15 tratamientos en tan solo tres días y detalló cómo logró gastar mucho con menos dinero del que gastaría en Estados Unidos. Por ejemplo, una sesión de bótox en la frente, la mandíbula y las cejas, que en Nueva York puede costar entre USD 500 y USD 1.400, le salió solo USD 70 en Seúl.
Según señaló, se realizó un microblading de cejas, botox, láseres de CO₂ para eliminar lunares, inyecciones de colágeno, Ultherapy (un tratamiento de ultrasonido para estimular la producción de colágeno), y tratamientos de disolución de grasa.
A diferencia de lo que la industria está acostumbrada, cada uno de los procedimientos a los que se sometió están especialmente diseñados para ver los resultados en poco tiempo. Para esto, Lee se sometió a 600 disparos de Ultherapy, que consiste en la aplicación de un haz de ultrasonido de alta frecuencia y alta energía para producir destrucción celular, utilizado en pacientes que quieren erradicar el cáncer; y a una serie de inyecciones de Juvelook y Rejuran Healer para estimular la producción de colágeno y promover así la elastina de la piel.
Como si esto fuera poco, siguió con inyecciones de bótox en distintas partes del cuerpo. Conocido como Traptox, este producto ayuda a afinar los hombros y a lucir más delgada y estilizada. También se sometió a tratamientos de disolución de grasa en los brazos y a Body InMode, un procedimiento de calor y radiofrecuencia para remodelar los tejidos y lograr una apariencia más jovial.
Según las estadísticas, Corea del Sur recibió el año pasado a más de 605.768 turistas que viajaron solamente para someterse a tratamientos estéticos, lo que representó una suba del 144.2% respecto al 2022.
El aumento de procedimientos estéticos, también implica un mayor riesgo de clínicas que no están capacitadas para ofrecer estos servicios. Debido a esto es que Lee también alertó sobre la importancia de que las personas que deseen a someterse a un tratamiento de esta índole investiguen el lugar en donde lo llevará a cabo como los especialistas al mando. Asimismo, mencionó la existencia de las llamadas “clínicas de fábrica”, donde falta la supervisión directa de un médico.
Corea del Sur es uno de los países que más está obsesionado por la belleza. Tanto es así, que destina dinero y tiempo en adoptar todos los tratamientos y equipamientos posibles para alcanzar la perfección física; y K-beauty se convirtió en el último tiempo en la innovación que promete causar revolución en el mundo estético, no solo en el país asiático, sino en todo el mundo.
Los tratamientos de este tipo son costosos y dolorosos; sin embargo, la innovación tecnológica que tiene Seúl lo terminó convirtiendo en el lugar al que todos quieren llegar para hacer ese retoque que anhelaron toda su vida, desterrando así a Estados Unidos.
Pero, ¿de qué trata el denominado “mega-tratamiento”? La tendencia fue popularizada por distintas famosas y turistas, pero sobre todo por la influencer Yerim Lee, quien nació en Corea del Sur, pero vive en Nueva York. Ella decidió compartir su experiencia a través de su perfil de TikTok con sus miles de seguidores, y causó furor.
En un video mostró su apariencia rejuvenecida después de emplear un total de 15 tratamientos en tan solo tres días y detalló cómo logró gastar mucho con menos dinero del que gastaría en Estados Unidos. Por ejemplo, una sesión de bótox en la frente, la mandíbula y las cejas, que en Nueva York puede costar entre USD 500 y USD 1.400, le salió solo USD 70 en Seúl.
Según señaló, se realizó un microblading de cejas, botox, láseres de CO₂ para eliminar lunares, inyecciones de colágeno, Ultherapy (un tratamiento de ultrasonido para estimular la producción de colágeno), y tratamientos de disolución de grasa.
A diferencia de lo que la industria está acostumbrada, cada uno de los procedimientos a los que se sometió están especialmente diseñados para ver los resultados en poco tiempo. Para esto, Lee se sometió a 600 disparos de Ultherapy, que consiste en la aplicación de un haz de ultrasonido de alta frecuencia y alta energía para producir destrucción celular, utilizado en pacientes que quieren erradicar el cáncer; y a una serie de inyecciones de Juvelook y Rejuran Healer para estimular la producción de colágeno y promover así la elastina de la piel.
Como si esto fuera poco, siguió con inyecciones de bótox en distintas partes del cuerpo. Conocido como Traptox, este producto ayuda a afinar los hombros y a lucir más delgada y estilizada. También se sometió a tratamientos de disolución de grasa en los brazos y a Body InMode, un procedimiento de calor y radiofrecuencia para remodelar los tejidos y lograr una apariencia más jovial.
Según las estadísticas, Corea del Sur recibió el año pasado a más de 605.768 turistas que viajaron solamente para someterse a tratamientos estéticos, lo que representó una suba del 144.2% respecto al 2022.
El aumento de procedimientos estéticos, también implica un mayor riesgo de clínicas que no están capacitadas para ofrecer estos servicios. Debido a esto es que Lee también alertó sobre la importancia de que las personas que deseen a someterse a un tratamiento de esta índole investiguen el lugar en donde lo llevará a cabo como los especialistas al mando. Asimismo, mencionó la existencia de las llamadas “clínicas de fábrica”, donde falta la supervisión directa de un médico.
Una reconocida influencer utilizó sus redes sociales para mostrar detalles de los variados procedimientos que se realizó en un plazo de tres días LA NACION