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Los ocho hábitos que los mayores de 70 tienen que incorporar para verse más jóvenes

El envejecimiento es un proceso natural e inevitable, influido por factores genéticos, ambientales, hábitos de vida y enfermedades crónicas. Sin embargo, una atención adecuada puede impactar positivamente en la manera de envejecer, logrando una vida prolongada y de mayor calidad.

El Manual de Autocuidados para la Persona Mayor publicado por el Ministerio de Salud de la Nación sostiene que alcanzar una vejez saludable significa “mantener la capacidad de realizar las actividades que deseamos”, y para esto se requiere “un cuidado integral a lo largo de la vida, adaptado a cada etapa y capacidad funcional”.

En este contexto, la doctora María Victoria Sánchez Simonet, especialista en Medicina Interna del Hospital Vithas Málaga, destaca ocho hábitos que ayudan a las personas mayores de 70 años a mantener una vida activa, saludable y a minimizar riesgos asociados al envejecimiento. Estas prácticas fomentan la autogestión de la salud y el bienestar general.

1. Actividad física

Con el envejecimiento, se produce una pérdida de masa muscular y fuerza, conocida como sarcopenia, que suele comenzar en la cuarta década de la vida y acelerarse con el tiempo. La actividad física se vuelve esencial para prevenir o reducir esta pérdida. Los ejercicios de resistencia progresiva y fortalecimiento muscular, combinados con caminatas de 30 a 40 minutos varias veces por semana, fortalecen los músculos, favorecen la independencia y mejoran tanto la función física como la cognitiva. Las personas que mantienen un buen ritmo al caminar muestran, además, mayores probabilidades de prolongar su vida y de preservar su capacidad cognitiva.

2. Alimentación y nutrición

Una dieta equilibrada, basada en el modelo mediterráneo, resulta vital para las personas mayores. La ingesta de proteínas es un factor clave para prevenir la sarcopenia y evitar la pérdida de masa muscular, pudiendo incluir alimentos o suplementos en casos de deterioro mayor. Además, una buena hidratación es fundamental para el correcto funcionamiento de todos los sistemas del organismo.

3. Socialización y vínculo afectivo

La socialización y los vínculos con familiares y amigos ayudan a reducir el sentimiento de soledad, fortalecen la memoria, mejoran el ánimo, y aumentan la autoestima. En esta etapa de la vida, es común que las personas mayores enfrenten situaciones que los aíslan, como problemas de visión o audición, o incluso la viudez. Corregir estos déficits y fortalecer los lazos afectivos aporta beneficios importantes para el bienestar psicológico y cognitivo.

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4. Sueño y descanso de calidad

Dormir bien sigue siendo esencial. Mantener ciclos regulares de sueño y vigilia, así como una higiene adecuada a la hora de descansar, ayuda a ordenar el día y la noche, preservando la salud física y mental. Un descanso adecuado contribuye a una mayor energía, memoria y calidad de vida.

5. Controles médicos y prevención

A partir de los 70 años, los controles médicos periódicos y las vacunaciones recomendadas cobran relevancia para reducir el riesgo de complicaciones y mejorar la calidad de vida. Estos chequeos ayudan a detectar y tratar problemas de salud a tiempo, evitando internaciones y el desarrollo de enfermedades graves.

6. Evitar hábitos nocivos

Abandonar el consumo de tabaco y alcohol es fundamental para mejorar la salud en esta etapa. Estos hábitos nocivos deterioran el organismo, aceleran el envejecimiento y aumentan el riesgo de enfermedades crónicas. Es un buen momento para adoptar hábitos más saludables y favorecer el bienestar general.

7. Estimulación cognitiva

Mantener la mente activa es clave para preservar la agilidad mental. La lectura, los pasatiempos como crucigramas o sudokus, y otras actividades lúdicas ayudan a mantener el cerebro en forma y a estimular las funciones cognitivas.

8. Seguridad en el hogar

Es importante adaptar el hogar para prevenir caídas y accidentes que pueden resultar peligrosos. Eliminar alfombras y barreras arquitectónicas en áreas como la ducha, además de elegir un calzado cómodo y seguro, contribuye a un entorno doméstico seguro y a evitar traumatismos.

El envejecimiento es un proceso natural e inevitable, influido por factores genéticos, ambientales, hábitos de vida y enfermedades crónicas. Sin embargo, una atención adecuada puede impactar positivamente en la manera de envejecer, logrando una vida prolongada y de mayor calidad.

El Manual de Autocuidados para la Persona Mayor publicado por el Ministerio de Salud de la Nación sostiene que alcanzar una vejez saludable significa “mantener la capacidad de realizar las actividades que deseamos”, y para esto se requiere “un cuidado integral a lo largo de la vida, adaptado a cada etapa y capacidad funcional”.

En este contexto, la doctora María Victoria Sánchez Simonet, especialista en Medicina Interna del Hospital Vithas Málaga, destaca ocho hábitos que ayudan a las personas mayores de 70 años a mantener una vida activa, saludable y a minimizar riesgos asociados al envejecimiento. Estas prácticas fomentan la autogestión de la salud y el bienestar general.

1. Actividad física

Con el envejecimiento, se produce una pérdida de masa muscular y fuerza, conocida como sarcopenia, que suele comenzar en la cuarta década de la vida y acelerarse con el tiempo. La actividad física se vuelve esencial para prevenir o reducir esta pérdida. Los ejercicios de resistencia progresiva y fortalecimiento muscular, combinados con caminatas de 30 a 40 minutos varias veces por semana, fortalecen los músculos, favorecen la independencia y mejoran tanto la función física como la cognitiva. Las personas que mantienen un buen ritmo al caminar muestran, además, mayores probabilidades de prolongar su vida y de preservar su capacidad cognitiva.

2. Alimentación y nutrición

Una dieta equilibrada, basada en el modelo mediterráneo, resulta vital para las personas mayores. La ingesta de proteínas es un factor clave para prevenir la sarcopenia y evitar la pérdida de masa muscular, pudiendo incluir alimentos o suplementos en casos de deterioro mayor. Además, una buena hidratación es fundamental para el correcto funcionamiento de todos los sistemas del organismo.

3. Socialización y vínculo afectivo

La socialización y los vínculos con familiares y amigos ayudan a reducir el sentimiento de soledad, fortalecen la memoria, mejoran el ánimo, y aumentan la autoestima. En esta etapa de la vida, es común que las personas mayores enfrenten situaciones que los aíslan, como problemas de visión o audición, o incluso la viudez. Corregir estos déficits y fortalecer los lazos afectivos aporta beneficios importantes para el bienestar psicológico y cognitivo.

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4. Sueño y descanso de calidad

Dormir bien sigue siendo esencial. Mantener ciclos regulares de sueño y vigilia, así como una higiene adecuada a la hora de descansar, ayuda a ordenar el día y la noche, preservando la salud física y mental. Un descanso adecuado contribuye a una mayor energía, memoria y calidad de vida.

5. Controles médicos y prevención

A partir de los 70 años, los controles médicos periódicos y las vacunaciones recomendadas cobran relevancia para reducir el riesgo de complicaciones y mejorar la calidad de vida. Estos chequeos ayudan a detectar y tratar problemas de salud a tiempo, evitando internaciones y el desarrollo de enfermedades graves.

6. Evitar hábitos nocivos

Abandonar el consumo de tabaco y alcohol es fundamental para mejorar la salud en esta etapa. Estos hábitos nocivos deterioran el organismo, aceleran el envejecimiento y aumentan el riesgo de enfermedades crónicas. Es un buen momento para adoptar hábitos más saludables y favorecer el bienestar general.

7. Estimulación cognitiva

Mantener la mente activa es clave para preservar la agilidad mental. La lectura, los pasatiempos como crucigramas o sudokus, y otras actividades lúdicas ayudan a mantener el cerebro en forma y a estimular las funciones cognitivas.

8. Seguridad en el hogar

Es importante adaptar el hogar para prevenir caídas y accidentes que pueden resultar peligrosos. Eliminar alfombras y barreras arquitectónicas en áreas como la ducha, además de elegir un calzado cómodo y seguro, contribuye a un entorno doméstico seguro y a evitar traumatismos.

 A medida que avanzan los años es importante mantenerse activo para evitar problemas físicos y reducir el impacto de enfermedades cognitivas; todos los detalles en la nota  LA NACION

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