La reciente baja del dólar importador ahorraría 1,4 puntos de inflación este año
El mercado espera que la rebaja dispuesta -por vía impositiva- del dólar comercial importador y el desarme de algunas regulaciones le ahorren al país hasta 1,4 puntos porcentuales de inflación en lo que resta del año.
La conclusión surge de observar los resultados del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), la encuesta más abarcativa de la plaza local que realiza el Banco Central (BCRA) y que esta vez recogió entre los días 28 y 30 de agosto visiones de 42 analistas de consultoras, equipos económicos de bancos y centros de investigación locales e internacionales.
La muestra detecta que el mercado espera que la inflación haya cerrado agosto en un 3,9%, nivel del que caería a un 3,5% durante el mes en curso y octubre, antes de replegarse hasta el 3,3% en noviembre y repuntar -por cuestiones estacionales- hasta el 3,6% en diciembre.
Es decir, imagina nuevos recortes, aunque en ningún caso de la magnitud con la que ese ilusiona el Gobierno, que busca que el IPC converja en los próximos meses con el 2% de ajuste del tipo de cambio oficial.
Producto de este recálculo la inflación cerraría el año en el 122,9%, es decir, unos 88,5 puntos por debajo del nivel del 211,4% al que llegó en el último año de la gestión de Alberto Fernández, y 104,1 puntos menor al 227% que el propio mercado proyectaba que alcanzaría en enero pasado. A su vez la medición núcleo se ubicaría entre el 105,9% y 106% anual, coincide tanto el promedio general de la encuesta como la media de los 10 encuestados que se han revelado como más fiables en sus pronósticos (Top-10).
Gracias a ese descenso, a su vez, el nivel de indexación general de los precios sería del 38,4% durante el año que viene, 2,9 puntos por debajo del 41,3% a la que la proyectaban hace sólo un mes.
“La expectativa es que la baja del dólar importador pegue más fuerte en el índice de precios mayorista y no tanto en los minoristas, más allá de los efectos que se comienzan a ver -por caso- en autos que es un sector algo más concentrado. A nivel minorista general creo que puede haber una tentación de las cadenas comerciales de recuperar por esa vía márgenes, más aún cuando le suben otros costos e impuestos subsoberanos”, explicó a LA NACION uno de los encuestados en alusión al aumento de tasas en muchos municipios.
El proceso desinflatorio que proyecta el mercado apoya en la expectativa de una marcada estabilidad cambiaria (esperan que el dólar oficial cierre el año en $1.025,4, lo que supone una devaluación del 59,7% en el año que, además, es 9,8 puntos porcentuales menos que el REM previo) y en las limitaciones que enfrenta la tasa de actividad económica para recuperarse, aunque se coincide en que el “piso” de la crisis ya quedó atrás.
El informe oficial muestra que los analistas siguen esperan que el Producto Bruto Interno (PBI) caiga entre 3,7 y 3,8% en el año, aunque el nivel de actividad habría iniciado un rebote en el trimestre en curso, cuando registraría una suba de 0,9% que sostendría en el mismo nivel en el cuatro trimestre.
Con ese envión, según el promedio del REM, la economía crecería un 3,5% durante el año que viene, una tasa que imaginaban en apenas 3,2% hasta el mes pasado.
El cuadro de expectativa incluye además una tasa de desocupación abierta que habría estado entre 7,8 y 8% durante el segundo trimestre del año se estimó en 8,0% y escalaría hasta el 8,1% durante el último trimestre.
En cuanto al comercio exterior de bienes, quienes participan del REM estimaron para 2024 que las exportaciones (FOB) totalicen US$ 77.857 millones (USD663 millones más que la encuesta anterior) y las importaciones (CIF) lleguen a US$59.163 millones (USD652 millones más que el relevamiento previo).
De ser así el país registraría un superávit comercial de US$18,694 millones este año (apenas superior en USS11 millones al que esperaban hasta hace un mes) pese a un desempeño mediocre de las ventas al exterior.
El mercado espera que la rebaja dispuesta -por vía impositiva- del dólar comercial importador y el desarme de algunas regulaciones le ahorren al país hasta 1,4 puntos porcentuales de inflación en lo que resta del año.
La conclusión surge de observar los resultados del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), la encuesta más abarcativa de la plaza local que realiza el Banco Central (BCRA) y que esta vez recogió entre los días 28 y 30 de agosto visiones de 42 analistas de consultoras, equipos económicos de bancos y centros de investigación locales e internacionales.
La muestra detecta que el mercado espera que la inflación haya cerrado agosto en un 3,9%, nivel del que caería a un 3,5% durante el mes en curso y octubre, antes de replegarse hasta el 3,3% en noviembre y repuntar -por cuestiones estacionales- hasta el 3,6% en diciembre.
Es decir, imagina nuevos recortes, aunque en ningún caso de la magnitud con la que ese ilusiona el Gobierno, que busca que el IPC converja en los próximos meses con el 2% de ajuste del tipo de cambio oficial.
Producto de este recálculo la inflación cerraría el año en el 122,9%, es decir, unos 88,5 puntos por debajo del nivel del 211,4% al que llegó en el último año de la gestión de Alberto Fernández, y 104,1 puntos menor al 227% que el propio mercado proyectaba que alcanzaría en enero pasado. A su vez la medición núcleo se ubicaría entre el 105,9% y 106% anual, coincide tanto el promedio general de la encuesta como la media de los 10 encuestados que se han revelado como más fiables en sus pronósticos (Top-10).
Gracias a ese descenso, a su vez, el nivel de indexación general de los precios sería del 38,4% durante el año que viene, 2,9 puntos por debajo del 41,3% a la que la proyectaban hace sólo un mes.
“La expectativa es que la baja del dólar importador pegue más fuerte en el índice de precios mayorista y no tanto en los minoristas, más allá de los efectos que se comienzan a ver -por caso- en autos que es un sector algo más concentrado. A nivel minorista general creo que puede haber una tentación de las cadenas comerciales de recuperar por esa vía márgenes, más aún cuando le suben otros costos e impuestos subsoberanos”, explicó a LA NACION uno de los encuestados en alusión al aumento de tasas en muchos municipios.
El proceso desinflatorio que proyecta el mercado apoya en la expectativa de una marcada estabilidad cambiaria (esperan que el dólar oficial cierre el año en $1.025,4, lo que supone una devaluación del 59,7% en el año que, además, es 9,8 puntos porcentuales menos que el REM previo) y en las limitaciones que enfrenta la tasa de actividad económica para recuperarse, aunque se coincide en que el “piso” de la crisis ya quedó atrás.
El informe oficial muestra que los analistas siguen esperan que el Producto Bruto Interno (PBI) caiga entre 3,7 y 3,8% en el año, aunque el nivel de actividad habría iniciado un rebote en el trimestre en curso, cuando registraría una suba de 0,9% que sostendría en el mismo nivel en el cuatro trimestre.
Con ese envión, según el promedio del REM, la economía crecería un 3,5% durante el año que viene, una tasa que imaginaban en apenas 3,2% hasta el mes pasado.
El cuadro de expectativa incluye además una tasa de desocupación abierta que habría estado entre 7,8 y 8% durante el segundo trimestre del año se estimó en 8,0% y escalaría hasta el 8,1% durante el último trimestre.
En cuanto al comercio exterior de bienes, quienes participan del REM estimaron para 2024 que las exportaciones (FOB) totalicen US$ 77.857 millones (USD663 millones más que la encuesta anterior) y las importaciones (CIF) lleguen a US$59.163 millones (USD652 millones más que el relevamiento previo).
De ser así el país registraría un superávit comercial de US$18,694 millones este año (apenas superior en USS11 millones al que esperaban hasta hace un mes) pese a un desempeño mediocre de las ventas al exterior.
El REM del BCRA muestra que el IPC habría sido del 3,9% en agosto, y caería al 3,5% en septiembre y octubre LA NACION