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Adrián Suar: “No me gusta la Argentina de lo que no va se cierra”

El actor y productor Adrián Suar, de 55 años, se refirió este sábado a la realidad del país y, pese a que dijo que no le gusta exponerse a hablar de política porque después los trolls y la gente dicen “cualquier cosa”, ahondó sobre algunas cuestiones de la coyuntura. “No me gusta la Argentina de lo que no va se cierra”, indicó al referirse al ajuste en cultura que realiza el gobierno de Javier Milei, pese a que no se refirió directamente al Presidente. Asimismo, se manifestó a favor del reclamo por los fondos para las universidades y adhirió a la idea de construir a través del diálogo.

“Yo explico por qué no me gusta hablar de política… Me gusta hablar pero en un debate, cuando se puede dialogar. Me aleja mucho el autoritarismo, el fascismo; me aleja como ciudadano. Soy una persona que me encanta el diálogo, aprender, tengo muchos años de terapia. Y me pasó que cuando hablé de política salieron a decir tantas mentiras, los trolls y la gente que no era troll. Solamente la agresión. Reconozco que no lo aguanto tanto con el cuerpo. No me gusta que se diga cualquier cosa”, expresó Suar en Radio Rivadavia.

No obstante, planteó que seguirá con una defensa fuerte de la cultura y para que se invierta en ese sector. “Para mí es muy importante, es un debate que hay que dar en un país como la Argentina, que tiene una historia enorme. Así como estoy de acuerdo con todo lo que está pasando con las universidades, a las que hay que apoyar, es muy importante que eso siga estando así”, expuso al respecto de ambos temas, seguro de que habrá cosas para debatir, pero que desde el Estado se puede gestionar aquello que no funciona bien.

Fue ahí que marcó: “Así como no me gustaba la Venezuela del ‘exprópiese’, no me gusta la Argentina de lo que no va se cierra. La empatía en el vértice del poder siento que es muy importante, la empatía con el otro”.

Después, ahondó sobre la situación del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), no solo desfinanciado por Milei sino también atacado desde la ideología libertaria, por tildarla como una entidad donde se gasta por demás para fines innecesarios.

“Se empezaron a decir muchas cosas de gente que vive del cine, nos acusaron de vivir del Estado. Yo nunca viví del Estado. Cuando hacés una película como las que hago yo, que apuntan a ser más populares o de un presupuesto mayor al resto porque me tocó así en esta vida, no significa… El porcentaje del Incaa es mínimo. Ahora, hay mucha gente que sí lo necesita, se han lanzado tantos directores que empezaron con el apoyo del Incaa, que han vendido películas al exterior y eso generó una cadena por la cantidad de trabajo que da”, comentó sobre el instituto que quedó bajo la órbita del Ministerio de Capital Humano, que conduce Sandra Pettovello.

“Yo ideológicamente siento que cuanto más trabajo hay, mejora el país; que cuanta más inversión hay, mejora el país y nos ayudamos entre todos. El que más tiene debe ayudar al que menos tiene, no puede ser un ghetto, no tiene que ser un ghetto, pero es lo que pienso”, planteó el director, que aclaró: “Nunca fui contra de nadie, ni anti, no me gusta, no soy así en mi vida privada. Me gusta discutir, hablar. No creo en los blancos y negros”.

Cuando le consultaron si el Gobierno pone al mundo de la cultura como un enemigo, Suar deslizó que para hacer política se usa una contraparte, al igual que como hizo el kirchnerismo, de “inventar cosas que no son para bajar el discurso”.

“Yo espero que esto mejore, tengo la ilusión de que la Argentina en algún momento salga de tantos años de malas gestiones, Siento que se mejora con la unión, no dividiendo. Son modas: el mundo está dividido y después eso cambia, eso va a cambiar. No puede ser que el diálogo no sea una moneda tan importante. El diálogo es un dólar que está depreciado y me parece muy loco, la humanidad está muy… pasan cosas que angustian mucho, no hay una verdad, cualquiera puede decir cualquier cosa, pero espero que mejore”, sostuvo en medio de una administración nacional que suele ser reactiva con los opositores.

Convencido de que en los últimos años la política se depreció, Suar volvió sobre la idea de que se debería ayudar a quienes están en la pobreza y la indigencia. “Yo estoy a favor de ayudar a los que menos tienen. A veces se dice ‘son planeros’. Siento que la política tiene una manera un poco perversa. Me gustaría vivir en un país donde se puede ayudar y meterlos en el sistema, tratar de tener políticas que sean para todos”, remarcó y acotó: “Cuando ves la angustia es difícil. Yo me dedico a hacer ficción, vivo mucho de la gente, me ha ayudado mucho la gente que ve las ficciones, paga una entrada y le cuesta un huevo. Conmigo y con muchos otros artistas. ¡Todo lo que mueve la cultura! ¡Cómo no vas a tener empatía de que mejore y esté bien! ¿Yo bien y el resto mal? No me gusta el ghetto”.

Dijo, en tanto, que se planta igual que cuando fue crítico del kirchnerismo debido a que en su rol los artistas tienen que tener una voz que sea “un poquito” crítica con el gobierno de turno.

“A mí la alternancia en el poder me gusta mucho, la democracia, que es joven en la Argentina, pero siempre con el debate, con una crítica constructiva. Es tan lindo mejorar, aprender del otro, decir algo, y admitir ‘me equivoqué‘ y dar marcha atrás. ¿Sabés qué lindo que es eso y no obsesionarse con ‘soy la verdad’? Es el problema que tiene la Argentina, no hay otra verdad, pero después la vida pone las cosas en su lugar”, sentenció.

Por otra parte, se mostró esperanzado de que la ficción en la Argentina mejore, pese a que en el país haya una tendencia a “expulsar todo lo que viene a invertir”.

El actor y productor Adrián Suar, de 55 años, se refirió este sábado a la realidad del país y, pese a que dijo que no le gusta exponerse a hablar de política porque después los trolls y la gente dicen “cualquier cosa”, ahondó sobre algunas cuestiones de la coyuntura. “No me gusta la Argentina de lo que no va se cierra”, indicó al referirse al ajuste en cultura que realiza el gobierno de Javier Milei, pese a que no se refirió directamente al Presidente. Asimismo, se manifestó a favor del reclamo por los fondos para las universidades y adhirió a la idea de construir a través del diálogo.

“Yo explico por qué no me gusta hablar de política… Me gusta hablar pero en un debate, cuando se puede dialogar. Me aleja mucho el autoritarismo, el fascismo; me aleja como ciudadano. Soy una persona que me encanta el diálogo, aprender, tengo muchos años de terapia. Y me pasó que cuando hablé de política salieron a decir tantas mentiras, los trolls y la gente que no era troll. Solamente la agresión. Reconozco que no lo aguanto tanto con el cuerpo. No me gusta que se diga cualquier cosa”, expresó Suar en Radio Rivadavia.

No obstante, planteó que seguirá con una defensa fuerte de la cultura y para que se invierta en ese sector. “Para mí es muy importante, es un debate que hay que dar en un país como la Argentina, que tiene una historia enorme. Así como estoy de acuerdo con todo lo que está pasando con las universidades, a las que hay que apoyar, es muy importante que eso siga estando así”, expuso al respecto de ambos temas, seguro de que habrá cosas para debatir, pero que desde el Estado se puede gestionar aquello que no funciona bien.

Fue ahí que marcó: “Así como no me gustaba la Venezuela del ‘exprópiese’, no me gusta la Argentina de lo que no va se cierra. La empatía en el vértice del poder siento que es muy importante, la empatía con el otro”.

Después, ahondó sobre la situación del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), no solo desfinanciado por Milei sino también atacado desde la ideología libertaria, por tildarla como una entidad donde se gasta por demás para fines innecesarios.

“Se empezaron a decir muchas cosas de gente que vive del cine, nos acusaron de vivir del Estado. Yo nunca viví del Estado. Cuando hacés una película como las que hago yo, que apuntan a ser más populares o de un presupuesto mayor al resto porque me tocó así en esta vida, no significa… El porcentaje del Incaa es mínimo. Ahora, hay mucha gente que sí lo necesita, se han lanzado tantos directores que empezaron con el apoyo del Incaa, que han vendido películas al exterior y eso generó una cadena por la cantidad de trabajo que da”, comentó sobre el instituto que quedó bajo la órbita del Ministerio de Capital Humano, que conduce Sandra Pettovello.

“Yo ideológicamente siento que cuanto más trabajo hay, mejora el país; que cuanta más inversión hay, mejora el país y nos ayudamos entre todos. El que más tiene debe ayudar al que menos tiene, no puede ser un ghetto, no tiene que ser un ghetto, pero es lo que pienso”, planteó el director, que aclaró: “Nunca fui contra de nadie, ni anti, no me gusta, no soy así en mi vida privada. Me gusta discutir, hablar. No creo en los blancos y negros”.

Cuando le consultaron si el Gobierno pone al mundo de la cultura como un enemigo, Suar deslizó que para hacer política se usa una contraparte, al igual que como hizo el kirchnerismo, de “inventar cosas que no son para bajar el discurso”.

“Yo espero que esto mejore, tengo la ilusión de que la Argentina en algún momento salga de tantos años de malas gestiones, Siento que se mejora con la unión, no dividiendo. Son modas: el mundo está dividido y después eso cambia, eso va a cambiar. No puede ser que el diálogo no sea una moneda tan importante. El diálogo es un dólar que está depreciado y me parece muy loco, la humanidad está muy… pasan cosas que angustian mucho, no hay una verdad, cualquiera puede decir cualquier cosa, pero espero que mejore”, sostuvo en medio de una administración nacional que suele ser reactiva con los opositores.

Convencido de que en los últimos años la política se depreció, Suar volvió sobre la idea de que se debería ayudar a quienes están en la pobreza y la indigencia. “Yo estoy a favor de ayudar a los que menos tienen. A veces se dice ‘son planeros’. Siento que la política tiene una manera un poco perversa. Me gustaría vivir en un país donde se puede ayudar y meterlos en el sistema, tratar de tener políticas que sean para todos”, remarcó y acotó: “Cuando ves la angustia es difícil. Yo me dedico a hacer ficción, vivo mucho de la gente, me ha ayudado mucho la gente que ve las ficciones, paga una entrada y le cuesta un huevo. Conmigo y con muchos otros artistas. ¡Todo lo que mueve la cultura! ¡Cómo no vas a tener empatía de que mejore y esté bien! ¿Yo bien y el resto mal? No me gusta el ghetto”.

Dijo, en tanto, que se planta igual que cuando fue crítico del kirchnerismo debido a que en su rol los artistas tienen que tener una voz que sea “un poquito” crítica con el gobierno de turno.

“A mí la alternancia en el poder me gusta mucho, la democracia, que es joven en la Argentina, pero siempre con el debate, con una crítica constructiva. Es tan lindo mejorar, aprender del otro, decir algo, y admitir ‘me equivoqué‘ y dar marcha atrás. ¿Sabés qué lindo que es eso y no obsesionarse con ‘soy la verdad’? Es el problema que tiene la Argentina, no hay otra verdad, pero después la vida pone las cosas en su lugar”, sentenció.

Por otra parte, se mostró esperanzado de que la ficción en la Argentina mejore, pese a que en el país haya una tendencia a “expulsar todo lo que viene a invertir”.

 El actor y productor aseguró que no quiere hablar de política porque después la gente y los trolls dicen “cualquier cosa”, aunque ahondó sobre temas de actualidad como la discusión por la educación y la cultura  LA NACION

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