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Jorge Lanata fue trasladado de vuelta al Hospital Italiano

El periodista Jorge Lanata fue trasladado este sábado desde la Clínica Santa Catalina, donde había sido remitido para su rehabilitación en los últimos días, de vuelta al Hospital Italiano, según pudo confirmar LA NACIÓN. Permanecerá en esa institución debido a que atraviesa un cuadro febril, a lo que se sumó una complicación urinaria. Es la segunda vez que es llevado de vuelta al Italiano por un empeoramiento en su cuadro.

Desde el mes de junio, cuando sufrió un paro cardíaco, Lanata está con severos problemas de salud. En una nueva recaída de su estado clínico este sábado, la preocupación por su estado volvió a instalarse.

El periodista había sido derivado a la clínica de neurorrehabilitación el 10 de septiembre, luego de estar internado en el Hospital Italiano desde el 14 de junio, cuando sufrió una descomposición en el momento en que se sometió a un estudio de rutina.

No es la primera vez que el conductor de Lanata sin filtro en Radio Mitre es trasladado de nuevo al Hospital Italiano. El 18 de septiembre fue internado en terapia intensiva por una neumonía y fiebre, a lo que se sumó una infección urinaria. Permaneció allí seis días y fue dado de alta para continuar su rehabilitación.

Lanata y sus internaciones

Si bien no es la primera vez que el periodista atraviesa una internación, esta ha sido la más larga de todas hasta el momento. En abril de este año, el fundador de Página/12 estuvo internado durante tres días en la Fundación Favaloro, el centro médico que atiende todos sus problemas de salud desde hace varios años. En ese caso, el cuadro que desencadenó la decisión del equipo médico fue una “dificultad respiratoria”, que lo obligó a abandonar su ciclo de radio un rato antes de que terminara.

El año pasado, Lanata también fue noticia en reiteradas oportunidades por los problemas de salud que lo afectaron. A fines de agosto de 2023, más precisamente durante la grabación de su ciclo periodístico PPT, el conductor había manifestado que se encontraba con la presión arterial baja y con la glucemia un poco alta. Unos días después, abandonó su puesto en el programa radial Lanata sin filtro cerca del mediodía, aduciendo una indisposición gástrica.

Si bien Lanata se reincorporó al día siguiente al ciclo de Radio Mitre, volvió a ausentarse por 48 horas. Tras ser revisado por su médico, se decidió internarlo para tratar una infección urinaria. Poco después de recibir el alta médica, y en el día de su cumpleaños -12 de septiembre -, un cuadro febril lo llevó de vuelta a terapia intensiva. Sufrió entonces una infección generalizada.

A inicios de octubre, el conductor se ausentó de su programa de radio y encendió las alarmas una vez más. Fue diagnosticado con neumonía. “Tuve tres períodos de perder totalmente la conciencia, estar intubado, salir, y volver a entrar. Fue muy fuerte y feo”, explicó en enero de este año, cuando reapareció en una entrevista radial con El Observador. “No sé si pensé que iba a morirme, pero era lo más parecido a morirme que lo que yo había vivido. Tuve sueños muy vívidos que parecía la realidad. Pensé que las cosas se podían terminar”, agregó.

El fin del bozal legal

La semana pasada la jueza Lucila Córdoba del Juzgado Nacional en lo Civil N°8 levantó la prohibición a los medios de prensa y comunicación de hablar de Lanata. La decisión la tomó unos días después de instaurar esa misma prohibición para que no hablen no solo del periodista, sino también de su esposa Elba Marcovecchio y sus hijos.

Córdoba revocó el bozal legal tras hablar con Lanata y consultarle su voluntad sobre que se brinde información de su salud y familia. “Resultan expresiones de voluntad del causante, coincidentes con las de sus familiares antes enunciados. Refirieron en idéntico sentido que sobre la salud del señor Lanata no tienen inconveniente que se hable y esa es la voluntad de él”, detalló en un comunicado.

“Concretamente al sujeto, que es el objeto de protección de este proceso, le pregunté: ¿Cuál es su voluntad en cuanto a que se brinde información respecto a sus circunstancias de salud y familiar?, a lo que contestó: ‘Uno siempre puede salir a responder’”, agregó.

El fallo original había causado el repudio de gran parte del arco periodístico nacional y algunas de sus instituciones, como ADEPA o la Academia Nacional de Periodismo. Ambas argumentaban que se trataba de violaciones a la Constitución, el derecho internacional y una restricción al acceso a la información pública. “La censura previa judicial y la restricción al acceso a la información pública son un peligro y una gravísima amenaza a la libertad de expresión y a la transparencia informativa”, escribieron las autoridades de la academia, la secretaria, Silvia Naishat, y el presidente, Joaquín Morales Solá.

La restricción de información ocurrió en medio de una denuncia las hijas de Lanata, Bárbara y Lola, a Marcovecchio por la presunta sustracción de bienes valiosos del periodista mientras se encontraba en terapia intensiva. Es decir, que lo habría hecho sin su conocimiento ni consentimiento. Según la denuncia, Marcovecchio habría visitado el departamento de la calle Esmeralda repetidas veces y habría sacado dinero en efectivo y objetos de valor económico y emocional.

Informe de Pablo Montagna.

El periodista Jorge Lanata fue trasladado este sábado desde la Clínica Santa Catalina, donde había sido remitido para su rehabilitación en los últimos días, de vuelta al Hospital Italiano, según pudo confirmar LA NACIÓN. Permanecerá en esa institución debido a que atraviesa un cuadro febril, a lo que se sumó una complicación urinaria. Es la segunda vez que es llevado de vuelta al Italiano por un empeoramiento en su cuadro.

Desde el mes de junio, cuando sufrió un paro cardíaco, Lanata está con severos problemas de salud. En una nueva recaída de su estado clínico este sábado, la preocupación por su estado volvió a instalarse.

El periodista había sido derivado a la clínica de neurorrehabilitación el 10 de septiembre, luego de estar internado en el Hospital Italiano desde el 14 de junio, cuando sufrió una descomposición en el momento en que se sometió a un estudio de rutina.

No es la primera vez que el conductor de Lanata sin filtro en Radio Mitre es trasladado de nuevo al Hospital Italiano. El 18 de septiembre fue internado en terapia intensiva por una neumonía y fiebre, a lo que se sumó una infección urinaria. Permaneció allí seis días y fue dado de alta para continuar su rehabilitación.

Lanata y sus internaciones

Si bien no es la primera vez que el periodista atraviesa una internación, esta ha sido la más larga de todas hasta el momento. En abril de este año, el fundador de Página/12 estuvo internado durante tres días en la Fundación Favaloro, el centro médico que atiende todos sus problemas de salud desde hace varios años. En ese caso, el cuadro que desencadenó la decisión del equipo médico fue una “dificultad respiratoria”, que lo obligó a abandonar su ciclo de radio un rato antes de que terminara.

El año pasado, Lanata también fue noticia en reiteradas oportunidades por los problemas de salud que lo afectaron. A fines de agosto de 2023, más precisamente durante la grabación de su ciclo periodístico PPT, el conductor había manifestado que se encontraba con la presión arterial baja y con la glucemia un poco alta. Unos días después, abandonó su puesto en el programa radial Lanata sin filtro cerca del mediodía, aduciendo una indisposición gástrica.

Si bien Lanata se reincorporó al día siguiente al ciclo de Radio Mitre, volvió a ausentarse por 48 horas. Tras ser revisado por su médico, se decidió internarlo para tratar una infección urinaria. Poco después de recibir el alta médica, y en el día de su cumpleaños -12 de septiembre -, un cuadro febril lo llevó de vuelta a terapia intensiva. Sufrió entonces una infección generalizada.

A inicios de octubre, el conductor se ausentó de su programa de radio y encendió las alarmas una vez más. Fue diagnosticado con neumonía. “Tuve tres períodos de perder totalmente la conciencia, estar intubado, salir, y volver a entrar. Fue muy fuerte y feo”, explicó en enero de este año, cuando reapareció en una entrevista radial con El Observador. “No sé si pensé que iba a morirme, pero era lo más parecido a morirme que lo que yo había vivido. Tuve sueños muy vívidos que parecía la realidad. Pensé que las cosas se podían terminar”, agregó.

El fin del bozal legal

La semana pasada la jueza Lucila Córdoba del Juzgado Nacional en lo Civil N°8 levantó la prohibición a los medios de prensa y comunicación de hablar de Lanata. La decisión la tomó unos días después de instaurar esa misma prohibición para que no hablen no solo del periodista, sino también de su esposa Elba Marcovecchio y sus hijos.

Córdoba revocó el bozal legal tras hablar con Lanata y consultarle su voluntad sobre que se brinde información de su salud y familia. “Resultan expresiones de voluntad del causante, coincidentes con las de sus familiares antes enunciados. Refirieron en idéntico sentido que sobre la salud del señor Lanata no tienen inconveniente que se hable y esa es la voluntad de él”, detalló en un comunicado.

“Concretamente al sujeto, que es el objeto de protección de este proceso, le pregunté: ¿Cuál es su voluntad en cuanto a que se brinde información respecto a sus circunstancias de salud y familiar?, a lo que contestó: ‘Uno siempre puede salir a responder’”, agregó.

El fallo original había causado el repudio de gran parte del arco periodístico nacional y algunas de sus instituciones, como ADEPA o la Academia Nacional de Periodismo. Ambas argumentaban que se trataba de violaciones a la Constitución, el derecho internacional y una restricción al acceso a la información pública. “La censura previa judicial y la restricción al acceso a la información pública son un peligro y una gravísima amenaza a la libertad de expresión y a la transparencia informativa”, escribieron las autoridades de la academia, la secretaria, Silvia Naishat, y el presidente, Joaquín Morales Solá.

La restricción de información ocurrió en medio de una denuncia las hijas de Lanata, Bárbara y Lola, a Marcovecchio por la presunta sustracción de bienes valiosos del periodista mientras se encontraba en terapia intensiva. Es decir, que lo habría hecho sin su conocimiento ni consentimiento. Según la denuncia, Marcovecchio habría visitado el departamento de la calle Esmeralda repetidas veces y habría sacado dinero en efectivo y objetos de valor económico y emocional.

Informe de Pablo Montagna.

 El periodista estaba en la Clínica Santa Catalina, donde lo habían derivado para su rehabilitación  LA NACION

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