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Cómo es la “pirámide de piedra perfecta” que hallaron en el fondo del mar en Japón

En cada rincón del planeta Tierra se pueden encontrar todo tipo de tesoros de antiguas civilizaciones, pero también objetos que abren muchas interrogantes. En este sentido, un buceador descubrió un lugar asombroso en el fondo del océano, se trata de la “Atlántida de la vida real”, donde se pueden distinguir misteriosas “pirámides” y la incertidumbre sobre su origen prevalece hasta hoy.

El hombre en cuestión se llama Kihachiro Aratake, quien buceó en la costa de la isla de Yonaguni, en Japón, y se topó con estas extrañas pirámides submarinas. “Me emocioné mucho cuando lo encontré. Me di cuenta de que esto se convertiría en un tesoro de la isla de Yonaguni. Lo mantuve en secreto. No se lo dije a nadie de mi personal”, señaló en diálogo con BBC Global.

Esta impresionante formación, también conocida como Monumento Yonaguni, es de 49 metros de largo y 19 de ancho, tiene la particularidad que posee escalones en espiral y superficies planas, lo que llamó la atención de la comunidad científica y de los lugareños una vez que se dio a conocer en 1987. Así comenzaron las teorías: algunos creen que se tratan de restos de una civilización perdida, mientras que otros piensan que no intervino el hombre y solo se trata de una formación natural moldeada por corrientes oceánicas a lo largo de los siglos.

Esta dicotomía también se dio en los científicos, ya que algunos se preguntaron si los humanos pudieron ser capaces de crear estas impresionantes formaciones sin la tecnología actual hace tanto tiempo. Entonces, un grupo de especialistas, dirigido por Masaaki Kimura de la Universidad Ryukyu, comenzó a investigar teniendo en cuenta que había una amplia evidencia de la influencia del hombre en las estructuras.

“Creo que es muy difícil explicar sus orígenes como algo puramente natural”, indicó Kimura, mientras que el profesor Ichhi aseguró que se había descubierto algo “desconcertante”. Asimismo, el profesor Robert Schoch, de la Universidad de Boston, cree que fue una creación del hombre: “Las rocas de este grupo también están atravesadas por numerosos conjuntos de diaclasas paralelas y orientadas verticalmente. Estas articulaciones son naturales”. En esta discusión, el buzo Kenzo Watanabe, aseguró que no estaba convencido de que sea una creación del ser humano.

Los dos argumentos se rigen por lo mismo: es demasiado perfecto como para que haya sido creado por el hombre o para que sea un accidente natural.

En este contexto, el buceador cree que no es natural. “Lo que me impulsó a ir a Yonaguni fue que si lo designaban como sitio arqueológico, se rumoreaba que ya no podríamos bucear allí. Así que decidí ir mientras aún podía. Me junté con un grupo de instructores de buceo con los que tengo una relación cercana y todos tomamos vacaciones para ir. Después de verlo, no hay forma de que no piense que fue hecho por el hombre”, remarcó.

Luego, argumentó: “Especialmente con todas las superficies planas. Fue realmente abrumador, con tantas superficies diferentes y formas simétricas. Creo que definitivamente no es natural. Realmente me pregunté cómo se hizo. Me hizo pensar en el tipo de herramientas que la gente pudo haber usado en ese entonces. Es tan misterioso”.

Lo cierto es que hasta hoy se sigue discutiendo sobre el origen de estas formaciones que impresionan a cada buceador que lo visita.

En cada rincón del planeta Tierra se pueden encontrar todo tipo de tesoros de antiguas civilizaciones, pero también objetos que abren muchas interrogantes. En este sentido, un buceador descubrió un lugar asombroso en el fondo del océano, se trata de la “Atlántida de la vida real”, donde se pueden distinguir misteriosas “pirámides” y la incertidumbre sobre su origen prevalece hasta hoy.

El hombre en cuestión se llama Kihachiro Aratake, quien buceó en la costa de la isla de Yonaguni, en Japón, y se topó con estas extrañas pirámides submarinas. “Me emocioné mucho cuando lo encontré. Me di cuenta de que esto se convertiría en un tesoro de la isla de Yonaguni. Lo mantuve en secreto. No se lo dije a nadie de mi personal”, señaló en diálogo con BBC Global.

Esta impresionante formación, también conocida como Monumento Yonaguni, es de 49 metros de largo y 19 de ancho, tiene la particularidad que posee escalones en espiral y superficies planas, lo que llamó la atención de la comunidad científica y de los lugareños una vez que se dio a conocer en 1987. Así comenzaron las teorías: algunos creen que se tratan de restos de una civilización perdida, mientras que otros piensan que no intervino el hombre y solo se trata de una formación natural moldeada por corrientes oceánicas a lo largo de los siglos.

Esta dicotomía también se dio en los científicos, ya que algunos se preguntaron si los humanos pudieron ser capaces de crear estas impresionantes formaciones sin la tecnología actual hace tanto tiempo. Entonces, un grupo de especialistas, dirigido por Masaaki Kimura de la Universidad Ryukyu, comenzó a investigar teniendo en cuenta que había una amplia evidencia de la influencia del hombre en las estructuras.

“Creo que es muy difícil explicar sus orígenes como algo puramente natural”, indicó Kimura, mientras que el profesor Ichhi aseguró que se había descubierto algo “desconcertante”. Asimismo, el profesor Robert Schoch, de la Universidad de Boston, cree que fue una creación del hombre: “Las rocas de este grupo también están atravesadas por numerosos conjuntos de diaclasas paralelas y orientadas verticalmente. Estas articulaciones son naturales”. En esta discusión, el buzo Kenzo Watanabe, aseguró que no estaba convencido de que sea una creación del ser humano.

Los dos argumentos se rigen por lo mismo: es demasiado perfecto como para que haya sido creado por el hombre o para que sea un accidente natural.

En este contexto, el buceador cree que no es natural. “Lo que me impulsó a ir a Yonaguni fue que si lo designaban como sitio arqueológico, se rumoreaba que ya no podríamos bucear allí. Así que decidí ir mientras aún podía. Me junté con un grupo de instructores de buceo con los que tengo una relación cercana y todos tomamos vacaciones para ir. Después de verlo, no hay forma de que no piense que fue hecho por el hombre”, remarcó.

Luego, argumentó: “Especialmente con todas las superficies planas. Fue realmente abrumador, con tantas superficies diferentes y formas simétricas. Creo que definitivamente no es natural. Realmente me pregunté cómo se hizo. Me hizo pensar en el tipo de herramientas que la gente pudo haber usado en ese entonces. Es tan misterioso”.

Lo cierto es que hasta hoy se sigue discutiendo sobre el origen de estas formaciones que impresionan a cada buceador que lo visita.

 Un buzo nadó por las profundidades de la isla de Yonaguni y se encontró una “Atlántida de la vida real”; de qué se trata este lugar que pone a discutir a los expertos por su origen  LA NACION

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