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Contragolpe. El juez acusado de robar 144 monedas de oro dice que “quieren mancillar” su buen nombre y honor

El juez federal Martín Poderti, imputado del delito de peculado al quedar bajo sospecha por el robo de 144 monedas de oro, valuadas en 200.000 dólares, que estaban en una caja de seguridad de una sucursal del Banco Nación de San Isidro y que habían sido secuestradas en el marco de una causa donde se investigaba a una banda narco, sostuvo que se quiere instalar una “hipótesis de investigación falsa con el objeto de mancillar su buen nombre y honor”.

Las afirmaciones de Poderti, de 49 años y que en la actualidad integra el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, fueron hechas en un escrito presentado en las últimas horas ante el juez federal de San Martín Emiliano Canicoba, a cargo del expediente, y después de que LA NACION publicara una nota donde se informaba que el dueño de las monedas denunciara que el magistrado las había apostado en torneos de póker que se disputaron en Brasil y Uruguay.

“En legal tiempo y forma vengo por el presente a hacer saber a Vuestra Señoría la gran preocupación que me genera la filtración de datos de esta causa a la prensa por parte de la querella. En esta oportunidad, resulta obvio como se ha iniciado una suerte de campaña de prensa dirigida por el aquí querellante [por Rodolfo Tamborini, absuelto por la Justicia], que además de demostrar quién es la parte que filtró información del contenido del expediente, recordemos que esto no es la primera vez que ocurre y que anteriormente padecí un hecho similar mientras la causa estaba delegado en el Ministerio Público Fiscal en etapa de secreto de sumario, su único objeto es instalar una hipótesis de investigación falsa con el objeto de mancillar mi buen nombre y honor”, afirmó Poderti en su presentación.

En el siguiente párrafo, el magistrado sostuvo que en la citada nota periodística “se afirma con total malicia y falsedad que ‘al menos algunas de las monedas de oro de mi propiedad [afirmación que corresponde a la denuncia de Tamborini] que sustrajo de la caja de seguridad del Banco Nación, sucursal San Isidro, las apostó en torneos de póker´cuando ello es falso”.

En su presentación, al dirigirse a su colega Canicoba, Poderti afirmó: “Señor juez, es muy fácil acreditar que jamás participé en un torneo de póker en Brasil ni en México [otros de los países mencionado por el querellante] y que tampoco ‘aposté’ jamás monedas de oro, plata ni ninguno de los objetos de investigación en torneo o juego de naipes. Me veo en consecuencia obligado a señalar como la querella está instalando esta hipótesis de investigación absolutamente falsa como el objeto de desviar la atención del hecho concreto que debe ser investigado, mientras al mismo tiempo ‘opera’ ante el ciudadano común mancillando mi nombre y honor como juez federal”.

Como informó LA NACION, cuando fue indagado por el juez Canicoba, Poderti explicó que está atravesando el peor momento de su vida. “No tengo nada que ver con el faltante de las monedas y desconozco quién pudo haberlas tomado”, afirmó.

Ahora, en el escrito presentado en las últimas horas, el magistrado sostuvo: “A nadie debiera sorprender que desde el momento que esta parte formuló un planteo de recusación contra el Ministerio Público [representado en el expediente por el fiscal federal de Tres de Febrero, Paul Starc], denunciando la falta de objetividad con la que se tramitó este sumario y la arbitraria denegación de medidas de prueba que vengo padeciendo, ‘casualmente´aparece una nota periodística que nada refiere a que, al menos, uno de los videos del sector de cajas de seguridad que fue aportado por el Banco Nación se encuentra editado. También que ante el pedido de la defensa reclamando la entrega del video crudo y sin cortes, la entidad bancaria responda que ya no cuenta con la filmación original, elemento de prueba que seguramente el Ministerio Público Fiscal no hubiese dirigido el sumario en el sentido de una única hipótesis investigativa como, evidentemente, exige la querella”.

Según el expediente judicial, las monedas de oro, que corresponden a cinco denominaciones distintas y con procedencia de origen de distintos países, desaparecieron en una fecha incierta entre el 26 de diciembre de 2019 y el 9 de febrero de 2023 [día en que Poderti entregó la llave de la caja de seguridad].

El faltante de las monedas se detectó el 9 de abril pasado, cuando Poderti ya cumplía funciones en el TOF de Mar del Plata. La Justicia había dispuesto que las monedas fueron devueltas a su propietario, tras su absolución.

Como secretario penal del Juzgado Federal N°2 de San Isidro, a cargo del juez Lino Mirabelli, tenía las llaves de la caja de seguridad y la autorización para ingresar.

Durante la investigación, a partir de los registros de la entidad bancaria y filmaciones, se determinó que Poderti ingresó 19 veces en el sector de cajas de seguridad.

Durante su indagatoria, después de negar haber sustraído las monedas de oro, el juez Poderti admitió haber ingresado “voluntariamente” al sector de cajas de seguridad de la sucursal San Isidro del Banco Nación, pero afirmó que lo hizo por una cuestión de “exceso celo profesional” para resguardar documentación, papeles de trabajo muy sensibles” que estaban bajo su conocimiento.

Después recordó un robo que sufrió en agosto de 2017 cuando vivía con su familia en una casa alquilada de Martínez. “Quiero hacer un comentario de algo que me llamó la atención, que tiene que ver con el modo en que [los ladrones] revolvieron toda la casa en muy poco tiempo, incluso papeles de mi trabajo que yo tenía en mi poder, además de llevarse electrodomésticos, dinero y otros efectos. Me dio la sensación de que estaban buscando algo. Razón por la cual mi domicilio no era un lugar seguro para guardar la documentación y los papeles de trabajo vinculados a expedientes sensibles”, explicó el magistrado.

Ahora, en el escrito presentado en las últimas horas y al que tuvo acceso LA NACION, Poderti dijo: “Tampoco sorprende, entonces, que esa nota periodística [la denuncia de Tamborini de que las monedas fueron apostadas en torneos de póker] tenga por objeto intentar influenciar desfavorablemente en el ánimo de Vuestra Señoría instalando la idea de que el suscripto es el autor de un hecho en el que no participé, aportando información falsa que no guarda vínculo alguno con la hipótesis investigativa. A esta altura del proceso resulta obvio que la mencionada publicación fue impulsada por la querella, ocultando todas las cuestiones que introduje en mi declaración indagatoria, dando cuenta no solo de los dos sospechosos hechos de robo que padeció mi familia en sus anteriores domicilios, como también mis sospechas vinculadas a que resulta extremadamente extraño que el hurto de los efectos objeto de investigación fuera parcial y no total (¿qué sentido tiene que el autor del hecho no se llevara todos los efectos y solo parte de ellos). Todo ella me inclina a concluir que necesariamente este suceso tiene que estar vinculado con la actividad de alguna organización criminal de relevancia que pretende desplazarme de mi puesto de trabajo como magistrado federal de Mar del Plata”.

Al profundizar “alguna organización criminal” que quiere desplazarlo de su puesto de juez, Poderti recordó: “En este orden de ideas, y para graficar con hechos esta última afirmación, no es casual ni azaroso que en la denominada causa Sancho, donde se secuestraron las monedas sustraídas, se juzgó y condenó a una banda narcocriminal que operaba en el conurbano bonaerense y en la ciudad de Mar del Plata, donde ‘casualmente’ me desempeño como juez de Cámara del Tribunal Oral Federal y, en donde, recientemente, intervine en el juzgamiento del hecho de narcotráfico más importante que tuvo la ciudad en su historia”.

Antes de finalizar, el juez imputado de peculado afirmó: “Como puede advertirse, sin demasiados esfuerzos interpretativos, nada tuve que ver con el robo de las mentadas monedas que reclama el querellante, razón por la cual, y tal como solicité al declarar, deben investigarse todas las hipótesis posibles con el objeto de llegar a la verdad de lo ocurrido sin sesgos cognitivos ni desviando la atención de Vuestra Señoría con la instalación de hipótesis investigativas que a todas luces son falsas”.

El juez federal Martín Poderti, imputado del delito de peculado al quedar bajo sospecha por el robo de 144 monedas de oro, valuadas en 200.000 dólares, que estaban en una caja de seguridad de una sucursal del Banco Nación de San Isidro y que habían sido secuestradas en el marco de una causa donde se investigaba a una banda narco, sostuvo que se quiere instalar una “hipótesis de investigación falsa con el objeto de mancillar su buen nombre y honor”.

Las afirmaciones de Poderti, de 49 años y que en la actualidad integra el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, fueron hechas en un escrito presentado en las últimas horas ante el juez federal de San Martín Emiliano Canicoba, a cargo del expediente, y después de que LA NACION publicara una nota donde se informaba que el dueño de las monedas denunciara que el magistrado las había apostado en torneos de póker que se disputaron en Brasil y Uruguay.

“En legal tiempo y forma vengo por el presente a hacer saber a Vuestra Señoría la gran preocupación que me genera la filtración de datos de esta causa a la prensa por parte de la querella. En esta oportunidad, resulta obvio como se ha iniciado una suerte de campaña de prensa dirigida por el aquí querellante [por Rodolfo Tamborini, absuelto por la Justicia], que además de demostrar quién es la parte que filtró información del contenido del expediente, recordemos que esto no es la primera vez que ocurre y que anteriormente padecí un hecho similar mientras la causa estaba delegado en el Ministerio Público Fiscal en etapa de secreto de sumario, su único objeto es instalar una hipótesis de investigación falsa con el objeto de mancillar mi buen nombre y honor”, afirmó Poderti en su presentación.

En el siguiente párrafo, el magistrado sostuvo que en la citada nota periodística “se afirma con total malicia y falsedad que ‘al menos algunas de las monedas de oro de mi propiedad [afirmación que corresponde a la denuncia de Tamborini] que sustrajo de la caja de seguridad del Banco Nación, sucursal San Isidro, las apostó en torneos de póker´cuando ello es falso”.

En su presentación, al dirigirse a su colega Canicoba, Poderti afirmó: “Señor juez, es muy fácil acreditar que jamás participé en un torneo de póker en Brasil ni en México [otros de los países mencionado por el querellante] y que tampoco ‘aposté’ jamás monedas de oro, plata ni ninguno de los objetos de investigación en torneo o juego de naipes. Me veo en consecuencia obligado a señalar como la querella está instalando esta hipótesis de investigación absolutamente falsa como el objeto de desviar la atención del hecho concreto que debe ser investigado, mientras al mismo tiempo ‘opera’ ante el ciudadano común mancillando mi nombre y honor como juez federal”.

Como informó LA NACION, cuando fue indagado por el juez Canicoba, Poderti explicó que está atravesando el peor momento de su vida. “No tengo nada que ver con el faltante de las monedas y desconozco quién pudo haberlas tomado”, afirmó.

Ahora, en el escrito presentado en las últimas horas, el magistrado sostuvo: “A nadie debiera sorprender que desde el momento que esta parte formuló un planteo de recusación contra el Ministerio Público [representado en el expediente por el fiscal federal de Tres de Febrero, Paul Starc], denunciando la falta de objetividad con la que se tramitó este sumario y la arbitraria denegación de medidas de prueba que vengo padeciendo, ‘casualmente´aparece una nota periodística que nada refiere a que, al menos, uno de los videos del sector de cajas de seguridad que fue aportado por el Banco Nación se encuentra editado. También que ante el pedido de la defensa reclamando la entrega del video crudo y sin cortes, la entidad bancaria responda que ya no cuenta con la filmación original, elemento de prueba que seguramente el Ministerio Público Fiscal no hubiese dirigido el sumario en el sentido de una única hipótesis investigativa como, evidentemente, exige la querella”.

Según el expediente judicial, las monedas de oro, que corresponden a cinco denominaciones distintas y con procedencia de origen de distintos países, desaparecieron en una fecha incierta entre el 26 de diciembre de 2019 y el 9 de febrero de 2023 [día en que Poderti entregó la llave de la caja de seguridad].

El faltante de las monedas se detectó el 9 de abril pasado, cuando Poderti ya cumplía funciones en el TOF de Mar del Plata. La Justicia había dispuesto que las monedas fueron devueltas a su propietario, tras su absolución.

Como secretario penal del Juzgado Federal N°2 de San Isidro, a cargo del juez Lino Mirabelli, tenía las llaves de la caja de seguridad y la autorización para ingresar.

Durante la investigación, a partir de los registros de la entidad bancaria y filmaciones, se determinó que Poderti ingresó 19 veces en el sector de cajas de seguridad.

Durante su indagatoria, después de negar haber sustraído las monedas de oro, el juez Poderti admitió haber ingresado “voluntariamente” al sector de cajas de seguridad de la sucursal San Isidro del Banco Nación, pero afirmó que lo hizo por una cuestión de “exceso celo profesional” para resguardar documentación, papeles de trabajo muy sensibles” que estaban bajo su conocimiento.

Después recordó un robo que sufrió en agosto de 2017 cuando vivía con su familia en una casa alquilada de Martínez. “Quiero hacer un comentario de algo que me llamó la atención, que tiene que ver con el modo en que [los ladrones] revolvieron toda la casa en muy poco tiempo, incluso papeles de mi trabajo que yo tenía en mi poder, además de llevarse electrodomésticos, dinero y otros efectos. Me dio la sensación de que estaban buscando algo. Razón por la cual mi domicilio no era un lugar seguro para guardar la documentación y los papeles de trabajo vinculados a expedientes sensibles”, explicó el magistrado.

Ahora, en el escrito presentado en las últimas horas y al que tuvo acceso LA NACION, Poderti dijo: “Tampoco sorprende, entonces, que esa nota periodística [la denuncia de Tamborini de que las monedas fueron apostadas en torneos de póker] tenga por objeto intentar influenciar desfavorablemente en el ánimo de Vuestra Señoría instalando la idea de que el suscripto es el autor de un hecho en el que no participé, aportando información falsa que no guarda vínculo alguno con la hipótesis investigativa. A esta altura del proceso resulta obvio que la mencionada publicación fue impulsada por la querella, ocultando todas las cuestiones que introduje en mi declaración indagatoria, dando cuenta no solo de los dos sospechosos hechos de robo que padeció mi familia en sus anteriores domicilios, como también mis sospechas vinculadas a que resulta extremadamente extraño que el hurto de los efectos objeto de investigación fuera parcial y no total (¿qué sentido tiene que el autor del hecho no se llevara todos los efectos y solo parte de ellos). Todo ella me inclina a concluir que necesariamente este suceso tiene que estar vinculado con la actividad de alguna organización criminal de relevancia que pretende desplazarme de mi puesto de trabajo como magistrado federal de Mar del Plata”.

Al profundizar “alguna organización criminal” que quiere desplazarlo de su puesto de juez, Poderti recordó: “En este orden de ideas, y para graficar con hechos esta última afirmación, no es casual ni azaroso que en la denominada causa Sancho, donde se secuestraron las monedas sustraídas, se juzgó y condenó a una banda narcocriminal que operaba en el conurbano bonaerense y en la ciudad de Mar del Plata, donde ‘casualmente’ me desempeño como juez de Cámara del Tribunal Oral Federal y, en donde, recientemente, intervine en el juzgamiento del hecho de narcotráfico más importante que tuvo la ciudad en su historia”.

Antes de finalizar, el juez imputado de peculado afirmó: “Como puede advertirse, sin demasiados esfuerzos interpretativos, nada tuve que ver con el robo de las mentadas monedas que reclama el querellante, razón por la cual, y tal como solicité al declarar, deben investigarse todas las hipótesis posibles con el objeto de llegar a la verdad de lo ocurrido sin sesgos cognitivos ni desviando la atención de Vuestra Señoría con la instalación de hipótesis investigativas que a todas luces son falsas”.

 Martín Poderti, integrante del Tribunal Oral Federal (TOF) de Mar del Plata, presentó un escrito donde mostró la preocupación que le provoca la “filtración” de datos de la causa donde está imputado; recusó al fiscal federal Paul Starc, que interviene en el caso  LA NACION

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