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Uruguay, desfigurado por las ausencias, se agarró a la figura del arquero Rochet para empatar en Venezuela

La única sonrisa que se permitió Marcelo Bielsa fue tras el final, en el cordial saludo que se dio con su colega argentino Fernando Batista. Los 90 minutos precedentes lo mantuvieron inquieto y preocupado al Loco. Uruguay puede dar por muy bueno el empate 0-0 que se llevó bajo la lluvia de Maturín. Desmantelada la formación habitual por la coincidencia de numerosas ausencias, el plan de emergencia se sostuvo esencialmente en las atajadas de Sergio Rochet.

Bielsa hizo la lectura del partido que correspondía: “El resultado fue generoso con nosotros. Conseguimos un punto que no representa lo que pasó en la cancha. Especialmente lo que pasó en nuestra área”. El lamento fue para Venezuela por no quedarse con los tres puntos que le hubieran dado más aire en la zona de clasificación. De todas maneras, ratificó su fortaleza de local, condición en la que aun no recibió goles en las eliminatorias.

Para Bielsa fue una noche compleja hasta para su gestión del desarrollo del encuentro. Admitió su equivocación en un cambio y le pidió disculpas a Facundo Torres, a quien mandó a la cancha a los 8 minutos del segundo tiempo y lo sustituyó a los 42. “Hice ingresar a Facundo pensando que el partido le iba a dar un rol que nosotros necesitábamos. Lo leí mal. Lo que necesitábamos era un jugador que nos diera más solidez defensiva. Me da tristeza que Torres haya tenido que asumir un error mío. Facundo es pura nobleza, amor por el fútbol y la selección”, expresó el rosarino.

Venezuela tuvo al jugador más creativo del encuentro, Yeferson Soteldo, dueño de una gambeta por momentos indescifrable para Uruguay, y al más inteligente, Salomón Rondón, que en los apoyos a los compañeros que llegaban desde atrás siempre tomó la decisión correcta, solo le faltó estar un poco más afinado en las ocasiones que tuvo.

Uruguay cierra esta doble fecha de las eliminatorias con dos empates sin goles, tras el 0-0 del viernes ante Paraguay en el Centenario, donde se despidió Luis Suárez. Ambos resultados lo mantienen en el tercer puesto y también reflejan las dificultades para asimilar la falta de varios apellidos importantes por diversas circunstancias. Bielsa no suele poner excusas y ya antes del cotejo se hizo responsable de la diferencia de rendimiento con tramos anteriores de la clasificación al Mundial: “Teniendo en cuenta el tiempo que llevo trabajando debería estar en condiciones de encontrar sustitutos para cualquier ausencia”.

Por diferentes motivos, el debilitamiento fue muy pronunciado. No estuvieron Ronald Araujo, Federico Valverde, Nicolás de la Cruz, Nahitan Nández, Darwin Núñez, Rodrigo Bentancur, José María Giménez, Matías Viña, Matías Olivera y Gerogian De Arrascaeta. Fueron incorporados dos juveniles Sub 20, Viera y Pino, para completar plantel.

Lo más destacado de Venezuela 0 – Uruguay 0

No paró el goteo de bajas para Uruguay. A los dos minutos se quedó sin el zaguero Sebastián Cáceres, que en una carrera para recuperar posiciones sintió el pinchazo en la parte posterior del muslo izquierdo. Todos los síntomas de un desgarro. Lo reemplazó Nicolás Marichal, que había debutado frente a Paraguay. Uno más entre los jugadores con escaso rodaje en el seleccionado, como Emiliano Martínez (tres partidos) y Cristian Olivera (ocho). En el segundo tiempo ingresó la legión argentina, también sin mucho recorrido: debutó Miguel Merentiel, de nulo aporte, y cuando quedaban pocos minutos ingresaron Marcelo Saracchi (cinco encuentros) y Nicolás Fonseca (dos).

Uruguay no hizo la clase de partido que pretende Bielsa. Sin la iniciativa ni el control de la pelota, las posibilidades de fabricar ataques fueron escasas. El equipo charrúa debió emplearse más en tareas de contención, con el repliegue de Ugarte casi entre los zagueros centrales. Venezuela impuso un ritmo alto en el clima caluroso y húmedo de Maturín. Llegaba antes a los rebotes y ocupaba mejor los espacios. La habilidad de Soteldo, con punto de arranque sobre la izquierda, fue en varios pasajes incontrolable para la marca rival. Ugarte se llevó una amarilla por pararlo con una dura entrada.

Venezuela era peligroso cuando conseguía finalizar con Salomón Rondón. El exdelantero de River cruzó un cabezazo que salió cerca de un poste y exigió a Rochet con un remate de media distancia. Bielsa se desesperaba en la zona técnica al ver que su equipo perdía algunos duelos individuales y no lograba desactivar la intensidad local.

La pelota le llegaba poco a los extremos Pellistri y Maximiliano Araujo, más implicados en el retroceso que en profundizar los ataques aislados. Un disparo de media distancia de Emiliano Martínez y una corrida de Pellistri fueron los tímidos intentos de Uruguay en la primera etapa.

En la segunda etapa, Bielsa buscó algo más de agresividad ofensiva con Merentiel, que por primera vez fue tenido en cuenta por el Loco en su ciclo. A los 28 años, el atacante de Boca tuvo su debut en la Celeste. Con poca participación, Merentiel se hizo notar en un duro cruce sobre Osorio, que quedó dolorido en el piso. Amarilla para el delantero y fuertes recriminaciones de los jugadores de Venezuela por no haberse controlado. Una veloz transición local volvió a poner en apuros a Uruguay. Rondón asistió la proyección por adentro del lateral Aramburu, que encontró el pique al vacío del volante Casseres, cuya definición fue tapada por Rochet.

El desarrollo seguía llevando a Uruguay por la calle del sufrimiento. Perdía rápido la pelota cuando la recuperaba y recurría demasiado al foul. En situaciones límite, lo tuvo a Rochet para evitar la derrota, con otro tapada frente a Savarino, en la que expuso su físico en el fuerte choque con el delantero. Venezuela inquietó por abajo y también por arriba, con dos cabezazos del central Osorio.

Bielsa está a un triunfo de quedarse con el récord de entrenador con más partidos ganados en la historia de las eliminatorias sudamericanas. Con 31 victorias, entre sus ciclos en la Argentina, Chile y Uruguay, comparte la plusmarca con Oscar Tabárez. Lejos estuvo de conseguirlo en Venezuela, donde un empate le supo a sobrada recompensa.

La única sonrisa que se permitió Marcelo Bielsa fue tras el final, en el cordial saludo que se dio con su colega argentino Fernando Batista. Los 90 minutos precedentes lo mantuvieron inquieto y preocupado al Loco. Uruguay puede dar por muy bueno el empate 0-0 que se llevó bajo la lluvia de Maturín. Desmantelada la formación habitual por la coincidencia de numerosas ausencias, el plan de emergencia se sostuvo esencialmente en las atajadas de Sergio Rochet.

Bielsa hizo la lectura del partido que correspondía: “El resultado fue generoso con nosotros. Conseguimos un punto que no representa lo que pasó en la cancha. Especialmente lo que pasó en nuestra área”. El lamento fue para Venezuela por no quedarse con los tres puntos que le hubieran dado más aire en la zona de clasificación. De todas maneras, ratificó su fortaleza de local, condición en la que aun no recibió goles en las eliminatorias.

Para Bielsa fue una noche compleja hasta para su gestión del desarrollo del encuentro. Admitió su equivocación en un cambio y le pidió disculpas a Facundo Torres, a quien mandó a la cancha a los 8 minutos del segundo tiempo y lo sustituyó a los 42. “Hice ingresar a Facundo pensando que el partido le iba a dar un rol que nosotros necesitábamos. Lo leí mal. Lo que necesitábamos era un jugador que nos diera más solidez defensiva. Me da tristeza que Torres haya tenido que asumir un error mío. Facundo es pura nobleza, amor por el fútbol y la selección”, expresó el rosarino.

Venezuela tuvo al jugador más creativo del encuentro, Yeferson Soteldo, dueño de una gambeta por momentos indescifrable para Uruguay, y al más inteligente, Salomón Rondón, que en los apoyos a los compañeros que llegaban desde atrás siempre tomó la decisión correcta, solo le faltó estar un poco más afinado en las ocasiones que tuvo.

Uruguay cierra esta doble fecha de las eliminatorias con dos empates sin goles, tras el 0-0 del viernes ante Paraguay en el Centenario, donde se despidió Luis Suárez. Ambos resultados lo mantienen en el tercer puesto y también reflejan las dificultades para asimilar la falta de varios apellidos importantes por diversas circunstancias. Bielsa no suele poner excusas y ya antes del cotejo se hizo responsable de la diferencia de rendimiento con tramos anteriores de la clasificación al Mundial: “Teniendo en cuenta el tiempo que llevo trabajando debería estar en condiciones de encontrar sustitutos para cualquier ausencia”.

Por diferentes motivos, el debilitamiento fue muy pronunciado. No estuvieron Ronald Araujo, Federico Valverde, Nicolás de la Cruz, Nahitan Nández, Darwin Núñez, Rodrigo Bentancur, José María Giménez, Matías Viña, Matías Olivera y Gerogian De Arrascaeta. Fueron incorporados dos juveniles Sub 20, Viera y Pino, para completar plantel.

Lo más destacado de Venezuela 0 – Uruguay 0

No paró el goteo de bajas para Uruguay. A los dos minutos se quedó sin el zaguero Sebastián Cáceres, que en una carrera para recuperar posiciones sintió el pinchazo en la parte posterior del muslo izquierdo. Todos los síntomas de un desgarro. Lo reemplazó Nicolás Marichal, que había debutado frente a Paraguay. Uno más entre los jugadores con escaso rodaje en el seleccionado, como Emiliano Martínez (tres partidos) y Cristian Olivera (ocho). En el segundo tiempo ingresó la legión argentina, también sin mucho recorrido: debutó Miguel Merentiel, de nulo aporte, y cuando quedaban pocos minutos ingresaron Marcelo Saracchi (cinco encuentros) y Nicolás Fonseca (dos).

Uruguay no hizo la clase de partido que pretende Bielsa. Sin la iniciativa ni el control de la pelota, las posibilidades de fabricar ataques fueron escasas. El equipo charrúa debió emplearse más en tareas de contención, con el repliegue de Ugarte casi entre los zagueros centrales. Venezuela impuso un ritmo alto en el clima caluroso y húmedo de Maturín. Llegaba antes a los rebotes y ocupaba mejor los espacios. La habilidad de Soteldo, con punto de arranque sobre la izquierda, fue en varios pasajes incontrolable para la marca rival. Ugarte se llevó una amarilla por pararlo con una dura entrada.

Venezuela era peligroso cuando conseguía finalizar con Salomón Rondón. El exdelantero de River cruzó un cabezazo que salió cerca de un poste y exigió a Rochet con un remate de media distancia. Bielsa se desesperaba en la zona técnica al ver que su equipo perdía algunos duelos individuales y no lograba desactivar la intensidad local.

La pelota le llegaba poco a los extremos Pellistri y Maximiliano Araujo, más implicados en el retroceso que en profundizar los ataques aislados. Un disparo de media distancia de Emiliano Martínez y una corrida de Pellistri fueron los tímidos intentos de Uruguay en la primera etapa.

En la segunda etapa, Bielsa buscó algo más de agresividad ofensiva con Merentiel, que por primera vez fue tenido en cuenta por el Loco en su ciclo. A los 28 años, el atacante de Boca tuvo su debut en la Celeste. Con poca participación, Merentiel se hizo notar en un duro cruce sobre Osorio, que quedó dolorido en el piso. Amarilla para el delantero y fuertes recriminaciones de los jugadores de Venezuela por no haberse controlado. Una veloz transición local volvió a poner en apuros a Uruguay. Rondón asistió la proyección por adentro del lateral Aramburu, que encontró el pique al vacío del volante Casseres, cuya definición fue tapada por Rochet.

El desarrollo seguía llevando a Uruguay por la calle del sufrimiento. Perdía rápido la pelota cuando la recuperaba y recurría demasiado al foul. En situaciones límite, lo tuvo a Rochet para evitar la derrota, con otro tapada frente a Savarino, en la que expuso su físico en el fuerte choque con el delantero. Venezuela inquietó por abajo y también por arriba, con dos cabezazos del central Osorio.

Bielsa está a un triunfo de quedarse con el récord de entrenador con más partidos ganados en la historia de las eliminatorias sudamericanas. Con 31 victorias, entre sus ciclos en la Argentina, Chile y Uruguay, comparte la plusmarca con Oscar Tabárez. Lejos estuvo de conseguirlo en Venezuela, donde un empate le supo a sobrada recompensa.

 El equipo de Bielsa, sin varios de sus titulares, fue superado y sufrió para rescatar un 0-0 bajo la lluvia de Maturín  LA NACION

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