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Gastón Manes dijo que la UCR analizará posibles sanciones a los diputados que apoyaron el veto a la reforma jubilatoria

El presidente de la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR), Gastón Manes, reveló que convocó con urgencia para el lunes a una reunión de la mesa directiva del organismo partidario para analizar posibles sanciones a los diputados nacionales que apoyaron el veto del presidente Javier Milei a la reforma jubilatoria.

“Es un punto de inflexión en la historia reciente del radicalismo. Quedó claro que a partir de ahora hay que cambiar la forma de conducirnos, porque con esta laxitud, que viene desde los tiempos de Juntos por el Cambio, el radicalismo fue perdiendo protagonismo”, dijo Manes, en declaraciones radiales.

Los dos problemas que afronta Cristina Kirchner para tomar el liderazgo de la oposición a Javier Milei

El dirigente afirmó que los legisladores podrían recibir una sanción preventiva, hasta que se expida el Tribunal de Ética del partido. Y confió que entre los 15 miembros de la mesa directiva de la Convención Nacional “prevalece la voluntad de ser duros”.

Apuntó, así, con dureza a los diputados nacionales Mariano Campero, Francisco Monti, Roxana Reyes, José Federico Tournier, Luis Picat, Pablo Cervi y Martín Arjol, que profundizaron la crisis dentro de la UCR y exhibieron su apoyo al veto presidencial. De esos siete, cinco se reunieron el martes con Milei en la Casa Rosada.

“La Unión Cívica Radical tiene una definición y no vamos a dejar pasar este mamarracho político de estos dirigentes”, señaló Manes, quien el miércoles pasado había calificado de “traidores” a los diputados que cambiaron sus votos.

Y abundó: “Hay una molestia muy grande por el comportamiento de estos dirigentes, y una gravedad institucional y trascendencia pública. La UCR lleva 132 años y no se merece estas miserias”.

El titular de la Convención comentó que muchas veces existe una colisión entre los intereses políticos, porque un gobernador procura gestionar su provincia y, a veces, debe negociar temas con el Poder Ejecutivo. “Pero este no es el caso, porque estos diputados no pertenecen a ninguna provincia gobernada por la UCR, como Campero en Tucumán o Arjol en Misiones y Picat en Córdoba. Lo que negociaron ellos con el presidente Milei solo ellos lo saben y lo conoce el Gobierno”.

“Pero nada bueno puede salir de ahí, a nuestro criterio, porque esto es un cuerpo colectivo, la UCR había promovido este proyecto y el voto unánime de los 34 legisladores”, sostuvo Manes.

Respecto de los dispositivos partidarios para evaluar la conducta de los diputados, explicó: “Somos un partido institucional, que tiene sus mecanismos y un tribunal de disciplina. La Convención, que yo presido, tiene la facultad en estos casos”, con lo que admitió la posibilidad de resolver sanciones preventivas.

“Extremos retrógrados”

Al proyectar su mirada sobre los pasos dados por la UCR en los últimos años, Manes dijo que en el radicalismo conviven distintas miradas. “Mientras unos hacían más hincapié en la oposición al kirchnerismo, otros priorizaban la construcción de una alternativa política hacia el futuro del país, que no se basara en los extremos retrógrados”, explico.

“En junio –prosiguió-, el partido había logrado por iniciativa propia un proyecto de ley que tuvo el apoyo de otros sectores y que se impuso en ambas cámaras, en favor de la movilidad jubilatoria”. Recordó que la ley fue vetada por el Presidente y que, al haber tenido el voto de dos tercios de los miembros de la Cámara de Diputados, “todo hacía prever que, a pesar del veto, se podía insistir para que la ley quedara firme”.

“Cuando todo eso parecía que iba a pasar, un grupo de diputados radicales y también del Pro que cambiaron su voto. Esto fue un punto de inflexión, porque no puede entender que existan miradas diferentes. Pero los diputados Campero y Arjol habían argumentado de una manera muy sólida en junio, a favor de la movilidad jubilatoria, y ahora se dieron vuelta con argumentos ridículos”.

Manes reveló que “unos días antes de la sesión, cuando los legisladores ya habían anunciado que iban a cambiar el voto, hicimos una reunión de urgencia y les advertimos que lo que iban a hacer iba en contra de los principios y valores de nuestro partido y que iba a haber consecuencias”. Y agregó: “Lo hicieron igual e, inclusive, desafiaron con una actitud provocativa las autoridades del partido, con argumentos muy pobres y con una mirada muy personal, buscando beneficios personales, en principio políticos, no sé si otros, pero políticos seguro”.

Ante las repercusiones que provocó el acercamiento de los diputados radicales a Milei, declaró: “Obviamente, empiezan a verse todas las prácticas más feas de la casta política que Milei dice combatir, aunque en este caso la aplicó a rajatabla.

El presidente de la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR), Gastón Manes, reveló que convocó con urgencia para el lunes a una reunión de la mesa directiva del organismo partidario para analizar posibles sanciones a los diputados nacionales que apoyaron el veto del presidente Javier Milei a la reforma jubilatoria.

“Es un punto de inflexión en la historia reciente del radicalismo. Quedó claro que a partir de ahora hay que cambiar la forma de conducirnos, porque con esta laxitud, que viene desde los tiempos de Juntos por el Cambio, el radicalismo fue perdiendo protagonismo”, dijo Manes, en declaraciones radiales.

Los dos problemas que afronta Cristina Kirchner para tomar el liderazgo de la oposición a Javier Milei

El dirigente afirmó que los legisladores podrían recibir una sanción preventiva, hasta que se expida el Tribunal de Ética del partido. Y confió que entre los 15 miembros de la mesa directiva de la Convención Nacional “prevalece la voluntad de ser duros”.

Apuntó, así, con dureza a los diputados nacionales Mariano Campero, Francisco Monti, Roxana Reyes, José Federico Tournier, Luis Picat, Pablo Cervi y Martín Arjol, que profundizaron la crisis dentro de la UCR y exhibieron su apoyo al veto presidencial. De esos siete, cinco se reunieron el martes con Milei en la Casa Rosada.

“La Unión Cívica Radical tiene una definición y no vamos a dejar pasar este mamarracho político de estos dirigentes”, señaló Manes, quien el miércoles pasado había calificado de “traidores” a los diputados que cambiaron sus votos.

Y abundó: “Hay una molestia muy grande por el comportamiento de estos dirigentes, y una gravedad institucional y trascendencia pública. La UCR lleva 132 años y no se merece estas miserias”.

El titular de la Convención comentó que muchas veces existe una colisión entre los intereses políticos, porque un gobernador procura gestionar su provincia y, a veces, debe negociar temas con el Poder Ejecutivo. “Pero este no es el caso, porque estos diputados no pertenecen a ninguna provincia gobernada por la UCR, como Campero en Tucumán o Arjol en Misiones y Picat en Córdoba. Lo que negociaron ellos con el presidente Milei solo ellos lo saben y lo conoce el Gobierno”.

“Pero nada bueno puede salir de ahí, a nuestro criterio, porque esto es un cuerpo colectivo, la UCR había promovido este proyecto y el voto unánime de los 34 legisladores”, sostuvo Manes.

Respecto de los dispositivos partidarios para evaluar la conducta de los diputados, explicó: “Somos un partido institucional, que tiene sus mecanismos y un tribunal de disciplina. La Convención, que yo presido, tiene la facultad en estos casos”, con lo que admitió la posibilidad de resolver sanciones preventivas.

“Extremos retrógrados”

Al proyectar su mirada sobre los pasos dados por la UCR en los últimos años, Manes dijo que en el radicalismo conviven distintas miradas. “Mientras unos hacían más hincapié en la oposición al kirchnerismo, otros priorizaban la construcción de una alternativa política hacia el futuro del país, que no se basara en los extremos retrógrados”, explico.

“En junio –prosiguió-, el partido había logrado por iniciativa propia un proyecto de ley que tuvo el apoyo de otros sectores y que se impuso en ambas cámaras, en favor de la movilidad jubilatoria”. Recordó que la ley fue vetada por el Presidente y que, al haber tenido el voto de dos tercios de los miembros de la Cámara de Diputados, “todo hacía prever que, a pesar del veto, se podía insistir para que la ley quedara firme”.

“Cuando todo eso parecía que iba a pasar, un grupo de diputados radicales y también del Pro que cambiaron su voto. Esto fue un punto de inflexión, porque no puede entender que existan miradas diferentes. Pero los diputados Campero y Arjol habían argumentado de una manera muy sólida en junio, a favor de la movilidad jubilatoria, y ahora se dieron vuelta con argumentos ridículos”.

Manes reveló que “unos días antes de la sesión, cuando los legisladores ya habían anunciado que iban a cambiar el voto, hicimos una reunión de urgencia y les advertimos que lo que iban a hacer iba en contra de los principios y valores de nuestro partido y que iba a haber consecuencias”. Y agregó: “Lo hicieron igual e, inclusive, desafiaron con una actitud provocativa las autoridades del partido, con argumentos muy pobres y con una mirada muy personal, buscando beneficios personales, en principio políticos, no sé si otros, pero políticos seguro”.

Ante las repercusiones que provocó el acercamiento de los diputados radicales a Milei, declaró: “Obviamente, empiezan a verse todas las prácticas más feas de la casta política que Milei dice combatir, aunque en este caso la aplicó a rajatabla.

 El presidente de la Convención Nacional partidaria convocó a una reunión urgente para este lunes; dijo que la conducta de los legisladores fue “un mamarracho político”  LA NACION

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