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Juan Román Riquelme habló tras la eliminación de Boca ante Vélez: defendió a Advíncula y aseguró que “fue un partido divertido”

“Esto es fútbol. Es un deporte”. Ese fue el análisis de Juan Román Riquelme tras el partido en el que el xeneize perdió 4-3 contra Vélez, en las semifinales de la Copa Argentina. El presidente de Boca reconoció que hubo “muchos errores” por parte del plantel en el juego decisivo por alcanzar la final del certamen, pero defendió a Luis Advíncula pese a la expulsión en el segundo tiempo y destacó: “Fue un partido divertido”.

Tras la derrota, Riquelme pasó por el vestuario del Mario Alberto Kempes para saludar a los jugadores y el cuerpo técnico. Consultado al respecto, respondió: “Siempre paso por el vestuario; a veces paso seguido. Por la Copa Argentina me divierte acompañar al equipo. Me hace muy feliz venir a cada provincia donde nos toca jugar porque la gente le da mucho cariño a los jugadores”.

Ya sobre el partido que se definió en el tiempo complementario con un par de goles de Agustín Bouzat, reflexionó: “Hoy fue un partido de fútbol. Teníamos la ilusión de llegar a la final, pero no se pudo, y ahora tenemos que continuar con lo que queda”. En ese sentido, consideró: “Fue un partido divertido. Para quien no es hincha de Vélez o Boca, seguramente lo disfrutó mucho”.

“Hubo muchos errores de ambos equipos y la suerte estuvo del lado de ellos”, dijo acerca de lo que se vivió en el encuentro, que estuvo rodeado por una intensa lluvia que duró casi los 90 minutos. “Fue un partido con situaciones complicadas: ir perdiendo 2-0, el gol en contra, la expulsión… todo se estaba poniendo difícil. Pero el equipo compitió, lo dio vuelta, se puso 3-2. Así como tuvo errores, también tuvo cosas buenas, porque no es fácil estar dos goles abajo con un jugador menos”, ponderó Riquelme.

A los tres minutos del segundo tiempo, Luis Advíncula recibió la segunda tarjeta amarilla y fue expulsado, lo que dejó a Boca el resto del partido con un jugador menos. Lejos de mostrarse enojado con el lateral peruano, Riquelme enfatizó: “Esto es fútbol. Nadie se hace expulsar porque quiere. Advíncula nos dio muchas alegrías y hoy le tocó ser expulsado. Son cosas que pasan”.

Tras ello, destacó las instancias de semifinal alcanzadas por el club a lo largo del año tanto en la Copa Argentina como en la Copa de la Liga, pero contempló que el equipo no tuvo un buen desempeño en la Liga: “Siempre quiero ganar y tengo la ilusión de llegar a la final, pero el fútbol argentino es muy competitivo. No es fácil estar en las semifinales o en la final. En el torneo largo no nos ha ido bien, somos conscientes de eso, pero nos quedan tres partidos que debemos jugar de la mejor manera y terminar lo más alto posible”.

Ya sin chances de levantar una copa en lo que resta del año y aún en la pelea por meterse a la próxima Copa Libertadores, Riquelme enfatizó que el equipo deberá pensar en los últimos tres partidos de liga y “tratar de hacerlo bien”. “Sabemos que, a lo largo del año, tuvimos cosas buenas y otras no tanto. No vivo de la manera que quieren instalarle a la gente. Esto es fútbol, un deporte”, agregó.

Por último, insistió: “Ha sido un año largo y duro. En el primer semestre también perdimos una semifinal con Estudiantes, y hoy de nuevo. No es fácil llegar a la final. El equipo tuvo vergüenza deportiva y compitió. Necesitamos dar el máximo en cada partido. No escucho a nadie hablar de todos los equipos que tienen la obligación de jugar estas instancias. Nosotros soñamos con estar aquí todos los años. Soy el primero en hacer autocrítica y en hacerme cargo”.

En la liga, Boca está octavo con 35 puntos, lejos del primero, Vélez, que lidera con 45. En la recta final, este domingo recibe a Gimnasia en La Bombonera. Una semana después, visitará Rosario, cuando se mida ante Newell’s y cerrará el año ante Independiente, de local. Se tratan de tres partidos clave para sumar puntos en la tabla anual, donde se definen los ingresos a las copas internacionales. Allí, Boca está justo por detrás de River, en la pelea por un cupo en la Libertadores, prácticamente adentro, ya que si Vélez gana la Copa y la Liga, libera su lugar, y entra Boca, que es escoltado muy de cerca por Huracán.

“Esto es fútbol. Es un deporte”. Ese fue el análisis de Juan Román Riquelme tras el partido en el que el xeneize perdió 4-3 contra Vélez, en las semifinales de la Copa Argentina. El presidente de Boca reconoció que hubo “muchos errores” por parte del plantel en el juego decisivo por alcanzar la final del certamen, pero defendió a Luis Advíncula pese a la expulsión en el segundo tiempo y destacó: “Fue un partido divertido”.

Tras la derrota, Riquelme pasó por el vestuario del Mario Alberto Kempes para saludar a los jugadores y el cuerpo técnico. Consultado al respecto, respondió: “Siempre paso por el vestuario; a veces paso seguido. Por la Copa Argentina me divierte acompañar al equipo. Me hace muy feliz venir a cada provincia donde nos toca jugar porque la gente le da mucho cariño a los jugadores”.

Ya sobre el partido que se definió en el tiempo complementario con un par de goles de Agustín Bouzat, reflexionó: “Hoy fue un partido de fútbol. Teníamos la ilusión de llegar a la final, pero no se pudo, y ahora tenemos que continuar con lo que queda”. En ese sentido, consideró: “Fue un partido divertido. Para quien no es hincha de Vélez o Boca, seguramente lo disfrutó mucho”.

“Hubo muchos errores de ambos equipos y la suerte estuvo del lado de ellos”, dijo acerca de lo que se vivió en el encuentro, que estuvo rodeado por una intensa lluvia que duró casi los 90 minutos. “Fue un partido con situaciones complicadas: ir perdiendo 2-0, el gol en contra, la expulsión… todo se estaba poniendo difícil. Pero el equipo compitió, lo dio vuelta, se puso 3-2. Así como tuvo errores, también tuvo cosas buenas, porque no es fácil estar dos goles abajo con un jugador menos”, ponderó Riquelme.

A los tres minutos del segundo tiempo, Luis Advíncula recibió la segunda tarjeta amarilla y fue expulsado, lo que dejó a Boca el resto del partido con un jugador menos. Lejos de mostrarse enojado con el lateral peruano, Riquelme enfatizó: “Esto es fútbol. Nadie se hace expulsar porque quiere. Advíncula nos dio muchas alegrías y hoy le tocó ser expulsado. Son cosas que pasan”.

Tras ello, destacó las instancias de semifinal alcanzadas por el club a lo largo del año tanto en la Copa Argentina como en la Copa de la Liga, pero contempló que el equipo no tuvo un buen desempeño en la Liga: “Siempre quiero ganar y tengo la ilusión de llegar a la final, pero el fútbol argentino es muy competitivo. No es fácil estar en las semifinales o en la final. En el torneo largo no nos ha ido bien, somos conscientes de eso, pero nos quedan tres partidos que debemos jugar de la mejor manera y terminar lo más alto posible”.

Ya sin chances de levantar una copa en lo que resta del año y aún en la pelea por meterse a la próxima Copa Libertadores, Riquelme enfatizó que el equipo deberá pensar en los últimos tres partidos de liga y “tratar de hacerlo bien”. “Sabemos que, a lo largo del año, tuvimos cosas buenas y otras no tanto. No vivo de la manera que quieren instalarle a la gente. Esto es fútbol, un deporte”, agregó.

Por último, insistió: “Ha sido un año largo y duro. En el primer semestre también perdimos una semifinal con Estudiantes, y hoy de nuevo. No es fácil llegar a la final. El equipo tuvo vergüenza deportiva y compitió. Necesitamos dar el máximo en cada partido. No escucho a nadie hablar de todos los equipos que tienen la obligación de jugar estas instancias. Nosotros soñamos con estar aquí todos los años. Soy el primero en hacer autocrítica y en hacerme cargo”.

En la liga, Boca está octavo con 35 puntos, lejos del primero, Vélez, que lidera con 45. En la recta final, este domingo recibe a Gimnasia en La Bombonera. Una semana después, visitará Rosario, cuando se mida ante Newell’s y cerrará el año ante Independiente, de local. Se tratan de tres partidos clave para sumar puntos en la tabla anual, donde se definen los ingresos a las copas internacionales. Allí, Boca está justo por detrás de River, en la pelea por un cupo en la Libertadores, prácticamente adentro, ya que si Vélez gana la Copa y la Liga, libera su lugar, y entra Boca, que es escoltado muy de cerca por Huracán.

 El presidente xeneize reconoció que hubo “muchos errores” en el equipo, pero destacó las instancias decisivas alcanzadas en los torneos locales a lo largo del año; “Nos dio muchas alegrías”, dijo sobre el lateral peruano  LA NACION

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