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Así fueron los terribles ataques por los que la Marina de EE.UU. se disculpará con Alaska

Este sábado, la Marina de Estados Unidos dará un paso significativo hacia la reconciliación con las comunidades Lingít (también conocidas como Tlingit) de Kake y Angoon, en Alaska. En específico, emitirá la primera de dos disculpas formales por los ataques perpetrados por sus fuerzas en el siglo XIX. Estos bombardeos, que ocurrieron en 1869 y 1882, devastaron las aldeas y dejaron profundas heridas que se han mantenido a lo largo de generaciones.

El contralmirante Mark Sucato, encargado de la Marina en Alaska, entregará la disculpa, lo que marcará un evento histórico para las comunidades afectadas. La segunda se realizará en octubre, para que coincida con el aniversario de uno de los ataques. Ambas forman parte de un esfuerzo más amplio de las fuerzas armadas estadounidenses por reconocer su papel en la violencia infligida a los pueblos indígenas.

¿Cómo fueron los terribles ataques estadounidenses a aldeas en Alaska?

El primero de los ataques ocurrió en febrero de 1869, cuando el USS Saginaw, un barco de guerra estadounidense, tomó como rehenes a varios líderes de la comunidad Kake y luego bombardeó y quemó aldeas enteras. Las localidades atacadas incluían Fossil Bluffs, Hamilton Bay y Retaliation Point, entre otras. La destrucción de los hogares y reservas de alimentos provocó una importante pérdida de vidas debido a la falta de refugio y sustento durante el duro invierno.

El segundo ataque tuvo lugar en octubre de 1882 en la aldea de Angoon, donde la Marina incendió las casas y destruyó los recursos vitales para la supervivencia de la comunidad. Este hecho fue en represalia por la muerte de un curandero local en un accidente en un barco ballenero. Los pobladores exigieron compensación en forma de mantas, una práctica común en las tradiciones locales para resolver disputas, pero el comandante estadounidense EC Merriman respondió exigiendo más mantas de las que los aldeanos podían entregar. Al no cumplir con su demanda, Merriman ordenó el bombardeo del pueblo. Como resultado, al menos seis niños murieron asfixiados por el humo, mientras que muchas más personas fallecieron por el frío.

La disculpas formales a las aldeas de Alaska

Durante décadas, las comunidades Lingít han solicitado una disculpa formal por los ataques. Las ceremonias que se llevarán a cabo en Kake el 21 de septiembre y en Angoon el 26 de octubre representan una victoria simbólica para los descendientes de las víctimas. Aunque en 1973, el Departamento del Interior otorgó una compensación económica a la segunda aldea, nunca antes se había emitido una disculpa oficial.

Por su parte, el senador Dan Sullivan, miembro del Comité de Servicios Armados del Senado, ha sido una figura clave en este proceso. En un comunicado, explicó que, aunque no suele apoyar las “giras de disculpas”, en este caso es necesario reconocer que Estados Unidos “no estuvo a la altura de sus ideales” al atacar a sus propios ciudadanos.

También destacó la resiliencia y el patriotismo de las comunidades nativas del estado, que a pesar de su maltrato, han servido en el ejército en porcentajes más altos que cualquier otro grupo étnico. “Hemos trabajado incansablemente durante los últimos dos años con los líderes nativos de Alaska para presionar sobre esta cuestión en los niveles más altos de la Marina y el Pentágono, incluidos el Secretario de Defensa y el Secretario de la Marina”, agregó

El trauma multigeneracional infligido a las comunidades Lingít por estos ataques ha dejado una marca indeleble. Según declaraciones de la portavoz de la Marina, Julianne Leinenveber, retomadas por The Washington Post, los daños causados justifican esta disculpa largamente esperada. Además, enfatizó que esto forma parte de un proceso de sanación que va más allá de las palabras, dado que reconoce el sufrimiento y las pérdidas que estas comunidades han soportado durante más de un siglo.

Garfield George, maestro de la Casa Deishú Hít en Angoon, será uno de los líderes que dirigirá la ceremonia del 26 de octubre. Para él, la disculpa no solo reconoce el dolor sufrido, sino que también corrige los relatos oficiales que durante mucho tiempo justificaron los ataques. “Hicieron parecer que nos merecíamos lo que nos pasó, y eso simplemente no es cierto”, señaló en una entrevista a The Washington Post. La ceremonia, según George, es una oportunidad para cambiar la narrativa y honrar a las víctimas.

Otras acciones similares de la Marina de Estados Unidos

La disculpa de la Marina no es un hecho aislado. En los últimos años, las fuerzas armadas de EE.UU. han comenzado a revisar episodios históricos de violencia contra los pueblos indígenas. Además de los bombardeos en Kake y Angoon, el Pentágono ha reexaminado condecoraciones militares relacionadas con la Masacre de Wounded Knee en 1890, uno de los episodios más oscuros de la historia estadounidense.

En este contexto, las disculpas por los ataques en Alaska representan un esfuerzo más amplio por parte del gobierno para reconocer y corregir los errores del pasado. Matt Ahearn, portavoz del ejército de EE.UU., afirmó que hay conversaciones con líderes locales para emitir otra disculpa por un ataque similar en la aldea Lingít de Wrangell en 1882.

Aunque la disculpa es un primer paso hacia la reconciliación, líderes como Joel Jackson, presidente de la Villa Organizada de Kake, destacan que este gesto no puede borrar el daño hecho. “Es un comienzo, pero de ninguna manera puede borrar lo que hicieron”, señaló, sugiriendo que el proceso de sanación será largo y que todavía queda mucho por hacer para reparar las relaciones entre el gobierno de Estados Unidos y las comunidades indígenas.

Este sábado, la Marina de Estados Unidos dará un paso significativo hacia la reconciliación con las comunidades Lingít (también conocidas como Tlingit) de Kake y Angoon, en Alaska. En específico, emitirá la primera de dos disculpas formales por los ataques perpetrados por sus fuerzas en el siglo XIX. Estos bombardeos, que ocurrieron en 1869 y 1882, devastaron las aldeas y dejaron profundas heridas que se han mantenido a lo largo de generaciones.

El contralmirante Mark Sucato, encargado de la Marina en Alaska, entregará la disculpa, lo que marcará un evento histórico para las comunidades afectadas. La segunda se realizará en octubre, para que coincida con el aniversario de uno de los ataques. Ambas forman parte de un esfuerzo más amplio de las fuerzas armadas estadounidenses por reconocer su papel en la violencia infligida a los pueblos indígenas.

¿Cómo fueron los terribles ataques estadounidenses a aldeas en Alaska?

El primero de los ataques ocurrió en febrero de 1869, cuando el USS Saginaw, un barco de guerra estadounidense, tomó como rehenes a varios líderes de la comunidad Kake y luego bombardeó y quemó aldeas enteras. Las localidades atacadas incluían Fossil Bluffs, Hamilton Bay y Retaliation Point, entre otras. La destrucción de los hogares y reservas de alimentos provocó una importante pérdida de vidas debido a la falta de refugio y sustento durante el duro invierno.

El segundo ataque tuvo lugar en octubre de 1882 en la aldea de Angoon, donde la Marina incendió las casas y destruyó los recursos vitales para la supervivencia de la comunidad. Este hecho fue en represalia por la muerte de un curandero local en un accidente en un barco ballenero. Los pobladores exigieron compensación en forma de mantas, una práctica común en las tradiciones locales para resolver disputas, pero el comandante estadounidense EC Merriman respondió exigiendo más mantas de las que los aldeanos podían entregar. Al no cumplir con su demanda, Merriman ordenó el bombardeo del pueblo. Como resultado, al menos seis niños murieron asfixiados por el humo, mientras que muchas más personas fallecieron por el frío.

La disculpas formales a las aldeas de Alaska

Durante décadas, las comunidades Lingít han solicitado una disculpa formal por los ataques. Las ceremonias que se llevarán a cabo en Kake el 21 de septiembre y en Angoon el 26 de octubre representan una victoria simbólica para los descendientes de las víctimas. Aunque en 1973, el Departamento del Interior otorgó una compensación económica a la segunda aldea, nunca antes se había emitido una disculpa oficial.

Por su parte, el senador Dan Sullivan, miembro del Comité de Servicios Armados del Senado, ha sido una figura clave en este proceso. En un comunicado, explicó que, aunque no suele apoyar las “giras de disculpas”, en este caso es necesario reconocer que Estados Unidos “no estuvo a la altura de sus ideales” al atacar a sus propios ciudadanos.

También destacó la resiliencia y el patriotismo de las comunidades nativas del estado, que a pesar de su maltrato, han servido en el ejército en porcentajes más altos que cualquier otro grupo étnico. “Hemos trabajado incansablemente durante los últimos dos años con los líderes nativos de Alaska para presionar sobre esta cuestión en los niveles más altos de la Marina y el Pentágono, incluidos el Secretario de Defensa y el Secretario de la Marina”, agregó

El trauma multigeneracional infligido a las comunidades Lingít por estos ataques ha dejado una marca indeleble. Según declaraciones de la portavoz de la Marina, Julianne Leinenveber, retomadas por The Washington Post, los daños causados justifican esta disculpa largamente esperada. Además, enfatizó que esto forma parte de un proceso de sanación que va más allá de las palabras, dado que reconoce el sufrimiento y las pérdidas que estas comunidades han soportado durante más de un siglo.

Garfield George, maestro de la Casa Deishú Hít en Angoon, será uno de los líderes que dirigirá la ceremonia del 26 de octubre. Para él, la disculpa no solo reconoce el dolor sufrido, sino que también corrige los relatos oficiales que durante mucho tiempo justificaron los ataques. “Hicieron parecer que nos merecíamos lo que nos pasó, y eso simplemente no es cierto”, señaló en una entrevista a The Washington Post. La ceremonia, según George, es una oportunidad para cambiar la narrativa y honrar a las víctimas.

Otras acciones similares de la Marina de Estados Unidos

La disculpa de la Marina no es un hecho aislado. En los últimos años, las fuerzas armadas de EE.UU. han comenzado a revisar episodios históricos de violencia contra los pueblos indígenas. Además de los bombardeos en Kake y Angoon, el Pentágono ha reexaminado condecoraciones militares relacionadas con la Masacre de Wounded Knee en 1890, uno de los episodios más oscuros de la historia estadounidense.

En este contexto, las disculpas por los ataques en Alaska representan un esfuerzo más amplio por parte del gobierno para reconocer y corregir los errores del pasado. Matt Ahearn, portavoz del ejército de EE.UU., afirmó que hay conversaciones con líderes locales para emitir otra disculpa por un ataque similar en la aldea Lingít de Wrangell en 1882.

Aunque la disculpa es un primer paso hacia la reconciliación, líderes como Joel Jackson, presidente de la Villa Organizada de Kake, destacan que este gesto no puede borrar el daño hecho. “Es un comienzo, pero de ninguna manera puede borrar lo que hicieron”, señaló, sugiriendo que el proceso de sanación será largo y que todavía queda mucho por hacer para reparar las relaciones entre el gobierno de Estados Unidos y las comunidades indígenas.

 La Marina de Estados Unidos dará un paso significativo hacia la reconciliación con las comunidades Lingít (también conocidas como Tlingit) de Kake y Angoon, en Alaska.  LA NACION

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