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Tres deportes que se recomienda practicar para frenar el deterioro cognitivo y la pérdida de la memoria

La actividad física no solo es clave para mantener el cuerpo en forma, sino que también juega un papel fundamental en la salud mental y el bienestar cognitivo. Diversos estudios científicos demostraron que ciertos deportes pueden ser aliados poderosos para frenar el deterioro cognitivo y la pérdida de memoria, dos problemas que tienden a aumentar con la edad. Entre la variedad de disciplinas que ayudan a la memoria se destacan tres: ciclismo, yoga y baile.

El ciclismo es una de las actividades más completas cuando se trata de mejorar la salud del cerebro. Al ser un deporte aeróbico, favorece la oxigenación de todo el cuerpo, incluyendo el cerebro, lo que ayuda a mejorar la memoria y las funciones cognitivas. Pedalear de manera regular aumenta el flujo sanguíneo cerebral, lo que promueve la regeneración de las células cerebrales y refuerza la capacidad de concentración y toma de decisiones.

Según la Real Federación Española de Ciclismo, los procesos superiores de aprendizaje y memoria se ven favorecidos por la práctica de ciclismo. Esto se debe a que, “el cerebro experimenta un aumento en la capacidad de aprendizaje y la memoria, que como consecuencia influye positivamente en la toma de decisiones, entre otras actividades mentales”.

Además, el ciclismo es excelente para reducir el estrés, lo que contribuye a mejorar la salud mental en general. La combinación de ejercicio físico, el contacto con el aire libre y la necesidad de mantener el equilibrio y coordinar movimientos, estimula diversas áreas del cerebro, ralentizando el proceso de deterioro cognitivo.

Cómo ayuda el yoga al cuidado de la memoria

El yoga es conocido por su capacidad para reducir el estrés y mejorar el bienestar emocional, pero sus beneficios van mucho más allá. Las diferentes posturas y ejercicios de respiración que se practican en yoga activan tanto el cuerpo como la mente, mejorando la memoria, la concentración y la claridad mental.

Las técnicas de meditación y respiración profunda que acompañan esta disciplina también son claves para aumentar la capacidad de atención y la neuroplasticidad, el proceso por el cual el cerebro es capaz de crear nuevas conexiones neuronales. Esto es especialmente importante para frenar el deterioro cognitivo, ya que permite mantener el cerebro flexible y receptivo a nuevos aprendizajes. Además, practicar yoga con regularidad ayuda a reducir la ansiedad, un trastorno cada vez más incipiente en las nuevas generaciones.

Los beneficios del baile en el cuidado cognitivo

El baile es otro deporte altamente recomendado para frenar el deterioro cognitivo. Al combinar la actividad física con el aprendizaje de nuevos movimientos y la memoria espacial, el baile ofrece un entrenamiento completo para el cerebro. Al tener que recordar coreografías, coordinarse con el ritmo de la música y sincronizar los movimientos, se estimulan diversas áreas del cerebro relacionadas con la memoria, la coordinación y la motricidad.

Un estudio realizado por New England Journal of Medicine a adultos mayores durante más de 20 años, halló que bailar regularmente “redujo el riesgo de demencia en un 76%”, que sería el doble de la reducción asociada con la lectura. Otro de los beneficios que promueve el baile es la socialización, otro factor clave en la prevención del deterioro cognitivo. Participar en clases de baile en grupo o en actividades recreativas permite mantener la mente activa y vinculada a un entorno social, lo que ayuda a evitar el aislamiento, un factor de riesgo para enfermedades como el Alzheimer.

La actividad física no solo es clave para mantener el cuerpo en forma, sino que también juega un papel fundamental en la salud mental y el bienestar cognitivo. Diversos estudios científicos demostraron que ciertos deportes pueden ser aliados poderosos para frenar el deterioro cognitivo y la pérdida de memoria, dos problemas que tienden a aumentar con la edad. Entre la variedad de disciplinas que ayudan a la memoria se destacan tres: ciclismo, yoga y baile.

El ciclismo es una de las actividades más completas cuando se trata de mejorar la salud del cerebro. Al ser un deporte aeróbico, favorece la oxigenación de todo el cuerpo, incluyendo el cerebro, lo que ayuda a mejorar la memoria y las funciones cognitivas. Pedalear de manera regular aumenta el flujo sanguíneo cerebral, lo que promueve la regeneración de las células cerebrales y refuerza la capacidad de concentración y toma de decisiones.

Según la Real Federación Española de Ciclismo, los procesos superiores de aprendizaje y memoria se ven favorecidos por la práctica de ciclismo. Esto se debe a que, “el cerebro experimenta un aumento en la capacidad de aprendizaje y la memoria, que como consecuencia influye positivamente en la toma de decisiones, entre otras actividades mentales”.

Además, el ciclismo es excelente para reducir el estrés, lo que contribuye a mejorar la salud mental en general. La combinación de ejercicio físico, el contacto con el aire libre y la necesidad de mantener el equilibrio y coordinar movimientos, estimula diversas áreas del cerebro, ralentizando el proceso de deterioro cognitivo.

Cómo ayuda el yoga al cuidado de la memoria

El yoga es conocido por su capacidad para reducir el estrés y mejorar el bienestar emocional, pero sus beneficios van mucho más allá. Las diferentes posturas y ejercicios de respiración que se practican en yoga activan tanto el cuerpo como la mente, mejorando la memoria, la concentración y la claridad mental.

Las técnicas de meditación y respiración profunda que acompañan esta disciplina también son claves para aumentar la capacidad de atención y la neuroplasticidad, el proceso por el cual el cerebro es capaz de crear nuevas conexiones neuronales. Esto es especialmente importante para frenar el deterioro cognitivo, ya que permite mantener el cerebro flexible y receptivo a nuevos aprendizajes. Además, practicar yoga con regularidad ayuda a reducir la ansiedad, un trastorno cada vez más incipiente en las nuevas generaciones.

Los beneficios del baile en el cuidado cognitivo

El baile es otro deporte altamente recomendado para frenar el deterioro cognitivo. Al combinar la actividad física con el aprendizaje de nuevos movimientos y la memoria espacial, el baile ofrece un entrenamiento completo para el cerebro. Al tener que recordar coreografías, coordinarse con el ritmo de la música y sincronizar los movimientos, se estimulan diversas áreas del cerebro relacionadas con la memoria, la coordinación y la motricidad.

Un estudio realizado por New England Journal of Medicine a adultos mayores durante más de 20 años, halló que bailar regularmente “redujo el riesgo de demencia en un 76%”, que sería el doble de la reducción asociada con la lectura. Otro de los beneficios que promueve el baile es la socialización, otro factor clave en la prevención del deterioro cognitivo. Participar en clases de baile en grupo o en actividades recreativas permite mantener la mente activa y vinculada a un entorno social, lo que ayuda a evitar el aislamiento, un factor de riesgo para enfermedades como el Alzheimer.

 Para cuidar la salud mental es importante, en todas las etapas de nuestra vida, realizar ejercicio; estos pueden ser de cardio o de equilibrio; conocé todos los detalles en esta nota  LA NACION

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