¿Qué es hoy el éxito profesional?
En la misma semana en la que Amazon a nivel global anunció que sus empleados deberían volver de manera presencial a las oficinas cinco veces al día para enero de 2025, se presentó en Argentina el informe de IDEA Joven titulado “¿Qué es el éxito profesional?”, en la que se indaga qué opinan los profesionales menores de 40 años sobre qué es lo más importante para ellos para considerarse exitosos. En primer lugar, 8 de cada 10 personas contestaron que es tener un trabajo flexible que permita un balance entre la vida personal y la profesional. En segundo lugar, casi 7 de cada 10, liga al éxito a un trabajo que permita la realización profesional y aprender continuamente. Recién en tercer lugar, con el 46% de las respuestas, se menciona tener un buen ingreso.
La brecha que se evidencia entre los deseos de las nuevas generaciones y los liderazgos más tradicionales promete no una, sino muchas batallas ligadas a las nuevas formas de trabajo que encontraron en la pandemia una experiencia que -para muchos- no tiene vuelta atrás. Compañías como Amazon esgrimen que se busca recobrar la colaboración entre pares, aumentar la productividad y permear mejor la cultura, algo que se dificulta en el modo remoto. Tienen un punto. Hay evidencia bien documentada y cientos de testimonios que muestran mermas en productividad, equipos que se encierran en sus silos y menos sentido de pertenencia a una cultura específica cuando no se va a la oficina. También hay otros tantos que resaltan las bondades del trabajo híbrido, con 8 de 10 personas que aseguran que no volverían a aceptar un trabajo en el que no puedan tener cierta decisión sobre el lugar y modo de vivirlo y 6 de cada 10 renunciaría al empleo actual si se le pide retornar a presencial completo. El mundo no es el mismo que hace cinco años, y pedir “volver a como era antes” encierra un error conceptual que es pensar que el lugar que tiene el trabajo en la vida de las personas es algo inmutable, que no evoluciona junto a las sociedades y a sus distintos momentos históricos.
Del informe de IDEA se desprende también que lo que más cambió para esta generación es que un cargo o ingreso ya no hacen al éxito, que se han producido muchos cambios en múltiples dimensiones en poco tiempo y que el balance es el máximo aspiracional. Al anuncio de Amazon le siguieron todo tipo de reacciones. Muchos esperaban que “una de las grandes” pague el costo de ser la primera en pedir el regreso total a la oficina para poder usarla como ejemplo, algo que ya están intentando. Otros vaticinan una fuga de talentos, que creen que hará suavizar las decisiones más drásticas hacia una negociación en la que los empleados tengan injerencia y voz en el diseño del nuevo trabajo. Por ahora el Flex Index, que sigue las políticas de trabajo flexible, muestra que el 79% de las empresas tecnológicas seguirá ofreciendo modalidades híbridas, y solo el 3% tiene requerimientos de full time presencial. Pero esta pulseada recién comienza, de los dos lados hay mucha fuerza para sostenerse firmes. ¿Cuál cederá primero?
En la misma semana en la que Amazon a nivel global anunció que sus empleados deberían volver de manera presencial a las oficinas cinco veces al día para enero de 2025, se presentó en Argentina el informe de IDEA Joven titulado “¿Qué es el éxito profesional?”, en la que se indaga qué opinan los profesionales menores de 40 años sobre qué es lo más importante para ellos para considerarse exitosos. En primer lugar, 8 de cada 10 personas contestaron que es tener un trabajo flexible que permita un balance entre la vida personal y la profesional. En segundo lugar, casi 7 de cada 10, liga al éxito a un trabajo que permita la realización profesional y aprender continuamente. Recién en tercer lugar, con el 46% de las respuestas, se menciona tener un buen ingreso.
La brecha que se evidencia entre los deseos de las nuevas generaciones y los liderazgos más tradicionales promete no una, sino muchas batallas ligadas a las nuevas formas de trabajo que encontraron en la pandemia una experiencia que -para muchos- no tiene vuelta atrás. Compañías como Amazon esgrimen que se busca recobrar la colaboración entre pares, aumentar la productividad y permear mejor la cultura, algo que se dificulta en el modo remoto. Tienen un punto. Hay evidencia bien documentada y cientos de testimonios que muestran mermas en productividad, equipos que se encierran en sus silos y menos sentido de pertenencia a una cultura específica cuando no se va a la oficina. También hay otros tantos que resaltan las bondades del trabajo híbrido, con 8 de 10 personas que aseguran que no volverían a aceptar un trabajo en el que no puedan tener cierta decisión sobre el lugar y modo de vivirlo y 6 de cada 10 renunciaría al empleo actual si se le pide retornar a presencial completo. El mundo no es el mismo que hace cinco años, y pedir “volver a como era antes” encierra un error conceptual que es pensar que el lugar que tiene el trabajo en la vida de las personas es algo inmutable, que no evoluciona junto a las sociedades y a sus distintos momentos históricos.
Del informe de IDEA se desprende también que lo que más cambió para esta generación es que un cargo o ingreso ya no hacen al éxito, que se han producido muchos cambios en múltiples dimensiones en poco tiempo y que el balance es el máximo aspiracional. Al anuncio de Amazon le siguieron todo tipo de reacciones. Muchos esperaban que “una de las grandes” pague el costo de ser la primera en pedir el regreso total a la oficina para poder usarla como ejemplo, algo que ya están intentando. Otros vaticinan una fuga de talentos, que creen que hará suavizar las decisiones más drásticas hacia una negociación en la que los empleados tengan injerencia y voz en el diseño del nuevo trabajo. Por ahora el Flex Index, que sigue las políticas de trabajo flexible, muestra que el 79% de las empresas tecnológicas seguirá ofreciendo modalidades híbridas, y solo el 3% tiene requerimientos de full time presencial. Pero esta pulseada recién comienza, de los dos lados hay mucha fuerza para sostenerse firmes. ¿Cuál cederá primero?
Las nuevas generaciones exigen un balance entre la vida personal y la profesional LA NACION