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El video con el que identificaron a Alberto Santiago Soria, apuntado como el autor del ataque a la Sociedad Rural

Vestido con un conjunto deportivo, zapatillas, gorra y con lentes, Alberto Santiago Soria, de 40 años, observa cuidadoso hacia afuera y luego ingresa a una librería en el barrio porteño de Barracas. Lleva una mochila en la espalda y una bolsa de supermercado en sus manos, de color beige con las manijas negras y la inscripción “regia”.

Esa prueba, a la que accedió LA NACION, fue la clave para dar con este hombre, el principal sospechoso de haber enviado una encomienda a las oficinas de La Rural con un explosivo en su interior, dirigido al presidente de la entidad, Nicolás Pino. Este sábado, fue detenido en su domicilio en el barrio de Floresta, ubicado entre las calles Juan B. Justo y Chivilcoy.

A partir de las imágenes del local comercial, el Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad realizó un análisis antroposcométrico que permitió comparar la grabación con el rostro y la postura corporal, lo que originó un único perfil probable: el de Soria.

Las autoridades tenían su imagen debido a que el hombre ya contaba con un antecedente de 2017, cuando quedó imputado por amenazas antisemitas. Según su ficha, nació el 4 de mayo de 1984 y tiene el secundario incompleto. Trabajaba en este momento como agente inmobiliario.

En ese entonces tenía el pelo largo, mientras que ahora, corto. Las fotos de su detención actual todavía no se conocen.

Además de los registros de las cámaras de seguridad, a Soria le hicieron un seguimiento de la tarjeta SUBE, ya que el día del atentado se movió en colectivo.

Asimismo, en su domicilio encontraron una guía “T” de la Ciudad en la que aparece una inscripción manuscrita, supuestamente hecha por el sospechoso, que dice “La Rural”, seguida de la anotación del cuadrante 52 A-5, que se corresponde con la ubicación de las oficinas de Juncal al 4450, donde llegó la encomienda.

Ante todo este material probatorio, el juez Daniel Rafecas, que tiene a cargo la investigación que llevó adelante la División de Investigaciones Especiales de la Policía de la Ciudad, dispuso la detención. Este sábado Soria será trasladado a los tribunales de Comodoro Py para ser indagado por los delitos de explosión, lesiones dolosas múltiples y daños materiales. La intención de las autoridades es determinar el móvil del ataque y si existen cómplices. Después lo derivarán a una cárcel del Sistema Penitenciario Federal (SPF).

El ataque se produjo el jueves por la mañana, cuando la secretaria de Pino, Pamela Sousa, abrió la encomienda que llegó a las oficinas de Palermo y ocurrió la detonación. Tras esto, tanto ella, como su jefe, dos personas más que aspiraron el humo posterior a la explosión y personal médico (en total, un grupo de siete) fueron derivadas al Hospital Fernández para evaluar que no hubieran estado en contacto con material tóxico.

De ahí en adelante se montó un megaoperativo coordinado por las fuerzas de la Ciudad no solo para barrer el edificio sino todo el barrio, con el objetivo de determinar que no hubiera otras amenazas. También se remitieron las muestras de los hisopados al Instituto Malbrán y a la Facultad de Bioquímica, y comenzó el análisis de las pruebas para intentar dar con el autor.

Vestido con un conjunto deportivo, zapatillas, gorra y con lentes, Alberto Santiago Soria, de 40 años, observa cuidadoso hacia afuera y luego ingresa a una librería en el barrio porteño de Barracas. Lleva una mochila en la espalda y una bolsa de supermercado en sus manos, de color beige con las manijas negras y la inscripción “regia”.

Esa prueba, a la que accedió LA NACION, fue la clave para dar con este hombre, el principal sospechoso de haber enviado una encomienda a las oficinas de La Rural con un explosivo en su interior, dirigido al presidente de la entidad, Nicolás Pino. Este sábado, fue detenido en su domicilio en el barrio de Floresta, ubicado entre las calles Juan B. Justo y Chivilcoy.

A partir de las imágenes del local comercial, el Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad realizó un análisis antroposcométrico que permitió comparar la grabación con el rostro y la postura corporal, lo que originó un único perfil probable: el de Soria.

Las autoridades tenían su imagen debido a que el hombre ya contaba con un antecedente de 2017, cuando quedó imputado por amenazas antisemitas. Según su ficha, nació el 4 de mayo de 1984 y tiene el secundario incompleto. Trabajaba en este momento como agente inmobiliario.

En ese entonces tenía el pelo largo, mientras que ahora, corto. Las fotos de su detención actual todavía no se conocen.

Además de los registros de las cámaras de seguridad, a Soria le hicieron un seguimiento de la tarjeta SUBE, ya que el día del atentado se movió en colectivo.

Asimismo, en su domicilio encontraron una guía “T” de la Ciudad en la que aparece una inscripción manuscrita, supuestamente hecha por el sospechoso, que dice “La Rural”, seguida de la anotación del cuadrante 52 A-5, que se corresponde con la ubicación de las oficinas de Juncal al 4450, donde llegó la encomienda.

Ante todo este material probatorio, el juez Daniel Rafecas, que tiene a cargo la investigación que llevó adelante la División de Investigaciones Especiales de la Policía de la Ciudad, dispuso la detención. Este sábado Soria será trasladado a los tribunales de Comodoro Py para ser indagado por los delitos de explosión, lesiones dolosas múltiples y daños materiales. La intención de las autoridades es determinar el móvil del ataque y si existen cómplices. Después lo derivarán a una cárcel del Sistema Penitenciario Federal (SPF).

El ataque se produjo el jueves por la mañana, cuando la secretaria de Pino, Pamela Sousa, abrió la encomienda que llegó a las oficinas de Palermo y ocurrió la detonación. Tras esto, tanto ella, como su jefe, dos personas más que aspiraron el humo posterior a la explosión y personal médico (en total, un grupo de siete) fueron derivadas al Hospital Fernández para evaluar que no hubieran estado en contacto con material tóxico.

De ahí en adelante se montó un megaoperativo coordinado por las fuerzas de la Ciudad no solo para barrer el edificio sino todo el barrio, con el objetivo de determinar que no hubiera otras amenazas. También se remitieron las muestras de los hisopados al Instituto Malbrán y a la Facultad de Bioquímica, y comenzó el análisis de las pruebas para intentar dar con el autor.

 En la grabación se lo ve ingresar con una bolsa de supermercado a una librería; es el principal sospechoso de haber enviado un explosivo remitido a Nicolás Pino, presidente de la entidad  LA NACION

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