5 claves para transformar una terraza impersonal en un espacio de puro disfrute
La paisajista convocada para refaccionar esta terraza fue Ernestina Anchorena. Se trataba de un edificio nuevo, pero sin un estilo muy definido, y con elementos fríos como el vidrio, hormigón y chapa. La clave era la vista del río, algo que sin duda era necesario destacar y proyectar. El espacio era generoso, pero diseminado y sin función precisa. Anchorena nos comparte sus claves para hacer que este espacio se transforme por completo en estética y funcionalidad.
Plantas para vestir tu pérgola
1. Madera para unificar (y esconder)
La madera grisácea forestal fue seleccionada por la paisajista para articular la arquitectura exterior y lograr unidad entre todos los sectores de la terraza. Se utilizó en los maceteros de canteros y macetas más grandes y en la pérgola. También, la madera fue usada en los frentes de balcones mirando al río y para tapar las ventilaciones y separarse de la terraza vecina, uno de los pedidos de los dueños. ¿El resultado? Calidez y tonos de la naturaleza.
2. Canteros naturalistas
Siempre con la vista puesta en el agua del río a lo lejos, una plantación de doble fila de macetas fueron tratadas como si fueran un solo cantero naturalista, pero en una terraza. Con su frente de madera de borde, son gramíneas que se mueven con el viento, y también herbáceas de flor, arbustos y arbolitos. Así parece que uno está inmerso en una pradera. Como nota de color, las aves e insectos conviven con las aromáticas y comestibles.
3. Bajo mantenimiento
En un entorno de terraza, las condiciones no dejan de ser hostiles. Especialmente cerca del río, donde los vientos son álgidos. Anchorena se decidió por plantas nativas de la costa del río, como herbáceas y gramíneas. Así, y gracias a las barandas de vidrio, se logra una convivencia entre el entorno -más cerca de la orilla- y lo que puede encontrarse en la terraza.
4. Árboles sí
Para articular con la enorme escala y traer el río adentro, se utilizaron árboles dispuestos en grandes macetas. Es el caso del timbó, que desde la terraza podía verse más cerca del agua. A los pies de esos árboles se ubicaron especies que soportan altas temperaturas, como la Stipa tenuissima, Sedum spectabile y Crassula multicava.
5. Pérgola también
Una pérgola de grandes dimensiones se sumó a la terraza para lograr otro de los pedidos de los dueños: lograr sombra y sectores diferenciados. La proyección es que la pérgola se sostenga con una glicina, que fue sembrada con proyección de escalar. Con el tiempo, su color lila y su perfume se sumarán al diseño, y su tronco grisáceo se hará cuerpo con la madera de la estructura.
Ideas para que tu balcón o terraza sea un sector más de la casa
La paisajista convocada para refaccionar esta terraza fue Ernestina Anchorena. Se trataba de un edificio nuevo, pero sin un estilo muy definido, y con elementos fríos como el vidrio, hormigón y chapa. La clave era la vista del río, algo que sin duda era necesario destacar y proyectar. El espacio era generoso, pero diseminado y sin función precisa. Anchorena nos comparte sus claves para hacer que este espacio se transforme por completo en estética y funcionalidad.
Plantas para vestir tu pérgola
1. Madera para unificar (y esconder)
La madera grisácea forestal fue seleccionada por la paisajista para articular la arquitectura exterior y lograr unidad entre todos los sectores de la terraza. Se utilizó en los maceteros de canteros y macetas más grandes y en la pérgola. También, la madera fue usada en los frentes de balcones mirando al río y para tapar las ventilaciones y separarse de la terraza vecina, uno de los pedidos de los dueños. ¿El resultado? Calidez y tonos de la naturaleza.
2. Canteros naturalistas
Siempre con la vista puesta en el agua del río a lo lejos, una plantación de doble fila de macetas fueron tratadas como si fueran un solo cantero naturalista, pero en una terraza. Con su frente de madera de borde, son gramíneas que se mueven con el viento, y también herbáceas de flor, arbustos y arbolitos. Así parece que uno está inmerso en una pradera. Como nota de color, las aves e insectos conviven con las aromáticas y comestibles.
3. Bajo mantenimiento
En un entorno de terraza, las condiciones no dejan de ser hostiles. Especialmente cerca del río, donde los vientos son álgidos. Anchorena se decidió por plantas nativas de la costa del río, como herbáceas y gramíneas. Así, y gracias a las barandas de vidrio, se logra una convivencia entre el entorno -más cerca de la orilla- y lo que puede encontrarse en la terraza.
4. Árboles sí
Para articular con la enorme escala y traer el río adentro, se utilizaron árboles dispuestos en grandes macetas. Es el caso del timbó, que desde la terraza podía verse más cerca del agua. A los pies de esos árboles se ubicaron especies que soportan altas temperaturas, como la Stipa tenuissima, Sedum spectabile y Crassula multicava.
5. Pérgola también
Una pérgola de grandes dimensiones se sumó a la terraza para lograr otro de los pedidos de los dueños: lograr sombra y sectores diferenciados. La proyección es que la pérgola se sostenga con una glicina, que fue sembrada con proyección de escalar. Con el tiempo, su color lila y su perfume se sumarán al diseño, y su tronco grisáceo se hará cuerpo con la madera de la estructura.
Ideas para que tu balcón o terraza sea un sector más de la casa
Una terraza con vista al río se transforma gracias a buenas ideas de paisajismo. LA NACION