Preocupación por el calentamiento global
El calentamiento global se ha convertido en una creciente preocupación a nivel mundial. El año 2023 fue confirmado como el más caluroso jamás registrado, y se proyecta que en 2024 la temperatura media anual global superará, por primera vez, el umbral crítico de 1,5°C respecto a los niveles preindustriales. Un análisis de Berkeley Earth sugiere que 2024 podría convertirse en el año más caluroso registrado hasta la fecha, superando el récord anterior debido a la combinación de un ciclo climático de El Niño y el aumento continuo de gases de efecto invernadero.
El Grupo de Variabilidad y Cambio Climático del Barcelona Supercomputing Center (BSC) también ha revelado que las temperaturas medias globales seguirán aumentando en las próximas décadas si no se reduce drásticamente la emisión de estos gases, impulsadas principalmente por la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la agricultura intensiva.
El calentamiento global es el aumento sostenido de la temperatura media de la superficie terrestre, atribuido principalmente a las actividades humanas que liberan grandes cantidades de dióxido de carbono (CO₂), metano (CH₄) y otros gases que atrapan el calor en la atmósfera. Se trata de un fenómeno que está provocando cambios drásticos en las temperaturas extremas y en los patrones de precipitaciones, lo que afectará a aproximadamente el 70% de la población mundial en los próximos 20 años si no se reduce de manera significativa la emisión de gases contaminantes. Las regiones más vulnerables, en su mayoría ubicadas en los trópicos y subtrópicos, enfrentan un riesgo creciente de eventos climáticos extremos.
Un estudio publicado en Nature Geoscience, liderado por científicos del Centro Cicero para la Investigación Climática Internacional, con el apoyo de la Universidad de Reading, advierte que las condiciones climáticas extremas se intensificarán en las próximas dos décadas si no se adoptan medidas drásticas para mitigar el cambio climático. Ya es posible verificar que el aumento de la temperatura global ha generado incendios forestales, inundaciones, tormentas y sequías que afectan gravemente las cosechas provocando hambrunas. Asimismo, se están creando condiciones propicias para la propagación de enfermedades.
Según el estudio mencionado, casi tres de cada cuatro personas enfrentarán eventos climáticos extremos en los próximos 20 años. Los especialistas en cambio climático coinciden en que, aunque no se pueden proyectar con exactitud las temperaturas que se alcanzarán el próximo verano en nuestro país basándonos en la actual ola de calor que azota al hemisferio norte, la tendencia global indica que tendremos olas de calor más frecuentes, severas, prolongadas y extendidas geográficamente.
Ante la amenaza creciente del cambio climático, resulta sorprendente el relativo incumplimiento de los compromisos establecidos en el Acuerdo de París que fijan objetivos claros para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y evitar que la temperatura global aumente más de 2°C respecto de los niveles preindustriales. En este desafío, ningún país está exento de responsabilidad.
El calentamiento global se ha convertido en una creciente preocupación a nivel mundial. El año 2023 fue confirmado como el más caluroso jamás registrado, y se proyecta que en 2024 la temperatura media anual global superará, por primera vez, el umbral crítico de 1,5°C respecto a los niveles preindustriales. Un análisis de Berkeley Earth sugiere que 2024 podría convertirse en el año más caluroso registrado hasta la fecha, superando el récord anterior debido a la combinación de un ciclo climático de El Niño y el aumento continuo de gases de efecto invernadero.
El Grupo de Variabilidad y Cambio Climático del Barcelona Supercomputing Center (BSC) también ha revelado que las temperaturas medias globales seguirán aumentando en las próximas décadas si no se reduce drásticamente la emisión de estos gases, impulsadas principalmente por la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la agricultura intensiva.
El calentamiento global es el aumento sostenido de la temperatura media de la superficie terrestre, atribuido principalmente a las actividades humanas que liberan grandes cantidades de dióxido de carbono (CO₂), metano (CH₄) y otros gases que atrapan el calor en la atmósfera. Se trata de un fenómeno que está provocando cambios drásticos en las temperaturas extremas y en los patrones de precipitaciones, lo que afectará a aproximadamente el 70% de la población mundial en los próximos 20 años si no se reduce de manera significativa la emisión de gases contaminantes. Las regiones más vulnerables, en su mayoría ubicadas en los trópicos y subtrópicos, enfrentan un riesgo creciente de eventos climáticos extremos.
Un estudio publicado en Nature Geoscience, liderado por científicos del Centro Cicero para la Investigación Climática Internacional, con el apoyo de la Universidad de Reading, advierte que las condiciones climáticas extremas se intensificarán en las próximas dos décadas si no se adoptan medidas drásticas para mitigar el cambio climático. Ya es posible verificar que el aumento de la temperatura global ha generado incendios forestales, inundaciones, tormentas y sequías que afectan gravemente las cosechas provocando hambrunas. Asimismo, se están creando condiciones propicias para la propagación de enfermedades.
Según el estudio mencionado, casi tres de cada cuatro personas enfrentarán eventos climáticos extremos en los próximos 20 años. Los especialistas en cambio climático coinciden en que, aunque no se pueden proyectar con exactitud las temperaturas que se alcanzarán el próximo verano en nuestro país basándonos en la actual ola de calor que azota al hemisferio norte, la tendencia global indica que tendremos olas de calor más frecuentes, severas, prolongadas y extendidas geográficamente.
Ante la amenaza creciente del cambio climático, resulta sorprendente el relativo incumplimiento de los compromisos establecidos en el Acuerdo de París que fijan objetivos claros para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y evitar que la temperatura global aumente más de 2°C respecto de los niveles preindustriales. En este desafío, ningún país está exento de responsabilidad.
El calentamiento global se ha convertido en una creciente preocupación a nivel mundial. El año 2023 fue confirmado como el más caluroso jamás registrado, y se proyecta que en 2024 la temperatura media anual global superará, por primera vez, el umbral crítico de 1,5°C respecto a los niveles preindustriales. Un análisis de Berkeley Earth sugiere que 2024 podría convertirse en el año más caluroso registrado hasta la fecha, superando el récord anterior debido a la combinación de un ciclo climático de El Niño y el aumento continuo de gases de efecto invernadero.El Grupo de Variabilidad y Cambio Climático del Barcelona Supercomputing Center (BSC) también ha revelado que las temperaturas medias globales seguirán aumentando en las próximas décadas si no se reduce drásticamente la emisión de estos gases, impulsadas principalmente por la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la agricultura intensiva.El calentamiento global es el aumento sostenido de la temperatura media de la superficie terrestre, atribuido principalmente a las actividades humanas que liberan grandes cantidades de dióxido de carbono (CO₂), metano (CH₄) y otros gases que atrapan el calor en la atmósfera. Se trata de un fenómeno que está provocando cambios drásticos en las temperaturas extremas y en los patrones de precipitaciones, lo que afectará a aproximadamente el 70% de la población mundial en los próximos 20 años si no se reduce de manera significativa la emisión de gases contaminantes. Las regiones más vulnerables, en su mayoría ubicadas en los trópicos y subtrópicos, enfrentan un riesgo creciente de eventos climáticos extremos.Un estudio publicado en Nature Geoscience, liderado por científicos del Centro Cicero para la Investigación Climática Internacional, con el apoyo de la Universidad de Reading, advierte que las condiciones climáticas extremas se intensificarán en las próximas dos décadas si no se adoptan medidas drásticas para mitigar el cambio climático. Ya es posible verificar que el aumento de la temperatura global ha generado incendios forestales, inundaciones, tormentas y sequías que afectan gravemente las cosechas provocando hambrunas. Asimismo, se están creando condiciones propicias para la propagación de enfermedades.Según el estudio mencionado, casi tres de cada cuatro personas enfrentarán eventos climáticos extremos en los próximos 20 años. Los especialistas en cambio climático coinciden en que, aunque no se pueden proyectar con exactitud las temperaturas que se alcanzarán el próximo verano en nuestro país basándonos en la actual ola de calor que azota al hemisferio norte, la tendencia global indica que tendremos olas de calor más frecuentes, severas, prolongadas y extendidas geográficamente.Ante la amenaza creciente del cambio climático, resulta sorprendente el relativo incumplimiento de los compromisos establecidos en el Acuerdo de París que fijan objetivos claros para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y evitar que la temperatura global aumente más de 2°C respecto de los niveles preindustriales. En este desafío, ningún país está exento de responsabilidad. LA NACION